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La respuesta a esta pregunta realmente comienza y termina con Dios…
¿Por qué estoy aquí? Muchos de ustedes me han preguntado, “OK, entiendo quien es Dios. Entiendo que Él es Señor. Estoy dispuesto a entregarle mi vida a Él. ¿Pero, que se supone que soy yo? ¿Qué se supone que hago yo? ¿Cuál es el fin de mi vida como cristiano?” Bueno, vamos a tratar de responder esas preguntas y a descubrir qué es aquello para lo que fuiste creado. Es natural que tengamos esas preguntas. Ellas han sido integradas en nuestra alma por Dios. Pero una vida de propósito es una vida que entiende las respuestas a esas preguntas. Es una vida de motivación e intención, y se ve muy diferente a las vidas de algunos de nuestros amigos.
Un hombre trabajaba en el turno de las 4:00 P.M. hasta la media noche. Él siempre se iba caminando a su casa después del trabajo. Una noche la luna brillaba con tanta intensidad, que decidió tomar un atajo a través del cementerio, lo que le ahorraría como un kilómetro de camino. Nada sucedió, así que repitió el proceso de forma regular, siempre siguiendo el mismo camino. Una noche mientras caminaba por su ruta a través del cementerio, no se dio cuenta de que durante el día había sido cavada una tumba precisamente en el centro de su camino acostumbrado. Él pisó justo allí y cayó dentro de la tumba, e inmediatamente comenzó a tratar desesperadamente de salir. Sus mejores esfuerzos le fallaron, y después de pocos minutos, decidió descansar y esperar hasta la mañana cuando alguien vendría para ayudarlo a salir. Así que se acomodó en una esquina y ya estaba medio dormido, cuando un borracho dio un traspié y cayó en la tumba. Su llegada despertó al trabajador, ya que el borracho estaba arañando frenéticamente a los lados tratando desesperadamente de trepar para salir. Nuestro héroe extendió su mano, tocó al borracho en la pierna y le dijo, “Amigo, no puedes salir de aquí.” Repentinamente, el borracho saltó tan alto, que fue capaz de trepar y salir de la tumba. Ahora, ¡ese es propósito y motivación!
¿Cuál es Mi Propósito (¿Cuál es el Propósito de Dios?)
La respuesta a esta pregunta realmente comienza y termina con Dios…
¿Por qué estoy aquí? Muchos de ustedes me han preguntado, “OK, entiendo quien es Dios. Entiendo que Él es Señor. Estoy dispuesto a entregarle mi vida a Él. ¿Pero, que se supone que soy yo? ¿Qué se supone que hago yo? ¿Cuál es el fin de mi vida como cristiano?” Bueno, vamos a tratar de responder esas preguntas y a descubrir qué es aquello para lo que fuiste creado. Es natural que tengamos esas preguntas. Ellas han sido integradas en nuestra alma por Dios. Pero una vida de propósito es una vida que entiende las respuestas a esas preguntas. Es una vida de motivación e intención, y se ve muy diferente a las vidas de algunos de nuestros amigos.
Un hombre trabajaba en el turno de las 4:00 P.M. hasta la media noche. Él siempre se iba caminando a su casa después del trabajo. Una noche la luna brillaba con tanta intensidad, que decidió tomar un atajo a través del cementerio, lo que le ahorraría como un kilómetro de camino. Nada sucedió, así que repitió el proceso de forma regular, siempre siguiendo el mismo camino. Una noche mientras caminaba por su ruta a través del cementerio, no se dio cuenta de que durante el día había sido cavada una tumba precisamente en el centro de su camino acostumbrado. Él pisó justo allí y cayó dentro de la tumba, e inmediatamente comenzó a tratar desesperadamente de salir. Sus mejores esfuerzos le fallaron, y después de pocos minutos, decidió descansar y esperar hasta la mañana cuando alguien vendría para ayudarlo a salir. Así que se acomodó en una esquina y ya estaba medio dormido, cuando un borracho dio un traspié y cayó en la tumba. Su llegada despertó al trabajador, ya que el borracho estaba arañando frenéticamente a los lados tratando desesperadamente de trepar para salir. Nuestro héroe extendió su mano, tocó al borracho en la pierna y le dijo, “Amigo, no puedes salir de aquí.” Repentinamente, el borracho saltó tan alto, que fue capaz de trepar y salir de la tumba. Ahora, ¡ese es propósito y motivación!
¿Cuál es Mi Propósito (¿Cuál es el Propósito de Dios?)
