Por Luis Eduardo Cantero, Argentina*Hace unos meses atrás había hecho un comentario sobre la xenofobia en las Iglesias Evangélicas Baupen (1), y entre otras. Bueno, hubo gente que estuvo de acuerdo con mi comentario otros no. Uno de esos comentarios, por cierto es argentino baupen, se sintió incómodo con lo que dije, me dijo que no todas las iglesias baupen eran xenofóbicas. Según el argento (2). Tal vez (él/ella) por ser argentino (a) no se ha dado cuenta. Y por no ser extranjero (a), no puede diferenciar los gestos y ademanes que ejercen los xenofóbicos con tales grupos de personas, que por algún motivo han tenido que emigrar a otro país.
Alguien dijo que la sociedad condiciona a las personas, sin darse cuenta, repiten ciertos gestos, tratos con los extranjeros. Como le acontece a la gran comunidad de bolivianos, peruanos y paraguayos en Argentina. Ahora, no solo este grupo ha sido excluido por ser distinto, también, le sucede aquellas personas que tienen rasgos físicos: indígena, negro (Provincias limítrofes con Bolivia). Aquello que es diferente al ser blanco o rubio.
Sigo creyendo que no sólo basta con expresar palabras para decir que no somos xenofóbicos. Pero si nos ponemos a pensar sobre ciertas cosas que no hacemos por el bien de los inmigrantes, de una u otra forma estamos siendo xenofóbicos.
Comprendo al común argentino, pero, me duele que algunos cristianos argentinos son los que más viven este pecado capital, si me permite colocarlo, dentro de los pecados capitales. Pues, son los que Dios ha llamado a ser algo por los marginados, los excluidos y los extranjeros: “Como a uno de vosotros tratareis al extranjero que habite entre vosotros” (Lev. 19: 34) “No cometan ninguna injusticia con los extranjeros…” (Deut. 24: 17)
He vivido en diferentes lugares de América, pues nunca he visto un país tan xenofóbico como es el puerto de Argentina, se equipara con Sudáfrica, España, con este ultimo país creo que le gana 4 a 1 en goles de xenofobias, es como el 5 a 0, que Colombia le hizo en la cancha de River Plate, algo que nunca se podrá olvidar, aunque traten de olvidarlo, es una mancha que jamás podrán borrar. Eso es el puerto (Bs. As.) de Argentina.
En la celebración del bicentenario solo se habló de los inmigrantes de ultramar, no se dijo nada de los inmigrantes bolivianos, que junto a los peruanos vinieron a esta tierra antes de los ultramares. Tampoco se habló de los negros, que fueron exterminados, ni de los pueblos originarios. Me pregunto: ¿Será que estos no contribuyeron en nada a esta nación? (3) Lo más triste es que las iglesias evangélicas repetían los mismos modelos de la sociedad. En su celebración con respecto al bicentenario no se habló de los lideres y pastores inmigrantes de los países vecinos, solo se habló de los inmigrantes misioneros y pastores de ultramar (4); de nuevo me cuestiono será como hoy que no han dejado que un pastor boliviano, peruano, paraguayo u otro de América latina, les pastoree en sus iglesias cristianas, en nuestro caso baupen. Pero, si están dispuestos que un pastor gringo o europeo los pastoreé, si esto no es xenofobia, entonces que será.
Hay muchos gestos y condicionamientos sociales que de una u otra manera ha leudado la doctrina y creencia evangélica de los creyentes argentinos (as) que repiten esos modelos de marginación y exclusión con los extranjeros, en especial con los bolivianos y peruanos. He visto con dolor las atrocidades perpetuadas por nuestros hermanos, líderes y pastores argentinos con las personas de los países vecinos. Un pastor chileno, me contaba de su experiencia, dice, que se presentó a un grupo de pastores, mencionó que era de la misma denominación baupen conurbano bonaerense, presentó todas las recomendaciones. No le dieron importancia, lo hicieron a un lado.
