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jueves, 13 de septiembre de 2007

EL NUEVO ROL DE LA MUJER: EL DIALOGO DE JESUS CON MARIA Y MARTA SEGÚN LUCAS 10: 38 - 42

Isabel Fornari Carbonell[1] que se doctoró en Lc 10: 38 – 42 dice que este pasaje es complejo y es difícil la interpretación de la contraposición que presenta entre Marta y Maria. El pasaje ofrece un tema dialéctico: el deber de la hospitalidad contrapuesto a la escucha de la Palabra del Señor. Este pasaje es propio de Lucas, al proceder de la fuente especial de Lucas, no tiene paralelo con los sinópticos, no obstante es manifiesto su contacto con la tradición de Juan, como puede comprobarse si se compara con los pasajes de Jn 11, 1 – 54 y 12, 1 – 8. Evidentemente, ambos aportan a la perícopa de Lc 10: 38 – 42 datos que la iluminan y complementan: el nombre propio de las mujeres era Marta y Maria, hermanas de Lázaro (Jn 11, 1) (…)

Ute Seibert – Cuadra en su articulo “La mujer en los evangelios sinópticos”[2] nos habla del papel de las mujeres en los sinópticos, nos ubicaremos en el texto en cuestión, del dialogo en la casa de las dos mujeres (Maria y Marta) donde frente a las quejas de Marta que a ella le toca todo el trabajo de atender a las visitas mientras su hermana Maria escucha, sentada a los pies de Jesús, éste le contesta en el versículo 41s. Texto controvertido y perjudicial – dice Ute Seibert – para las mujeres hasta el día de hoy, porque contrapone el “escuchar” al estilo de una discípula rabínica a servir la mesa, el rol nuevo de la mujer – ser discípula – contra el rol tradicional, la “vida contemplativa” contra la “vida activa”, al respecto Alois Stöger dice: que “el judaísmo admitía y exigía incluso la fe y la obediencia religiosa de las mujeres. Pero ¿las autorizaba a acudir a la escuela de los maestros de la ley? Este permiso, que parece menos improbable de lo que a veces se ha creído, debía ser algo excepcional. Jesús ciertamente chocó a sus correligionarios por la acogida que reservó a las mujeres en el circulo de sus discípulos.”[3]

Ute Seibert sostiene que este nuevo rol de la mujer, abre un camino nuevo y a la vez enfatiza la competencia y la desvalorización entre las mujeres y las alternativas que les ponen la sociedad y la religión. Pero detrás de esta historia de las diferentes lecturas del relato de Maria y Marta podemos encontrar algunas informaciones: Jesús iba a la casa de estas mujeres que no estaban casadas, y tenia amistad con ellas, tampoco tenia problemas en enseñar a una mujer, al igual que a los discípulos. Parecería que en las primeras comunidades Maria y Marta fueron mujeres conocidas; las encontramos también en el Evangelio de Juan (11, 1 – 44) Stöger, afirma que el evangelista Juan conoce a las dos hermanas, las sitúa también en una aldea, menciona su casa. En este relato de la resurrección de Lázaro se cambian sin embargo los roles: Maria aparece aquí como la tímida que realmente no entiende lo que esta sucediendo (11, 28), mientras Marta aparece como la mujer activa, fuerte en su fe, que entiende quién es Jesús y cual es su poder (11, 21 ss). Y es Marta quien en el Evangelio de Juan expresa la confesión de que Jesús es el Mesías, confesión que en los otros evangelios le corresponde a Pedro: “Si Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el hijo de Dios, el que iba a venir al mundo” (11, 27)

La Critica textual, en esta parte se impone el estudio literario de Lc 10, 38 – 42, es la determinación y justificación de las variantes textuales mas relevantes, estableciendo, la variante mas probablemente originaria, por medio del método de la critica textual. La Dra. Isabel Fornari Carbonell, especializada en estos versículos divide su crítica textual en dos secciones. La primera comprende los vv. 38 – 40, y la segunda los vv. 41 – 42, ella enfatiza esta segunda sección, ya que los primeros son de menor relieve (ver p. 23, 24). Ella agrega que el texto griego sobre el que ella trabaja coincide, casi en su totalidad con la selección textual realizada por J.M. Bover, actualizada por el componente critico de Callaghan. Hay que señalar que en el estudio de las variantes se puede observar discrepancia, solo en el caso del aoristo kateliten (V. 41) que él lee como imperfecto kateleiten (ver. Pa 30). La segunda sección encuentra el punto problemático en la respuesta de Jesús a Marta, según ella es la parte del texto que ha sufrido alteraciones y que exhibe un mayor numero de lecciones criticas, agrega Carbonell que ha dominado la lectura larga, por influencia de la traducción literal de la Vulgata de la que son eco la mayoría de las versiones católicas. Sin embargo, a causa de los recientes descubrimientos de papiros antiguos y de la profundización en el estilo peculiar del evangelista, se va abriendo nuevos campos…