Así que ¿cómo sabes cuál se supone que sea tu propósito? Bueno, comienza por darte cuenta de que TU propósito no puede ser entendido fuera de la realidad del propósito de DIOS. Verás, en mi casa, como parte de la decoración de nuestra cocina, tenemos una variedad de extraños utensilios antiguos colgando de las paredes. Ellos son algo bizarros e inusuales y hay muchos que son casi imposibles de entender. Realmente no puedo imaginarme qué es lo que se supone que hacen. No tengo idea de cuál sea su propósito. Y mientras los miro, pronto me doy cuenta de que el utensilio en sí no puede decirme todo lo que necesito saber a fin de entender su propósito. Si solo pudiera preguntarle a la persona que inventó ese utensilio, entonces podría entender para qué cosa fue diseñado realmente. Lo mismo sucede con nosotros. Si quieres entender para qué estás aquí, y cuál es realmente el propósito de tu vida, no puedes depender de tu propio entendimiento. Tu tienes que ir a la fuente, ir al Creador para descubrir en primer lugar por qué fue creada la creación.
¿Especulación o Revelación? Veamos, hay dos maneras de llegar a una comprensión de tu propósito. Puedes basarte en tu propia especulación, o ser listo y ver mejor la revelación de Dios. Después de todo, Él es el Creador y puede describir mejor Su propósito para la creación llamada “Tú.”
Efesios 1:11-12 “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.”
Así que, ¿dónde voy para obtener la respuesta? Ésta no vendrá de ti ni de tu mejor conjetura. La respuesta solo puede encontrarse en Dios. Hay una antiguo cuento chino:
Un granjero tenía un caballo viejo que usaba para labrar sus campos. Un día el caballo escapó a las colinas y cuando todos los vecinos del granjero lo oyeron, se compadecieron del anciano por su mala suerte. “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?” dijo el granjero. Una semana después, el caballo regresó con una manada de caballos salvajes de las colinas y esta vez los vecinos felicitaron al granjero por su buena suerte. “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?” dijo el granjero. Entonces, cuando el hijo del granjero intentaba domar a uno de los caballos salvajes, se cayó sobre su espalda y se rompió una pierna. Todos acordaron que esto era muy mala suerte. Pero no el granjero, quien replicó, “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?” Algunas semanas después, un ejército llegó marchando a la aldea y forzó a cada joven disponible a salir a pelear en una guerra sangrienta. Cuando vieron que el hijo del granjero tenía una pierna rota, lo dejaron quedarse. Todos estaban muy contentos por la suerte del granjero. “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?”
La vida es difícil de entender si ves todo como una serie de accidentes o sucesos al azar. Es solo cuando entendemos que Dios nos ha creado por una razón, que realmente llegamos al punto del porqué estamos aquí.
¿Cuál es Tu Propósito? No mucha gente se detiene a pensar el porqué están aquí, y si les preguntas, los pondrás en un aprieto para darte alguna respuesta. Ese puede ser el resultado de una forma de pensar acerca de las cosas. Cuando realmente crees que tú llegaste a este planeta tierra a través de una serie de accidentes y sucesos fortuitos, entonces es fácil aceptar la noción de que todo lo demás es solo el producto de coincidencias así como de acciones al azar. Debe haber un creador si es que va a haber un plan. Necesitas un creador para tener un propósito. Si no hay un creador, entonces solo somos obra de la casualidad y nada importa realmente en el gran esquema de las cosas, porque no hay un gran esquema de las cosas. Y muchos de nosotros vivimos como si fuéramos simples accidentes de la casualidad. Tristemente, a algunos de nosotros se nos ha dicho eso. Ya sabes, cuando nuestros padres nos dicen que no planeaban tenernos, que solo somos accidentes que ocurren en el curso de un matrimonio. Así que algunos de nosotros hemos vivido sin propósito, puesto que se supone que realmente no debíamos estar aquí en primer lugar. Bueno, necesitas saber que NO HAY TAL COSA COMO UN BEBÉ ACCIDENTAL. Solo padres accidentales. Tus padres pudieron no haberte planificado, pero Dios sí te proyectó desde el principio de los tiempos, desde el principio del universo. Él orquestó tu vida desde toda la eternidad, y mientras que tus padres pudieron no haberlo planeado, ellos fueron usados por Dios para traerte aquí, ahora, para llevar a cabo Su propósito en tu vida.
Efesios 1:3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él.” Así que, ¿dónde voy para obtener la respuesta? No la descubrirás accidentalmente. Hazte a ti mismo esta pregunta: ¿cuáles son algunas de las cosas que hacen tu vida significativa?
No Se Trata del Ahora Mira, todos nosotros buscamos cosas para hacer que nuestras vidas tengan significado. Todos nosotros somos impulsados por algo que nos emociona. Con mucha frecuencia es algo que no honra a Dios, y a veces es solo algo que ignora totalmente a Dios. De cualquier manera, con frecuencia tratamos de llenar nuestras vidas con alguna otra cosa que no sea Dios. Es como si jugáramos un juego de Persecución Trivial por toda la vida, o tal vez sería mejor descrito como Distracción Inútil. Ya conoces el juego: llenamos nuestras vidas con todo lo trivial, nos enfocamos en cosas que realmente no importan, llenamos nuestras mentes con toda clase de distracciones posibles, y tal vez después de que todo está hecho, incluimos forzadamente a Dios donde podamos. Pero Dios nos advierte que no nos enfoquemos en todas estas cosas temporales.
