Cuando estuve realizando investigaciones (para mi tesis doctoral como para un articulo de una revista alemana) en mi país Colombia. Me permitió dialogar con alumnos (as), amigos (as), colegas profesionales y ministeriales. Hablamos de cada cosa que cobra sentido para nuestra existencia. Hablamos de nuestras vidas, profesiones, proyectos futuros y por supuesto de nuestras esposas. Algunos respondieron lleno de felicidad; otros, en cambio, estaban pasando por un rompimiento conyugal (Divorcio).
Sentí el dolor y el sufrimiento. Lo que tanto me ministró y me puso a pensar, en mis amigos pastores y pastoras, que tuvieron que hacer ese corte. Muchos pensaban en su ministerio, el que dirán, etc. Pues siempre he mantenido la postura que un pastor o pastora no puede divorciarse, porque perdería autoridad. No sabia que hacer, tampoco tenia las palabras para decirle, solo me limité a contemplar y acompañar ese dolor. En ese espacio de pensar, meditar y reflexionar, que solo lo hacemos los existencialistas. Surgieron palabras que en el fondo, fueron palabras que tienen que ver con el aquí y el ahora, del ser ahí, de su problemática y sus luchas, de darle un giro al problema, donde nos lleve a valorar la vida de cada uno en el dolor de un rompimiento, no me acuerdo las palabras que le dije, pero sé que cambiaron su existencia. Ahora quiero compartirle a esos mis hermanos, colegas que han o estan pasando por ese problema. Miren, lean y hagan uso de estos consejos del articulo titulado 4 Pensamientos para sobrevivir un rompimiento del blog de Eugenia Correa:
Hace unos días me llamó Tatiana, una de mis más antiguas amigas. Estaba realmente feliz, lo cuál me sorprendió, pues después de 5 años de matrimonio se divorció hace ocho meses y ya con una hija, Marina. Lo primero que me dijo fue “Al fin estoy liberada. ¡Ya no me duele nada! Creo que descubrí que puedo seguir.” La verdad es que me dio enorme gusto. Es la primera vez que Tatiana se encuentra como una mujer sola en toda su vida, creo que tiene novios desde los 14 años y se casó muy joven.
Al principio pensé que se iba a desmoronar después del divorcio y sí, hubo momentos duros, pero en realidad ella, como todas las madres que se divorcian, no se dejó caer pues antes que su tristeza estaba la idea de sacar a Marina adelante.
Al platicar con ella me di cuenta de que había muchas cosas que habían cambiado de su forma de ver el mundo, sería difícil resumir esa terapia telefónica de dos horas que nos aventamos en la que reímos y lloramos, como supongo todas las amigas de largo tiempo hacen. Pero en realidad hubo cuatro cosas de esa llamada que se me quedaron grabadas sobre esa nueva actitud de Tatiana y que pienso que pueden ayudar a cualquier mujer que esté pasando por un momento similar.
Terminar una relación de años puede ser muy difícil, pero en vez de pensar en todo lo que has perdido, tienes que imaginar lo bueno que sigue, esa es la única forma de sobrevivir. En resumen creo que estos cambios en su pensamiento es lo que la ha salvado:
- El cambio es bueno. “Siempre lo escuchas pero en realidad no lo aprehendes,” me dijo Tatiana, “no entiendes que cambiar es una oportunidad y no una pérdida.” Pienso que tiene razón, a ver las cosas de esta forma ella se está reinventando, todo lo que había hecho para agradar a una pareja pero que no le encantaba lo estaba desechando. El rediseño que hace de su vida es una forma de conocerse y de recuperar su esencia.
- Encuentra algo que te haga feliz cada día. “Al principio solo me enfocaba en mi soledad, pero te juro amiga, ahora lo que hago en vez de pensar en eso es buscar algo que me haga sonreír aunque sea una vez al día. Puede parecer una tontería pero se hace adictivo, cada día encuentro más cosas buenas.” Creo que con ese simple mantra, Tatiana ha pasado de un círculo vicioso a uno virtuoso. Cuando antes sufría porque él se quedó con el gato, ahora ve que al menos no tiene que estar limpiando de más. Si antes lloraba porque su sueldo le alcanzaba para muy poco, hoy aprecia su independencia económica. Todo en la vida tiene dos lados y Tatiana ha logrado elegir el positivo. ¡Nunca la había visto tan feliz!
- Prueba cosas nuevas. “El otro día fui a una clase de costura, ya sé que dicen que es de abuelitas, pero no es broma, es lo más terapéutico... Además conocí a una nueva amiga, la maestra, que es diseñadora de modas, estamos pensando en poner una tienda,” me contó casual. Quizá Tatiana no se da tanta cuenta, pero justo después del divorcio no quería hacer nada. Ahora que está intentando cosas nuevas obviamente está llenando el vacío que había en su vida. Creo que todas, separadas, casadas o cualquiera que sea nuestro estatus de relación nunca debemos perder el ánimo para intentar cosas frescas.
