“Es un día de gloria, de júbilo para los colombianos, y le damos gracias a Dios que nos ha bendecido con victoria. Un trabajo sin celos, coordinado, de alta precisión”, puntualizó el Ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, un creyente evangélico.
El comandante militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, murió durante un bombardeo del Ejército colombiano. El miembro de la cúpula de las FARC Henry Castellanos Garzón, alias ‘Romaña’, también murió en la operación militar, confirmó el Ejército Nacional en su página de internet.
Castellanos Garzón, al igual que ‘Jojoy’, era uno de los más activos y sanguinarios miembros de las FARC. Castellanos estaba además relacionado con delitos de narcotráfico, por lo que Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta 2,5 millones de dólares por él.
Desde la ciudad de Nueva York, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos dio al mundo la noticia, el éxito de la llamada ‘operación Sodoma’. ´Mono Jojoy´ era “el hombre más odiado de Colombia”, según el Ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera. La operación se bautizó con el nombre de ‘Sodoma’, evocando la ciudad bíblica donde ocurrían todo tipo de aberraciones. Una ciudad maldita.
"Es una noticia histórica", dijo el Presidente Santos a una nube de periodistas de todo el mundo, al revelar detalles de la operación. El mandatario dijo que la operación se venía planeando desde hace mucho tiempo. Reveló que antes de tomar el avión para trasladarse a Nueva York se reunió con el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, con los comandantes, con el director general de la Policía, Óscar Naranjo, y había dado la autorización para llevarla a cabo, desarrollándose este pasado miércoles 22 de septiembre.
El Mono Jojoy, como jefe militar de las FARC era considerado un hombre violento y de drásticas decisiones. La Policía, en sus informes, lo reseña como “el encargado de planear y ejecutar acciones terroristas contra instalaciones de la fuerza pública y estamentos gubernamentales, pero también el directo responsable de los secuestros y muertes selectivas".
LA “OPERACIÓN SODOMA”
La "operación Sodoma" se realizó en "la madre de todos los campamentos de la FARC", ubicado en la región de la Macarena, en el departamento del Meta y en ella participaron cerca de 30 aviones y unos 27 helicópteros. La clave fue haber interceptado tiempo antes un mensaje en el que se pedían unas botas especiales para Mono Jojoy, debido a que -por la diabetes que sufría- tenía lesiones en los pies por problemas de riego sanguíneo (“pie diabético”). El ejército logró colocar un GPS en las botas que le enviaron al cruel sicario, pudiendo localizarle así en medio de la selva.
En la operación, que comprometió un alto número de soldados, fueron impactados dos helicópteros del Ejército y resultaron heridos cinco militares.
En el informe que el Ministro de Defensa Rodrigo Rivera dio en público al Presidente Juan Manuel Santos, dijo que el campamento central de las FARC contaba con un búnker de más de 300 metros, con túneles para escapar. Pero a pesar de estas medidas de defensa “dimos el golpe más contundente contra el hombre más odiado de Colombia”, agregó el Ministro.
A la vez que se anunciaba el éxito del ataque el Ministro de Defensa hizo un llamado al resto de dirigentes de la subversión para que se entreguen, no solo de las FARC, sino también del ELN. "El llamado es a que se desmovilicen, que se entreguen", dijo el funcionario.
UN CREYENTE EVANGÉLICO
Rodrigo Rivera Salazar es un abogado y político colombiano nacido en la ciudad de Pereira, Colombia. Rodrigo Rivera abrazó el Evangelio de Jesús mientras realizaba sus estudios fuera de Colombia hace ya algunos años, y ha venido dando testimonio de su fe en diversos escenarios públicos.
Ser quien coordina desde el Ministerio de Defensa la lucha contra los terroristas no sólo le convierte en un agente para la paz y la seguridad de los ciudadanos de Colombia, sino también en un blanco de posibles ataques contra su persona.
PASTORES EVANGÉLICOS ASESINADOS
Entre otras muchas muertes, Mono Jojoy fue el directo responsable del secuestro y asesinato de Stephen Evertt Welsh y Thimothy Van Dick, misioneros evangélicos estadounidenses. El 16 de enero de 1994 los dos norteamericanos fueron secuestrados por 20 guerrilleros de las FARC en una finca en la región de Villavicencio. Welsh, que vivía en Colombia desde 1981, y Van Dick, que llegó en 1989, pertenecían a la Asociación Nuevas Tribus, organización dedicada a enseñar el Evangelio entre los indígenas. Vivían en una escuela en San José, una vereda a 45 minutos de Villavicencio. Un año y medio después del secuestro, las autoridades encontraron los cadáveres de los dos misioneros en el páramo de Los Farallones, en el límite entre Cundinamarca y Meta.
El Mono Jojoy fue también responsable de varios asesinatos contra pastores y miembros de iglesias evangélicas. A finales de los 90, las iglesias evangélicas vivieron una época de especial zozobra en Colombia. Para entonces, en el sur del país, sólo de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia fueron asesinados dos pastores. Según las autoridades, ellos se negaron a cumplir una orden impartida por las FARC que los conminaba a no predicar en sus zonas de influencia.
