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jueves, 31 de enero de 2013

Tissa Balasuriya: Sacerdote, teólogo y profeta

Por. Carmelo Álvarez, EE.UU*
Nos llega una noticia entristecedora. Nuestro gran Tissa vive en la presencia de Dios para siempre. Su partida este 17 de enero nos deja un gran vacío. Para mí en lo personal es la pérdida de un gran amigo. Los y las que compartimos con él en tantos proyectos, acciones solidarias, posturas proféticas y desafíos a la autoridad eclesiástica, sabemos que su aporte permanecerá con un gran legado. Pero nos alegramos porque Tissa siempre vivió con alegría y gozo. Aún en momentos de intensa discusión y defendiendo ideas teológicas polémicas, salía un sentido del humor que nos hacía reír y bajar el nivel de tensión.
Lo que deseo recordar son las vivencias que compartimos en el contexto de la Asociación Ecuménica de Teólogos y Teólogas del Tercer Mundo (ASETT), por sus siglas en inglés, EATWOT. Esta Asociación fue fundada por teólogos prominentes de África, Asia, Caribe, Latinoamérica y Estados Unidos. Eso fue en 1976.
Desde los mismos inicios de la ASETT Tissa fue un promotor entusiasta del diálogo entre las teologías de la liberación, en todos los continentes. Además, se interesó mucho por el diálogo ecuménico y el diálogo interreligioso, particularmente en su amada Sri Lanka, tierra con un gran arcoíris religioso, con una presencia significativa del budismo y donde el cristianismo ha sido minoría.
Otro aspecto importante fue su interés en ser un verdadero intelectual orgánico. Habiendo estudiado economía y poseyendo una sólida formación teológica, muy temprano en su producción intelectual relacionó la economía con la teología, la ecología con la teología y una preocupación constante por la promoción de los derechos humanos.
Tisssa fue un escritor prolífico. Entre sus libros más importantes deseo resaltar, Jesucristo y la liberación humana (1976), La eucaristía y la liberación humana (1977), Teología planetaria (1984), libro que marcó ruta y se adelantó al tratar temas polémicos y desafiantes que en la era global los han desafiado. Pero el libro que creó la gran polémica fue María y la liberación humana (1994). Su publicación le costó una investigación vaticana dirigida por el Cardenal Joseph Ratzinger. Ya algunos obispos en Sri Lanka y otros países de Asia lo habían cuestionado. El asunto, con toda su controversia y la acusación de herejía (sobre todo por el dogma del nacimiento virginal de Jesús y el pecado original) lo llevó finalmente a la excomunión por Juan Pablo II en 1997. El siguiente año le fue levantada la excomunión, después de una serie de negociaciones, escritos y reescritos que, entre la amonestación y la duda, finalmente le permitieron seguir como sacerdote y religioso. Tissa er Oblato de María Inmaculada.
Quiero, entonces, relatar tres experiencias que compartí con Tissa Balasuriya.
Recién electo el que escribe como secretario general de la Asociación Ecuménica de Teólogos y Teólogas del Tercer Mundo, en la asamblea general de Nairobi, Kenia, en enero de 1992, me encontré con Tissa a la hora del desayunar, el día antes del regreso a nuestros países. Habíamos acordado una breve reunión del comité ejecutivo después del desayuno. Pero Tissa necesitaba conversar sobre sus polémicas con la conferencia episcopal de Sri Lanka y ponerme al tanto de la implicaciones que tenían unas posibles investigaciones, y acusaciones de herejía del Vaticano. Yo le reiteré mi apoyo personal y la disposición a defenderlo como miembro de ASETT y nuestro hermano. Con su característica sonrisa me agradeció nuestra solidaridad. Los próximos cinco años fueron intensos y complejos para Tissa y ASETT. Y para Ivone Gebera y Leonardo Boff, en sus confrontaciones con el Vaticano. La disciplina impuesta a ambos, y finalmente la salida de Leonardo del sacerdocio y la orden francisana, aunque Leonardo siempre ha seguido siendo un gran “sacerdote”. Lo quiera la iglesia o no. Ivone retornó a su orden con las Ursulinas, sacrificándose por sus “hermanas en la colmena” y las comunidades de base que tanto la quieren y respaldan.
La segunda experiencia con Tissa fue ese mismo año de 1992. Fuimos invitados como comité ejecutivo de ASETT a tener nuestra primera reunión plena en Sri Lanka. Tissa nos apoyó decididamente, y el Centro para la Religión y la Sociedad que él había fundado en 1971, respaldó nuestra visita. Sabiendo de mi conocimiento y participación con grupos carismáticos y pentecostales en Latinoamérica y el Caribe, Tissa me solicitó que viajara unos días antes de nuestra reunión, organizando un simposio con líderes religiosos sobre la experiencia carismática y pentecostal. Fue una experiencia extraordinaria donde todos y todas aprendimos sobre el impacto, la importancia y la necesidad de saber más sobre estas experiencias.
La tercera experiencia tiene que ver con el diálogo budista-cristiano. Tissa tenía casi una obsesión de que nos reuniéramos con monjes budistas. Conocer de primera mano las dinámicas religiosas en Sri Lanka y Asia en general, era importante para ASETT, según su opinión. Creo que no se equivocaba, sobre todo para los teólogos y teólogas de occidente acostumbrados a confesar y vivir nuestra fe como “mayoría cristiana”. Ese diálogo cambió mi vida para siempre. Me enriqueció en mi fe, y me permitió con humildad ver dimensiones del misterio de Dios que no podemos controlar. Agradecí siempre a Tissa lo que nos enseñó sobre la dinámica, complejidad y posibilidades del diálogo interreligioso.
Tissa Balasuriya, pionero, profeta, teólogo, pensador y amigo. Lo vamos a recordar por su buen humor, su sabiduría, su hospitalidad, y por la fuerza ética de su vida y su teología.
 
*Carmelo Álvarez, misionero y profesor de la historia del cristianismo. Es conferencista y asesor teológico como consultor en educación teológica en Latinoamérica y el Caribe, nombrado por la Junta de Ministerios Globales de la Iglesia Cristian (Discipulos de Cristo) y la Iglesia Unida de Cristo en Estados Unidos.
 
