Los éxitos de taquilla

Es un hecho que las películas de valores espirituales o cristianos que tienen éxito en la taquilla de EEUU a menudo ni llegan a estrenarse en España. Sin embargo, después los medios siguen apasionados la vida social y política de EEUU. Como si ambas cosas pudiesen separarse.
Algo que lleva a informaciones esperpénticas como la que rodeó a la participación de Zapatero en el Desayuno Nacional de Oración. Los laicistas del Gobierno defendiendo que se trataba de un encuentro social y político con una honda tradición de libertades (lo que es cierto). Y los hiperlaicistas del PSOE acusando a Zapatero de acudir a un encuentro con fundamentalistas evangélicos, cuando estos fundamentalistas eran capaces de acoger a Zapatero sin prejuicios, o a Teresa de Calcuta, o a Blair. Ya quisieran para sí tener estos “fundamentalistas laicistas” del PSOE el respeto que demuestran los “fundamentalistas evangélicos” del Desayuno Nacional de Oración.
Pero a lo que íbamos. Spain is different.
Por ejemplo, la película Amazing grace, éxito de taquilla en EEUU, que narraba la lucha titánica de un político británico -William Wilberforce- contra el tráfico de esclavos en la Inglaterra del siglo XIX. Y nada menos que coincidiendo con el doscientos aniversario de la abolición del tráfico de esclavos por el Parlamento británico. Pero no interesó… era de valores cristianos. William Wilberforce era de fe protestante.
Otro caso, Fireproof (A prueba de fuego). Un excelente drama que arrasó en las pantallas de EEUU, realzando la posibilidad de reconstruir un matrimonio destrozado desde la fidelidad y la fe. Pero aquí no. Era de principios evangélicos.
Y acercándonos más. Nos tememos el mismo resultado (a pesar de Sandra Bullock) con “The blind side”· Una película que exalta el amor por encima de los prejuicios sociales, raciales y económicos… pero es la historia real de una familia evangélica.
Y estamos ya en la última, que anunciamos en este número. Se acaba de estrenar en EEUU. Es la película de Miley Cyrus, The last song”, en la que una adolescente se enfrenta a su crisis personal no desde el botellón y la sexualidad hiperactiva, sino desde la profundidad del corazón, la fe y los valores.
Nos consta que hablar de fe, creencias, valores, cristianismo, fidelidad, y familia casi suena edulcorado.
Pero por si no se han dado cuenta, igual que hay quien tira al niño con el agua sucia, estamos echando de la vida pública que son las películas de éxito hechos cotidianos y reales de nuestra sociedad en los que estamos fallando clamorosamente. Libertad y esclavitud, estabilidad matrimonial, tolerancia social, racial y de clases, adolescentes responsables.
No hablamos de religión. Estamos señalando aquel lugar del corazón en el que Dios cristaliza de manera real, de la misma forma en que el corazón humano es capaz de concebir el arte, el amor, la seguridad o la paz. Tampoco hace falta que usted lo crea o lo viva. Simplemente que en vez de expulsar, respetemos aquello que es constructivo para nuestra sociedad.
Usted no puede contestar por los demás. Pero sí por su propia persona. Y su persona, que lo sepa, es muy importante para nosotros y para Dios.

Redacción es la Dirección de Protestante Digital