Primero fue Diego Molina, asesinado en 1999 en la vereda La Lindosa de Palermo (Huila). Un año después, en Santana Ramos, en jurisdicción de Puerto Rico, (Caquetá), fue ultimado a bala el pastor Carlos Zamboní.
Las autoridades colombianas atribuyeron a las FARC el asesinato de dos pastores evangélicos (Julio de 2007), identificados como Jael Cruz García, de 27 años, y Humberto Méndez Montoya, de 63, en la aldea La Legiosa, al suroeste del país. Hombres armados los sorprendieron en plena predicación al aire libre y se los llevaron a las 8 de la noche. Al otro día aparecieron sus cadáveres. Los misioneros Jael Cruz García y José Humberto Méndez fueron asesinados con tiros de gracia en la vereda El Dorado, a una hora de Colombia (Huila), de influencia de esa guerrilla.
Méndez, de 65 años, había creado hace 10 años la ´Misión Príncipe de Paz´ y recorría iglesias predicando el Evangelio. Un año atrás había ido de misión a Colombia y planeaba regresar en tres meses a Ibagué para continuar su labor con reclusos de la cárcel de Picaleña. Según el comandante de la Policía, se desconocen las razones el asesinato aunque dijo que hay indicios de que los dos pastores habían sido acusados por las FARC de auxiliar a los grupos paramilitares en esa región colombiana.
Según testigos del doble asesinato, hombres fuertemente armados llegaron a la aldea en la que vivían Cruz y García, y tras obligarlos a salir de sus viviendas les dispararon a sangre fría.
Las Iglesias Evangélicas colombianas denunciaron el asesinato de los pastores y aseguraron que hay un plan de amenazas de muerte de la guerrilla de las FARC para expulsar a los pastores, similar al que han puesto en marcha contra los alcaldes del país. Esta denuncia fue hecha pública por Alfredo Torres Pachón, presidente de la fundación «Cristianos por la Paz», que reúne a las Iglesias Evangélicas colombianas.
La iglesia cristiana colombiana ha sido victima desde los inicios de la violencia en Colombia y en las últimas décadas, la guerrilla se ensañó contra ella asesinando a varios miembros de las iglesias, especialmente las que están en las zonas de conflicto.
MULTIMEDIA
Pueden ver aquí la noticia en video sobre la Operación Sodoma y la muerte de Mono Jojoy, con la rueda de prensa del Ministro de Defensa Rodrigo Rivera. (15 Mb)
Fuente: Mundo Cristiano, La Reforma news. Edición: ProtestanteDigital.com
El comandante militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, murió durante un bombardeo del Ejército colombiano. El miembro de la cúpula de las FARC Henry Castellanos Garzón, alias ‘Romaña’, también murió en la operación militar, confirmó el Ejército Nacional en su página de internet.
Castellanos Garzón, al igual que ‘Jojoy’, era uno de los más activos y sanguinarios miembros de las FARC. Castellanos estaba además relacionado con delitos de narcotráfico, por lo que Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta 2,5 millones de dólares por él.
Desde la ciudad de Nueva York, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos dio al mundo la noticia, el éxito de la llamada ‘operación Sodoma’. ´Mono Jojoy´ era “el hombre más odiado de Colombia”, según el Ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera. La operación se bautizó con el nombre de ‘Sodoma’, evocando la ciudad bíblica donde ocurrían todo tipo de aberraciones. Una ciudad maldita.
"Es una noticia histórica", dijo el Presidente Santos a una nube de periodistas de todo el mundo, al revelar detalles de la operación. El mandatario dijo que la operación se venía planeando desde hace mucho tiempo. Reveló que antes de tomar el avión para trasladarse a Nueva York se reunió con el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, con los comandantes, con el director general de la Policía, Óscar Naranjo, y había dado la autorización para llevarla a cabo, desarrollándose este pasado miércoles 22 de septiembre.
El Mono Jojoy, como jefe militar de las FARC era considerado un hombre violento y de drásticas decisiones. La Policía, en sus informes, lo reseña como “el encargado de planear y ejecutar acciones terroristas contra instalaciones de la fuerza pública y estamentos gubernamentales, pero también el directo responsable de los secuestros y muertes selectivas".
LA “OPERACIÓN SODOMA”
La "operación Sodoma" se realizó en "la madre de todos los campamentos de la FARC", ubicado en la región de la Macarena, en el departamento del Meta y en ella participaron cerca de 30 aviones y unos 27 helicópteros. La clave fue haber interceptado tiempo antes un mensaje en el que se pedían unas botas especiales para Mono Jojoy, debido a que -por la diabetes que sufría- tenía lesiones en los pies por problemas de riego sanguíneo (“pie diabético”). El ejército logró colocar un GPS en las botas que le enviaron al cruel sicario, pudiendo localizarle así en medio de la selva.
En la operación, que comprometió un alto número de soldados, fueron impactados dos helicópteros del Ejército y resultaron heridos cinco militares.
