
No se a que tipo de persona pertenece usted, tal vez al primero que no sabe lo que ocurre en su lugar ni en su País. O es del segundo tipo de los que ven y no se mueven por cambiar el curso de la situación de su iglesia, ciudad, etc. O tal vez usted es del tercer tipo, de ese grupo que da su vida por los amigos y por los otros, de ese grupo fue Santoro, porque los hombres del camino hacen teología en el caminar, en sus vivencias y sobre todo construyen puentes entre diversos grupos, como lo hicieron los grandes hombres de fe que nuestra historia cristiana guarda como legado; Santoro es un legado, porque fue un constructor de puentes entre “el Islam, el judaísmo y las iglesias cristianas”, los hombres de fe sabemos que la fe siempre nos lleva a la acción, no se puede creer en la pasividad, no se puede vivir en medio del caos como viven millones de colombianos, no se puede predicar en los pulpitos la ortodoxia de una comunidad que solo se limita a religar y manipular una congregación, con el pretexto que solo Cristo puede remediar la situación. Los hombres de acción han sido hombres de fe. Es importante saber que la acción del creyente demanda fe, ésta demanda acción. El planear un programa de constructores de paz y el esfuerzo por lograr esa paz demanda un acto de fe.
Richard Wolfe, en su libro Man at the Top, dice: que cuando Dios crea a un líder le da la voluntad para la acción. De este modo, Dios obra en el pueblo Filipenses 2: 13. Esto nos interpela como lideres, ministros, pastores y creyente, que representamos a Cristo en nuestras comunidades de fe, valdría la pena preguntarnos ¿Qué cosa asumimos en medio de la situación actual? ¿Qué desafío nos deja el perfil de liderazgo de Santoro? ¿Qué clase de puentes estamos construyendo en medio de una sociedad conflictiva como es Colombia? ¿Qué clase de cristianismo estamos compartiendo en Francia, España u otro con respecto a la ola de persecución con los latinoamericanos? ¿Qué puentes estamos construyendo con los grupos gay, indigenismo y afroamericano? ¿Qué pasa con los pastores y líderes colombianos que observan la situación de hermanos y compatriotas que sufren y mueren por la ola de violencia? No se que clase de cristianismo usted aprendió, pero Santoro nos muestra que ser cristiano implica se constructor de puentes con otras religiones, con otros géneros con el objetivo de vivir en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario