Por.
Juan Stam, Costa Rica
Analizar
el tema delicado y controversial de "Mecanismos de manipulación en las
iglesias" es una realidad que muchos hemos observado pero poco se ha
analizado. Por eso me permito resumir algunos aspectos del problema, sin
pretender agotar el tema (1).
En
sentido literal, según el Diccionario de la Academia Real,
"manipular" significa "operar con las manos o con cualquier
instrumento" (¿algo así como "manosear"?).
En su
significado que nos interesa, se define como "acto de intervenir con
medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la
información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de
intereses particulares". Esencial al concepto es el irrespeto a la
persona, al derecho y la autodeterminación de su víctima. Manipular es jugar
con el pensamiento, sentimiento y conducta de otras personas.
Un
buen punto de partida puede ser un análisis sicológico del fenómeno de la
sugestión.
Aquí
el sentido de "sugestionar" que nos interesa es el proceso sicológico
mediante el cual una persona busca dominar la voluntad de alguien,
llevándolo a pensar o actuar de determinada manera (Real Academia;
Wikipedia).
Según
La Guía de Psicología, "la sugestión es un estado psíquico provocado en el
cual el individuo experimenta las sensaciones e ideas que le son sugeridas y
deja de experimentar las que se le indica que no sienta."
Las
formas extremas de la sugestión son el hipnotismo y el lavado de cerebro. Pero
una forma mucho más común, que permea toda nuestra sociedad moderna, es la
propaganda, tanto
comercial como política, a veces subliminal (inconsciente; "por debajo del
umbral de la conciencia").
La
foto de un guapo señor bebiendo una copa de cerveza, rodeado de bellas mujeres
y otros símbolos de éxito, insinúa la ridícula idea de que beber tal cerveza
producirá lo mismos resultados en los televidentes.
La
propaganda nos evoca, con tremenda sutileza, las ganas de comprar cosas que no
necesitamos para nada.
La
propaganda política gasta millones de dólares para hacernos pensar, sin más
razones que sus mentiras, que tal candidato o tal proyecto social es lo mejor o
lo peor, según el caso.
En los
1980s, muchas caricaturas de Daniel Ortega lo representaban con un cigarro
grandote, para identificarlo implícitamente con Fidel Castro (aunque Ortega no
era fumador y los dos son muy diferentes).
La
ciencia de la propaganda fue perfecionada por Adolfo Hitler y su ministro de
propaganda, Paul Joseph Goebels, para llevar el mundo a la guerra.
El
mandamiento de Jesús, "Mirad, pues, cómo oís" (Lc 8.18; Mr 4:24), nos
impone el deber de estar alerta y no dejarnos engañar por ninguna propaganda.
Cuando
uno se despierta a estas realidades, comienza a ver que en las iglesias
también hay sugestión, métodos de propaganda y técnicas hipnotizantes.
A
veces una prolongada repetición rítmica de determinada frase, a gritos o con
variaciones de tono, produce su deseado resultado de una histeria colectiva.
Creo que cualquier sicóloga, competente en estos temas, lo podría reconocer y
analizar.
Por
otra parte, las maratónicas de TV Enlace son un constante ejemplo de sugestión.
¿Cómo es posible que en cada maratónica, los locutores y predicadores puedan
anunciar invariablemente que "hay una tremenda unción aquí, se siente
poderosamente la presencia de Dios aquí"?
Cabe
la sospecha legítima que es más bien sugestión, con miras a crear la impresión
de algo misterioso y maravilloso para que la gente envíe sus ofrendas,
Queda
sumamente vago en qué consiste esa "unción", cómo saben que está
presente, y cómo puede ser tan predecible e invariable.
Jesús
dijo que el Espíritu sopla donde quiere, lo que Lutero parafraseó, "El
Espíritu Santo actúa cuando, donde y como él quiere" y no cada vez que
nosotros lo decidamos y después producimos por sugestión las sensaciones
correspondientes.
(1)
Sociedades Bíblicas de Costa Rica patrocinan cada mes un Foro Bíblico para
líderes de las iglesias evangélicas de Costa Rica. Estos foros han sido un gran
éxito y están haciendo un aporte muy significativo a la vida teológica y
espiritual del país. Para el mes de julio (2010) me pidieron, junto con el
historiador y teólogo Juan Carlos Sánchez, analizar el tema delicado y
controversial de "Mecanismos de manipulación en las iglesias".
Fuente: Protestantedigital, 2017
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