I Juan 2:15-17 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” Así que ¿dónde voy para obtener la respuesta? No la encontrarás en lo que estás haciendo ahora mismo. Hazte esta pregunta: ¿qué harías si te garantizaran que vivirás 200 años?
Hubo una vez unos gemelos que fueron concebidos en el vientre. Pasaron segundos, minutos, y horas mientras los dos embriones se desarrollaban. La chispa de vida creció y cada pequeño cerebro comenzó a crecer y a tomar forma. Con el desarrollo de su cerebro vino la sensibilidad y con la sensibilidad, la percepción, -una percepción de su entorno, de uno por el otro y de sus propias vidas. Descubrieron que la vida era buena, y se rieron y regocijaron en sus corazones. Uno le dijo al otro. “De verdad tenemos suerte de haber sido concebidos y de tener este maravilloso mundo.” El otro se le unió diciendo, “Sí, bendita sea nuestra madre, quien nos dio vida y el uno al otro.” Cada uno de los gemelos continuaron creciendo y pronto sus brazos y dedos, piernas y dedos de los pies comenzaron a tomar forma. Estiraban sus cuerpos, se agitaban y giraban en su pequeño mundo. Lo exploraron y encontraron el cordón umbilical que les daba vida desde la sangre de su madre. Estaban agradecidos por su nuevo descubrimiento y cantaron. “¡Cuán grande es el amor de nuestra madre, que comparte todo lo que ella tiene con nosotros!” Pasaron las semanas que se convirtieron en meses y con la llegada de cada nuevo mes, ellos notaban un cambio uno en el otro y en ellos mismos. “Estamos cambiando” dijo uno. “¿Qué puede significar?” “Significa” dijo el otro, “que nos estamos acercando al nacimiento.” Un escalofrío los recorrió a los dos. Tenían miedo de nacer, porque sabían que eso significaba dejar atrás su maravilloso mundo. El primero dijo, “Si por mi fuera, yo viviría aquí para siempre.” “Pero debemos nacer” dijo el otro. “Así les ha sucedido a todos los demás.” Ciertamente, había evidencia dentro del vientre de que la madre había llevado vida antes que la de ellos. “Y yo creo que hay una vida después de nacer, ¿no crees tú?” “¿Cómo puede haber vida después de nacer?” exclamó el primero. “No nos despojamos de nuestro cordón de vida y también del tejido de sangre cuando nacemos?” “Y alguna vez has hablado con alguien que ya haya nacido? ¿Alguna vez alguien ha reingresado en el vientre después de haber nacido para describir cómo es el nacimiento? ¡NO!” Mientras hablaba, se sintió desesperado, en su desesperación él gimió, “Si el propósito de la concepción y nuestro crecimiento dentro del vientre es para terminar en el nacimiento, entonces verdaderamente nuestra vida no tiene sentido.” Él apretó su precioso cordón de vida contra su pecho y dijo, “Y si esto es así, y la vida es absurda, entonces realmente ¡no puede haber una madre!” “Pero hay una madre,” protestó el otro. “¿Quien más nos alimentó? ¿Quién más creó este mundo para nosotros?” “Nosotros obtenemos nuestro alimento de este cordón y nuestro mundo ¡siempre ha estado aquí!” dijo el primero. “Y si es que existe una madre ¿dónde está ella? ¿Alguna vez la has visto? ¿Alguna vez te ha hablado? ¡NO! Nosotros inventamos a la madre cuando éramos jóvenes, porque eso satisfacía una necesidad en nosotros. Nos hacía sentir seguros y felices.” Así que mientras el primero deliraba y se desesperaba, el otro se resignó a nacer y puso su confianza en las manos de su madre. Las horas se convirtieron en días, y los días en semanas. Y pronto llegó el momento. Ambos sabían que su nacimiento estaba por suceder, y ambos temían a lo que desconocían. Como el primero fue el primero en ser concebido, también fue el primero en nacer, el otro lo siguió. Ellos lloraban mientras nacían a la luz. Tosieron y echaron fuera el fluido y aspiraron el aire seco. Y cuando estuvieron seguros de que habían nacido, abrieron sus ojos, viendo la vida después del nacimiento por primera vez. Lo que vieron fueron los hermosos ojos de su madre, mientras eran arrullados amorosamente en sus brazos. Ya estaban en casa.
