Tanto demoró la Academia Sueca para hacer justicia a uno de los escritores más grandes y creativos de la América Latina y del mundo actual. Su Ciudad y los Perros, y la Fiesta del Chivo, han pasado ya a ser hitos de la novela histórica, esa que nos conmueve las entrañas porque no es una fantasía de una exuberante imaginación, sino una mirada profunda de la realidad, descrita por un verbo rico y fascinante, que explora los entretelones mas sutiles de la experiencia humana. Un novelista de primer orden, y además un hombre sincero y honesto.
Indudablemente que Mario Vargas Llosa es un orgullo de América Latina, pertenece por entero a esta geografía y sus raíces se hunden profundamente en sus tradiciones. Su discurso ante la Academia es una pieza maestra de cultura universal, sentimiento latinoamericanista, genio literario. Uno disfruta su elogio de la fantasía literaria, de sus notas autobiograficas que hablan de un humilde peruano que fue ascendiendo en la escala de la autorrealización gracias al talento y la avidez por lectura. Ay, pero cuando hace confesión de fe de marxista arrepentido, y echa mano del discurso de la peor derecha, entonces nos parece increíble que un intelectual latinoamericano se exprese con tanta miopía histórica. Ya su inicial manifestación contra el terrorismo, en que todos estamos de acuerdo, salvo en la forma de enfrentarlo, nos dio la impresión de que estábamos leyendo un discurso de Bush, cuando preparaba ´sus cruzadas¨ para el ataque a Irak, cuyas consecuencias destructivas perdurarán por muchos años. Una guerra basada en una burda mentira. He aquí sus palabras:
“Nuevas formas de barbarie proliferan atizadas por el fanatismo …. No son muchos, aunque el estruendo de sus crímenes retumbe por todo el planeta y nos abrumen de horror las pesadillas que provocan. No debemos dejarnos intimidar por quienes quisieran arrebatarnos la libertad que hemos ido conquistando en la larga hazaña de la civilización. ….. Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar y a hacer nuestros sueños realidad”
Da pena verlo atrapado en una ideología triunfalista, reflejo del primer mundo, industrializado, rico y con instituciones estables, pero que no que no contempla las enormes desigualdades e injusticas. Solo a unas horas de vuelo de la Europa de Vargas Llosa, yendo hacia el Sur Sud-sahariano, mueren millones de hambre, enfermedades, que podrían resolver todos sus problemas, solo con el dinero que gastan en cosméticos los europeos. Ese es el mundo de libertad que levanta cercas a los inmigrantes y expulsa a los gitanos sin misericordia.
Para este mundo solo hay expresiones de gratitud, pero para los países del Sur, para América Latina hay otra mirada, elogios solo para los países que le parecen los modelos de democracia formal. Pero cuanta indignación nos ha producido sus expresiones referentes a países pobres que tratan de lograr una justicia social, que durante siglos les ha sido conculcada. Así se refiere a Bolivia y Nicaragua, calificando de ¨payasadas¨ los esfuerzos de transformación social que allí ocurren. Cuanta indignación sentirán los pueblos originarios de América, tan orgullosos de tener por primera vez un presidente indígena, que ha elevado la dignidad de su pueblo, que ha rescatado las riquezas de su país de manos extranjeras, que ha brindado una pensión digna para el 100 % de sus ancianos, ha traído salud, alfabetismo para su pueblo. Logros menos impresionantes ha alcanzado el Frente Sandinista en el poder en Nicaragua, pero también notables en la salud y la educación.
Por supuesto que mira a Venezuela a través de los prejuicios anticubanos, como si fuera una simple reedición, sin percatarse de las diferencias entre ambos procesos. No tiene o no quiere tener conocimiento de la reducción de la pobreza, reconocido por la CEPAL a un nivel sorprendentemente bajo, que haya logrado la extensión gratuita a toda la población de la salud, la educación y otros beneficios sociales. Es una pena que Vargas Llosa milite una derecha tan miope. En fin, nos alegramos por el Premio Nobel a una figura cumbre de la literatura latinoamericana y mundial y nos entristece que preste el peso de su prestigio para apoyar a los que quieren entorpecer el avance social de los pueblos de América Latina.
* Francisco Rodés, Pastor bautista cubano, Doctor en Ministerios. Profesor de Historia de la iglesia en el Seminario Evangélico de Matanza, Cuba.