- No necesitas por fuerza tener pareja. “Sabes antes pensé que no podía estar sola. Que tenía que volver a buscar marido. Pero ahora siento que estoy bien así, no tengo prisa”. Creo que es un buen paso. Tatiana es muy guapa y por eso, pienso, jamás había estado sola. Ahora se está descubriendo como individuo creo que le hace mucho bien.
Claro que tuvieron que pasar muchas cosas para que Tatiana llegara a este momento de paz consigo y con su pasado. Claro que tuvo que ir a terapias profesionales para poder estar bien para su hija. Pero en realidad creo que en esa plática que tuvimos ayer comprendí con ciertas cosas que me dijo cómo es que le hizo para sobrevivir cuando todos pronosticábamos lo contrario. Lo tomaré en cuenta, una nunca sabe qué deparará su vida y necesite de una nueva mentalidad.
Y tu ¿tienes otras herramientas mentales que te hayan ayudado a sobrevivir un rompimiento sentimental? Cuéntanos, a todas nos gustaría conocerlas.
Al principio pensé que se iba a desmoronar después del divorcio y sí, hubo momentos duros, pero en realidad ella, como todas las madres que se divorcian, no se dejó caer pues antes que su tristeza estaba la idea de sacar a Marina adelante.
Al platicar con ella me di cuenta de que había muchas cosas que habían cambiado de su forma de ver el mundo, sería difícil resumir esa terapia telefónica de dos horas que nos aventamos en la que reímos y lloramos, como supongo todas las amigas de largo tiempo hacen. Pero en realidad hubo cuatro cosas de esa llamada que se me quedaron grabadas sobre esa nueva actitud de Tatiana y que pienso que pueden ayudar a cualquier mujer que esté pasando por un momento similar.
Terminar una relación de años puede ser muy difícil, pero en vez de pensar en todo lo que has perdido, tienes que imaginar lo bueno que sigue, esa es la única forma de sobrevivir. En resumen creo que estos cambios en su pensamiento es lo que la ha salvado:
- El cambio es bueno. “Siempre lo escuchas pero en realidad no lo aprehendes,” me dijo Tatiana, “no entiendes que cambiar es una oportunidad y no una pérdida.” Pienso que tiene razón, a ver las cosas de esta forma ella se está reinventando, todo lo que había hecho para agradar a una pareja pero que no le encantaba lo estaba desechando. El rediseño que hace de su vida es una forma de conocerse y de recuperar su esencia.
- Encuentra algo que te haga feliz cada día. “Al principio solo me enfocaba en mi soledad, pero te juro amiga, ahora lo que hago en vez de pensar en eso es buscar algo que me haga sonreír aunque sea una vez al día. Puede parecer una tontería pero se hace adictivo, cada día encuentro más cosas buenas.” Creo que con ese simple mantra, Tatiana ha pasado de un círculo vicioso a uno virtuoso. Cuando antes sufría porque él se quedó con el gato, ahora ve que al menos no tiene que estar limpiando de más. Si antes lloraba porque su sueldo le alcanzaba para muy poco, hoy aprecia su independencia económica. Todo en la vida tiene dos lados y Tatiana ha logrado elegir el positivo. ¡Nunca la había visto tan feliz!
- Prueba cosas nuevas. “El otro día fui a una clase de costura, ya sé que dicen que es de abuelitas, pero no es broma, es lo más terapéutico... Además conocí a una nueva amiga, la maestra, que es diseñadora de modas, estamos pensando en poner una tienda,” me contó casual. Quizá Tatiana no se da tanta cuenta, pero justo después del divorcio no quería hacer nada. Ahora que está intentando cosas nuevas obviamente está llenando el vacío que había en su vida. Creo que todas, separadas, casadas o cualquiera que sea nuestro estatus de relación nunca debemos perder el ánimo para intentar cosas frescas.
- No necesitas por fuerza tener pareja. “Sabes antes pensé que no podía estar sola. Que tenía que volver a buscar marido. Pero ahora siento que estoy bien así, no tengo prisa”. Creo que es un buen paso. Tatiana es muy guapa y por eso, pienso, jamás había estado sola. Ahora se está descubriendo como individuo creo que le hace mucho bien.
Claro que tuvieron que pasar muchas cosas para que Tatiana llegara a este momento de paz consigo y con su pasado. Claro que tuvo que ir a terapias profesionales para poder estar bien para su hija. Pero en realidad creo que en esa plática que tuvimos ayer comprendí con ciertas cosas que me dijo cómo es que le hizo para sobrevivir cuando todos pronosticábamos lo contrario. Lo tomaré en cuenta, una nunca sabe qué deparará su vida y necesite de una nueva mentalidad.
Y tu ¿tienes otras herramientas mentales que te hayan ayudado a sobrevivir un rompimiento sentimental? Cuéntanos, a todas nos gustaría conocerlas.
*Eugenia Correa .
Editor, Estudié literatura y llevo casi 3 años siendo editora de una revista de viajes y moda que se llama Swishy. Editar revistas es una cuestión de adrenalina, siempre trabajas contra el tiempo; aunque si yo fuera Jack Bauer varias bombas hubieran explotado.
Siempre he pensado que si no hiciera lo que hago vendería billetes de lotería.
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