No Hablen de Morir Enfrentémoslo, realmente no nos gusta hablar acerca de la muerte. Con frecuencia sencillamente la vemos como el final de algo bueno, no el principio de algo mejor. Fracasamos en reconocer que el nacimiento y la muerte comparten muchos rasgos comunes. Y aún más importante, ambos existen como el portal de una realidad del ser a otra. Tenía una amiga en el departamento de policía que fue diagnosticada con cáncer. No era un buen diagnóstico y ella sabía que pronto moriría. Repentinamente todas sus prioridades cambiaron. Ella ya no se interesaba por cómo lucía su auto, o lo que se pondría, o si el pasto era cortado. Ella comenzó a concentrarse en sus relación con Dios y en su relación con los demás. Comenzó a amar de nuevo. Comenzó a ser accesible de nuevo. Dejó de pensar a corto plazo y comenzó a pensar a LARGO PLAZO. Eso marcó una importante transición para ella, mientras sus prioridades cambiaban de las cosas de este mundo, a las cosas de la eternidad. A Dios le gustaría que nosotros comenzáramos a pensar así, desde ahora…
Filipenses 3:7-11 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.”
Una cosa que sabemos acerca de nuestra experiencia en el vientre, es que mucho de lo que pensamos aquí, tiene un impacto en cómo resultemos después del nacimiento. Si vivimos sin un propósito aquí, perderemos el gozo prometido por Dios en el otro lado. Y es importante para nosotros darnos cuenta de que existe, de hecho, un “otro lado”. Fuimos diseñados para vivir para siempre. A vivir por toda la eternidad con Dios. Y esta vida es solo un calentamiento, un tiempo de prueba y entrenamiento para pasar una vida con nuestro Hacedor. Así que ¿dónde voy para obtener una respuesta? Tú no la encontrarás enfocándote en esta vida. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuáles son las áreas de tu vida donde realmente brillas?
En el año de 1870, las iglesias metodistas en Indiana estaban teniendo su conferencia anual. En cierto momento, el presidente del colegio donde se reunían, se dirigió al grupo y les dijo que ellos estaban viviendo en una era muy excitante. Dijo que él creía que estaban entrando a una época de grandes invenciones y que él creía, por ejemplo, que el hombre algún día volaría a través del aire como los pájaros. El obispo que presidía no le dio mucha importancia a esta declaración. De hecho, la llamó herejía y dijo que la Biblia dice que el volar está reservado para los ángeles, así que no se hablaría de eso allí. Cuando el obispo llegó a casa, le dijo a su familia acerca de lo que el presidente había dicho y cuán ridículo era esto. Pero sus dos jóvenes hijos, Wilbur y Orville oyeron la declaración e inmediatamente se percataron de lo que Dios tenía reservado para ellos. Ellos entendían que Dios los había designado para esta misma tarea, aún si su padre, el obispo Wright no pensara que podría realizarse. Wilbur y Orville Wright pasaron el resto de sus vidas construyendo aeroplanos ¡para la Gloria de Dios! ¡Ellos sabían que habían sido diseñados para un propósito y vivieron una vida que reflejó esta verdad!
Cuando entendemos el porqué es que fuimos creados, nuestras vidas toman una nueva forma y una nueva dirección…
El Saber Porqué Fuiste Creado, Le Dará Significado a Tu Vida. Job tenía mucha razón para rendirse en su difícil situación. Leemos en la Escritura que él estaba abrumado con muertes, pérdidas, llagas y un sinnúmero de problemas. Es claro que estaba descorazonado:
Job 7:6 “Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.”
Job 7:16 “Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad.”
Es verdad que la vida no tiene sentido alguno, a menos que estés dispuesto a buscar su propósito en el plan de Dios para tu vida. Si no hay un Dios, no hay plan, entonces los tiempos difíciles nos derrotarán fácilmente. Pero con un Creador diseñador de nuestro presente y nuestro futuro, podemos ser pacientes aún en situaciones terribles.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Hará Tu Vida Más Sencilla. David tuvo una vida complicada. Piensa en ello. Por años, él fue perseguido por el rey Saúl y tenía que esconderse para salvar su vida. Entonces, él ascendió al trono como rey y tuvo que cargar con el peso de una nación. A través de su vida, él se encontró abrumado por su propio pecado y los muchos problemas que se derivaron de él. ¿Cómo es que pudo sobrevivir a tal complejidad? Escucha lo que él escribió:
Salmo 62:5-6 “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.”
La paz de espíritu viene cuando estamos dispuestos a desechar lo trivial y a concentrarnos en lo importante. Cuando ponemos nuestros ojos solo en Dios, y entendemos el singular propósito que él tiene para nuestras vidas, la vida se vuelve más sencilla.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Le Dará Un Enfoque a Tu Vida. Ninguno fue más intenso y enfocado en su misión que el apóstol Pablo. Él proclamó la Palabra a través del Imperio Romano con incansable esfuerzo. ¿Cómo lo hizo?
