Era la tarde del 4 de abril de 1968. Martin Luther King, pastor bautista de 39 años de edad, salió a tomar un poco de aire en un balcón del Hotel Lorraine, el único de Memphis que aceptaba negros. El predicador había ido a esa ciudad de Tennessee para apoyar una protesta de trabajadores de la limpieza. Luther King vivía ya un período de “decadencia popular”, con el movimiento de protesta pacífica enfrentándose a la impaciencia de grupos más jóvenes que proclamaban el “poder negro” y bordeaban el recurso de la violencia.
“Dios ha permitido que llegara a la cima de la montaña y desde allí he visto la tierra prometida”, dijo la noche anterior a su muerte King ante los fieles congregados en Mason Temple. “Y es posible que no vaya a la tierra prometida con ustedes”. Añadió: “Estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”, añadió.
El periodista y teólogo José de Segovia reconoce que en estas palabras había evidencias de que “MLK no es ya el mismo joven de las dudas de fe iniciales de su vida pública, fruto de su educación teológica liberal, sino que las crisis y la fragilidad le han llevado a sostenerse aferrado a la esperanza en Dios y en la misión, con sus defectos y contradicciones, luchando contra el pecado del racismo. Sin duda fue utilizado por la providencia de Dios para dar un giro a la situación injusta del pueblo negro en EE.UU”.
“Dios ha permitido que llegara a la cima de la montaña y desde allí he visto la tierra prometida”, dijo la noche anterior a su muerte King ante los fieles congregados en Mason Temple. “Y es posible que no vaya a la tierra prometida con ustedes”. Añadió: “Estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No temo a hombre alguno. Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor”, añadió.
El periodista y teólogo José de Segovia reconoce que en estas palabras había evidencias de que “MLK no es ya el mismo joven de las dudas de fe iniciales de su vida pública, fruto de su educación teológica liberal, sino que las crisis y la fragilidad le han llevado a sostenerse aferrado a la esperanza en Dios y en la misión, con sus defectos y contradicciones, luchando contra el pecado del racismo. Sin duda fue utilizado por la providencia de Dios para dar un giro a la situación injusta del pueblo negro en EE.UU”.
UNA MUERTE AÚN ENVUELTA EN MISTERIO
Una bala, disparada desde un balcón frente al suyo, le penetró por la mejilla derecha y le alcanzó la columna vertebral. King murió poco después en el Hospital St. Joseph.
El asesinato provocó disturbios en 125 ciudades de Estados Unidos en los que murieron 46 personas, 2.800 resultaron heridas y más de 26.000 fueron arrestadas.
El hecho de que el hombre acusado, juzgado y condenado por el asesinato de King, James Earl Ray, muriese en 1998 en prisión tras negar su culpabilidad ha alimentado variadas teorías de conspiraciones que incluyen desde la mafia a grupos supremacistas blancos y diversas agencias del Gobierno.
En los últimos tiempos, según su propia familia, la postura de King era más contundente. Mientras estaba en la habitación número 306 del motel Lorraine, preparaba un discurso que llevaba por título 'Por qué América podría ir al infierno'. Su viuda y sus hijos, que no creyeron que James Earl Ray fuese el asesino, apuntaron más arriba.
Al parecer King se proponía formar una coalición interracial para terminar con la guerra de Vietnam y obligar a que hubiera reformas económicas para luchar contra la pobreza. Parece que había un pacto con Robert Fitzgerald Kennedy (el hermano del presidente asesinado en 1963, muerto a tiros sólo dos meses después que King) para que fuese su vicepresidente si resultaba elegido en las urnas.
“Quienes lo vigilaban lo sabían”, dijo Dexter, su tercer hijo, a la revista 'Newsweek'. “Tenemos días difíciles por delante”, aseguró King la noche previa a su muerte. Antes de que resonara un disparo en el cielo de Memphis.
El asesinato provocó disturbios en 125 ciudades de Estados Unidos en los que murieron 46 personas, 2.800 resultaron heridas y más de 26.000 fueron arrestadas.
El hecho de que el hombre acusado, juzgado y condenado por el asesinato de King, James Earl Ray, muriese en 1998 en prisión tras negar su culpabilidad ha alimentado variadas teorías de conspiraciones que incluyen desde la mafia a grupos supremacistas blancos y diversas agencias del Gobierno.
En los últimos tiempos, según su propia familia, la postura de King era más contundente. Mientras estaba en la habitación número 306 del motel Lorraine, preparaba un discurso que llevaba por título 'Por qué América podría ir al infierno'. Su viuda y sus hijos, que no creyeron que James Earl Ray fuese el asesino, apuntaron más arriba.