Fuente: Lupaprotestante, 2013

martes, 29 de enero de 2013

Edesio Sánchez C.: traductor, exégeta, profesor

Por. Leopoldo Cervantes-Ortiz, México*
Edesio Sánchez C.: traductor, exégeta, profesor
Los frutos de su trabajo han ido desde la escritura de materiales y comentarios, hasta la coordinación de proyectos dirigidos a la traducción, además de los talleres de ciencias bíblicas por toda América Latina.
La mayoría de nuestra gente que se enorgullece de llamarse evangélica sustentan una doctrina lejana de los principios teológicos de la Reforma Protestante. Yo mismo considero un piropo que me llamen liberal a que me llamen teólogo evangélico [1] E.S.C.
Edesio Sánchez Cetina nació en Mérida, Yucatán, el 17 de junio de 1947. Es hijo del pastor Edesio Sánchez, de larguísima trayectoria en la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM). Su percepción acerca de sus años formativos en el seno familiar es clara y, para algunos, hasta polémica, pero está firmemente sustentada en la teología reformada. A la pregunta “¿Cómo llegó Cristo a su vida?”, respondió así:
Cristo no llega a la vida de uno; al menos mi experiencia y por lo que veo en la Biblia no es tan así. A la mayoría los llamó y los comisionó. Pero conversión, al estilo de las campañas evangelísticas conocidas en nuestro medio, ¡nunca! Este vocabulario me suena más a los grupos que llamo “conversionistas”. Te tienes que convertir del pecado, de una vida mala, del camino torcido o equivocado. Pero ¿qué pasa cuando esto no ocurre en la vida de uno? Cristo no llegó a mi vida. Nací metido en la vida de Cristo; nací en un hogar cristiano, en un hogar pastoral. ¡Soy hijo de la promesa! ¡No tuve que convertirme de nada!
Creo oportuno aclarar que la Biblia es muy clara y seria en indicar que quienes nacen en hogares formados en la fe bíblica y cristiana ya de suyo forman parte de la familia de Dios. Sólo si se salen tienen que convertirse o hablar de cuándo Cristo llegó a su vida. De allí que apoye y crea y practique el bautismo infantil y la participación de los niños en la Cena del Señor.
Mi testimonio más grande, elocuente y feliz es que Dios permite que muchos de sus hijos e hijas nunca tengan que vivir otra vida que no sea la de la vida abundante en Cristo . [2]
Obtuvo la Licenciatura en teología en el Seminario Bíblico Latinoamericano (SBL, Costa Rica) y en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, así como el doctorado en Antiguo Testamento en el Seminario Presbiteriano Unión, de Richmond, Virginia ( www.upsem.edu ), con una tesis sobre el libro de Deuteronomio que, a la postre, se convertiría en su especialidad. [3] Fue ordenado por el Presbiterio del Mayab, pastoreó algunas iglesias en Yucatán y en el Distrito Federal, e incluso inició una misión en la capital costarricense.
Entre 1975 y 1980 fue profesor del Seminario Teológico Presbiteriano de México (STPM) y ha sido miembro y directivo de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL), en donde fungió como secretario regional para Mesoamérica. [4] Desde muy joven, y gracias a la orientación del doctor Orlando Costas, su profesor en el SBL, se dedicó a los estudios sobre el Antiguo Testamento. De ahí que el paso a su trabajo como asesor, escritor, traductor y editor en las Sociedades Bíblicas Unidas (SBU) haya sido tan natural. Participó en la elaboración de la Nueva Versión Internacional (NVI), coordinó la muy celebrada Traducción en Lenguaje Actual (TLA) . Ha escrito multitud de artículos y ensayos. Es, en suma, uno de los más notables biblistas evangélicos latinoamericanos y con Elsa Tamez y Alfredo Tepox integra una notable “triada mexicana”. Juntos compartieron recientemente un curso intensivo en la capital mexicana.
Los frutos de su trabajo en ese ámbito han sido múltiples, pues sus empeños han abarcado desde la escritura de materiales y comentarios, hasta la coordinación de proyectos como lo es una magnífica serie de volúmenes dirigidos también a la traducción ( Marcos, Éxodo, Gálatas, Juan, Efesios …,), además de los talleres de ciencias bíblicas que ha impartido por toda América Latina. [5] Forma parte del consejo de la importante revista Traducción de la Biblia , que divulga textos de especialistas y de divulgación de esta tarea tan encomiable. [6] Editó también los tres volúmenes de Descubre la Biblia ( Uno , Dos y Tres , 1998, 2006) , valiosa recopilación dirigida a quienes desean profundizar en el universo de los estudios bíblicos serios y contextuales.
Entre los libros que ha publicado están: Fe bíblica: Antiguo Testamento y América Latina. Ensayos exegéticos ( México, El Faro, 1986 ), Deuteronomio ( Buenos Aires, Kairós , 2002 , basado en su tesis doctoral), Sabiduría para vivir: Estudio del libro de Proverbios (SBU, 2003)y ¿Qué es la Biblia? Respuestas desde las ciencias bíblicas (Buenos Aires. Kairós-SBU, 2005). Muy dignos de su mención son sus comentarios a los libros de Josué y Jueces para el Comentario Bíblico Latinoamericano, de la editorial Verbo Divino (2005), que dirigió Armando Levoratti, donde también se incluyó su texto “ Traducción de la Biblia y cultura indígena ”). Todo ello publicado con el inquebrantable afán de ayudar a los lectores a familiarizarse y comprender mejor el mensaje de las Escrituras.
Como muestra de su trabajo, dos artículos suyos evidencian la pasión con que comprende la importancia de acceder al contenido de la Biblia con todas las herramientas posibles y así beneficiarse mejor de sus enseñanzas, porque ya sea en el ámbito de la exégesis y la hermenéutica, como en el de la reflexión pastoral y espiritual, Sánchez Cetina cumple sus objetivos plenamente.
En el primero, “ En la instrucción de YHVH está su delicia. La Palabra de Dios en la Iglesia ”, haciendo gala de una genuina preocupación teológica y pastoral, concluye :
El desafío que tenemos por delante es el “escuchar atentamente” el mensaje total de los Salmos y reconocer que la vida cristiana —y en especial su liturgia— no es tan solo oraciones e himnos para reconocer el poder y la gloria de Dios y darle gracias por sus bondades y bendiciones, sino sobre todo instrucción para forjar una vida orientada a la voluntad de Dios y para entrenarse en el camino de la oración, la liturgia y la vida.
Como los clamores proféticos de Amós e Isaías, la afirmación teológica y canónica del Salterio es que el problema de nuestras iglesias evangélicas hoy no es la falta de música y buena música, sino lo que con ella se hace, para qué se usa y cuál es su objetivo central.
La himnología contemporánea, en una gran proporción, va en contra de los principios antes articulados y que emanan del mensaje de los Salmos. En la liturgia e himnología evangélica latinoamericana, no hay denuncia ni espacio para la afirmación solidaria ni la restauración del angustiado y doliente. El porcentaje mayor de los cantos y la música lo que hace es afirmar no a una comunidad sirviente, sino a un imperio con un rey glorificado y majestuoso ajeno a las necesidades de los pobres y abatidos, y que toma partido con los señorones dueños del poder eclesiástico y que definen la bienaventuranza y la prosperidad (de las que habla el salmo uno) como una vida carente de problemas y enfermedades, y repleta de bienes materiales y un pase seguro a la gloria.
La vida eclesiástica, por su parte, ha silenciado a la Palabra de Dios y ha convertido en su “deleite” e inspiración la voz “serpentina” de líderes ávidos de poder y riquezas. Cuántas de las llamadas mega-iglesias han cambiado la predicación expositiva de la Palabra por complacientes “masajes espirituales” o lo que es peor por relatos de “revelación directa de Dios” a tal o cual apóstol o profeta. En más de una ocasión he estado en lugares en los cuales el pastor termina el culto con tan solo la lectura del texto bíblico de su sermón y la bendición pastoral, porque “el equipo de alabanza” no le dejó tiempo para la predicación . [7]
En la misma línea, el segundo, “El culto, reflejo del Dios adorado y del pueblo que adora”, desde un enfoque crítico y profético procedente del Deuteronomio, advierte también sobre los riesgos que corren hoy las comunidades en su experiencia litúrgica :
Toda actividad litúrgica que le robe la gloria a Dios es sin duda, una práctica idolátrica. Cuando nuestros cultos no son otra cosa que el reflejo del statu quo —la ideología del poder hegemónico—, tal práctica es idolatría. Cuando en el culto una de las áreas de responsabilidad toma el lugar central y margina o hace a un lado a otras, eso atenta contra la integridad de la indivisibilidad de Dios y de la comunidad adorante.
El culto es profundamente comunitario, solidario e igualitario. En él, aunque parezca contradictorio, ni siquiera Dios desea adjudicarse el lugar central, si se le considera o define como Dios ajeno al ser humano y a la creación. El Dios de la Biblia no es ni narcisista ni egocéntrico. Es un dato testificado en la misma Biblia que en la práctica de la adoración los que más resultan beneficiados son los adorantes y no el adorado.
Ambos textos, al lado de otros más, pueden leerse en Exégesis y traducción bíblica. Antología de ensayos .
Finalmente, a la hora de subrayar la importancia de la Biblia como Palabra de Dios en las iglesias, es sumamente enfático:
De acuerdo a Barth, hablar en nombre de Dios, es permitir que Dios mismo sea quien hable; porque de acuerdo al testimonio bíblico, el nombre de la persona es la persona misma. Así que hablar en el nombre de Dios es reconocer el gran milagro de que en la proclamación de su palabra, Dios mismo está presente: “Emanuel”.
Si en algo falló Eva, fue en permitir que un animal le proclame la palabra divina en nombre de Dios; eso es idolatría. El pecado de Adán fue mantenerse al margen de la responsabilidad de cuidar que la palabra divina fuera transmitida e interpretada de manera correcta, porque fue él y nadie más el primer y único receptor de aquella... Cuando la serpiente dialogó con Eva, Adán se mantuvo al margen. “Luego le dio a su esposo, que estaba allí con ella, y también él comió” (v. 6, LS).
Para quienes hoy no somos primeros receptores de la palabra divina, ella nos viene, de acuerdo a la herencia reformada, protegida en el canon y bajo la autoridad y verdad del Espíritu Santo, y en el contexto de una comunidad. Esos tres elementos deben de estar presentas para una sana y correcta interpretación y proclamación de la Palabra de Dios . [8]