Filipenses 3:13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”
Él entendió su futuro y su propósito en llegar hasta allí. Entonces sencillamente vivió su vida con propósito y pasión, entendiendo que Dios lo había diseñado para unírsele en el cielo.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Le Dará Motivación a Tu Vida. La vida sin motivación carece de pasión y propósito. Aún más peligroso, la vida con la motivación EQUIVOCADA es descuidada y malgastada. El rey Salomón observó que la mayoría de nosotros vive con motivaciones equivocadas:
Eclesiastes 4:4 “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.”
Cualquier cosa que te esté motivando ahora mismo, te garantizo que te quedas corto en cuanto a tu potencial. Muy corto. Una vez que sabes el porqué fuiste creado, te encontrarás motivado para convertirte en esa persona en su máxima plenitud. Y tu vida de motivación inspirará a otros.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Te Preparará para la Gloria de la Eternidad. Finalmente, una vida con propósito te preparará para la eternidad. Mira cómo describe el cielo el apóstol Juan … Apocalipsis 22:3-5 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.”
El cielo es el lugar ideal donde pertenecemos. Es para lo que fuimos diseñados. Sin embargo, fíjate quien brilla en el cielo. No somos nosotros. Es Dios. Él es la luz y cuando mucho, solo reflejamos Su imagen porque Su nombre está escrito en nuestras frentes. Es un lugar donde Dios obtiene toda la gloria, así como Él lo merece. Y eso parece ser lo apropiado, ¿o no?
Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”
Fuimos diseñados para traer Gloria a Dios. Esa es la simple verdad y la realidad de nuestra existencia aquí. No fuimos diseñados para traer Gloria a nosotros mismos, y mientras que podemos sentirnos bien por un momento, a fin de cuentas nos quedaremos cortos ante el gozo que podremos conocer cuando finalmente nos demos cuenta de que fuimos diseñados para traer Gloria a Dios. Una vida que honre a Dios de esta manera, es por mucho la vida más satisfactoria que podemos vivir jamás. Todo lo que pensamos que es grandioso ahora, es aún mucho más disfrutable y satisfactorio cuando es hecho para la Gloria de Dios. Dios va a hacerte dos preguntas cuando finalmente te encuentres con Él: 1) ¿Qué hiciste con mi Hijo? (¿Me glorificaste con tu decisión?) y 2) ¿Qué hiciste con los dones que te dí? (¿Me glorificaste con tus decisiones?)
Si aceptas el propósito de Dios Todo el gozo que pudieras imaginarte será encontrado cuando nos demos cuenta del porque fuimos creados. Cuando nos percatamos de que fuimos creados para traer Gloria a Dios. Así que, ¿dónde voy para obtener la respuesta? Solo puedes encontrarla en Dios. Seremos los más felices y estaremos más satisfechos cuando nos demos cuenta de que fuimos creados para glorificar a Dios.
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Fuente: ObreroFiel.com- Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
¿Especulación o Revelación? Veamos, hay dos maneras de llegar a una comprensión de tu propósito. Puedes basarte en tu propia especulación, o ser listo y ver mejor la revelación de Dios. Después de todo, Él es el Creador y puede describir mejor Su propósito para la creación llamada “Tú.”
Efesios 1:11-12 “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.”
Así que, ¿dónde voy para obtener la respuesta? Ésta no vendrá de ti ni de tu mejor conjetura. La respuesta solo puede encontrarse en Dios. Hay una antiguo cuento chino:
Un granjero tenía un caballo viejo que usaba para labrar sus campos. Un día el caballo escapó a las colinas y cuando todos los vecinos del granjero lo oyeron, se compadecieron del anciano por su mala suerte. “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?” dijo el granjero. Una semana después, el caballo regresó con una manada de caballos salvajes de las colinas y esta vez los vecinos felicitaron al granjero por su buena suerte. “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?” dijo el granjero. Entonces, cuando el hijo del granjero intentaba domar a uno de los caballos salvajes, se cayó sobre su espalda y se rompió una pierna. Todos acordaron que esto era muy mala suerte. Pero no el granjero, quien replicó, “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?” Algunas semanas después, un ejército llegó marchando a la aldea y forzó a cada joven disponible a salir a pelear en una guerra sangrienta. Cuando vieron que el hijo del granjero tenía una pierna rota, lo dejaron quedarse. Todos estaban muy contentos por la suerte del granjero. “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?”
La vida es difícil de entender si ves todo como una serie de accidentes o sucesos al azar. Es solo cuando entendemos que Dios nos ha creado por una razón, que realmente llegamos al punto del porqué estamos aquí.
