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miércoles, 12 de octubre de 2011

Lidia Rodríguez: “Necesitamos ejercer nuestra labor con tenacidad y excelencia”

Por. Manuel López, España*

Catorce de los 121 pastores de la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE) son mujeres. Un 12 por 100 está lejos de la paridad, pero las perspectivas de futuro inmediato no pueden ser más esperanzadoras: de los 29 alumnos matriculados en el Seminario Teológico UEBE para el presente Curso académico 2011-2012, doce son mujeres.
Ya se ha superado el 40%. Está visto que en la teología y el pastorado hay un lugar para la mujer. Lidia Rodríguez, copastora de la Comunidad de Santutxu, iglesia miembro de la UEBE, y profesora de Teología de la Universidad de Deusto, no necesita presentación; la mera relación de materias de las que imparte asignaturas en la licenciatura y los cursos de postgrado la acredita como uno de los profesores de Teología más capaces y valiosos de la Universidad Española.

PREGUNTA.- Profesora de Religión y Antropología del Judaísmo Bíblico, Teología Bíblica y Literatura Sapiencial, y en una Universidad de prestigio como es Deusto. ¿De cuánta envidia sana –y de la otra– entre ministros de culto hombres es usted consciente?
RESPUESTA.- Gracias a Dios, vivo ese asunto desde una feliz ignorancia, que creo es lo mejor que podría sucederme. Pero, de despertar algo, me gustaría que fuera ánimo para el camino y un sano orgullo de sentirse protestante.
P.- ¿Seminario o Universidad? Monta tanto, tanto monta para la formación teológica, o seguimos dejando que los seminarios formen pastores y las universidades teólogos?
R.- Nuestras iglesias y nuestra Unión no podrán sobrevivir sin lo uno ni lo otro. Es cierto que responder a lo urgente –es decir, la formación de pastores que atiendan a las congregaciones locales– ha hecho que a menudo desatendamos algo tan importante como hacer avanzar una reflexión teológica autóctona, inculturada en nuestra realidad social. En mi opinión, hoy por hoy no nos podemos permitir el lujo de separar institucionalmente dónde se imparte una formación u otra; lo importante es, como afirmaba Lutero, que cada pastor debería ser un teólogo, y cada teólogo, un pastor. Porque del mismo modo que el que dice no meterse en política, de hecho ya se ha metido en política, el que reniega de la teología de hecho está llevando adelante un determinado programa teológico, que por desgracia suele caracterizarse por el oscurantismo.
P.- Aparcado el proyecto de la nueva Ley de Libertad Religiosa, la homologación de los títulos académicos del STUEBE –que por cierto estrena nombre: Facultad de Teología UEBE– y los otros Seminarios evangélicos “serios” va a ser lo único que se consiga del Gobierno Zapatero. ¿Cómo se ve este logro desde la Universidad?
R.- No sé si las iglesias evangélicas son plenamente conscientes del cambio epocal que supone la homologación académica de los títulos en teología de los seminarios evangélicos ¡por primera vez en nuestra historia! Es sin duda una llamada a seguir mejorando la calidad de sus docentes, de su oferta académica, de sus instalaciones, y por supuesto un reto a los estudiantes que a partir de ahora obtendrán un título de grado adaptado al espacio europeo. Desde aquí, mi más sincera enhorabuena a todos los que han hecho posible este logro gracias a su desinteresada dedicación.

