Han ordenado la suspensión temporal de su puesto para una enfermera británica, por ofrecerse a orar por una paciente. Se trata de Carline Petrie, evangélica bautista residente en North Sommerset (Inglaterra), que habría violado según sus directivos el código de conducta sobre igualdad y diversidad de su trabajo.
La anciana paciente, motivo involuntario de la situación, ni siquiera se llegó a quejar por el comportamiento de Petrie.Según informa el diario Daily Mail, Petrie se ofreció a orar por May Phippen, una viuda de 79 años, tras visitarla como enfermera el pasado mes de diciembre. La anciana simplemente mencionó lo ocurrido, de paso y sin darle importancia, a otra enfermera al día siguiente, y eso llevó a que la dirección del centro sanitario decidiera castigar a la trabajadora suspendiéndola temproalmente de empleo y sueldo.
Después que se la acusara de incumplir los códigos de conducta, Petrie explicó que en ningún caso había intentado imponer sus creencias a otra persona, sino que se había limitado a ofrecerle ayuda espiritual. "No logro entender cómo ofrecerme a orar por alguien puede ser perturbador. Creo que es algo positivo y que transmite esperanza", dijo la enfermera. La anciana Phippen declaró al periódico que simplemente le pareció extraño el ofrecimiento viniendo de una enfermera, y que lo había rechazado tras darle las gracias, pero que su ofrecimiento no la había importunado ni preocupado. "Era la primera vez que la veía.(..) No me gustaría que la despidiesen por una cosa así. Yo misma tengo creencias cristianas y seguramente lo hizo con la mejor intención", dijo la anciana.Eso sí, Phippen añadió que consideraba que este ofrecimiento de oración "es algo que podría perturbar a otros de diferente religión o que incluso podrían asustarse al pensar que si alguien se ofrecía a rezar por ellos es porque debía pensar que estaban muy mal". En todo caso, no se planteó en ningún momento quejarse por la actitud de Petrie.
ADVERTENCIA PREVIA POR UNA TARJETA DE ORACIÓNPor su parte, la enfermera admitió haber sido amonestada ya el pasado noviembre por ofrecer una tarjeta de oración a un paciente, que la había aceptado. Según otro diario, el Daily Telegraph, la directora del centro sanitario, Alison Withers, advirtió entonces a Petrie con una carta de advertencia: “El código de enfermería establece que “debe demostrar un compromiso personal y profesional a la igualdad y la diversidad” y “usted no debe usar su situación profesional para promover causas que no están relacionadas con la salud”. Entonces, se le pidió que asistiese a un curso sobre diversidad cultural.El marido de la enfermera, calificó de "ridículo" el que se haya llegado a ese extremo y expresó su esperanza de que "se imponga el sentido común" en este caso.
Fuente: cristianet, ACPress.net.
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