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lunes, 4 de agosto de 2008

Refutación de la teología pro-homosexual o gay de Daniel Helminiak.

Por Mario Cely Q. (Th. M.)
Ministerio cristiano “Nueva Colombia”.
Todas estas secciones que siguen son una refutación a la obra de Daniel Helminiak1 cuyo libro en inglés, What the Bible Really Says About Homosexuality (Lo que la Biblia dice realmente sobre la homosexualidad) se convierte en nuestro principal campo de batalla. Lamentablemente el libro en mención no está en español. Desde luego hay otros libros que el autor ha consultado. Pero, será el de Helminiak nuestra base primordial de refutación y apología. Me parece suficiente apoyarnos en esta obra para hacer ver al lector estudioso de la Biblia el grave peligro de la Teología Gay. En el fondo, casi todos los teólogos y algunos filósofos que defienden la homosexualidad buscan apoyo en la Biblia para sustentar sus interpretaciones, las cuales más o menos siguen el mismo corte de ideas.2
Lo que sigue es un examen exegético de los textos bíblicos que tratan sobre el pecado de la homosexualidad en diferentes contextos. Analizaremos la forma como la denominada Teología Gay los ha reinterpretado para justificar el comportamiento homosexual en el mundo. El amable lector debe estar atento a dicha falsa hermenéutica puesto que ya existen organizaciones eclesiásticas pro-homosexual de corte liberal tanto en el lado católico como en el protestante, y están haciendo teología con gran insistencia. Y el mundo del judaísmo actual tampoco se libra, pues son varias las sinagogas judías que también reclaman sus derechos a ser gay y al mismo tiempo querer la bendición de Dios.3 En Europa y en los Estados Unidos esto es algo corriente.4 En América Latina dicha manifestación apóstata y blasfema también comenzó a levantar su cabeza con inusitada fuerza. En mí país, Colombia, de proseguir las actuales legislaciones impulsadas por humanistas de claro signo ateísta y materialista, no tardará en ponerse a tono con lo que ocurre en aquellos otros países.
PASAJES BÍBLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO QUE TRATAN CON LA HOMOSEXUALIDAD
I. Genesis 19: la historia de Sodoma y Gomorra
A. Hermenéutica teológica pro-homosexual