¿Cuál es Tu Propósito? No mucha gente se detiene a pensar el porqué están aquí, y si les preguntas, los pondrás en un aprieto para darte alguna respuesta. Ese puede ser el resultado de una forma de pensar acerca de las cosas. Cuando realmente crees que tú llegaste a este planeta tierra a través de una serie de accidentes y sucesos fortuitos, entonces es fácil aceptar la noción de que todo lo demás es solo el producto de coincidencias así como de acciones al azar. Debe haber un creador si es que va a haber un plan. Necesitas un creador para tener un propósito. Si no hay un creador, entonces solo somos obra de la casualidad y nada importa realmente en el gran esquema de las cosas, porque no hay un gran esquema de las cosas. Y muchos de nosotros vivimos como si fuéramos simples accidentes de la casualidad. Tristemente, a algunos de nosotros se nos ha dicho eso. Ya sabes, cuando nuestros padres nos dicen que no planeaban tenernos, que solo somos accidentes que ocurren en el curso de un matrimonio. Así que algunos de nosotros hemos vivido sin propósito, puesto que se supone que realmente no debíamos estar aquí en primer lugar. Bueno, necesitas saber que NO HAY TAL COSA COMO UN BEBÉ ACCIDENTAL. Solo padres accidentales. Tus padres pudieron no haberte planificado, pero Dios sí te proyectó desde el principio de los tiempos, desde el principio del universo. Él orquestó tu vida desde toda la eternidad, y mientras que tus padres pudieron no haberlo planeado, ellos fueron usados por Dios para traerte aquí, ahora, para llevar a cabo Su propósito en tu vida.
Efesios 1:3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él.” Así que, ¿dónde voy para obtener la respuesta? No la descubrirás accidentalmente. Hazte a ti mismo esta pregunta: ¿cuáles son algunas de las cosas que hacen tu vida significativa?
No Se Trata del Ahora Mira, todos nosotros buscamos cosas para hacer que nuestras vidas tengan significado. Todos nosotros somos impulsados por algo que nos emociona. Con mucha frecuencia es algo que no honra a Dios, y a veces es solo algo que ignora totalmente a Dios. De cualquier manera, con frecuencia tratamos de llenar nuestras vidas con alguna otra cosa que no sea Dios. Es como si jugáramos un juego de Persecución Trivial por toda la vida, o tal vez sería mejor descrito como Distracción Inútil. Ya conoces el juego: llenamos nuestras vidas con todo lo trivial, nos enfocamos en cosas que realmente no importan, llenamos nuestras mentes con toda clase de distracciones posibles, y tal vez después de que todo está hecho, incluimos forzadamente a Dios donde podamos. Pero Dios nos advierte que no nos enfoquemos en todas estas cosas temporales.
I Juan 2:15-17 “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” Así que ¿dónde voy para obtener la respuesta? No la encontrarás en lo que estás haciendo ahora mismo. Hazte esta pregunta: ¿qué harías si te garantizaran que vivirás 200 años?
Hubo una vez unos gemelos que fueron concebidos en el vientre. Pasaron segundos, minutos, y horas mientras los dos embriones se desarrollaban. La chispa de vida creció y cada pequeño cerebro comenzó a crecer y a tomar forma. Con el desarrollo de su cerebro vino la sensibilidad y con la sensibilidad, la percepción, -una percepción de su entorno, de uno por el otro y de sus propias vidas. Descubrieron que la vida era buena, y se rieron y regocijaron en sus corazones. Uno le dijo al otro. “De verdad tenemos suerte de haber sido concebidos y de tener este maravilloso mundo.” El otro se le unió diciendo, “Sí, bendita sea nuestra madre, quien nos dio vida y el uno al otro.” Cada uno de los gemelos continuaron creciendo y pronto sus brazos y dedos, piernas y dedos de los pies comenzaron a tomar forma. Estiraban sus cuerpos, se agitaban y giraban en su pequeño mundo. Lo exploraron y encontraron el cordón umbilical que les daba vida desde la sangre de su madre. Estaban agradecidos por su nuevo descubrimiento y cantaron. “¡Cuán grande es el amor de nuestra madre, que comparte todo lo que ella tiene con nosotros!” Pasaron las semanas que se convirtieron en meses y con la llegada de cada nuevo mes, ellos notaban un cambio uno en el otro y en ellos mismos. “Estamos cambiando” dijo uno. “¿Qué puede significar?” “Significa” dijo el otro, “que nos estamos acercando al nacimiento.” Un escalofrío los recorrió a los dos. Tenían miedo de nacer, porque sabían que eso significaba dejar atrás su maravilloso mundo. El primero dijo, “Si por mi fuera, yo viviría aquí para siempre.” “Pero debemos nacer” dijo el otro. “Así les ha sucedido a todos los demás.” Ciertamente, había evidencia dentro del vientre de que la madre había llevado vida antes que la de ellos. “Y yo creo que hay una vida después de nacer, ¿no crees tú?” “¿Cómo puede haber vida después de nacer?” exclamó el primero. “No nos despojamos de nuestro cordón de vida y también del