La Argentina es una de las potencias del futbol, gente generosa, servicial. Pero, no todo es perfecto, son muy xenofóbicos. Es bueno, aclarar, que no es toda la Argentina, porque hay gente linda, generosa y consciente de esto en el interior de este hermoso País. Por ende, han sido proactivo con el inmigrante. Pero los porteños, en su gran mayoría, son xenofóbicos, lo que mas duele es que dentro de estos grupos estén los que profesan la fe cristiana, son los que expresan gestos y ademanes xenofóbicos. En momentos como estos, nos preguntamos ¿por qué?, ¿será que no han nacido de nuevo?, o han creído en la fe de Aquel, que murió por todos los inmigrantes, que se convierten en sus hermanos de la fe, pues saben que todo aquel que se une a Cristo, es su hermano, entonces estamos llamados a cumplir con este mandato: “Hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.” O sencillamente creen como en la época de la invasión española a nuestra América, al encontrarse a los indígenas, dijeron, estos indios no son como nosotros, por eso, hay que evangelizarlos para ver si tienen alma como nosotros.
Quizás para estos xenofóbicos es más fácil expresar sus frustraciones, sus miedos, sus complejos de una utopía de un país europeo en América latina, que nunca fue... En cambio, para el inmigrante es consciente de esto, porque está recibiendo esta violencia. Para el inmigrante cristiano en situaciones como esta, tenemos algo que hacer, tenemos confianza en Dios, que ama al extranjero, es un Dios extranjero, que envió a su hijo y vivió como extranjero, que sufrió todos los insultos, desprecio y atropello de los xenofóbicos, de aquellos que todavía siguen pregonando ¡Crucifícale! Cuando a una persona cristiana o no desprecia o niega el acceso a un hermano inmigrante a tener una igualdad de oportunidad laboral, etc., está siendo enemigo de Cristo. En esto debemos pensar los cristianos de Buenos Aires. Que mientras sigan excluyendo al hermano boliviano, peruano u otro. No sirve de nada seguir orando, alabando, ayunando o que sé yo, es necesario hacer un pare (Selah), y reconozcan el pecado que los asedia: xenofobia u otro, dejemos que el Espíritu Santo nos ayude a ser proactivo, a trabajar por la visión del Reino de Dios.
Podemos orar, ayudar a las personas que podamos, podemos ofrecer refugio, alimento y consuelo. Como nos dice la Palabra de Dios: ¿no es más bien, el ayuno que escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión (y de marginación), y dejar libres a los quebrantados…? (Isaías 58: 6 – 7) Dios nos llama a no ser teórico sino hacedores de Su Palabra. Dejemos que nuestros actos reflejen la luz de Cristo, que realmente demostremos que Cristo vive. No tengamos miedo abrirnos a amar al Otro (inmigrante). No tengamos miedo a hacer el bien sin mirar a quien, si son inmigrantes. Tengamos la fe para confiar en Dios y el valor de hacer nuestra parte como embajadores y colaboradores suyos. Elaine Richardson nos anima: “No tema a la maldad que ve en su entorno; luche porque la justicia de Dios se haga realidad en la Tierra.”
*El autor es Doctorando en Historia de la Iglesia, Instituto Universitario ISEDET, pastor bautista, Profesor del Seminario Teológico Misionero Tiranno, Bs. As. Argentina. Profesor adjunto de la Universidad FLET, Miami, EE.UU. www.luiseduardocantero.es.tl
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1. Es un apodo dado a una Denominación evangélica cristiana reconocida que se ha fragmentado en sus postulados doctrinales y eclesiológicos; por incluir las corrientes pentecostales, neocarismática y la doctrina conservadora. Esto ha provocado una ola renovada que ha llevado a resurgir modelos antiguos y medievales: apóstoles, profetas y guerreros espirituales, entre otros.
Si usted desea profundizar sobre este fenómeno, le invito a leer mi artículo publicado en mi blog de artículos Transformando vida, titulado: ¿Cómo se disuelve la identidad protestante debido a los nuevos movimientos religiosos? ¿Y las iglesias bautistas por dónde van? http://luiseduardocantero.blogspot.com/2008/03/cmo-se-disuelve-la-identidad.html
2. Este apodo es parte de un programa televisivo que se transmitió durante los años 2006 a 2008. El personaje representa el común del argentino, hombre pícaro, mentiroso, etc., aparenta ser amable, etc., pero no, envidioso, rencoroso, odioso y busca aprovecharse del ingenuo o de aquel que se deja influenciar por lo que aparenta ser. Es un espejismo, que con el tiempo se cae solito… Es parecido a los de Bogotá, sino te descuida te dejan sin pantalones, sin darte cuenta. No son confiables, a los cuales hay que cuidarse y pisar con mucho tacto, dejarlos que ellos solitos se acomoden como molones.
