Por
Samuel Escobar, España*
En
el mapa religioso de los Estados Unidos es conocido el notable activismo del
sector llamado “evangélico”, especialmente en la evangelización y las misiones
hacia otras partes del mundo. Al mismo tiempo este sector ha llegado a ser
conocido por su conservadurismo en lo social y político, y cierto patriotismo
militante que tiende a equiparar el modo de vida estadounidense con el orden
cristiano de la sociedad. Tomando en cuenta ese contexto se aprecia mejor la
vocación de Ron Sider y el efecto que ha tenido su obra.
El
libro Cristianos ricos en un mundo hambriento tuvo un impacto
decisivo porque si bien su contenido era explícitamente evangélico en su
fundamento bíblico, era al mismo tiempo agudamente crítico de la
pasividad social que llevaba a un conformismo estéril. La estructura del libro
es evidencia de este doble objetivo en su autor. Por un lado sacudir la conciencia
de los conformistas mostrando que los evangélicos estadounidenses eran en
realidad “cristianos ricos” al lado de la pobreza de amplios sectores de la
raza humana. Por otro lado exponer la enseñanza bíblica respecto a estos temas
y sugerir caminos de transformación.
La
primera parte del libro ofrece información basada en estadísticas irrefutables
que muestran que hay mil millones de vecinos hambrientos (cap1) junto a una
minoría rica (cap 2). La segunda parte expone de manera didáctica en cuatro capítulos
y en un estilo vigoroso la perspectiva bíblica sobre los pobres y las
posesiones. Saca a luz una riqueza de material bíblico que hasta entonces
había permanecido ignorado en el ámbito evangélico. Los evangélicos siempre
listos a defender la autoridad de la Biblia, habían descuidado por completo la
línea de enseñanza sobre riqueza, pobreza, justicia e injusticia; y Sider la
expuso con precisión.
Una
vez establecida la perspectiva bíblica, en la tercera parte de su libro Sider
examina en dos capítulos las causas estructurales de la pobreza y la injusticia
social predominante. Ataca así la pasividad conformista que llevaba a ver a los
pobres como causantes de su propia pobreza, por no practicar una ética
protestante de honestidad y productividad. El fuerte individualismo de la
cultura evangélica había llevado a una total incapacidad para apreciar los
efectos del mal en las estructuras sociales y políticas existentes. Este examen
de las causas de la pobreza resultaba inquietante y perturbador.
La
cuarta y última parte del libro contiene una serie de propuestas que en
tres capítulos sugiere formas de responder a la toma de conciencia que las
secciones anteriores proponen. Un capítulo explora lo que el cristiano puede
hacer en su conducta personal a fin de adoptar un estilo de vida más cercano al
ideal bíblico. Luego las propuestas muestran lo que las iglesias como
comunidades locales pueden hacer en el camino de la obediencia. En el capítulo
final se exploran caminos abiertos a la acción cívica y política de los
cristianos frente a las agencias de sus gobiernos, a las grandes compañías
multinacionales y a los organismos internacionales. De esta manera el
libro tiene una intención profética de sacudir la conciencia partiendo de la
palabra de Dios y luego una dimensión pedagógica presentando el camino hacia la
obediencia.
El
profesor de Ética Cristiana Glen Stassen cuenta que asignó la lectura del libro
de Sider a varias generaciones de sus alumnos, primero en el Seminario
Teológico Bautista del Sur y luego en el Seminario Teológico Fuller(1). Este es
sólo un ejemplo entre muchos que explica la circulación masiva que alcanzó el
libro desde su aparición inicial en 1977. Hay traducciones de esta obra en
alemán, holandés, portugués, coreano y chino. Como era de esperarse hubo
también reacciones críticas desde sectores ultra conservadores del mundo
evangélico. Así en 1985 el pastor reformado David Chilton escribió un libro que
se presentaba como una refutación a Sider, con un título que refleja su tono y
contenido Cristianos productivos en una época de manipuladores de la
culpa(2). Chilton era parte del movimiento llamado Reconstruccionismo, un
sector extremista del calvinismo estadounidense.
Durante
la década de 1970 la toma de conciencia de los evangélicos acerca de su
responsabilidad social también había empezado a fermentar en otras partes del
mundo. En algunos lugares como América Latina y Asia, fueron los Congresos de
Evangelización convocados por la Asociación Billy Graham y otras entidades
similares, el ámbito en que se fue articulando una nueva visión. Este proceso
culminó en el Congreso de Evangelización de Lausana 1974, en el cual se forjó
el Pacto de Lausana cuyo párrafo quinto era una expresión de
arrepentimiento por la pasividad e inercia del pasado y un propósito firme de
no separar la responsabilidad social del celo por la evangelización típico de
los evangélicos.
El
llamado movimiento de Lausana que siguió al evento de 1974 atrajo a Ron Sider y
lo conectó con lo que estaba pasando en otras partes del mundo. Al igual que en
el caso del teólogo John Howard Yoder la contribución de Sider a la teología
evangélica, ha sido exponer en su vasta obra escrita la perspectiva anabautista
de lo que implica el seguimiento de Cristo hoy en día, con su énfasis en el pacifismo,
el estilo de vida sencillo, la importancia de la vida de la comunidad cristiana
como corrección al individualismo predominante en la sociedad estadounidense.
