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sábado, 9 de agosto de 2008

¿Pueden cambiar los homosexuales? (III)

Muchas personas "cristianas" y no cristianas, tienen "la idea que la homosexualidad es genética. Si es así, entonces no se puede cambiar." Pero Esly Carvalho en su artículo tiene otra respuesta y un testimonio fuerte de como los homosexuales sí pueden cambiar. Porque hay vida en Jesús. Espero que el mismo sea una bendición para tú vida como para los demás.

¿Pueden cambiar los homosexuales?

Por. Esly Carvalho

La pregunta que da título a esta nota, con demasiada frecuencia, ha quedado postergada. En muchos casos, las personas se han sometido a la idea de que la homosexualidad es genética. En otras situaciones, por la falta de información, realmente no saben qué pensar. En este artículo queremos presentar una palabra sumamente importante: esperanza. Queremos ofrecer esperanza a las personas que luchan con dificultades o sentimientos homosexuales y a sus familiares, y también colocarnos en una postura de misericordia y comprensión para que la iglesia la adopte cuando pastorea a personas que buscan ayuda en tales dificultades.
Hace algunos años escribí una monografía titulada “Homosexualismo: acercamientos cristianos”,
donde detallé las tres posturas básicas de la iglesia cristiana en cuanto a la homosexualidad: posesión demoníaca, desvío de conducta y estilo de vida alternativo. En general, los cristianos no
estamos de acuerdo con esta última posición.1
En este artículo queremos presentar las causas que llevan a la homosexualidad y las posibilidades de que quienes luchan con dificultades homosexuales logren un cambio. Además deseamos ofrecer una postura que signifique una ayuda pastoral a los que confrontan esta situación en sus circunstancias pastorales. Hace más de diez años apareció el libro de la doctora Elizabeth Moberley, Homosexuality: A New Christian Ethic, que revolucionó el pensamiento cristiano acerca de la homosexualidad. Después de años de investigaciones y lecturas científicas, especialmente de trabajos publicados sobre este tema, Moberley ofreció una nueva comprensión de las causas de la homosexualidad. Antes, especialmente por la influencia de Freud, se pensaba que el problema residía en la dificultad para relacionarse con el sexo opuesto, inconveniente que vendría de la primera infancia. Moberley desafió esta comprensión y afirmó que la dificultad radicaba en la relación con el mismo sexo, especialmente con el progenitor del mismo sexo. Cuando nace un niño (varón) se enfrenta con algunas tareas emocionales significativas. Nacido del cuerpo de una mujer (su madre) tiene que desidentificarse con ella para identificarse con la figura masculina (su padre). De cierta manera, podríamos decir que tiene que dar un salto paradigmático a muy temprana edad, un salto en el vacío, programado por Dios. Debe recibir de su padre el amor, la aceptación y la confirmación necesarios para seguir en su proceso de desarrollo psicosexual según su sexo. Si por alguna razón esto no ocurre, surgen consecuencias graves para el niño, una de las cuales puede ser la falta de madurez emocional psicosexual que lleva a una orientación homosexual.2 Esta carencia de una relación positiva, íntima y satisfactoria con el padre significa un vacío emocional y necesidades insatisfechas que la madre no puede suplir porque es un asunto de varones.3
Muchas circunstancias rompen la relación entre el hijo y el padre, como, por ejemplo: padres violentos que no se acercan a sus hijos con una actitud positiva; padres ausentes, física y/o emocionalmente; hombres que no logran tener una relación físicamente afectiva con sus hijos (muchos porque nunca la tuvieron con su propio padre). Algunos niños piensan inconscientemente: "si ser hombre es ser como mi papá, ¡no quiero ser hombre...¿Qué les queda? El vacío de identidad o identificarse con una figura femenina.
Sigan leyendo este articulo en Pueden cambiar los homosexuales.pdf

Derechos autorales © 1996 Esly Carvalho. Todos los derechos reservados. Copyright © 1996 Esly Carvalho. Este artículo fue originalmente publicado en Misión de la Fundación Kairos.

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