3. Si alguien quiere ahondar sobre esto, le invito a leer mi articulo titulado migrantes bolivianos en Argentina: ¡Ni de aquí, ni de allá!
4. Le invito a leer el Expositor bautista, órgano informativo de la Iglesia Bautista Argentina, en el primer semestre del 2010 dedicaron un espacio al Bicentenario argentino.
Comprendo al común argentino, pero, me duele que algunos cristianos argentinos son los que más viven este pecado capital, si me permite colocarlo, dentro de los pecados capitales. Pues, son los que Dios ha llamado a ser algo por los marginados, los excluidos y los extranjeros: “Como a uno de vosotros tratareis al extranjero que habite entre vosotros” (Lev. 19: 34) “No cometan ninguna injusticia con los extranjeros…” (Deut. 24: 17)
He vivido en diferentes lugares de América, pues nunca he visto un país tan xenofóbico como es el puerto de Argentina, se equipara con Sudáfrica, España, con este ultimo país creo que le gana 4 a 1 en goles de xenofobias, es como el 5 a 0, que Colombia le hizo en la cancha de River Plate, algo que nunca se podrá olvidar, aunque traten de olvidarlo, es una mancha que jamás podrán borrar. Eso es el puerto (Bs. As.) de Argentina.
En la celebración del bicentenario solo se habló de los inmigrantes de ultramar, no se dijo nada de los inmigrantes bolivianos, que junto a los peruanos vinieron a esta tierra antes de los ultramares. Tampoco se habló de los negros, que fueron exterminados, ni de los pueblos originarios. Me pregunto: ¿Será que estos no contribuyeron en nada a esta nación? (3) Lo más triste es que las iglesias evangélicas repetían los mismos modelos de la sociedad. En su celebración con respecto al bicentenario no se habló de los lideres y pastores inmigrantes de los países vecinos, solo se habló de los inmigrantes misioneros y pastores de ultramar (4); de nuevo me cuestiono será como hoy que no han dejado que un pastor boliviano, peruano, paraguayo u otro de América latina, les pastoree en sus iglesias cristianas, en nuestro caso baupen. Pero, si están dispuestos que un pastor gringo o europeo los pastoreé, si esto no es xenofobia, entonces que será.
Hay muchos gestos y condicionamientos sociales que de una u otra manera ha leudado la doctrina y creencia evangélica de los creyentes argentinos (as) que repiten esos modelos de marginación y exclusión con los extranjeros, en especial con los bolivianos y peruanos. He visto con dolor las atrocidades perpetuadas por nuestros hermanos, líderes y pastores argentinos con las personas de los países vecinos. Un pastor chileno, me contaba de su experiencia, dice, que se presentó a un grupo de pastores, mencionó que era de la misma denominación baupen conurbano bonaerense, presentó todas las recomendaciones. No le dieron importancia, lo hicieron a un lado.
La Argentina es una de las potencias del futbol, gente generosa, servicial. Pero, no todo es perfecto, son muy xenofóbicos. Es bueno, aclarar, que no es toda la Argentina, porque hay gente linda, generosa y consciente de esto en el interior de este hermoso País. Por ende, han sido proactivo con el inmigrante. Pero los porteños, en su gran mayoría, son xenofóbicos, lo que mas duele es que dentro de estos grupos estén los que profesan la fe cristiana, son los que expresan gestos y ademanes xenofóbicos. En momentos como estos, nos preguntamos ¿por qué?, ¿será que no han nacido de nuevo?, o han creído en la fe de Aquel, que murió por todos los inmigrantes, que se convierten en sus hermanos de la fe, pues saben que todo aquel que se une a Cristo, es su hermano, entonces estamos llamados a cumplir con este mandato: “Hagamos bien a todos, y especialmente a los de la familia de la fe.” O sencillamente creen como en la época de la invasión española a nuestra América, al encontrarse a los indígenas, dijeron, estos indios no son como nosotros, por eso, hay que evangelizarlos para ver si tienen alma como nosotros.