P.- Qué hace falta para que la teología pueda ponerse de moda, tener buena prensa?
R.- No me preocupa que se ponga de moda, porque la moda tiene fecha de caducidad. Sí me preocupa su mala prensa. Creo que para que la teología cumpla sus objetivos la iglesia evangélica debería poder quitarse de encima la rémora fundamentalista que entre otras cosas teme la reflexión propia y la libertad de conciencia –por mucho que se nos llene la boca con la “guía del Espíritu Santo” y el “sacerdocio universal de todos los creyentes”–. En el caso de los teólogos, se echa en falta una labor pedagógica para acercar a la realidad vivida en las iglesias la “sesuda” reflexión de tanto hombres y mujeres a lo largo de la historia de la Iglesia.
P.- Hubo quien interpretó su ponencia en la última Convención como un signo claro de reconocimiento de los teólogos dentro del marco de referencia de la Unión Bautista UEBE. ¿Es esta también su percepción?
R.- Sinceramente, no. No recibí ninguna referencia u opinión en ese sentido. De haberlo pretendido, por ejemplo, hay profesores en nuestro Seminario con más derecho que una servidora para haber representado a la reflexión bautista en la Convención.
P.- “Comprometidas en hacer atractiva la teología”. Cada vez hay más mujeres participando activamente en los foros teológicos… en otras latitudes y contextos. ¿Encaja esta afirmación con su experiencia pastoral en Santutxu?
R.- Eso espero. Una de las tareas pendientes de la teología es permear la vida cotidiana y tender puentes.
P.- ¿Cómo superar el “caso español” de una teología, salvadas un par de excepciones, una de ellas usted, exclusivamente masculina?
R.- En el caso de la iglesia, se requiere un espíritu fraterno y solidario entre hombres y mujeres, con altura de miras y sin miedo al “qué dirán”. Y eso significa, por ejemplo, apostar en las iglesias locales por mujeres que no tienen por qué estar casadas para ser merecedoras de un espacio de servicio en la comunidad –y, por supuesto, de un sueldo digno–. En el caso de las mujeres, necesitamos ejercer nuestra labor con tenacidad y –si se me permite emplear un término muy nuestro– excelencia, siendo conscientes de que los frutos tardarán todavía mucho tiempo en poder recogerse. Debemos aventurarnos a publicar nuestra reflexión, aunque sea de forma precaria y en pequeños círculos, para animar a otras mujeres a emprender este camino apasionante y apasionado de la teología.
P.- En el reciente Congreso de Mujeres teólogas en Salamanca se echó en falta una mínima representación protestante. Parece como si cuando la teología deja ocasionalmente de ser “cosa de hombres”, sigue mandando la etiqueta “católica”. ¿Cómo lo ve? ¿Qué hacer?
R.- Ser protestante y mujer dedicada a la teología equivale a formar parte de una minoría dentro de lo que a su vez es una minoría social, y eso se refleja en nuestra escasa participación en los encuentros nacionales. Además, la Iglesia debe ser consciente de la importancia de visibilizarnos en los espacios públicos y de tomar las medidas necesarias para ello, como puede ser liberar y promocionar a mujeres para que puedan dedicar parte de su ministerio a formarse y reflexionar, a escribir, a participar en congresos, etc. No hay fórmulas mágicas: es necesario emplear el tiempo y los recursos necesarios al alcance.
P.- Se sigue diciendo en los entornos evangélicos que “el País Vasco es duro para el Evangelio”. ¿Cuál es su experiencia pastoral?
R.- No más que Extremadura o Murcia. Si algo evidencia mi experiencia pastoral, es que para proclamar la buena noticia a los hombres y mujeres de nuestro tiempo no sirven los clichés trasnochados, ni las supuestas fórmulas mágicas importables de un contexto a otro. Se nos exige que el evangelio ilumine los problemas reales de las personas para que no termine siendo un discurso religioso hueco o un simple calmante para la mala conciencia. En el País Vasco, o el evangelio es un evangelio de paz y reconciliación, o no será.
P.- Deja al fin de ser “cosa de hombres” la enseñanza de la Religión en lo más alto de la escala académica?
R.-¡Ni mucho menos! Todavía queda mucho camino por recorrer –al mencionado estudio me remito–, y lo que se ha ganado hasta hoy se está poniendo en peligro con las nuevas corrientes ultraconservadoras que se nos vienen encima.
P.- Nuestra Unión Bautista UEBE es pionera en la incorporación de la mujer al ministerio pastoral, pero el grueso de los despachos eclesiásticos de las familias denominacionales se escandalizan con solo oír la palabra paridad? ¿Por qué resulta tan difícil hacer pedagogía con este tema?
R.- El pasado forma parte de nuestra identidad y eso lo hace muy poderoso, no solo en cuanto al discurso, sino en el ámbito de las emociones y de la pertenencia. Aunque oficialmente se emplean argumentos escriturísticos en contra del ministerio de las mujeres, en el fondo muchos de nuestros hermanos y hermanas tienen miedo; temen los cambios, porque lo que siempre se ha hecho así –aunque sea de forma equivocada– ofrece seguridad y estabilidad; creen que cambiar de forma de pensar en este asunto equivale a traicionar al fundador de la iglesia local, a la enseñanza recibida,… Si todo ello lo aderezamos con una lectura fundamentalista de la Palabra, tenemos el plato servido.
P.- ¿Qué conclusiones está sacando usted del movimiento del 15M?
R.- Que “la masa” es menos masa de lo que se creía, que hay hombres y mujeres clamando justicia, y que el evangelio debería ser capaz de fermentar esos espacios.
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Dígame…
PREGUNTA.- Correctora de estilo de una edición de la Biblia. ¿Sabe cuánta sana envidia (y de la otra) despierta este apunte de su currículo?
RESPUESTA.- Eso es porque no saben el “curro” que lleva…
P.- ¿Cómo pudo reprimirse de corregir a Pablo en sus pasajes poco amables con la mujer?
R.- Lo que no pude reprimir fue una enmienda al epígrafe de Ez 13. donde se leía “falsos profetas y brujas” (sic), hoy se lee “falsos profetas y profetisas”. A buen entendedor…
P.- Un inmigrante en la junta directiva de la UEBE pongamos para el año…
R.- Si se tratara de representar la realidad sociológica de nuestras iglesias, ¡debería ser ya!
P.- ¿Y a una mujer presidenta sino de la Unión Bautista UEBE, al menos del Colegio Pastoral?
R.- No lo verán mis ojos…
P.- Un buen rioja en las copas de la Santa Cena le parece
R.- Un placer al paladar que nos acercaría más que nuestro tradicional vino dulce o mosto a la experiencia de los primeros discípulos de Jesús. Y, ya puestos, ¡que sea de la Rioja alavesa!
P.- “Si las mujeres mandasen…” ¿tendría más éxito la zarzuela en los despachos eclesiásticos?
R.- Como decía alguien… ¿es que podría hacerse todavía peor?
P.- El Athletic jugando la próxima temporada en Europa. ¿Qué consecuencias políticas podría favorecer?
R.- Lamento no ser fiel seguidora del Athletic, muy a pesar de mis queridos “feligreses”.
P.- “Ayuda idónea del esposo”. Haga un análisis de texto rápido, por favor.
R.- Ayuda, a todos; idónea, me temo que no siempre estoy a la altura. Mi esposo, gracias a Dios, es un compañero en el camino.
P.- “Diaconía de Comunicación e Imagen”.
R.- Fundamental para no ir metiendo la pata, por ejemplo, ante las instituciones políticas
P.- “Evangelismo” no viene en el Diccionario…
R.- Es lo que tienen los neologismos ingleses, que campan a sus anchas en nuestra jerga evangélica. Me preocupa más la carga ideológica que lo acompaña.
P.- Tampoco “palabros” como “iglecrecimiento”…
R.- De lo cual me alegro, y espero que desaparezca de nuestra reflexión para siempre… ¡Con la de buenos misionólogos que tenemos entre nosotros!
P.- ¿Qué le diría a los que usan y abusan de la palabra “compartir” cuando lo que hacen es impartir una prédica (o largar un rollo)?
R.- Que hay eufemismos incapaces de ocultar el ego.
P.- ¿Y al que empezó a usar el “abreviaturo” Pr. (menos mal que no Pra.)?
R.- Incomprensible en nuestro contexto. ¿Acaso nuestros fontaneros ponen “Font.” en su correspondencia, o nuestros electricistas “Elec.”?
P.- “El Señor me ha dicho”. ¿Qué errores bíblico-teológicos hay en tan contundente frase?
R.- Muchos, pero permítame que lo resuma en una frase socarrona: “Quien dice que habla a Dios es una persona religiosa; quien dice que le habla Dios es un esquizofrénico.”
P.- Culto racional vs. culto emocional. Los racionales están reconciliados con la “logikén latréian”, pero los emocionales reivindican la “lógica” de la emoción. ¿Qué hacer?
R.- Creo que nuestra razón debe estar tan implicada como nuestra afectividad en el culto; los problemas concretos tienen que ver con los modos de expresión de esa afectividad, a menudo importados de otras latitudes y que en no pocas ocasiones causan extrañeza e incomodidad en parte de la congregación. Para que estas diferencias no rompan la fraternidad debemos ser capaces de llegar a acuerdos que serán diferentes en cada comunidad local, lo que los estudiosos de la diversidad llaman “acomodo”.
P.- “El Eco* digital”. ¿Cuánto vale esa marca?
R.- Creo que en ello nos jugamos la supervivencia.