[1] Jacqueline Alencar, “ Edesio S. Cetina: ¿ser evangélico hoy en Latinoamérica? ” (entrevista), en Protestante Digital, 5 de febrero de 2012 . Otra entrevista: “ Volverse como niños: el proyecto salvador de Dios .
[2] Idem.
[5] Un fragmento de la conferencia presentada en Chillán, Chile, puede verse en: www.youtube.com/watch?v=cq4FctGB2tk . Cf, Conferencias con el Dr. Edesio Sánchez, http://ftlonline.wordpress.com/2010/03/05/conferencias-con-el-dr-edesio-sanchez.
[6] En la entrega más reciente aparece como artículo principal “Para que se entienda”, que explica con sencillez y ejemplos muy concretos las bases de la traducción bíblica ( www.traducciondelabiblia.org/articulo_principal ).
[7] E. Sánchez C., op. cit., véase nota 4.
[8] E. Sánchez, “Misión integral en el Pentateuco” , en Red del Camino, pp. 6-7.
 

Fuente: ©Protestante Digital 2013
NOTA RELACIONADA
Muchas gracias Edesio! (Sánchez Cetina)

Para Edesio Sánchez Cetina, ministro de la Palabra

viernes, 25 de enero de 2013

Día Martin Luther King. John Piper: “Luther King cambió mi mundo, y estoy agradecido”

John Piper: “Luther King cambió mi mundo, y estoy agradecido”HOMENAJE A UN GRANDE
 
El autor bautista de EEUU recuerda que el pastor afroamericano era consciente de cómo Dios le usaba.
“Martin Luther King fue una herramienta de Dios para cambiar el mundo en el que yo crecí”, ha opinado John Piper. El recién jubilado pastor de Betlehem Baptist Church (Minnesota) y reconocido autor internacional ha rendido homenaje al líder del Movimiento de los Derechos Civiles en un artículo blog en “Desiring God” . Destaca el valor y “el peligroso desinterés en sí mismo” que Luther King mostró cuando siguió adelante con su lucha pese a sr consciente que le iba a costar la vida.
“El mundo en el que yo crecí y el mundo en el que ahora vivimos son asombrosamente diferentes. El racismo sigue estando ahí de formas muy diferentes en América y en el mundo. Pero en los días de mi juventud la segregación era casi absoluta , y se la defendía de forma abierta y desagradable, sin ningún tipo de vergüenza”, explica el pastor.
Recordando su adolescencia, Piper da algunos datos demoledores de los años 50. Por ejemplo, que en 1956, un 86% de los habitantes blancos del sur de EEUU rechazaban que los estudiantes blancos y negros asistieran a los mismos centros educativos. O que el 62% no aceptaban que una familia afroamericana se mudara a un barrio blanco, aunque tuviera el mismo nivel de educación o de ingresos que el resto de vecinos.
En el artículo, el autor reflexiona sobre “el mundo inseguro, condescendiente y humillante” en el que vivían los ciudadanos negros. Y se pregunta: “¿Se ha parado un momento a pensar qué significa que hubiera fuentes distintas y habitaciones separadas para blancos y negros? ¿Qué podía significar excepto: ‘sois impuros’, como los leprosos”.
MLK, USADO POR DIOS
“No sabemos si el mundo hubiera cambiado sin él, pero sí sabemos que fue una herramienta en las manos de Dios”, dice el autor sobre Martin Luther King. “Dejando de lado su teología y sus defectos morales, Luther King fue usado por las mano poderosas de la Providencia para cambiar el mundo”.
“Hacia el final, Luther King era cada vez más consciente de que su lucha le iba a costar la vida”. En su predicación en una iglesia de Memphis en 1968 , la noche anterior a perder la vida, Luther King se había mostrado exultante: “Veo a Dios trabajando en este período del siglo XX, en la forma extraña en la que los hombres están respondiendo. Algo está sucediendo en nuestro mundo”.
Piper recalca la lucha “desinteresada” de líder del movimiento, porque no se frenó cuando el peligro de su vida se hacía cada vez más evidente. En este sentido la predicación de Luther King, en Memphis, poco antes de morir, habría sido “profética”:
“Tenemos días difíciles por delante. Pero realmente no me importa ahora, porque he estado en lo alto de la montaña. Como cualquier persona, me gustaría vivir una vida larga, la longevidad tiene su espacio. Pero no estoy preocupado sobre ello ahora. Sólo quiero hacer la voluntad de Dios. Y él me ha permitido subir la montaña. He mirado más allá de la cima, y he visto la Tierra Prometida. Y estoy tan contento esta noche, no estoy preocupado por nada, no tengo miedo de ningún hombre. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”, decía el pastor afroamericano en su predicación. 
Diez horas después, Luther King estaba muerto. “Mi mundo había cambiado para siempre, y estoy agradecido por ello”, concluye Piper.
Puede leer más análisis sobre sobre Martin Luther King y el día dedicado a su memoria, en el análisis que sobre su figura han hecho para Protestante Digital José de Segovia y X. Manuel Suárez , con sus respectivas entrevistas en audio .
Editado por: Protestante Digital 2013
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miércoles, 23 de enero de 2013

Análisis de José de Segovia: Martin Luther King ‘quiso hacer la voluntad de Dios’

De forma profética, dijo antes de morir: “Dios me ha permitido llegar a la cima de la montaña y he visto la tierra prometida. Puede que yo no vaya (…pero) no temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”
 
Pastor evangélico y activista político, Premio Nobel de la Paz en 1964, Martin Luther King Jr. nació en Atlanta (Georgia) el 15 de enero de 1929. Fue pastor bautista, como también lo fueron su padre y su abuelo. En Estados Unidos siempre se dedica el tercer lunes del mes de enero a su conmemoración (este año será este 21 de enero).
Martin Luther King (MLK) se graduó en el Crozer Theological Seminary en 1951 y recibió su Doctorado de Filosofía Ph.D. de Boston University en el año 1955. En 1954, King fue elegido pastor de la Iglesia Bautista de Dexter Avenue en Montgomery, Alabama, liderando el boicot al bus de Montgomery en 1955. En 1957 participó en la fundación de la Conferencia Sureña del Liderazgo Cristiano (SCLC, siglas en inglés), creado para organizar el activismo por los Derechos Civiles.
A menudo no se menciona la relación entre la fe de Marthin Luther King y su actividad social y política ¿hasta qué punto estaban unidas? Abordamos esta cuestión de la relación de la fe y la obra de MLK con el periodista y teólogo español José de Segovia.
En su análisis explica que MLK fue formado en la “teología liberal blanca” con énfasis en el activismo social, más allá de lo que se entiende como un cristianismo ortodoxo. “Pero en sus momentos de crisis en su lucha social siempre volvía a la fe ortodoxa evangélica”, por lo que lo ve como un continuo buscador de reencuentros con la fe que vivió de niño, “conviviendo en tensión ambas experiencias, la intelectual o racional que duda y la vivencial que quiere arraigarse en lo básico de la fe cristiana en Jesús” .
“YO TENGO UN SUEÑO”
Se cumplen ahora 50 años de su famoso discurso “Yo tengo un sueño”, un discurso social y político, afirma De Segovia, pero “lleno de esperanza que sólo puede ser de origen divino” , con frases en las que existe “la fuerza de las palabras de carácter bíblico, y una visión que creo que venía de Dios”.
En este sentido, y sobre todo ante la radicalización que suponía Malcom X, sólo la fe de MLK le sirve para salir adelante, y en esto “creo que debemos ver la providencia de Dios, que abrió el camino entre la tibieza blanca y el radicalismo violento negro”.
La fe cristiana de Martin Luther King (J. de Segovia)
 
“Podríamos decir que es la visión social del Evangelio, y la injusticia social que entra en contradicción con el mensaje bíblico lo que lleva a MLK a enfrentar el problema de la injusticia con los negros” .
El ve a todos los hombres como iguales, y busca un proceso pacífico de lucha por los derechos civiles que es sumamente complicado y difícil, y que le supuso una tensión enorme, que sin duda influyó en los errores que cometió ("sin que esto le justifique").
Pero entiende De Segovia que debemos reconocer que había una inspiración cristiana en su vida y actividad, aunque también tenía dudas sobre algunos aspectos concretos de la fe cristiana, él desde luego “vivió su activismo como una misión de parte de Dios”.
SU ÚLTIMO DISCURSO
De hecho, dice el teólogo español, le conmueve el último discurso de MLK, poco antes de ser asesinado. “Quisiera tener una larga vida, pero eso no es lo importante, simplemente quiero hacer la voluntad de Dios.”, dijo la noche anterior a su muerte King ante los fieles congregados en Mason Temple. 
Y de forma profética, recuerda José de Segovia, expresó “Dios ha permitido que llegara a la cima de la montaña y desde allí he visto la tierra prometida. Y es posible que no vaya a la tierra prometida con ustedes (…pero) Estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”.
Esto demuestra de forma clara, afirma De Segovia, que “MLK no es ya el mismo joven de las dudas de fe iniciales de su vida pública, fruto de su educación teológica liberal, sino que las crisis y la fragilidad le han llevado a sostenerse aferrado a la esperanza en Dios y en la misión, con sus defectos y contradicciones, luchando contra el pecado del racismo. Sin duda fue utilizado por la providencia de Dios para dar un giro a la situación injusta del pueblo negro en EE.UU.”
En este sentido, MLK aprendió del método Gandhi, pero añadiendo la dimensión de su fe, aprendiendo que la violencia no era ni el único camino, ni siquiera el camino. La resistencia pasiva de Ghandi se suma a la luz de la tierra prometida y la gloria del Señor que vio MLK.
¿Cómo reaccionaron las iglesias evangélicas ante la actividad de MLK? “Incluso hasta el día de hoy sigue habiendo posturas contrarias , a favor y en contra. A menudo quienes quieren atacarle utilizan citas de sus ideas o de su vida de juventud o fuera de contexto” explica De Segovia. “Parece que quien está en contra utiliza cualquier argumento para desacreditarle, de hecho ya fue acosado durante su vida y sometido a un auténtico espionaje”.
LEGADO TEOLÓGICO
¿Influyó de alguna forma la actuación de MLK en la teología del compromiso social de los creyentes? De Segovia cree que su legado está adormecido , existiendo a veces actitudes xenófobas en los EE.UU. de hoy en día, incluso entre los propios cristianos, en contra de la revelación bíblica y buscando sólo defender un estatus quo de injusticia social.
Por otro lado, explica José de Segovia que las iglesias evangélicas afroamericanas están en continuo crecimiento en Norteamérica , lo que ayuda a la normalización social, aportando unos fundamentos bíblicos y sociales que dan dignidad y esperanza a todo ser humano, sin distinción de raza.
Editado por: Protestante Digital 2013
 
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domingo, 20 de enero de 2013

María bajo la mirada de una mujer protestante

Por. Joana Ortega Raya, España*
 
 Puede que María de Nazaret –más conocida en nuestra cultura mediterránea como la Virgen María o la Madre de Dios- haya sido una de las mujeres más maltratadas y malentendidas por la historia de la iglesia. Virgen y madre al mismo tiempo, algo absolutamente inverosímil, se ha utilizado como una justificación de los deseos más ocultos de los hombres y como coartada para reprimir, dominar y controlar el cuerpo y la sexualidad de las mujeres.
Si bien es cierto que el testimonio de los cuatro evangelios podría conducirnos a entender el personaje de María tal y como la historia de la iglesia nos lo ha transmitido, también es cierto que podemos encontrar algunos detalles que contradicen una tradición cristina que ha querido hacernos creer que nuestro cuerpo y nuestra sexualidad debe responder a los ideales esperpénticos de una mujer inexistente, no en el sentido histórico, claro, sino más bien en el aspecto simbólico.
María, víctima de las tradiciones y de las convenciones de una religión y de una cultura basadas en el honor y la vergüenza social, tuvo que enfrentarse, siendo casi una niña, a un embarazo no deseado, poniendo en peligro la reputación de su familia y, lo que es más grave, su propia vida.
Creo que la tradición cristiana a endulzado demasiado la historia de María de Nazaret. Esta tradición no ha mostrado ninguna sensibilidad hacia una niña embarazada enfrentada a todas las convenciones de su entorno. Nos la ha mostrado como si fuera una diosa, por encima del bien y del mal, ajena a los errores, a los desastres y a las miserias que, sin duda, sufrimos todos los seres humanos.
En mi opinión, María de Nazaret sufrió las contradicciones y los excesos del sistema patriarcal; experimentó en su propia carne y en su propia historia lo que Ayaan Hirsi Ali llama “la jaula de la virginidad”, primero en su contexto religioso y después en la tradición de una iglesia que le ha negado lo más importante para una persona: su humanidad.
Me gusta pensar, y de hecho así lo creo, que la tradición protestante le ha devuelto a María de Nazaret su derecho a seguir siendo humana: ella no es la Madre de Dios, es la madre de Jesús de Nazaret, una mujer que pensaba como mujer, que amaba como mujer, que sufría y se preocupaba por sus hijos e hijas como mujer, y que tenía una comprensión muy particular, adecuada y perspicaz de Dios, tal y como se refleja en el Magnificat: “Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los que eran soberbios en los pensamientos de su corazón, ha quitado a los poderosos de su trono y ha exaltado a los humildes. A los hambrientos ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías.” (Lc. 1,51-53).
Quede su ejemplo para todas y todos nosotros como un testimonio de la bienaventuranza de Dios hacia las personas que deciden obedecer su voluntad sin tener que negarse a sí mismas.
 