¿En qué consistió el pecado de los sodomitas narrado en esta parte del Génesis? En defensa de una teología gay Daniel Helminiak señala que en este pasaje lo que se resalta es la violación de la “ley de la hospitalidad” de parte de Lot. En países desérticos como lo eran Sodoma y Gomorra, era imperdonable que alguien –especialmente un extranjero como Lot– impidiera el ejercicio de la “sagrada ley de la hospitalidad”. Como sabemos, se trata de una costumbre de cortesía oriental para con los viajeros durante la noche. Tal costumbre es todavía una regla tradicional tanto en culturas semíticas como árabes.5
Sin embargo, hay un hecho ante el cual el mencionado autor no dice nada y deliberadamente pasa por alto en este pasaje narrativo: el gran temor de Lot. “Y dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad” (Gén. 19:7). ¿A qué se refería Lot con esta maldad, al punto que prefirió entregar sus hijas al abuso sexual de aquella gente perversa? “He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues vinieron a la sombra de mi tejado” (v. 8). Argumentar que aquí se trata de un caso de la violación de la ley de la hospitalidad oriental, la cual requería no olvidar nunca dar la bienvenida a los huéspedes extranjeros no nos dice nada que preste apoyo a la posición pro-homosexual.
Necesitamos entender que en la Biblia Dios nunca juzga a los individuos con base en los códigos de su propia ética cultural. Sólo la ley moral de Dios es la norma más alta por medio de la cual los hombres seremos juzgados (Romanos 1: 12-16). Con esto en mente, nos damos cuenta que en la ley de Moisés la homosexualidad es considerada una “abominación” que se castigaba con la pena de muerte (ver Levítico 20:13).
Ahora bien, sabemos que en los días de Lot los Diez Mandamientos (Éxodo 20; Deut. 5) no estaban redactados en forma “escrita” en dos tablas de piedra. Sin embargo, Lot –y cualquier otro ser humano de aquellos tiempos— como un hijo del pacto, sabía en su corazón que el comportamiento homosexual no era aceptable, y por ende, también debió ser una práctica aborrecible y atormentadora para el sobrino de Abraham (2ª Pedro 2:7,8). Si la cultura de Sodoma y Gomorra practicaba este comportamiento sexual antinatural, se debió a que la cultura toda se había pervertido. Y esto es lo que hoy también está sucediendo en nuestros países herederos de la cultura cristiana occidental los cuales cayeron en apostasía
Siguiendo la lectura de su libro, uno puede notar el esfuerzo exegético que hace D. Helminiak para favorecer el argumento de que Dios no castigó a Sodoma y Gomorra por su práctica homosexual cotidiana. En su intento probatorio cita Ezequiel 16:48,49:
Vivo yo, dice Jehová el Señor, que Sodoma tu hermana y sus hijas no han hecho como hiciste tú y tus hijas. He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso.
Este texto tampoco apoya su tesis de que el pecado de los sodomitas fue de naturaleza cultural al no atender la necesidad de los viajeros que llegaron a la casa de Lot.6 Pero lo que el texto de Ezequiel realmente enseña es sobre la queja de Dios contra el infiel pueblo de Israel. El pueblo de Dios estaba actuando en contra de la voluntad de Dios. Semejante a los habitantes de Sodoma, cuyo pecado no fue solo la homosexualidad, también fueron indolentes con los pobres y necesitados a pesar de tener grandes riquezas. Por este último pecado Israel recibe la queja de parte del Señor.
Israel había recibido de parte de Dios instrucciones concretas para evitar la pobreza, instrucciones que no pusieron en práctica (véase Éxodo 22:25,27; Levítico 19:9,10; 25:35,37; Deut. 14:28,29; 15:7-11; 23:24,25; 24:19,22; 23:19,20; 24:6,10-13;). Fallar en dar al pobre no es lo mismo que pasar por alto la “ley de la hospitalidad”. Asimismo, Daniel Helminiak tampoco menciona el importante pasaje paralelo de Ezequiel 16:50 en el cual Dios dice por medio de este importante profeta: “Y se llenaron de soberbia, (Sodoma y Gomorra) e hicieron abominación delante de mí, y cuando lo vi las quité”. Debemos recordar que los actos homosexuales son “abominación” para Dios (Levítico 18:22; 20:13). Ahora bien, si la ley de Dios es moralmente inmutable, entonces sigue siendo verdad para hoy que el comportamiento homosexual tanto de hombres como de mujeres son actos que Dios aborrece. Siga leyendo en http://www.recursosteologicos.org/Documents/Refutacion%20teologia%20gay.htm
Fuentes: Ministerio cristiano “Nueva Colombia”. y Recursos teológicos.

1 comentario:

partisano leal dijo...

El espectáculo brindado por el Sr Mario Cely en el congreso colombiano el año pasado, donde acudió como "testigo" de la sociedad civil en el debate sobre el matrimonio homosexual, fue en verdad lamentable.Sí de lo que se trataba era de resaltar la postura evangélica ante un tema álgido como el matrimonio homosexual, el evangelio salio muy mal parado en esta intervención, donde la única imagen que pudo llevarse el casual observador es que la intolerancia esta a la orden del día en las comunidades evangélicas (en un país lastrado por una sangrienta historia de intolerancia, y sobre todo, de intolerancia de origen religioso). No se trata de ser tolerantes con el pecado, se trata de la salvación del pecador. Conviene recordar que el Señor nos enseñó a ver la viga en el propio ojo, antes que en el ajeno. No hubo una pizca de modestia, de amor cristiano, que aunque sabe del pecado, ama al pecador, lo que se atestiguó aquel día fue la satanización inmisericorde de un grupo humano, que equivocado como lo puede estar merece respeto. ¿ Que habría hecho el señor Cely en el lugar de Cristo al encontrar a la mujer samaritana, habría lanzado un ferviente discurso ante los discípulos fulminándola por ser una pecadora, acaso no fue esa la actitud de los fariseos que tanto condenó el Señor?