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jueves, 6 de septiembre de 2007

¿QUÉ DEBEMOS HACER EN MOMENTOS DE ADVERSIDAD? ¿VALE LA PENA SEGUIR SIENDO FIEL A DIOS?


Hoy 6 de septiembre del 2007, después de haber chateado con un amigo colombiano, hablamos y nos reíamos de cosas pasadas. A la vez que chateaba con él, animaba a una alumna que hace un tiempo había atravesado una crisis. En esa época ella me preguntaba ¿Qué debo hacer en estos momentos adversos? Recuerdo que también, yo estoy pasando una gran dificultad, lo llamé el virus del asedio. Este virus en una persona importante y de gran prestigio de mi comunidad religiosa, hace daño, mucho daño.

Esta persona se ha encargado de expresarse mal de mí, en un tiempo lo había hecho como rector; ahora lo hace de su cargo como asesor de relaciones eclesiásticas, puesto que le ha dado prestigio, en los organismos paraeclesiales, etc. Hasta fue invitado como veedor protestante a la visita del Papa Benedicto XVI. Esta persona a igual que sus seguidores, han tendido una red de comentario mal intencionado. Ha sido el Asedio por cobrarme algo que yo había escrito con honestidad en un articulo, publicado por la revista Signos de vida; en ese artículo dije cosas ciertas de las cuales no me arrepiento (…).

En un momento quice retractarme del mismo, pero, lo que hice fue pedir disculpa y perdón, para aplacar ese asedio. Pero de nada sirvió, hice todo de mi parte. Se burlaron de mí y se siguen burlándose, porque se escuchan comentarios negativos con respecto a mi ministerio: "Que no me habían conocido un ministerio serio, etc". Pero, ellos se olvidaron que Dios a cada uno le ha dado un don. Bueno, en el chat con mi amigo, le preguntaba ¿Qué debemos hacer en momentos de adversidad? ¿Vale la pena seguir siendo fiel a Dios? Me dijo ciertas cosas que vale la pena mencionar: “decir la verdad siempre duele al que anda mal, etc. Nosotros los colombianos nos morimos de envidia, pero no de cáncer”.

Me parecía oír la voz de Dios, que me hablaba a través de mi hermano colega, sugiriéndome que poner la mirada en las cosas terrena y las esperanza en alguien es un error porque él me llamó, me sostendrá y abrirá las puertas “porque nada es imposible para Dios”, que él se encargaría de todo. La oscuridad duró poco, luego vino la primavera, las hojas de los árboles comienzan a brotar, acompañada por un manojo de flores hermosas que con el sol cambiaban de color. Esto era para mi un lenguaje figurado que me decía eso lo hace el Señor en un abrir y cerrar de ojo. Si ese todo lo que hay, es suficiente. Sentí como si el asedio de ellos se disipara.
Mi dolor terminó, por lo tanto mi querido amigo si tú te estás pasando por la misma dificultad que yo y te has preguntado vez tras vez ¿Qué debo hacer en momentos adversos? Desde mi experiencia te digo debemos seguir siendo fieles a Dios, aunque pareciera que Dios esconde su rostro de nosotros. Seguí confiando en él porque “Dios siempre nos concederá en cada situación difícil tanta capacidad de resistencia como precisamos (…)” dijo Bonhoeffer que pasó las mismas dificultades nuestras. O peor sin embargo, él confió. (1983: 18) Siempre confiemos en él y el nos sacará del lodo cenagoso. Leer el salmo 37: 3 – 7.

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