Quizás para estos xenofóbicos es más fácil expresar sus frustraciones, sus miedos, sus complejos de una utopía de un país europeo en América latina, que nunca fue... En cambio, para el inmigrante es consciente de esto, porque está recibiendo esta violencia. Para el inmigrante cristiano en situaciones como esta, tenemos algo que hacer, tenemos confianza en Dios, que ama al extranjero, es un Dios extranjero, que envió a su hijo y vivió como extranjero, que sufrió todos los insultos, desprecio y atropello de los xenofóbicos, de aquellos que todavía siguen pregonando ¡Crucifícale! Cuando a una persona cristiana o no desprecia o niega el acceso a un hermano inmigrante a tener una igualdad de oportunidad laboral, etc., está siendo enemigo de Cristo. En esto debemos pensar los cristianos de Buenos Aires. Que mientras sigan excluyendo al hermano boliviano, peruano u otro. No sirve de nada seguir orando, alabando, ayunando o que sé yo, es necesario hacer un pare (Selah), y reconozcan el pecado que los asedia: xenofobia u otro, dejemos que el Espíritu Santo nos ayude a ser proactivo, a trabajar por la visión del Reino de Dios.
Podemos orar, ayudar a las personas que podamos, podemos ofrecer refugio, alimento y consuelo. Como nos dice la Palabra de Dios: ¿no es más bien, el ayuno que escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión (y de marginación), y dejar libres a los quebrantados…? (Isaías 58: 6 – 7) Dios nos llama a no ser teórico sino hacedores de Su Palabra. Dejemos que nuestros actos reflejen la luz de Cristo, que realmente demostremos que Cristo vive. No tengamos miedo abrirnos a amar al Otro (inmigrante). No tengamos miedo a hacer el bien sin mirar a quien, si son inmigrantes. Tengamos la fe para confiar en Dios y el valor de hacer nuestra parte como embajadores y colaboradores suyos. Elaine Richardson nos anima: “No tema a la maldad que ve en su entorno; luche porque la justicia de Dios se haga realidad en la Tierra.”
*El autor es Doctorando en Historia de la Iglesia, Instituto Universitario ISEDET, pastor bautista, Profesor del Seminario Teológico Misionero Tiranno, Bs. As. Argentina. Profesor adjunto de la Universidad FLET, Miami, EE.UU. www.luiseduardocantero.es.tl
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1. Es un apodo dado a una Denominación evangélica cristiana reconocida que se ha fragmentado en sus postulados doctrinales y eclesiológicos; por incluir las corrientes pentecostales, neocarismática y la doctrina conservadora. Esto ha provocado una ola renovada que ha llevado a resurgir modelos antiguos y medievales: apóstoles, profetas y guerreros espirituales, entre otros.
Si usted desea profundizar sobre este fenómeno, le invito a leer mi artículo publicado en mi blog de artículos Transformando vida, titulado: ¿Cómo se disuelve la identidad protestante debido a los nuevos movimientos religiosos? ¿Y las iglesias bautistas por dónde van? http://luiseduardocantero.blogspot.com/2008/03/cmo-se-disuelve-la-identidad.html
2. Este apodo es parte de un programa televisivo que se transmitió durante los años 2006 a 2008. El personaje representa el común del argentino, hombre pícaro, mentiroso, etc., aparenta ser amable, etc., pero no, envidioso, rencoroso, odioso y busca aprovecharse del ingenuo o de aquel que se deja influenciar por lo que aparenta ser. Es un espejismo, que con el tiempo se cae solito… Es parecido a los de Bogotá, sino te descuida te dejan sin pantalones, sin darte cuenta. No son confiables, a los cuales hay que cuidarse y pisar con mucho tacto, dejarlos que ellos solitos se acomoden como molones.
3. Si alguien quiere ahondar sobre esto, le invito a leer mi articulo titulado migrantes bolivianos en Argentina: ¡Ni de aquí, ni de allá!
4. Le invito a leer el Expositor bautista, órgano informativo de la Iglesia Bautista Argentina, en el primer semestre del 2010 dedicaron un espacio al Bicentenario argentino.
Publicado en la Revista de Arte y Literatura latinoamericana, 17 de enero (2011), Toronto, Canadá. www.canasanta.com
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