En el informe que el Ministro de Defensa Rodrigo Rivera dio en público al Presidente Juan Manuel Santos, dijo que el campamento central de las FARC contaba con un búnker de más de 300 metros, con túneles para escapar. Pero a pesar de estas medidas de defensa “dimos el golpe más contundente contra el hombre más odiado de Colombia”, agregó el Ministro.
A la vez que se anunciaba el éxito del ataque el Ministro de Defensa hizo un llamado al resto de dirigentes de la subversión para que se entreguen, no solo de las FARC, sino también del ELN. "El llamado es a que se desmovilicen, que se entreguen", dijo el funcionario.
UN CREYENTE EVANGÉLICO
Rodrigo Rivera Salazar es un abogado y político colombiano nacido en la ciudad de Pereira, Colombia. Rodrigo Rivera abrazó el Evangelio de Jesús mientras realizaba sus estudios fuera de Colombia hace ya algunos años, y ha venido dando testimonio de su fe en diversos escenarios públicos.
Ser quien coordina desde el Ministerio de Defensa la lucha contra los terroristas no sólo le convierte en un agente para la paz y la seguridad de los ciudadanos de Colombia, sino también en un blanco de posibles ataques contra su persona.
PASTORES EVANGÉLICOS ASESINADOS
Entre otras muchas muertes, Mono Jojoy fue el directo responsable del secuestro y asesinato de Stephen Evertt Welsh y Thimothy Van Dick, misioneros evangélicos estadounidenses. El 16 de enero de 1994 los dos norteamericanos fueron secuestrados por 20 guerrilleros de las FARC en una finca en la región de Villavicencio. Welsh, que vivía en Colombia desde 1981, y Van Dick, que llegó en 1989, pertenecían a la Asociación Nuevas Tribus, organización dedicada a enseñar el Evangelio entre los indígenas. Vivían en una escuela en San José, una vereda a 45 minutos de Villavicencio. Un año y medio después del secuestro, las autoridades encontraron los cadáveres de los dos misioneros en el páramo de Los Farallones, en el límite entre Cundinamarca y Meta.
El Mono Jojoy fue también responsable de varios asesinatos contra pastores y miembros de iglesias evangélicas. A finales de los 90, las iglesias evangélicas vivieron una época de especial zozobra en Colombia. Para entonces, en el sur del país, sólo de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia fueron asesinados dos pastores. Según las autoridades, ellos se negaron a cumplir una orden impartida por las FARC que los conminaba a no predicar en sus zonas de influencia.
Primero fue Diego Molina, asesinado en 1999 en la vereda La Lindosa de Palermo (Huila). Un año después, en Santana Ramos, en jurisdicción de Puerto Rico, (Caquetá), fue ultimado a bala el pastor Carlos Zamboní.
Las autoridades colombianas atribuyeron a las FARC el asesinato de dos pastores evangélicos (Julio de 2007), identificados como Jael Cruz García, de 27 años, y Humberto Méndez Montoya, de 63, en la aldea La Legiosa, al suroeste del país. Hombres armados los sorprendieron en plena predicación al aire libre y se los llevaron a las 8 de la noche. Al otro día aparecieron sus cadáveres. Los misioneros Jael Cruz García y José Humberto Méndez fueron asesinados con tiros de gracia en la vereda El Dorado, a una hora de Colombia (Huila), de influencia de esa guerrilla.
Méndez, de 65 años, había creado hace 10 años la ´Misión Príncipe de Paz´ y recorría iglesias predicando el Evangelio. Un año atrás había ido de misión a Colombia y planeaba regresar en tres meses a Ibagué para continuar su labor con reclusos de la cárcel de Picaleña. Según el comandante de la Policía, se desconocen las razones el asesinato aunque dijo que hay indicios de que los dos pastores habían sido acusados por las FARC de auxiliar a los grupos paramilitares en esa región colombiana.
Según testigos del doble asesinato, hombres fuertemente armados llegaron a la aldea en la que vivían Cruz y García, y tras obligarlos a salir de sus viviendas les dispararon a sangre fría.
Las Iglesias Evangélicas colombianas denunciaron el asesinato de los pastores y aseguraron que hay un plan de amenazas de muerte de la guerrilla de las FARC para expulsar a los pastores, similar al que han puesto en marcha contra los alcaldes del país. Esta denuncia fue hecha pública por Alfredo Torres Pachón, presidente de la fundación «Cristianos por la Paz», que reúne a las Iglesias Evangélicas colombianas.
La iglesia cristiana colombiana ha sido victima desde los inicios de la violencia en Colombia y en las últimas décadas, la guerrilla se ensañó contra ella asesinando a varios miembros de las iglesias, especialmente las que están en las zonas de conflicto.
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Pueden ver aquí la noticia en video sobre la Operación Sodoma y la muerte de Mono Jojoy, con la rueda de prensa del Ministro de Defensa Rodrigo Rivera. (15 Mb)
Fuente: Mundo Cristiano, La Reforma news. Edición: ProtestanteDigital.com
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