tejido de sangre cuando nacemos?” “Y alguna vez has hablado con alguien que ya haya nacido? ¿Alguna vez alguien ha reingresado en el vientre después de haber nacido para describir cómo es el nacimiento? ¡NO!” Mientras hablaba, se sintió desesperado, en su desesperación él gimió, “Si el propósito de la concepción y nuestro crecimiento dentro del vientre es para terminar en el nacimiento, entonces verdaderamente nuestra vida no tiene sentido.” Él apretó su precioso cordón de vida contra su pecho y dijo, “Y si esto es así, y la vida es absurda, entonces realmente ¡no puede haber una madre!” “Pero hay una madre,” protestó el otro. “¿Quien más nos alimentó? ¿Quién más creó este mundo para nosotros?” “Nosotros obtenemos nuestro alimento de este cordón y nuestro mundo ¡siempre ha estado aquí!” dijo el primero. “Y si es que existe una madre ¿dónde está ella? ¿Alguna vez la has visto? ¿Alguna vez te ha hablado? ¡NO! Nosotros inventamos a la madre cuando éramos jóvenes, porque eso satisfacía una necesidad en nosotros. Nos hacía sentir seguros y felices.” Así que mientras el primero deliraba y se desesperaba, el otro se resignó a nacer y puso su confianza en las manos de su madre. Las horas se convirtieron en días, y los días en semanas. Y pronto llegó el momento. Ambos sabían que su nacimiento estaba por suceder, y ambos temían a lo que desconocían. Como el primero fue el primero en ser concebido, también fue el primero en nacer, el otro lo siguió. Ellos lloraban mientras nacían a la luz. Tosieron y echaron fuera el fluido y aspiraron el aire seco. Y cuando estuvieron seguros de que habían nacido, abrieron sus ojos, viendo la vida después del nacimiento por primera vez. Lo que vieron fueron los hermosos ojos de su madre, mientras eran arrullados amorosamente en sus brazos. Ya estaban en casa.
No Hablen de Morir Enfrentémoslo, realmente no nos gusta hablar acerca de la muerte. Con frecuencia sencillamente la vemos como el final de algo bueno, no el principio de algo mejor. Fracasamos en reconocer que el nacimiento y la muerte comparten muchos rasgos comunes. Y aún más importante, ambos existen como el portal de una realidad del ser a otra. Tenía una amiga en el departamento de policía que fue diagnosticada con cáncer. No era un buen diagnóstico y ella sabía que pronto moriría. Repentinamente todas sus prioridades cambiaron. Ella ya no se interesaba por cómo lucía su auto, o lo que se pondría, o si el pasto era cortado. Ella comenzó a concentrarse en sus relación con Dios y en su relación con los demás. Comenzó a amar de nuevo. Comenzó a ser accesible de nuevo. Dejó de pensar a corto plazo y comenzó a pensar a LARGO PLAZO. Eso marcó una importante transición para ella, mientras sus prioridades cambiaban de las cosas de este mundo, a las cosas de la eternidad. A Dios le gustaría que nosotros comenzáramos a pensar así, desde ahora…
Filipenses 3:7-11 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.”
Una cosa que sabemos acerca de nuestra experiencia en el vientre, es que mucho de lo que pensamos aquí, tiene un impacto en cómo resultemos después del nacimiento. Si vivimos sin un propósito aquí, perderemos el gozo prometido por Dios en el otro lado. Y es importante para nosotros darnos cuenta de que existe, de hecho, un “otro lado”. Fuimos diseñados para vivir para siempre. A vivir por toda la eternidad con Dios. Y esta vida es solo un calentamiento, un tiempo de prueba y entrenamiento para pasar una vida con nuestro Hacedor. Así que ¿dónde voy para obtener una respuesta? Tú no la encontrarás enfocándote en esta vida. Pregúntate a ti mismo: ¿Cuáles son las áreas de tu vida donde realmente brillas?
En el año de 1870, las iglesias metodistas en Indiana estaban teniendo su conferencia anual. En cierto momento, el presidente del colegio donde se reunían, se dirigió al grupo y les dijo que ellos estaban viviendo en una era muy excitante. Dijo que él creía que estaban entrando a una época de grandes invenciones y que él creía, por ejemplo, que el hombre algún día volaría a través del aire como los pájaros. El obispo que presidía no le dio mucha importancia a esta declaración. De hecho, la llamó herejía y dijo que la Biblia dice que el volar está reservado para los ángeles, así que no se hablaría de eso allí. Cuando el obispo llegó a casa, le dijo a su familia acerca de lo que el presidente había dicho y cuán ridículo era esto. Pero sus dos jóvenes hijos, Wilbur y Orville oyeron la declaración e inmediatamente se percataron de lo que Dios tenía reservado para ellos. Ellos entendían que Dios los había designado para esta misma tarea, aún si su padre, el obispo Wright no pensara que podría realizarse. Wilbur y Orville Wright pasaron el resto de sus vidas construyendo aeroplanos ¡para la Gloria de Dios! ¡Ellos sabían que habían sido diseñados para un propósito y vivieron una vida que reflejó esta verdad!