En el análisis semantico, el v. 38 comienza con una oración subordinada circunstancial temporal: mientras iban de camino ellos. El sujeto autos se refiere a Jesús y a sus discípulos, sigue la proposición principal del versículo “él entró en una aldea”. Aquí el sujeto no es plural, sino singular. Los discípulos (autous) desaparecen de la escena para dejar paso al protagonista principal: Jesús, inmediatamente se sucede la segunda proposición principal, relacionada con la primera proposición (de) que tiene valor conectivo: “y una mujer de nombre Marta, lo recibió en su casa”. Este versículo ofrece los protagonistas agentes que actuaran activamente en el relato, hay cambios de escena del camino a la ciudad y ésta a la casa. El v. 39 entra en escena un tercer protagonista: Maria, cuya identidad está caracterizada por su nombre personal y su relación familiar con Marta. “Esta tenia una hermana llamada Maria”. Sentada a los pies del Señor, escuchaba la Palabra.

V. 40, Marta por el contrario, andaba muy afanada con mucho quehacer del servicio. Con la entrada de nuevo de Marta, el relato entra en el corazón de la confrontación - indirecta – de las dos hermanas. Marta interrumpe en sus idas y venidas, se acerca a Jesús y le pregunta y le sugiere: “dile pues que me ayude”. El v. 41 La respuesta de Jesús, introduce la respuesta de Jesús en estilo directo. Jesús comienza con Marta, llama la atención a Marta por su agitación, esta interpelación en segunda persona con la cual prepara a escuchar y a tomar una evaluación. El v. 42 prolonga la respuesta: Por el contrario, solo hay necesidad de un quehacer (enos de estin xreia). Este texto mas antiguo de Lucas, el de contrapone las muchas preocupaciones de Marta y la necesidad de una solo preocupación, de modo semejante a la contraposición entre al acción de Maria y la de Marta por la misma conjunción (40a). El movimiento del relato concentra la atención sobre una respuesta conclusiva. Por esta razón Maria escogió la parte mejor (Maria gar ten merida ezelezato). Aquí resaltamos el aoristso ezelezato con el que Jesús comenta la acción de Maria no como abandono del servicio (kateliten v. 40d)), sino como una lección de la parte buena. V. 42c “que no le será quitada”. Para concluir sigue una proposición que se religa a la principal por medio de etis como relativo (que). Esta proposición relativa evoca el v. 40d: dile que venga ayudarme. Jesús no va a decírselo. De ello surge un contraste de postura respecto a Maria. Bajo la afirmación de Jesús, Maria no tiene que cambiar. El por qué está indicado con el etis que según los exegetas interpretan como nexo relativo causal; de manera que la proposición “que no le será quitada”, expresa la causa de la acción principal.

Podemos apreciar las correspondencia súperestructurales que aparecen entre Lc 10: 38 – 42 y otros relatos de hospitalidad del evangelio de Lucas. En ellos se encuentra el tópico de la acogida y de la comida. En ocasión de estas comidas, y en su marco, aparece una discusión e instrucción, por lo cual los relatos de hospitalidad entran en la topología de enseñanza – escucha y expresan la legitimación de la enseñanza de Jesús como Maestro. Esta estructura mencionada presenta una situación de conflicto, que es propia de aquellos textos en los que algo está puesto “en causa” y debe ser justificado. Desde el conjunto de los demás relatos, Lc 10: 38 – 42 se revela como justificación de la conducta de Maria y, como tal, queda enriquecido su valor semantico. Estos episodios a los que pertenece Lc 10: 38 – 42 contienen con seguridad reminiscencias del tiempo de Jesús y de los primitivos misioneros itinerantes. Presentan ejemplares y radicales opciones, motivados por la vida de Jesús renunciando a toda acomodación a los tiempos. Resaltan la función apologética, y lo que se defiende es lo nuevo cristiano, la praxis de la comunidad, o la legitimidad de Jesús. Se justifica la conducta de Jesús, que es cuestionada y a la que responde.

Desde de una mirada pragmática, la función del relato es la de ejercer influencia sobre el auditorio y moverlo hacia la adopción de la postura propuesta por Jesús. Presentando una cuestión disputada, se pretende que el lector tome parte y se decida a favor o en contra, pues el objetivo de este tipo de texto es conducir al lector a que diga si o no sobre el caso. Para ello se toma el tipo de una estructura argumentativa del “no – sino”. No lo objetado por Marta; si lo enseñado por Jesús. En fin que cada uno saque sus propias conclusiones.

[1] Isabel M Fornari – Carbonell, La escucha del huésped (Lc 10, 38 – 42). La hospitalidad en el horizonte de la comunicación, Estellla, Verbo Divino, 1995, pp. 7 – 8.
[2] Ute Seibert – Cuadra, La mujer en los evangelios sinópticos” en RIBLA 15 (1993), pp87 – 106.
[3] Alois Stöger, el evangelio según Lucas, Barcelona, Herder, 1975, pp. 312 – 313.

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