*Autora: Joana Ortega Raya, es directora de Lupa Protestante. Licenciada en Teología (Seteca), en Filosofía y Ciencias de la Educación (Universitat de Barcelona)., Doctora en Filosofía (Universitat de Barcelona) y Master Duoda en Diferencia Sexual (Unversitat de Barcelona). Durante muchos años ejerció como profesora de Filosofia, Biblia y Griego en una institución teológica protestante en Cataluña. Es miembro de la Església Evangélica de Catalunya - Iglesia Evangélica Española.(metodista y presbiteriana)

 Fuente: Lupaprotestante

jueves, 17 de enero de 2013

Piden un referendo nacional. Medio millón de personas en París contra las bodas y adopción de parejas gays

Medio millón de personas en París contra las bodas y adopción de parejas gays 
La marcha ha sido convocada por la plataforma laica "Manif pour tous" y en ella están incluidas personas homosexuales, católicos, evangélicos , y musulmanes.
La marcha fue convocada este domingo en París por la plataforma "Manif pour tous", que desde tres puntos distintos de la capital confluyó en la explanada del Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel.
Han sido más de 800.000 personas, según los organizadores, y 340.000 según la policía , los que se han manifestado contra el proyecto de ley conocido como “matrimonio para todos”, una promesa electoral de François Hollande que regulará las bodas gais y, en principio, el derecho de las parejas homosexuales a adoptar niños.
La “manif pour tous” (manifestación para todos) recorrió en un tono festivo y reivindicativo las calles de la capital desde el mediodía, aglutinando a una heterogénea mezcla de ciudadanos.
Esta protesta sigue a las manifestaciones regionales llevadas a cabo en noviembre por esa misma plataforma, contraria a que la unión entre homosexuales sea llamada matrimonio y a que se extienda a las personas del mismo sexo esta denominación y la adopción de menores , y que quiere que el presidente francés, François Hollande, someta el texto a referendo . Los organizadores insisten en que no están contra los homosexuales, sino a favor del matrimonio tradicional.
Se fletaron más de 900 autocares para facilitar la llegada a París de los manifestantes, que tenían la consigna de desfilar sin eslóganes individuales de partidos políticos u organizaciones religiosas.
UNA PLATAFORMA MUY PLURAL
Activistas laicos han movilizado para esta demostración de fuerza social a una heterogénea coalición compuesta por familias religiosas, conservadores políticos, musulmanes, evangélicos e incluso homosexuales opuestos al matrimonio homosexual.
Según una de las promotoras, la cofundadora de "Manif pour tous" y humorista Frigide Barjot, la manifestación no es homófoba sino que defiende la preservación de los derechos de los niños al garantizar que de manera legal sigan figurando como progenitores un hombre y una mujer.
"Transmitimos un mensaje de fraternidad para todos. Para los adultos, pero sobre todo para los niños del futuro", indicó en la cadena BFM TV, en la que insistió en que ese proyecto de ley no sea votado antes de que todos los franceses hayan sido informados con detalle y puedan dar su opinión.
Usando un pseudónimo que parodia el nombre de Brigitte Bardot, esta humorista y activista cercana a los lefebvrianos, de 50 años, se ha hecho famosa en los últimos meses. Esta atípica líder ha logrado convertir su ejército vestido de rosa en una cruzada plural y heterogénea que incluye incluso a algunos colectivos gais contrarios a la institución matrimonial y a las adopciones por parte de homosexuales.
DIPUTADOS EN CONTRA
La petición de que sea sometido a referendo le ha llegado también a Hollande en una iniciativa firmada por 115 parlamentarios del partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP), para quienes un proyecto "que trastoca de manera tan profunda los principios que fundan la sociedad no puede hacerse por ley ordinaria".
MENOS APOYO POPULAR
El apoyo a los matrimonios homosexuales ha bajado 10 puntos hasta descender a algo menos del 55 por ciento. Y es aún más bajo el porcentaje de los franceses que son partidarios de que los homosexuales tengan derecho legal a la adopción, ya que no alcanzando el 50% de los ciudadanos.
Bajo esta presión, los legisladores descartaron un plan que también permitiría a las lesbianas el acceso a la inseminación artificial, lo que ahora está limitado a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad.
Fuentes: Reuters, El País, ReL
Editado por: Protestante Digital 2013

miércoles, 16 de enero de 2013

Un hombre que dejó huella. Martin Luther King: 84 años de su nacimiento

Martin Luther King: 84 años de su nacimientoProtestante digital, España
 

Martin Luther Ling Jr. saluda durante una marcha multitudinaria.
Martin Luther King nació el 15 de enero de 1929. El pastor evangélico sigue inspirando la lucha por los derechos de los más desfavorecidos en todo el mundo.
 Una de las figuras que marcaron el siglo XX para bien fue la del pastor evangélico Martin Luther King Jr. El 15 de enero de cada año se recuerda su figura, aunque en Estados Unidos siempre se dedica el tercer lunes del mes de enero a su conmemoración (este año será el próximo lunes).
Pastor evangélico y activista político, Premio Nobel de la Paz en 1964, Martin Luther King Jr. nació en Atlanta (Georgia) el 15 de enero de 1929. Fue pastor de la Iglesia Bautista Ebenezer en Atlanta, así como lo fueron su padre y su abuelo.
Nació en Atlanta, Georgia y desde muy joven se manifiestó como un luchador nato por la defensa de los derechos de la población negra. Como presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Cristianos del Sur se negó a emplear la violencia para conseguir estos objetivos, abogando por una resistencia pasiva.
Esta actitud le hizo merecedor del Premio Nobel de la Paz en 1964. Un año después lograba que en los estados sureños se abolieran algunas leyes discriminatorias con la población negra. Pero esto no significó que se consiguiera la igualdad a pesar de su intensa lucha. Un tiro asestado por James Earl Ray acabó con su vida en 1968 en Memphis.
EL BOICOT AL AUTOBÚS
King se graduó en la Morehouse College de la carrera de Sociología Bachiller de Artes B.A. en 1948 y del Crozer Theological Seminary con un B.D. en 1951. Recibió su Doctorado de Filosofía Ph.D. de Boston University en el año 1955.
En 1954, King fue elegido pastor de la Iglesia Bautista de Dexter Avenue en Montgomery, Alabama. Lideró en el boicot al bus de Montgomery en 1955, el cual empezó cuando Rosa Parks rehusó acatar la ley Jim Craw, que obligaba a las personas de color a ceder su asiento a personas blancas. La situación se volvió tan tensa que la casa de King fue atacada. El Dr. King fue arrestado durante esta campaña, la cual finalizó con la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de separar los autobuses entre estados.
Continuando con la campaña, en 1957 King participó en la fundación de la Conferencia Sureña del Liderazgo Cristiano (SCLC, siglas en inglés), un grupo creado para organizar el activismo por los Derechos Civiles.
MANIFESTACIONES EN TODO EL PAÍS
King continuó liderando la organización hasta su muerte, una posición criticada por el más radical y democrático Comité de Coordinación Estudiantil de la No violencia. El SCLC obtuvo esta afiliación principalmente de comunidades negras asociadas con iglesias Bautistas.
King fue un defensor de las filosofías de la no violencia y la desobediencia civil, usada satisfactoriamente en India por Gandhi, y aplicó esta filosofía a las protestas organizadas por el SCLC. King aplicó estos principios en la protesta no violenta contra el sistema racista conocido como Jim Craw.
La respuesta racista desde diferentes entornos a las marchas pacíficas crearon una ola en pro de los Derechos Civiles en la opinión publica, lo que fue clave para la aprobacion de los Derechos Civiles a principios de la década de los Años 1960.
NOBEL DE LA PAZ
El 14 de octubre de 1964, King se convirtió en el ganador más joven del Premio Nobel de la Paz, el cual le fue entregado por liderar la resistencia no violenta al fin de los prejuicios raciales en los Estados Unidos.
En 1965 King empezó a expresar dudas sobre el papel de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam. En febrero y de nuevo en abril de 1967, King se expresó fuertemente contra el papel de los Estados Unidos en la guerra. En 1968, King y el SCLC organizaron la “Campaña de la Gente Pobre” en defensa de los derechos de los más desfavorecidos. La campaña culminó en una marcha en Washington demandando ayuda económica a las comunidades más pobres de los Estados Unidos.
ASESINATO DE M.L. KING
En la tarde del 4 de abril de 1968, King, de 39 años de edad, salió a tomar un poco de aire en un balcón del Hotel Lorraine, el único de Memphis que aceptaba negros. El predicador había ido a esa ciudad de Tennessee para apoyar una protesta de trabajadores de la limpieza.
King, afectado por la depresión, ya había pasado la cima de su carrera y el movimiento de protesta pacífica se enfrentaba a la impaciencia de grupos más jóvenes que proclamaban el “poder negro” y bordeaban el recurso de la violencia.
“Dios ha permitido que llegara a la cima de la montaña y desde allí he visto la tierra prometida”, dijo la noche anterior a su muerte King ante los fieles congregados en Mason Temple. “Y es posible que no vaya a la tierra prometida con ustedes”. Añadió: “Estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”, añadió.
LAS CONSECUENCIAS DE SU MUERTE
Una bala, disparada desde el otro lado de la calle, le penetró por la mejilla derecha y le alcanzó la columna vertebral. King murió poco después en el Hospital St. Joseph.
El asesinato en el violento año de protestas que circundaron el mundo provocó disturbios en 125 ciudades de Estados Unidos en los que murieron 46 personas, 2.800 resultaron heridas y más de 26.000 fueron arrestadas.
El hecho de que el hombre acusado, juzgado y condenado por el asesinato de King, James Earl Ray, muriese en 1998 en prisión tras negar su culpabilidad ha alimentado variadas teorías de conspiraciones que incluyen desde la mafia a grupos supremacistas blancos y diversas agencias del Gobierno.
Dios, excluido del monumento memorial de Martin Luther King Los conceptos de desobediencia civil, resistencia y protesta pacífica encarnados por el pastor bautista King han marcado las bregas de figuras como el polaco Lech Walesa, la guatemalteca Rigoberta Menchú, los sudafricanos Desmond Tutu y Nelson Mandela, y en Argentina Adolfo Pérez Esquivel y las Madres de Plaza de Mayo.
El pasado año, el presidente de Estados Unidos Barack Obama inauguraba el Memorial de Martin Luther King, un monumento de piedra en el que se recuerda su vida y algunos de los mensajes más relevantes de su carrera.
Editado por: Protestante Digital 2013

viernes, 11 de enero de 2013

En su despedida como pastor: John Piper tacha la teología de la prosperidad de falso cristianismo

En su último mensaje como pastor para la predicación y la visión de la Bethlehem Baptist Church (Iglesia Bautista de Belén) en Minneapolis, Minnesota, condenó con firmeza a los predicadores de la prosperidad quen él ve como seguidores de una fe atractiva que nada tiene que ver con el cristianismo real.
Tras 32 años de predicar en Iglesia Bautista de Belén, Piper abandona su responsabilidad para cederla a Jason Meyer, que se instalará como pastor este próximo 20 de enero. Piper es uno de los líderes evangélicos más reconocidos y respetados a nivel mundial, en todos los países y grupos denominacionales.
Sin embargo no será la última predicación de Piper, aunque sí quería transmitir en este momento importante de la vida de la congregación que "lo que el mundo necesita de la iglesia, es nuestro gozo victorioso en medio del sufrimiento y el dolor".
Piper enfatizó que el verdadero gozo no es el que se siente durante los servicios religiosos, sino en el verdadero regocijo sobrenatural e íntimo que debe experimentar todo cristiano en el sufrimiento y el dolor. Que quienes le rodean puedan decir "esta gente no está jugando. Ellos no están usando la religión como una plataforma para la misma y conocida auto-ayuda que el mundo les ofrece todos los días. Necesitan ver la grandeza de Dios en nuestras vidas".
“Si usted atrae a la gente con promesas de riqueza… vida fácil, salud, y alegría con bromas y cosas similares, usted estará llevando a las personas a una adoración y alegría superficial haciéndolas pasar por el gozo en Cristo”. Y continuó: "Yo digo, ¿no sabes que hay gente cerca de ti ahora mismo que está enferma de de cáncer y va a morir? ¿Acaso no sabes que algunos están pasando grandes apuros financieros?
“Atraerá a la gente, sí, puede incluso lograr hacer crecer una enorme iglesia de esa forma. Pero no se verá la gloria de Cristo; y la vida cristiana no será vista como el camino de quien toma la cruz”, dijo Piper.
“Hablo con la consternación de que los servicios religiosos se consideran como programas de radio donde todo suena alegre (…) Por supuesto, el mundo tiene necesidad de ver a los cristianos felices, pero la felicidad tiene que venir de Cristo y forjada a través del dolor”, subrayó Piper. “De lo contrario, lo que les ofrecemos es algo vacío, porque sólo los cristianos que saben realmente lo que es gozarse en tiempos de dolor conocen lo que realmente es ser feliz en tiempos de bonanza”.
El predicador bautista denunció que muchos pastores hoy viven con casas de lujo, coches y ropa caros, algo que –dijo Piper- no es la forma en que el apóstol Pablo predicó y vivió el verdadero Evangelio en el Nuevo Testamento.
JESÚS, LA AUTÉNTICA RIQUEZA
“Usted nunca debe decir que atrae a alguien a Jesús así, porque si llegan atraídos por esas otras cosas no van a venir realmente a Jesús. Ellos vendrán a la iglesia atraídos por las cosas que se les puede proporcionar. Lo único que buscarán es lo material, pero siempre tendrán un corazón egoísta”, dijo.
"El apóstol Pablo dejó claro que en la vida cristiana siempre habrá sufrimiento, persecución, hambre, prisión y noches de insomnio. Pero en medio de esas dificultades, el espíritu de Pablo permaneció fiel a Jesús y a pesar de todo, gozándose porque tenía a Jesús en su vida" continuó Piper.
“Debemos destacar el valor de la persona de Cristo y los predicadores de la prosperidad están haciendo exactamente lo opuesto“, señaló Piper, citando la segunda carta a los corintios en su capítulo 6. “Lo que Pablo hace aquí es mostrar que el conocimiento de Cristo y tener vida eterna con Cristo es mejor que toda la riqueza del mundo, cualquier prosperidad e incluso que tener salud. Cuando nuestra vida o nuestro ministerio están pasando por aflicciones, por calamidades… Significa que Cristo es especialmente real para nosotros, y más precioso que haber perdido el sueño, la salud, el dinero o la vida…”.
 
