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jueves, 11 de agosto de 2011

Jesús es nuestro modelo: Si no existe la mirada en el otro, de nada sirve ser creyente

Por. Luis Eduardo Cantero, Argentina*


“La drogadicción es un problema conocido pero no asumido”. Es un problema que nos afecta a todos, que no tiene que ver con la sustancia sino con el sujeto que la consume, afirma Horacio Reyser (1). Es un juego cuyo fin, es matar a sus consumidores. Creo que todos nos hemos hecho esta pregunta ¿Por qué una persona cae en la droga? Existen muchas razones, pero lo que hay en el fondo es un problema existencial, un vacio en mundo de injusticia, de desigualdades sociales, de egoísmo, de insensibilidad, del desprecio, de la xenofobia, de explotación, de exclusión, de hacer del sujeto un objeto de mercancía.
Una sociedad así, donde solo importa mi individualidad, donde el otro no cuenta, no esta dentro de mi plan, donde solo predomina la “viveza criolla latinoamericana” aprovecharse de la situación del otro, explotarlo, sacarle el último centavo abusando de la buena de fe de ellos, no importando que lo mate con mis medias verdades, ofreciéndole desde lo espiritual una salvación al estilo de la indulgencia: siembra, pacta, etc., invierte todo lo material para recibir un karma diferente, porque invirtiendo en la fe se logra el exitismo, la buena vida de seres humanos de fe bendecidos siempre en el lujo… No dudamos que Dios cumple sus promesas, pero eso no es todo el plan de Dios en Su Palabra. Pero, si todo falla, como le sucedió al pastor de nuestra Iglesia VEsperanza, en una vigilia dijo que el Señor le había confesado que el edificio de al lado seria de ellos. Eso motivó a los hermanos caer en la astucia del pastor y el resultado fue lo contrario el edificio fue vendido a una empresa. Este es un ejemplo de muchos otros que no comparto por el espacio de este artículo. Estas cosas han llevado a esas personas no cristianas y cristianas a perder la esperanza y darle sentido a la existencia…
En este mundo de barrera, de fronteras invisibles y visibles es difícil encontrar una salida para aquellos que desean salir de su problema existencial. Se necesita que alguien les ayude a encontrar el camino para salir del problema. Nosotros los creyentes tenemos un rol como embajadores de Cristo, un embajador es aquella persona que no lleva su plan sino la agenda del gobierno de turno. De la misma forma el seguidor de Cristo debe llevar a cabo las demandas del Reino y cumplir con la gran comisión de Ir y hacer discípulos, enseñándoles… (Mt. 28: 19 – 20), debemos compartir con los otros las buenas noticias con las personas que sufren por diferentes motivos como la droga, la soledad, la marginación, la exclusión, la xenofobia, la explotación, etc. necesitamos socializar el mensaje de Cristo (ir, hacer y enseñar), que nos lleve a pensar y mirar al otro, que no esta dentro de la iglesia, sino al de afuera, que esta tirado en la vereda, en los tugurios, aquellos que viven este problema.
Jesús nos invita a mirar al otro como así mismo, ellos también son imágenes de Dios. “Si esta la mirada del otro” (2), naturalmente no se produce desprecio, ni marginación, ni exclusión, ni odio, ni xenofobia. Porque nadie se odia así mismo, ni se margina, no hay desprecio. De igual manera, “Si no existe la mirada del otro”, por más oración, mas Biblia lea, mas diezme, mas ayune, etc. seguirá el problema, avanzará el mal debido al silencio de los buenos. Jesús nos da un ejemplo, él para vivir entre nosotros se hizo hombre, como vos y como yo, era totalmente hombre, dice la Biblia, que él se vacio de todo sus poderes y demás atributos como ser divino, para poder cumplir con el mandato de su Padre. Lo hizo para comprender la naturaleza del género humano, para comprender el dolor del ser humano, tuvo la mirada puesta en los otros, en los que estaban afuera del sistema religioso y judicial de la época. Esta era una de las causas del por que no lo querían la jerarquía del poder religiosos, mientras ellos tenían la mirada puesta hacia adentro, Jesús se fijo tanto adentro como los que estaban afuera, había que hacer algo por ellos.
Esta experiencia de vaciamiento de Jesús, es un modelo a seguir, él nos invita a vaciarnos de todo los prejuicios que tenemos de culturas, etnias, de inmigrantes de ciertos lugares, de egoísmo, de dualismo, de los drogadictos, los homosexuales, etc. Cuando esto ocurre podemos llenarnos del otro, entonces, vamos a comprender y por que no decir a sentir lo que el otro sufre y saldrá un sentimiento natural (llamados por los psicólogos empatía) que viene de nuestro corazón y que dice: “¡Ay, como duele,” como duele la marginación, el desprecio…! Volvamos la mirada hacia el otro; Jesús es nuestro modelo, si no hay la mirada en el otro, de nada sirve ser creyentes, porque su mensaje es transformador de vida y esperanzador, si nosotros no hemos sido transformado por su mensaje, no podemos ser sus embajadores eficaces, para ello necesitamos estar convertido y no convencido de sus enseñanzas, su mensaje iluminador esta lleno de esperanza que a pesar de los dolores, las angustias y tristezas, hay también, alegría y sueños por realizar que se puede salir de cualquier problema incluyendo a los espirituales…

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Referencias bibliográficas
(1). Horacio Reyser, “La drogadicción es un problema conocido pero no asumido”, entrevistado por Romina Ryan y José María Poirier, en Revista Criterio, mayo # 2370 (2011), p. 33.
(2). Takayoshi Makino, “Ay, cómo duele”, en Revista Criterio, mayo # 2370 (2011), pp. 30 – 31.

* Luís Eduardo Cantero, es Teólogo y Filósofo, pastor bautista, docente universitario. Dirige el programa a distancia del Seminario Teológico ISETI. Actualmente es Doctorando del Departamento de Historia de la Iglesia del Instituto Universitario ISEDET, Bs. As. Argentina.
www.luiseduardocantero.visitame.es

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