Sider se ha esforzado en ser consecuente. Ha vivido con estudiada sencillez en
un barrio popular de Filadelfia venido a menos
Junto
a la actividad docente de Sider, su esfuerzo por crear conciencia en el mundo
evangélico se canalizó especialmente por medio de la organización
Evangelicals for Social Action (ESA). La docencia de Sider más allá de las
aulas del Seminario en el cual enseñaba fue canalizada por sus cerca de
cuarenta libros en los que prosiguió un itinerario que por su carácter
contextual refleja también las direcciones por las que se encaminaba la
sociedad estadounidense y en particular el mundo evangélico. Esto se
percibe por ejemplo en otro libro de Sider, cuyo título podría traducirse Completamente
Pro-Vida(3). En la década de 1980, el candidato republicano a la
presidencia de Estados Unidos Ronald Reagan, decidió incluir la lucha contra el
aborto en su agenda política, a fin de atraer el voto de protestantes
conservadores y católicos y se bautizó a ésta como una agenda “pro-vida”, es
decir en defensa de la vida. Predicadores famosos de la televisión como Jerry
Falwell y Pat Robertson hacían referencia a la existencia en su país de una
“mayoría moral” a la cual convocaban a votar por una agenda política
republicana y conservadora, que se oponía a las reformas sociales y educativas.
Sider asumió la postura ética pro-vida en contra del aborto. Sin embargo,
sostenía que desde una postura ética que fuese “completamente pro-vida” había
que preocuparse tanto por salvar a los fetos no nacidos como por promover
mejores programas de salud y educación para los niños que ya habían nacido y crecían
en medio de la pobreza y la injusticia social.
En
su libro Vaso de agua, pan de vida(4), Sider ofrece diez historias
de evangélicos de diferentes partes del mundo que consiguieron impactar sus
sociedades con proyectos sociales en lugares tan distintos como India,
Sudáfrica, Nueva Zelanda, Londres, Indonesia y Chicago. El libro refleja
el amplio rango de relaciones y amistades que Sider ha ido forjando con su
docencia y la actividad de ESA. Quienes desde el ámbito de la Fraternidad
Teológica Latinoamericana habíamos asumido la forja de una misiología integral
establecimos relación con entidades similares de Asia y África y así se creó
INFEMIT, una asociación mundial de teólogos evangélicos de la misión. Sider
participó activamente en este movimiento.
En
uno de sus libros más recientes, El escándalo de la conciencia
evangélica(5), Sider lamenta el deterioro del estilo de vida y las virtudes
de los evangélicos estadounidenses en la ética personal, sexual, y financiera.
Estudios sociológicos comparativos muestran que la frecuencia de divorcios,
escándalos sexuales y financieros, violencia de género, y práctica del sexo
fuera del matrimonio entre los llamados evangélicos ha ido aumentando de manera
notable. Al mismo tiempo la contribución financiera regular a sus iglesias y a
causas misioneras y sociales ha ido disminuyendo sensiblemente. Sider cita
estadísticas de estudios realizados por el conocido estadígrafo George Barna
que prueban el grado de deterioro, todo lo cual puede resumirse en una frase de
éste mismo autor: “El cristianismo estadounidense ha fracasado desde mediados
del siglo veinte, porque estos discípulos modernos de Jesús no actúan como
Jesús.”
Dos
discípulos de Sider, el filipino Al Tizón y el estadounidense Paul Alexander
han editado un libro de homenaje con el título de Seguir a Jesús:
itinerarios de discipulado radical (6), al cual hemos contribuído
veinte autores entre colegas y discípulos. Varios de estos ensayos mencionan el
impacto de la personalidad y el estilo de vida de Sider además de sus ideas y
su militancia en varios frentes cívicos y eclesiales. Él continúa con su tarea
profética y pedagógica, necesaria hoy más que nunca en su país adoptivo y en
todo el mundo.
Notas:
1) Glen Stassen,
“Political Methodology Beyond Left and Right”, en Al Tizón y Paul Alexander,
editors Following Jesus. Journeys
in Radical Discipleship, Regnum Books, Oxford, 2013; pp.135-150. Este
libro es un homenaje a Ron Sider en el cual han colaborado veinticuatro colegas
y discípulos suyos.
2) David
Chilton, Productive Christians in an Age of Guilt Manipulators, Institute for
Christian Economics , Tyler, TX, 1985. Y Asia
3) Completely
Pro Life , Inter Varsity Press, Downers Grove, 1987.
4) Ron Sider,
Cup of Water, Bread of Life, Zondervan, Grand Rapids, 1994.
5) Ron Sider,
The Scandal of Evangelical Conscience,Baker, Grand Rapids, 2005; p. 15.
6) Al Tizón y
Paul Alexander, editors, Following Jesus. Journeys in Radical Discipleship,
Regnum Books, Oxford, 2013
Fuente:
Fundación Kairos, 2015
Nuestro
Pan Diario
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