Por. Luis Eduardo Cantero, Argentina*
Resumen
La investigación se enmarca en el análisis colombiano; aquí el autor analiza la realidad social, política, religiosa y educativa en las instituciones teológicas y su impacto en la iglesia. También, intenta ser una propuesta a un asunto que el autor considera una limitante en los sistemas educativos de educación teológica en América Latina: La omisión de la perspectiva de género en los programas de Educación teológica. El objetivo final del autor, es que esta experiencia vivida en su país sirva para otras instituciones evangélicas de América Latina. Ya que sus aportes son útiles en la reflexión teológica, bíblica y pastoral, no solo para las mujeres, sino también para nosotros los varones.
La investigación se enmarca en el análisis colombiano; aquí el autor analiza la realidad social, política, religiosa y educativa en las instituciones teológicas y su impacto en la iglesia. También, intenta ser una propuesta a un asunto que el autor considera una limitante en los sistemas educativos de educación teológica en América Latina: La omisión de la perspectiva de género en los programas de Educación teológica. El objetivo final del autor, es que esta experiencia vivida en su país sirva para otras instituciones evangélicas de América Latina. Ya que sus aportes son útiles en la reflexión teológica, bíblica y pastoral, no solo para las mujeres, sino también para nosotros los varones.
Introducción
El presente artículo intenta ser una propuesta a un asunto que podríamos considerarlo una limitante en los sistemas educativos de educación teológica en nuestro país: La omisión de la perspectiva de género en los currículos de programas de nivel universitario y por debajo de este nivel. En esta investigación, vamos hacer un análisis de la realidad social y política de Colombia, como un factor de influencia directa en los/las alumnos/as que asisten a nuestras instituciones educativas, con el objetivo de formarse en esta disciplina del saber. Y una panorámica general de la situación de la educación teológica en el ámbito de las instituciones teológicas evangélicas. Lo anterior, nos cuestiona las concepciones y modelo de educación teológica en relación con los cambios que ha venido afrontando la educación evangélica en América Latina. Por ende, analizaremos los programas educativos de las Fundaciones Universitaria Teológicas, Seminarios e Institutos bíblicos de Colombia, en adelante Facultad Evangélica de Colombia (FUTECOL). Haremos un recuento histórico de su trayectoria, filosofía y propósito, para luego plantear alternativas de acuerdo a los desafíos actuales que nos presentan la relación entre teología y género. El autor de esta investigación considera esta reflexión como una preocupación propia, pero de interés general al mismo tiempo, que surge en principio de sus estudios doctorales en el Instituto Universitario ISEDET de Buenos Aires,
Argentina, considerando importante tratar de incorporar la experiencia vivida en la misma en los programas de teología de las instituciones teológicas colombianas.
Cabe recordar que la educación teológica en América Latina a través de los años ha vivido procesos de cambios, encaminados a la búsqueda de modelos contextualizados que hagan más accesible la participación de los miembros de las iglesias. Estos cambios buscan ser más coherente con la predicación del evangelio en nuestros países1
. Algunos cambios pueden ser dolorosos, como nos ha sucedido a nosotros mismos: nos ha tocado sufrir un proceso de marginación y opresión de parte de algunos lideres fundamentalistas, carismáticos y conservadores de la obra evangélica colombiana, entre ellos: profesores, laicos y pastores. Pero nuestra vocación docente y profética es fundamentalmente la de dar luz, tal como escribe el filósofo Mario Albarrán Vázquez:
“Sócrates creía en el poder de la palabra hablada por eso su arte es semejante al de su madre, que era partera. Sócrates tiene como oficio dar luz al conocimiento. Porque está convencido de que, mediante su método se llega a una idea clara de las cosas y a una doctrina moral que oriente y regule la convivencia social del pueblo.”2
Hay que aclarar además, que no siempre los cambios propuestos han sido exitosos, pero, por lo menos el reto es además de estimulante, desafiante. Y de eso se trata cuando se quiere se puede, por eso queremos proponer aquí un análisis crítico de nuestra currícula colombiana, para dar a luz una nueva forma de hacer teología en nuestro contexto, con rasgos menos dogmáticos, fundamentalistas y excluyentes.
Argentina, considerando importante tratar de incorporar la experiencia vivida en la misma en los programas de teología de las instituciones teológicas colombianas.
Cabe recordar que la educación teológica en América Latina a través de los años ha vivido procesos de cambios, encaminados a la búsqueda de modelos contextualizados que hagan más accesible la participación de los miembros de las iglesias. Estos cambios buscan ser más coherente con la predicación del evangelio en nuestros países1
. Algunos cambios pueden ser dolorosos, como nos ha sucedido a nosotros mismos: nos ha tocado sufrir un proceso de marginación y opresión de parte de algunos lideres fundamentalistas, carismáticos y conservadores de la obra evangélica colombiana, entre ellos: profesores, laicos y pastores. Pero nuestra vocación docente y profética es fundamentalmente la de dar luz, tal como escribe el filósofo Mario Albarrán Vázquez:
“Sócrates creía en el poder de la palabra hablada por eso su arte es semejante al de su madre, que era partera. Sócrates tiene como oficio dar luz al conocimiento. Porque está convencido de que, mediante su método se llega a una idea clara de las cosas y a una doctrina moral que oriente y regule la convivencia social del pueblo.”2
Hay que aclarar además, que no siempre los cambios propuestos han sido exitosos, pero, por lo menos el reto es además de estimulante, desafiante. Y de eso se trata cuando se quiere se puede, por eso queremos proponer aquí un análisis crítico de nuestra currícula colombiana, para dar a luz una nueva forma de hacer teología en nuestro contexto, con rasgos menos dogmáticos, fundamentalistas y excluyentes.
Esta nueva forma de encarar los estudios teológicos debiera incorporar las realidades de los sujetos sociales reales que la encarnan: varones y mujeres considerados como partícipes de un mismo proyecto de liberación. La educación debe guiar a un proceso de liberación mediante el análisis crítico de la realidad. Por esta razón, nuestras instituciones de formación teológicas consideramos que debieran estar abiertas a una reformulación constante de su filosofía educativa y de su opción teológica, así como también buscar una articulación lógica entre los diversos contenidos y enfoques de manera que podamos cumplir con el mandato de producir los procesos de cambio que tanto necesitan nuestras iglesias y los diferentes sectores de la sociedad colombiana.....Continúe leyendo
*Luis Eduardo Cantero, es Doctorando en Historia de América Latina, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España. Pastor y docente universitario y teológico.
Fuente: Publicado en la Revista Teologia y Cultura, año 9, vol. 14 (noviembre 2012)
ISSN 1668-6233
ISSN 1668-6233
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