Por el Equipo del Centro Bíblico del Verbo*
Traducción Luis Eduardo Cantero. Argentina
La primera carta a los Corintios es esencialmente pastoral, en otras palabras, su preocupación central son los problemas concretos de la comunidad. Las orientaciones de Pablo y su manera de hacer el trabajo misionero pueden iluminar nuestro camino hoy. Veamos algunos puntos:
a. La carta expresa la preocupación pastoral de Pablo al priorizar la formación de la comunidad.
b. Pablo nunca trabaja solo. Cuenta con la ayuda de colaboradoras (es) en la misión, la formación de líderes para continuar con la evangelización.
c. Presenta respuestas pastorales y teológicas en perspectiva de su lugar social, es decir, es un evangelista que trabaja para suplir sus propias necesidades, que se coloca al lado de los (as) excluidos (as) del sistema socioeconómico del imperio y sabe adaptarse a las diferentes situaciones.
d. Busca luz en las Escrituras para iluminar la realidad de las comunidades (1 Cor 11: 23; 15: 3 – 5)
e. Valoriza los ministerios y los considera como servicio comunitario.
f. Tiene el coraje de hacer frente y dar respuestas a los problemas no abordados por Jesús (1Cor 7: 12 – 16).
g. Pablo realiza, lo que llamamos hoy pastoral de la ciudad o pastoral urbana. Él ha adaptado la buena noticias de Jesús a la realidad de los grandes centros urbanos del mundo greco – romano.
Pablo creó verdaderamente redes de pequeñas comunidades que se reúnen en las casas (1 Cor 16: 16 – 17; 1: 14 - 16). Estas iglesias no solo son un nuevo espacio religioso, sino que son pequeños núcleos sociales que mantienen un vínculo de solidaridad y de afecto, incluso en medio de los conflictos (1 Cor 11: 17 – 34). Con esta práctica cristiana, los valores de la cultura greco – romana, basados en un modelo piramidal y de exclusión injusta, se esta superando.
7. NUESTRA CAMINATA HOY
A lo largo de este articulo, procuramos dialogar con Pablo y la comunidad de Corinto. Conocimos sus tensiones, conflicto, dudas y consultas. Ahora nos podemos preguntar: ¿Cómo es la experiencia de las pequeñas comunidades cristianas, que nos separan dos mil años, que tiene que decir hoy en día a nuestras iglesias cristianas?
Nos parece que la respuesta es la misma presentada por Pablo a los Corintios: asumir a Jesús crucificado como el fundamento de nuestra vida cristiana personal y comunitaria. En la cruz encontramos la sabiduría de Dios, porque él invierte la lógica del mundo, una lógica generadora de muerte: disputas, divisiones, prejuicios, injusticias y privilegios. Jesús no hizo este juego y por eso fue crucificado por el poder político y religioso de su época.
Esa lógica esta presente, más que nunca, en nuestro modelo social: el lucro está por encima de la vida. En la lógica del capital mundial, toda y cualquier actividad que el ingreso sea rentable es valido. Esto incluye la corrupción, el narcotráfico, la prostitución (también infantil), el tráfico de armas, las guerras, el trabajo esclavo y la destrucción del ecosistema. Se mata por dinero, por prestigio y poder. El resultado de tal lógica es la degradación humana, la perdida del sentido ético, la autodesvalorización, la alienación, la enfermedad, el suicidio, la degradación ambiental, poniendo en peligro la vida en la tierra.
Cristianos y cristianas, individual y colectivamente, debe morir para eses modelo que el mundo le ofrece, buscando practicas alternativas a esa lógica destructora. Por eso, es preciso sumar fuerzas con las organizaciones, las entidades, las diferentes tradiciones religiosas y todas las personas de buena voluntad. No podemos permanecer pasivos ante esta realidad. La propuesta es que debemos renovar nuestras estructuras eclesiásticas caducas, que en vez de ayudar al creyente los subyuga. El espíritu de Dios, que iluminó, fortaleció e impulsó a la comunidad cristiana de Corinto, haciendo de la comunidad una alternativa dentro de la sociedad greco – romana, es el mismo que actúa en nosotros hoy. No debemos crear obstáculos a su acción. La gracia del Señor Jesús este con nosotros! (1 Cor 16: 23).