Fuentes: NoticiaCristianacom, The Christian Post

miércoles, 2 de enero de 2013

La Navidad desde la mirada de un inmigrante

Por. Luis Eduardo Cantero, Argentina*
La navidad es un signo que nos recuerda el nacimiento de Jesús, el hijo de Dios, que vino a habitar entre nosotros. Dios escogió una familia humilde de escasos recursos, en medio de un ambiente convulsionado por cuestiones políticas, sociales y religiosas, que podía poner en jaque a los gobernantes de aquel lugar.
La política de seguridad de los poderosos de ese tiempo ordenó exterminar a los niños que nacieran en ese lugar. Es por ello, que José y María debían desplazarse a otro lugar seguro, donde pudiera nacer el salvador de la humanidad y del mundo.
Antes de nacer Jesús, junto a su familia tuvieron que experimentar el desplazamiento forzado, anduvieron caminando durante días y noches, en ese peregrinaje se cruzaron con diferentes familias que igual que ellos buscaban un lugar seguro, un lugar donde pudieran tener mejores oportunidades.
Jesús antes de nacer experimentó el dolor de ser desplazado, de no tener un techo y negarle un espacio para que pudieran preparar su nacimiento. Jesús nació lejos de su tierra y en un lugar poco apropiado para un ser digno y de respeto. Allí en un pesebre, rodeado de ovejas, ganados y algunos visitantes nació Jesús.
Es por ello, que Jesús comprende nuestra situación difícil que vivimos muchos inmigrantes y migrantes que dejan su país o terruño; algunos perseguidos, otros por la exclusión, otros por la esperanza de tener algo mejor que en su país o terruño. Como le sucede a muchos bolivianos, peruanos, paraguayos y ahora algunos colombianos, que en su mayoría pobres, no pueden pagar sus estudios en una universidad pública y mucho menos en una universidad privada colombiana, donde los costos son altísimo. Vienen a la Argentina, porque en este país las universidades públicas son gratis y a trabajar en algo, para solventar la crisis.
Muchas de estas familias van acompañadas por niños, niñas, algunos de estos niños y niñas nacieron en el camino producto del chantaje o de violaciones. Jesús comprende su dolor, su estado de marginalidad, sus errores. No solo los sana, sino que los recibe en su seno y les cambia su situación, les devuelve la dignidad de ser hijos de Dios. Ahora los envía a nosotros, sus hermanos de la fe. ¿Por qué los envía a nuestras iglesias? Porque Dios quiere usarte y usarme para hacer algo por los que llegan a nuestras iglesias…
Hermanos, hermanas preguntemos ¿Qué hacen nuestras iglesias con los inmigrantes que vienen en busca de ayuda o sencillamente se acercan y no dicen? ¿Qué política de ayuda tienen para los desplazados por la violencia, por el sistema neoliberal? ¿En esta navidad a que inmigrante que ha estado por años en su iglesia lo invitó a participar de la cena navideña? Si usted y su iglesia no hacen nada por ello, sencillamente usted no ha comprendido el valor que tiene la navidad. Recuerde que llegará el momento en que nos sentiremos tal vez, más amenazados por el aluvión de desplazados no por la violencia, la pobreza o buscando un lugar seguro, sino por el cambio climático. La pregunta es “¿Cómo hacer de nuestras iglesias un pedazo de cielo para recibir a personas que son diferentes a nosotros y con necesidades que no comprendemos?”

*Luis Eduardo Cantero, pastor, Teólogo y filósofo, Doctorando en Historia de América Latina por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España.
www.luiseduardocantero.es.tl