Al parecer King se proponía formar una coalición interracial para terminar con la guerra de Vietnam y obligar a que hubiera reformas económicas para luchar contra la pobreza. Parece que había un pacto con Robert Fitzgerald Kennedy (el hermano del presidente asesinado en 1963, muerto a tiros sólo dos meses después que King) para que fuese su vicepresidente si resultaba elegido en las urnas.
“Quienes lo vigilaban lo sabían”, dijo Dexter, su tercer hijo, a la revista 'Newsweek'. “Tenemos días difíciles por delante”, aseguró King la noche previa a su muerte. Antes de que resonara un disparo en el cielo de Memphis.
HIZO HISTORIA
Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz en 1964, pero su legado va más allá de cualquier título o reconocimiento público. Dejó una huella imborrable en la sociedad y fue capaz de cambiar el mundo que le rodeaba, a pesar de las dificultades que tuvo que enfrentar.
Su huella se puede notar hasta hoy, desde aspectos más comunes – como el hecho de que se haya superado la segregación racial en la sociedad norteamericana – y más extraordinarios, como que Estados Unidos cuente con el primer presidente afroamericano de la historia.
El congresista John Lewis, uno de los colaboradores más estrechos de King, decía en el homenaje a MLK en enero de este año que “si no hubiese habido un Martin Luther King Jr., no habría un Barack Obama como presidente”.
De la misma opinión es el profesor de la Universidad de Stanford Clayborne Carson, director del Instituto para la Investigación y la Educación Martin Luther King, y el hombre al que Coretta King, viuda del pastor, encargó poner en orden los papeles de su marido. “Entre los líderes actuales a los que ha inspirado King está el Dalai Lama, Aung San Suu Kyi y Barack Obama”, según recoge un reportaje de El Mundo.
Según explica en una entrevista en Protestante Digital Xesús Manuel Suárez, la figura de King ha sido de gran importancia para el avance de los derechos. “Las libertades que se desarrollaron en el siglo XX fueron impulsadas desde la sociedad civil y desde personas individuales. Y se basaban en la dignidad de la persona, en conceptos genuinamente cristianos, como es el hecho de que todos somos iguales ante los ojos de Dios”, explica Suárez.
Al recordar la figura del pastor bautista afroamericano, Manuel Suárez destaca su integridad. Fue un “auténtico protestante” que no cumplía un papel como pastor y otro como activista. “Sólo tenía un traje: el de ser hijo de Dios. Él entendió que el traje que le valía para el domingo era el mismo que usaba el resto de la semana”.
Puede leer aquí Once frases escogidas de Martin Luther King
Su huella se puede notar hasta hoy, desde aspectos más comunes – como el hecho de que se haya superado la segregación racial en la sociedad norteamericana – y más extraordinarios, como que Estados Unidos cuente con el primer presidente afroamericano de la historia.
El congresista John Lewis, uno de los colaboradores más estrechos de King, decía en el homenaje a MLK en enero de este año que “si no hubiese habido un Martin Luther King Jr., no habría un Barack Obama como presidente”.
De la misma opinión es el profesor de la Universidad de Stanford Clayborne Carson, director del Instituto para la Investigación y la Educación Martin Luther King, y el hombre al que Coretta King, viuda del pastor, encargó poner en orden los papeles de su marido. “Entre los líderes actuales a los que ha inspirado King está el Dalai Lama, Aung San Suu Kyi y Barack Obama”, según recoge un reportaje de El Mundo.
Según explica en una entrevista en Protestante Digital Xesús Manuel Suárez, la figura de King ha sido de gran importancia para el avance de los derechos. “Las libertades que se desarrollaron en el siglo XX fueron impulsadas desde la sociedad civil y desde personas individuales. Y se basaban en la dignidad de la persona, en conceptos genuinamente cristianos, como es el hecho de que todos somos iguales ante los ojos de Dios”, explica Suárez.
Al recordar la figura del pastor bautista afroamericano, Manuel Suárez destaca su integridad. Fue un “auténtico protestante” que no cumplía un papel como pastor y otro como activista. “Sólo tenía un traje: el de ser hijo de Dios. Él entendió que el traje que le valía para el domingo era el mismo que usaba el resto de la semana”.
Puede leer aquí Once frases escogidas de Martin Luther King
Fuentes: El Mundo, Wikipedia
Editado por: Protestante Digital 2013
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Editado por: Protestante Digital 2013
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