Hola! A todos y todas, les quiero compartir este articulo, que nos habla de la historia de muchos lideres cristianos asesinados por estos terrrorista, que se autodenominan "Ejercito del Pueblo". He colocado una obra de Arte que nos dice, que "pensar es un hecho revolucionario." Pensemos, sobre esta FARC, nuevos lideres populistas, con ideologias bolivarianas (Chavez, Evo, Cristina), no son todos burros. Sus atrocidades se dejan ver en lo que hacen. No es lo mismo la FARC? Pensemos y saque sus propias conclusiones (Comentario de Luis Edo Cantero).
Por. Protestantedigital*
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), vienen causando violencia en ese país desde hace 40 años. Los que se manifiestan en contra de su accionar y animan a otros a no unirse a ellas, se convierten en blancos para la guerrilla. Líderes cristianos como el matrimonio Saavedra han sido asesinados. Los líderes de la guerrilla reclutan constantemente a niños para su movimiento marxista, en reemplazo de los niños y adultos que mueren en enfrentamientos con fuerzas del orden.
Dora Lilia Saavedra y su esposo, Ferley, hablaban sobre Cristo a niños a los que enseñaban en una escuela de Santana Ramos, villa localizada la selva profunda de Colombia y un punto de violencia para las guerrillas. Todos los días, niños entre seis y doce años se reunían en la pequeña construcción de madera de Dora y la escuchaban hablar sobre Jesús. Ella se estaba arriesgando.
A la guerrilla no le agradaba Dora y su compromiso hacia la verdad. Repetidamente decían que “los cristianos son peligrosos porque no pueden mentir. Si la armada del Gobierno les pregunta sobre las guerrillas, les van a decir la verdad”.
MUERTE ANUNCIADA
Un día, mientras Dora estaba en la escuela, un vecino que simpatizaba con la guerrilla pero se llevaba bien con ella y su esposo, trajo malas noticias: la guerrilla iba a venir a matarlos a ambos al día siguiente. “Llévense a su familia y huyan”, dijo el mensajero. Sin perder la clama, calma, Dora le contestó que no se preocupara, asegurándole que ella y su esposo estaban listos para reunirse con el Señor.
Después de recibir la advertencia, Dora y su esposo se reunieron para tener un último devocional con sus tres hijos. La pareja pasó toda la noche orando. Al día siguiente todo transcurrió normalmente hasta las 10 de la mañana. Fue entonces cuando dos guerrilleros entraron a la escuela. Uno se dirigió a los atemorizados niños y dijo: “no habrá más escuela hoy. Regresen a sus casas y vuelvan mañana.”
Los pequeños salieron rápidamente mientras los guerrilleros se llevaban a Dora y a su familia a la parte de atrás de la escuela, para luego ordenar al matrimonio que se despidieran de sus hijos. En ese momento más guerrilleros llegaron a la escuela y uno de ellos le apuntó con su pistola a Marcela, la hija de 12 años, diciendo: “la mataremos a ella primero”.
Dora les suplicó que no lo hicieran, diciendo que era a ella a la que querían. Marcela no pudo contener sus lágrimas mientras veía como los guerrilleros se llevaban a sus padres hacia un río cercano. Allí les ordenaron a Doran y Ferley que se acostaran boca abajo en el suelo. Marcela no pudo ver a sus padres, pero sí pudo escuchar los disparos cuando estaban siendo ejecutados.
En agosto de 2010, solo unos meses después que sus padres fueron ejecutados, Marcela dijo: “si tuviera oportunidad de reunirme con los hombres que lo hicieron los perdonaría. Sé que sería difícil, pero sé que Dios los perdonaría. Así que yo lo tengo que hacerlo también”.
Fuente: Voz de los Mártires – Edición: ProtestanteDigital.com*
Dora Lilia Saavedra y su esposo, Ferley, hablaban sobre Cristo a niños a los que enseñaban en una escuela de Santana Ramos, villa localizada la selva profunda de Colombia y un punto de violencia para las guerrillas. Todos los días, niños entre seis y doce años se reunían en la pequeña construcción de madera de Dora y la escuchaban hablar sobre Jesús. Ella se estaba arriesgando.
A la guerrilla no le agradaba Dora y su compromiso hacia la verdad. Repetidamente decían que “los cristianos son peligrosos porque no pueden mentir. Si la armada del Gobierno les pregunta sobre las guerrillas, les van a decir la verdad”.
MUERTE ANUNCIADA
Un día, mientras Dora estaba en la escuela, un vecino que simpatizaba con la guerrilla pero se llevaba bien con ella y su esposo, trajo malas noticias: la guerrilla iba a venir a matarlos a ambos al día siguiente. “Llévense a su familia y huyan”, dijo el mensajero. Sin perder la clama, calma, Dora le contestó que no se preocupara, asegurándole que ella y su esposo estaban listos para reunirse con el Señor.
Después de recibir la advertencia, Dora y su esposo se reunieron para tener un último devocional con sus tres hijos. La pareja pasó toda la noche orando. Al día siguiente todo transcurrió normalmente hasta las 10 de la mañana. Fue entonces cuando dos guerrilleros entraron a la escuela. Uno se dirigió a los atemorizados niños y dijo: “no habrá más escuela hoy. Regresen a sus casas y vuelvan mañana.”
Los pequeños salieron rápidamente mientras los guerrilleros se llevaban a Dora y a su familia a la parte de atrás de la escuela, para luego ordenar al matrimonio que se despidieran de sus hijos. En ese momento más guerrilleros llegaron a la escuela y uno de ellos le apuntó con su pistola a Marcela, la hija de 12 años, diciendo: “la mataremos a ella primero”.
Dora les suplicó que no lo hicieran, diciendo que era a ella a la que querían. Marcela no pudo contener sus lágrimas mientras veía como los guerrilleros se llevaban a sus padres hacia un río cercano. Allí les ordenaron a Doran y Ferley que se acostaran boca abajo en el suelo. Marcela no pudo ver a sus padres, pero sí pudo escuchar los disparos cuando estaban siendo ejecutados.
En agosto de 2010, solo unos meses después que sus padres fueron ejecutados, Marcela dijo: “si tuviera oportunidad de reunirme con los hombres que lo hicieron los perdonaría. Sé que sería difícil, pero sé que Dios los perdonaría. Así que yo lo tengo que hacerlo también”.
Fuente: Voz de los Mártires – Edición: ProtestanteDigital.com*
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