Cuando entendemos el porqué es que fuimos creados, nuestras vidas toman una nueva forma y una nueva dirección…
El Saber Porqué Fuiste Creado, Le Dará Significado a Tu Vida. Job tenía mucha razón para rendirse en su difícil situación. Leemos en la Escritura que él estaba abrumado con muertes, pérdidas, llagas y un sinnúmero de problemas. Es claro que estaba descorazonado:
Job 7:6 “Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.”
Job 7:16 “Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad.”
Es verdad que la vida no tiene sentido alguno, a menos que estés dispuesto a buscar su propósito en el plan de Dios para tu vida. Si no hay un Dios, no hay plan, entonces los tiempos difíciles nos derrotarán fácilmente. Pero con un Creador diseñador de nuestro presente y nuestro futuro, podemos ser pacientes aún en situaciones terribles.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Hará Tu Vida Más Sencilla. David tuvo una vida complicada. Piensa en ello. Por años, él fue perseguido por el rey Saúl y tenía que esconderse para salvar su vida. Entonces, él ascendió al trono como rey y tuvo que cargar con el peso de una nación. A través de su vida, él se encontró abrumado por su propio pecado y los muchos problemas que se derivaron de él. ¿Cómo es que pudo sobrevivir a tal complejidad? Escucha lo que él escribió:
Salmo 62:5-6 “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.”
La paz de espíritu viene cuando estamos dispuestos a desechar lo trivial y a concentrarnos en lo importante. Cuando ponemos nuestros ojos solo en Dios, y entendemos el singular propósito que él tiene para nuestras vidas, la vida se vuelve más sencilla.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Le Dará Un Enfoque a Tu Vida. Ninguno fue más intenso y enfocado en su misión que el apóstol Pablo. Él proclamó la Palabra a través del Imperio Romano con incansable esfuerzo. ¿Cómo lo hizo?
Filipenses 3:13 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”
Él entendió su futuro y su propósito en llegar hasta allí. Entonces sencillamente vivió su vida con propósito y pasión, entendiendo que Dios lo había diseñado para unírsele en el cielo.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Le Dará Motivación a Tu Vida. La vida sin motivación carece de pasión y propósito. Aún más peligroso, la vida con la motivación EQUIVOCADA es descuidada y malgastada. El rey Salomón observó que la mayoría de nosotros vive con motivaciones equivocadas:
Eclesiastes 4:4 “He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.”
Cualquier cosa que te esté motivando ahora mismo, te garantizo que te quedas corto en cuanto a tu potencial. Muy corto. Una vez que sabes el porqué fuiste creado, te encontrarás motivado para convertirte en esa persona en su máxima plenitud. Y tu vida de motivación inspirará a otros.
El Saber Porqué Fuiste Creado, Te Preparará para la Gloria de la Eternidad. Finalmente, una vida con propósito te preparará para la eternidad. Mira cómo describe el cielo el apóstol Juan … Apocalipsis 22:3-5 “Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.”
El cielo es el lugar ideal donde pertenecemos. Es para lo que fuimos diseñados. Sin embargo, fíjate quien brilla en el cielo. No somos nosotros. Es Dios. Él es la luz y cuando mucho, solo reflejamos Su imagen porque Su nombre está escrito en nuestras frentes. Es un lugar donde Dios obtiene toda la gloria, así como Él lo merece. Y eso parece ser lo apropiado, ¿o no?
Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”
Fuimos diseñados para traer Gloria a Dios. Esa es la simple verdad y la realidad de nuestra existencia aquí. No fuimos diseñados para traer Gloria a nosotros mismos, y mientras que podemos sentirnos bien por un momento, a fin de cuentas nos quedaremos cortos ante el gozo que podremos conocer cuando finalmente nos demos cuenta de que fuimos diseñados para traer Gloria a Dios. Una vida que honre a Dios de esta manera, es por mucho la vida más satisfactoria que podemos vivir jamás. Todo lo que pensamos que es grandioso ahora, es aún mucho más disfrutable y satisfactorio cuando es hecho para la Gloria de Dios. Dios va a hacerte dos preguntas cuando finalmente te encuentres con Él: 1) ¿Qué hiciste con mi Hijo? (¿Me glorificaste con tu decisión?) y 2) ¿Qué hiciste con los dones que te dí? (¿Me glorificaste con tus decisiones?)
Si aceptas el propósito de Dios Todo el gozo que pudieras imaginarte será encontrado cuando nos demos cuenta del porque fuimos creados. Cuando nos percatamos de que fuimos creados para traer Gloria a Dios. Así que, ¿dónde voy para obtener la respuesta? Solo puedes encontrarla en Dios. Seremos los más felices y estaremos más satisfechos cuando nos demos cuenta de que fuimos creados para glorificar a Dios.
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