El presidente de Estados Unidos explicó unas declaraciones en las que parecía aprobar la construcción de un centro cultural musulmán cerca de la ´zona cero´ de los ataques del 11-S. Obama alegó que sólo apoyó el derecho de los organizadores a construirlo, porque se trata de respetar la libertad que garantiza la Constitución de Estados Unidos.
En un evento celebrado el pasado viernes en la Casa Blanca, Barack Obama pareció ofrecer su apoyo a la construcción de la Casa Córdoba en Manhattan, no muy lejos de donde antaño se encontraban las Torres Gemelas. Los conservadores estadounidenses y muchos neoyorquinos se oponen al proyecto. El edificio de 13 pisos incluirá salas de reuniones, un espacio de oración, un auditorio y una piscina.
Las declaraciones de Obama despertaron las críticas de los republicanos, a las que se sumaron voces de otros sectores, razón por la cual el presidente ha decidido dejar clara su posición durante un viaje a Florida.
«No he comentando y no comentaré nada acerca de si me parece prudente o no decidir que hay que poner una mezquita ahí», dijo Obama a reporteros mientras visitaba la costa estadounidense del Golfo de México. «Estaba refiriéndome de manera específica a los derechos que disfrutan las personas en nuestro país desde nuestra fundación. De eso se trata nuestro país», agregó.
Obama aseguró el viernes que creía que los musulmanes tenían el mismo derecho a practicar su religión que cualquier otra persona en Estados Unidos. «Eso incluye el derecho a construir un lugar de culto y un centro comunitario en una propiedad privada en Manhattan, de acuerdo con las leyes y las ordenanzas locales», señaló.
Muchos familiares de los fallecidos durante los ataques del 11-S han iniciado una campaña para impedir la construcción del centro cultural, calificándolo de provocativo. «Traiciona la memoria de las víctimas», comentan.
Políticos conservadores como la ex candidata a vicepresenta republicana Sarah Palin y Newt Gingrich, un ex portavoz republicano de la Cámara de Representantes, también se han manifestado contra el proyecto que se inició a principios del mes de agosto, cuando una agencia inmobiliaria de la ciudad de Nueva York abrió el camino para la construcción de la Casa Córdoba.
Sin embargo, tanto Obama como el alcalde de Nueva York, el independiente Michael Bloomberg, creen que la construcción del centro islámico en Manhattan no representa un problema. Su promotora, la fundación Cordoba Initiative, ha logrado todos los permisos necesarios. Su último escollo era la petición, realizada por sus detractores, de que se declarara protegido al edificio que ahora ocupa el solar, de 152 años de antigüedad. La autoridad local rechazó esa petición el 7 de agosto, dando luz verde a su demolición. El 53% de los neoyorquinos se oponen al proyecto, según un sondeo.
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Fuente: Reuters. Edición: ProtestanteDigital.com
En un evento celebrado el pasado viernes en la Casa Blanca, Barack Obama pareció ofrecer su apoyo a la construcción de la Casa Córdoba en Manhattan, no muy lejos de donde antaño se encontraban las Torres Gemelas. Los conservadores estadounidenses y muchos neoyorquinos se oponen al proyecto. El edificio de 13 pisos incluirá salas de reuniones, un espacio de oración, un auditorio y una piscina.
Las declaraciones de Obama despertaron las críticas de los republicanos, a las que se sumaron voces de otros sectores, razón por la cual el presidente ha decidido dejar clara su posición durante un viaje a Florida.
«No he comentando y no comentaré nada acerca de si me parece prudente o no decidir que hay que poner una mezquita ahí», dijo Obama a reporteros mientras visitaba la costa estadounidense del Golfo de México. «Estaba refiriéndome de manera específica a los derechos que disfrutan las personas en nuestro país desde nuestra fundación. De eso se trata nuestro país», agregó.
Obama aseguró el viernes que creía que los musulmanes tenían el mismo derecho a practicar su religión que cualquier otra persona en Estados Unidos. «Eso incluye el derecho a construir un lugar de culto y un centro comunitario en una propiedad privada en Manhattan, de acuerdo con las leyes y las ordenanzas locales», señaló.
Muchos familiares de los fallecidos durante los ataques del 11-S han iniciado una campaña para impedir la construcción del centro cultural, calificándolo de provocativo. «Traiciona la memoria de las víctimas», comentan.
Políticos conservadores como la ex candidata a vicepresenta republicana Sarah Palin y Newt Gingrich, un ex portavoz republicano de la Cámara de Representantes, también se han manifestado contra el proyecto que se inició a principios del mes de agosto, cuando una agencia inmobiliaria de la ciudad de Nueva York abrió el camino para la construcción de la Casa Córdoba.
Sin embargo, tanto Obama como el alcalde de Nueva York, el independiente Michael Bloomberg, creen que la construcción del centro islámico en Manhattan no representa un problema. Su promotora, la fundación Cordoba Initiative, ha logrado todos los permisos necesarios. Su último escollo era la petición, realizada por sus detractores, de que se declarara protegido al edificio que ahora ocupa el solar, de 152 años de antigüedad. La autoridad local rechazó esa petición el 7 de agosto, dando luz verde a su demolición. El 53% de los neoyorquinos se oponen al proyecto, según un sondeo.
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Fuente: Reuters. Edición: ProtestanteDigital.com
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