* El Eco Bautista es el órgano de la Unión Evangélica Bautista de España (UEBE), fundado en 1893.
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Académica y pastora
Lidia Rodríguez Fernández nació en Valencia. Estudió Teología en IBSTE y más tarde en la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto. Es presbítera ordenada de la Comunidad Cristiana Evangélica del barrio de Santutxu de Bilbao (Vizcaya) desde 1999, iglesia que pasó a formar parte de la UEBE en 2008 y de la que es pastora junto con su marido, Juan Francisco Muela.* Tuvo a su cargo el mensaje inaugural en la pasada Convención de la UEBE, con el título de “Los talentos: una responsabilidad por delante”.
Como equipo pastoral tienen distribuidas sus funciones de este modo: Representación institucional, Pastoral y Enseñanza de adultos (Juan) y Presidencia del Consejo de iglesia, Pastoral, Enseñanza de adultos y Evangelización (Lidia). Se incorporó a esta Facultad de Teología de la Universidad de Deusto en 2005 como secretaria del Simposio Internacional sobre Orígenes del Cristianismo. En el curso 2006-2007 es becaria de Investigación y desde entonces profesora de la Facultad. En el año 2006 estuvo un tiempo como investigadora en Israel en la École biblique et archéologique française de Jérusalem (EBAF), más conocida por sus trabajos con los manuscritos de Qumrán.

* (Ambos son miembros de la junta de Ateneo Teológico, editora de Lupa Protestante).
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Publicaciones
“La memoria, fundamento de la acogida al emigrante”, El inmigrante en la Biblia. Reseña Bíblica 46 (2005)
“Prostitutas ¿cúlticas? en tiempo de los profetas”, Ellas os guiarán al Reino de Dios. Reseña Bíblica 54 (2007)
“Profetas anteriores y posteriores”, Diccionario de profetismo. Monte Carmelo (2008)
“Espacio público y pluralismo religioso desde una perspectiva cristiana protestante”, V encuentro de Derechos Humanos. La religión y los derechos humanos en el espacio público (Diputación de Guipúzcoa, 2009)
“El cristianismo reformado y evangélico” y “Otras comunidades de inspiración cristiana”, capítulos de Pluralidades latentes. Minorías religiosas en el País Vasco (Pluralismo y convivencia, 2010)
“Protestantismo vasco hoy”, artículo en la revista Hemen (2010).
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Entrevista de la serie del autor “Conversaciones con nuestros líderes” publicado en “EL Eco Bautista”, 3/2011. www.uebe.es

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