Indudablemente que Mario Vargas Llosa es un orgullo de América Latina, pertenece por entero a esta geografía y sus raíces se hunden profundamente en sus tradiciones. Su discurso ante la Academia es una pieza maestra de cultura universal, sentimiento latinoamericanista, genio literario. Uno disfruta su elogio de la fantasía literaria, de sus notas autobiograficas que hablan de un humilde peruano que fue ascendiendo en la escala de la autorrealización gracias al talento y la avidez por lectura. Ay, pero cuando hace confesión de fe de marxista arrepentido, y echa mano del discurso de la peor derecha, entonces nos parece increíble que un intelectual latinoamericano se exprese con tanta miopía histórica. Ya su inicial manifestación contra el terrorismo, en que todos estamos de acuerdo, salvo en la forma de enfrentarlo, nos dio la impresión de que estábamos leyendo un discurso de Bush, cuando preparaba ´sus cruzadas¨ para el ataque a Irak, cuyas consecuencias destructivas perdurarán por muchos años. Una guerra basada en una burda mentira. He aquí sus palabras:
“Nuevas formas de barbarie proliferan atizadas por el fanatismo …. No son muchos, aunque el estruendo de sus crímenes retumbe por todo el planeta y nos abrumen de horror las pesadillas que provocan. No debemos dejarnos intimidar por quienes quisieran arrebatarnos la libertad que hemos ido conquistando en la larga hazaña de la civilización. ….. Enfrentándonos a los fanáticos homicidas defendemos nuestro derecho a soñar y a hacer nuestros sueños realidad”
Da pena verlo atrapado en una ideología triunfalista, reflejo del primer mundo, industrializado, rico y con instituciones estables, pero que no que no contempla las enormes desigualdades e injusticas. Solo a unas horas de vuelo de la Europa de Vargas Llosa, yendo hacia el Sur Sud-sahariano, mueren millones de hambre, enfermedades, que podrían resolver todos sus problemas, solo con el dinero que gastan en cosméticos los europeos. Ese es el mundo de libertad que levanta cercas a los inmigrantes y expulsa a los gitanos sin misericordia.
Para este mundo solo hay expresiones de gratitud, pero para los países del Sur, para América Latina hay otra mirada, elogios solo para los países que le parecen los modelos de democracia formal. Pero cuanta indignación nos ha producido sus expresiones referentes a países pobres que tratan de lograr una justicia social, que durante siglos les ha sido conculcada. Así se refiere a Bolivia y Nicaragua, calificando de ¨payasadas¨ los esfuerzos de transformación social que allí ocurren. Cuanta indignación sentirán los pueblos originarios de América, tan orgullosos de tener por primera vez un presidente indígena, que ha elevado la dignidad de su pueblo, que ha rescatado las riquezas de su país de manos extranjeras, que ha brindado una pensión digna para el 100 % de sus ancianos, ha traído salud, alfabetismo para su pueblo. Logros menos impresionantes ha alcanzado el Frente Sandinista en el poder en Nicaragua, pero también notables en la salud y la educación.
Por supuesto que mira a Venezuela a través de los prejuicios anticubanos, como si fuera una simple reedición, sin percatarse de las diferencias entre ambos procesos. No tiene o no quiere tener conocimiento de la reducción de la pobreza, reconocido por la CEPAL a un nivel sorprendentemente bajo, que haya logrado la extensión gratuita a toda la población de la salud, la educación y otros beneficios sociales. Es una pena que Vargas Llosa milite una derecha tan miope. En fin, nos alegramos por el Premio Nobel a una figura cumbre de la literatura latinoamericana y mundial y nos entristece que preste el peso de su prestigio para apoyar a los que quieren entorpecer el avance social de los pueblos de América Latina.
* Francisco Rodés, Pastor bautista cubano, Doctor en Ministerios. Profesor de Historia de la iglesia en el Seminario Evangélico de Matanza, Cuba.
1 comentario:
Creo que el premio es merecido porque es un gran artista de la literatura y creo que su arte lo hace muy bien pero se ha mezclado con el mundo de una manera que su perspectiva cambio y ahora no ve más a través de la realidad sino a través de la ficción. Hoy más que nunca Vargas Llosa es un artista.
Publicar un comentario