Fuente: Lupaprotestante

martes, 1 de enero de 2013

El ‘Concilio Abierto’ de J. Míguez Bonino

Por. Leopoldo Cervantes-Ortiz, México*
Una de las grandes pérdidas para el pensamiento teológico latinoamericano (no solamente protestante) acaeció con el fallecimiento de José Míguez Bonino, quien, nacido en 1924 en Argentina, protagonizó uno de los periplos más interesantes y productivos .
Su nombre figura al lado de otros teólogos y teólogas (Emilio Castro, Rubem Alves, Sergio Arce, Federico Pagura, Julio de Santa Ana, Justo L. González, Jorge Pixley, Luis Rivera-Pagán, Samuel Escobar, Beatriz Melano, Orlando Costas, Elsa Tamez, por citar sólo algunos) que han contribuido a hacer presente al subcontinente en el ámbito mundial, luego de un enorme periodo de “sequía”, a partir de los años 60 del siglo pasado, en medio de fuertes convulsiones políticas.
En coincidencia con el surgimiento de la teología de la liberación, la mayoría se situó en esa línea o en profundo diálogo con el nuevo rostro de las iglesias latinoamericanas. Míguez estuvo al lado de los teólogos católicos más conocidos de esta tendencia en igualdad de condiciones, y sus trabajos fueron muy apreciados.
Considerado por muchos como el “decano” de la teología protestante latinoamericana, su trayectoria es una muestra clara del desarrollo de un pensamiento vigoroso, pertinente y sumamente comprometido. Porque Míguez transitó el camino convencional de un estudiante evangélico de teología de su época, luego como pastor, y finalmente, gracias a sus estudios de posgrado, despegó hacia una carrera docente y escritural que lo colocó como uno de los mejores teólogos de su generación .
Dirigió también la institución que lo formó inicialmente (el ahora Instituto Universitario ISEDET) desde donde colaboró en los principales movimientos evangélicos (Iglesia y Sociedad en América Latina, ISAL; Movimiento por la Unidad Evangélica Latinoamericana, Unelam; Fraternidad Teológica Latinoamericana, FTL) y ecuménicos (Movimiento Estudiantil Cristiano, MEC; Asociación de Teólogos del Tercer Mundo, EATWOT; y en el Consejo Latinoamericano de Iglesias), además de producir un amplio número de volúmenes que ahora esperan lecturas atentas de las nuevas generaciones.
Parte importante de esa participación ecuménica, que lo llevaría a ser uno de los presidentes del Consejo Mundial de Iglesias, es Concilio abierto. Una interpretación protestante del Concilio Vaticano II (Buenos Aires, La Aurora, 1967) , fruto de la Cátedra Enrique Strachan en el Seminario Bíblico Latinoamericano (Costa Rica) del mismo año y testimonio de su presencia como único observador protestante latinoamericano en dicho acontecimiento (uno de los dos designados por el Consejo Metodista Mundial), que este año ha cumplido medio siglo de sus inicios, con celebraciones conmemorativas en diversos países en las que, como es natural, se ha destacado su vertiente católica.
En un amplio homenaje y revisión de la vida y obra de Míguez, Julio de Santa Ana se ha referido a la relevancia de esta presencia protestante en el Concilio:
La presencia de Míguez Bonino en el Concilio Vaticano II fue importante en varios aspectos: por un lado, porque hizo evidente que en América Latina se debe tener en cuenta la presencia evangélica. Dicho de otra manera: que no hay fundamento válido para sostener que los pueblos latinoamericanos tienen que ser católicos romanos. […]
Por otro lado, quedó claro que la situación histórica de los pueblos latinoamericanos legitima la predicación del Evangelio, que es buena noticia para los pobres y manifestación del Espíritu de Jesucristo. El Evangelio llama a amar al pobre y a luchar por la liberación de los oprimidos. La presencia de Míguez en el Concilio Vaticano II fue una expresión de que el cristianismo plantea el reconocimiento de la presencia de Cristo entre aquéllos que son los ciudadanos del Reino de Dios (Mt 5.3-11; Lc 6.20). Como lo recordaba él mismo: “Tiene que haber sido un llamado a la humildad que los obispos españoles tuvieran que compartir la misma mesa con el hijo de un obrero” . [1]
De Santa Ana recapitula muy bien la manera en que el teólogo argentino interpretó el Concilio, lo realizado por éste y el impacto que tuvo en América Latina:
Míguez escribió: “Juan XXIII dijo que el Concilio fue como una ventana abierta en la vida de la Iglesia Católica. En este sentido, fue un éxito. En el aula donde el Concilio tuvo sus reuniones de trabajo, las voces del mundo hallaron eco. Voces que imploran, expresiones de angustia, incluso de juicio. A través de las puertas del Vaticano pasó una multitud de observadores y delegados de otras iglesias. No obstante, a través de su participación otra voz se hizo oír, por cierto más crítica, más poderosa y consoladora: la voz de la Palabra de Dios”.
Los Padres conciliares debatieron y aprobaron 16 documentos a lo largo de las cuatro sesiones. No tienen todos la misma importancia: hay Constituciones, Declaraciones, Decretos. Algunos permiten comprender de manera más clara la abertura de la Iglesia de Roma en el Concilio. Entre estos merecen ser citados el Decreto sobre ecumenismo (Unitatis Redintegratio), la Declaración sobre Relaciones con las Religiones no Cristianas (Nostra Aetate), la Declaración sobre Libertad Religiosa (Dignitatis Humanae). Los debates sobre la interpretación y el sentido de otros textos continúa hasta el presente, sobre todo de las Constituciones: Dei Verbum (sobre la revelación), Lumen Gentium (sobre la Iglesia), y Gaudium et Spes (la Constitución Pastoral sobre las relaciones de la Iglesia con el mundo moderno). […] …la Declaración sobre la Libertad Religiosa ganó actualidad en América Latina debido a la evolución que tuvo lugar en muchos países en el período que va desde principios de la década de 1960 hasta el fin de los años l980.
Y es que, en el volumen citado, prácticamente su primer libro, Míguez Bonino esboza en seis pequeños capítulos un análisis ágil, crítico y pertinente de lo sucedido en el concilio. Ya desde el prólogo y el primer capítulo (“Un concilio abierto”) expone la visión respetuosa y comprensiva, sobre todo de los propósitos originales del papa Juan XXIII, pero siempre crítica del evento católico, no sin dejar de agradecer su inclusión como observador .
Su perspectiva era optimista: “Juan XXIII no piensa, por supuesto, romper la continuidad de la doctrina y de la vida de la Iglesia. […] Pero esta reserva en ninguna manera invalida el juicio fundamental sobre lo que hemos llamado el ‘tono’ del Concilio [su apertura]. Por primera vez en la historia de la Cristiandad un Concilio se convoca con el fin específico de ‘anudar’ la Iglesia con el mundo, de abrir vías de comunicación, más bien que levantar trincheras y muros de protección de la fe cristiana” (p. 16). En “‘Aggiornamento’” desmenuza los intentos católicos por ponerse al día y la manera en que el Concilio desarrolló el tema; allí subraya los alcances de los cambios litúrgicos planteados, sobre todo la autoctonización del culto, aunque no del todo aplicados, en donde la palabra clave es el ritmo propio con que las diversas comunidades han de asumirlo. Sus palabras sobre el gran desafío de la modernidad al catolicismo son contundentes: “El mundo moderno es un mundo de personas adultas que deciden. ¿Puede la Iglesia católica aceptar este hecho? Con una multitud de pequeñas y grandes cosas el Concilio ha querido responder básicamente: ¡sí!” (p. 33). En ese sentido, el documento sobre libertad religiosa es mostrado como un avance, a pesar de todo.
 En el capítulo sobre la fragilidad de la iglesia destaca el esfuerzo de Paulo VI por “renunciar” al poder mundano y asumir un verdadero diálogo con el mundo, que fue la tónica impuesta por este papa, luego del horizonte pastoral sugerido por Juan XXIII : “Una Iglesia que no dicta sus leyes al mundo ni pretende hacerlo. Una Iglesia que aprende del mundo —incluso a comprender mejor su propio mensaje. Una Iglesia a la que Dios reprende y guía también desde afuera” (p. 48). “¿Ha cambiado la doctrina?” rememora y discute las fuertes tensiones teológicas que se dieron en el Concilio al momento de debatir sobre la permanencia de las grandes afirmaciones tradicionales de fe. Míguez explica: “El Concilio no se dejó amedrentar por los celosos guardianes de la inmutabilidad y de dio a la tarea de examinar en profundidad la doctrina y formular sus propias conclusiones” (p. 55). Con todo, señala continuamente que las voces conservadoras no cejaron nunca en el intento por impedir mayores cambios.
El capítulo sobre los “Hermanos separados” expone la forma en que el Concilio batalló para incorporar un nuevo reconocimiento de cierta validez a las demás iglesias cristianas, aunque no lo consiguió del todo, pues no se abandonó suficientemente el lenguaje que insistió en el “retorno” de ortodoxos y protestantes al redil papal. Los gestos de acercamiento estuvieron a la orden del día y las discusiones al respecto, tensas también, desembocaron en documentos matizados que no alcanzaron a reconocer, por ejemplo, la plena eclesialidad de las comunidades no católicas.
Míguez encuentra mucha distancia entre el “ecumenismo del corazón” y el “oficial” , muchas veces cerrado a la fraternidad total, pues el documento sobre ecumenismo no cumplió con las expectativas anunciadas, especialmente porque no se asumió la dinámica bíblica, ese “drama de juicio y de misericordia” (p. 88) que obliga a la reforma verdadera de la iglesia, esto es, a romper con esquemas del pasado y a convertirse.
De esta preocupación brota el capítulo más crítico del libro, el último, “La ambivalencia de la apertura conciliar”, en donde el autor hace observaciones radicales a los propósitos integradores o integristas del Concilio y en el cual, sin dar la razón por completo a los protestantes más escépticos (e intolerantes, que vaya que los hubo y los hay todavía), propone un esquema interpretativo que, en otras palabras, da a entender que lo realizado por el Vaticano II ya sucedió con las reformas del siglo XVI, pero sin caer en el triunfalismo que también critica duramente en ambos espacios eclesiales .
Cerca del final del libro, sus interrogantes proféticas que van a la raíz del problema planteado por la actitud dominante en el Concilio son dignas de leerse nuevamente, dada la intensidad con que fueron escritas y su fuerte sabor bíblico y protestante:
Los problemas prácticos creados por la doctrina de la infalibilidad adquieren su gravedad a partir de un problema teológico. ¿Es la continuidad y el progreso la forma en que se desarrolla la historia del Pueblo de Dios, según el propio mensaje bíblico? ¿No es la historia del pueblo del Antiguo y del Nuevo Pacto caracterizada más bien por la tensión entre la fidelidad de Dios y la infidelidad del pueblo, por la reprensión y el castigo de Dios, el arrepentimiento y el perdón? ¿No existe realmente la Iglesia en la historia, con todas sus características, más bien que en el ámbito de la naturaleza? ¿Y no es la historia el escenario de conflicto, error, reforma, y no sólo de evolución y progreso? Cuando se desconoce este hecho, todas las categorías de la renovación de la Iglesia se debilitan o se desvirtúan. Porque todas ellas se arraigan en la historia de la relación de Dios con su pueblo como drama de rebeldía y redención y no como simple desarrollo. El arrepentimiento es, en términos bíblicos, morir para ser resucitado, no hacer algunas rectificaciones en el rumbo. La renovación es una verdadera liberación de la enfermedad y del pecado que arrugan y envejecen a la Iglesia, no una nueva lectura de los orígenes bajo la determinación de las interpretaciones sucesivas. La humillación ante Dios es una auténtica voluntad de despojamiento de todo lo que tenemos y hemos hecho y no sólo la disposición a admitir valores que completen y coronen nuestra herencia. ¿Cómo puede haber auténtica reforma sin estas cosas? ¿Cómo puede la Iglesia se arrancada de sí misma y colocada a los pies de Jesucristo en términos de sí misma, si no hay forma en que Él la confronte y la corrija por encima de sus propias definiciones? ¿Puede una iglesia infalible reformarse? ¿Puede abrirse realmente —a los hombres, a los demás cristianos, a Jesucristo ? (pp. 108-109)
Términos como éstos se aplican por igual, en la intención de Míguez, a todas las iglesias por igual, de ahí su vigencia en estos tiempos siempre complejos y llenos de desafíos. Católicos, protestantes y cristianos de todos los signos son confrontados de la misma manera.

[1] J. de Santa Ana, “Discípulo, testigo y maestro: José Míguez Bonino (1924-2012)”, en Lupa Protestante, 17 de diciembre de 2012, www.lupaprotestante.com/lp/apuntes-de-lupa-protestante , pp. 7-8.

*Autores:Leopoldo Cervantes-Ortiz
Fuente: ©Protestante Digital 2013