*Luís Eduardo Cantero, es Doctor en Filosofía, pastor bautista, profesor, miembro de la Iglesia Evangélica Bautista Vida y Esperanza. Bs. As, Argentina; también ha ejercido la docencia universitaria y teológica en varias universidades y seminarios de su País y del exterior. Actualmente está trabajando su tesis doctoral en el Departamento de Historia del INSTITUTO UNIVERSITARIO ISEDET. Decano Ad – Honoren y profesor del Seminario Teológico Misionero Tiranno, San Justo Bs. As. Argentina. www.luiseduardocantero.visitame.es www.transformandovida.visitame.es
Luisecantero@yahoo.com
Traducción Luis Eduardo Cantero. Argentina
La primera carta a los Corintios es esencialmente pastoral, en otras palabras, su preocupación central son los problemas concretos de la comunidad. Las orientaciones de Pablo y su manera de hacer el trabajo misionero pueden iluminar nuestro camino hoy. Veamos algunos puntos:
a. La carta expresa la preocupación pastoral de Pablo al priorizar la formación de la comunidad.
b. Pablo nunca trabaja solo. Cuenta con la ayuda de colaboradoras (es) en la misión, la formación de líderes para continuar con la evangelización.
c. Presenta respuestas pastorales y teológicas en perspectiva de su lugar social, es decir, es un evangelista que trabaja para suplir sus propias necesidades, que se coloca al lado de los (as) excluidos (as) del sistema socioeconómico del imperio y sabe adaptarse a las diferentes situaciones.
d. Busca luz en las Escrituras para iluminar la realidad de las comunidades (1 Cor 11: 23; 15: 3 – 5)
e. Valoriza los ministerios y los considera como servicio comunitario.
f. Tiene el coraje de hacer frente y dar respuestas a los problemas no abordados por Jesús (1Cor 7: 12 – 16).
g. Pablo realiza, lo que llamamos hoy pastoral de la ciudad o pastoral urbana. Él ha adaptado la buena noticias de Jesús a la realidad de los grandes centros urbanos del mundo greco – romano.
Pablo creó verdaderamente redes de pequeñas comunidades que se reúnen en las casas (1 Cor 16: 16 – 17; 1: 14 - 16). Estas iglesias no solo son un nuevo espacio religioso, sino que son pequeños núcleos sociales que mantienen un vínculo de solidaridad y de afecto, incluso en medio de los conflictos (1 Cor 11: 17 – 34). Con esta práctica cristiana, los valores de la cultura greco – romana, basados en un modelo piramidal y de exclusión injusta, se esta superando.
7. NUESTRA CAMINATA HOY
A lo largo de este articulo, procuramos dialogar con Pablo y la comunidad de Corinto. Conocimos sus tensiones, conflicto, dudas y consultas. Ahora nos podemos preguntar: ¿Cómo es la experiencia de las pequeñas comunidades cristianas, que nos separan dos mil años, que tiene que decir hoy en día a nuestras iglesias cristianas?
Nos parece que la respuesta es la misma presentada por Pablo a los Corintios: asumir a Jesús crucificado como el fundamento de nuestra vida cristiana personal y comunitaria. En la cruz encontramos la sabiduría de Dios, porque él invierte la lógica del mundo, una lógica generadora de muerte: disputas, divisiones, prejuicios, injusticias y privilegios. Jesús no hizo este juego y por eso fue crucificado por el poder político y religioso de su época.
Esa lógica esta presente, más que nunca, en nuestro modelo social: el lucro está por encima de la vida. En la lógica del capital mundial, toda y cualquier actividad que el ingreso sea rentable es valido. Esto incluye la corrupción, el narcotráfico, la prostitución (también infantil), el tráfico de armas, las guerras, el trabajo esclavo y la destrucción del ecosistema. Se mata por dinero, por prestigio y poder. El resultado de tal lógica es la degradación humana, la perdida del sentido ético, la autodesvalorización, la alienación, la enfermedad, el suicidio, la degradación ambiental, poniendo en peligro la vida en la tierra.
Cristianos y cristianas, individual y colectivamente, debe morir para eses modelo que el mundo le ofrece, buscando practicas alternativas a esa lógica destructora. Por eso, es preciso sumar fuerzas con las organizaciones, las entidades, las diferentes tradiciones religiosas y todas las personas de buena voluntad. No podemos permanecer pasivos ante esta realidad. La propuesta es que debemos renovar nuestras estructuras eclesiásticas caducas, que en vez de ayudar al creyente los subyuga. El espíritu de Dios, que iluminó, fortaleció e impulsó a la comunidad cristiana de Corinto, haciendo de la comunidad una alternativa dentro de la sociedad greco – romana, es el mismo que actúa en nosotros hoy. No debemos crear obstáculos a su acción. La gracia del Señor Jesús este con nosotros! (1 Cor 16: 23).
*Luís Eduardo Cantero, es Doctor en Filosofía, pastor bautista, profesor, miembro de la Iglesia Evangélica Bautista Vida y Esperanza. Bs. As, Argentina; también ha ejercido la docencia universitaria y teológica en varias universidades y seminarios de su País y del exterior. Actualmente está trabajando su tesis doctoral en el Departamento de Historia del INSTITUTO UNIVERSITARIO ISEDET. Decano Ad – Honoren y profesor del Seminario Teológico Misionero Tiranno, San Justo Bs. As. Argentina. www.luiseduardocantero.visitame.es www.transformandovida.visitame.es
Luisecantero@yahoo.com
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