Por. Tehmina Arora, India*
La verdadera medida de cualquier sociedad puede
encontrarse en cómo trata a sus miembros más vulnerables.—M K Gandhi
La violencia contra las minorías en India
A pesar de una rica tradición y un marco legal que
apoyan la libertad de conciencia y el derecho a practicar, profesar y propagar
la religión de preferencia, las minorías religiosas en India encuentran que son
víctimas frecuentes de la violencia motivada por la religión.
Según grupos de derechos humanos, en 2015 hubo más
de 160 incidentes contra cristianos debido a su fe, la mayoría de los cuales
vinieron de Madhya Pradesh, seguido por Tamil Nadu, Uttar Pradesh y
Chhattisgarh. Los casos incluyeron ataques físicos, amenazas e intimidación. En
algunos casos, hubo mujeres que informaron haber sido atacadas y amenazadas
sexualmente.[1]
Según el Ministerio del Interior, hubo más de
630 incidentes entre comunidades entre enero y octubre de 2015. La
violencia entre comunidades en India registró un incremento de incidentes de
24%, y de muertes relacionadas de 65%, en los primeros cinco meses de 2015.[2]
En su informe anual para 2015, la Comisión para la
Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos (USCIRF) señaló que, desde
las elecciones general de 2014 en India, las comunidades de minorías religiosas
han estado sometidas a “comentarios despectivos de políticos vinculados con
el gobernante Partido Janata Party (BJP)” y “numerosos ataques violentos
y conversiones forzadas por grupos nacionalistas hindúes” como Rashtriya
Swayamsevak Sangh (RSS) y Vishva Hindu Parishad (VHP).[3]
Aseveraciones de conversiones religiosas
Una de las principales causas de violencia
contra la población cristiana minoritaria es que se han hecho aseveraciones de
conversiones por fuerza o por inducción. En un caso reciente,[4] miembros
de Bajrang Dal, una organización extremista hindú, tomó a un pastor y lo hizo
desfilar sobre un asno en el estado de Uttar Pradesh, en el norte de India, con
su cabeza medio rapada. Adujeron que el pastor convirtió a un hombre sin su
consentimiento. De manera similar, en el estado de Madhya Pradesh, en el centro
de India, la policía arrestó a 13 personas, incluyendo una pareja de ciegos, el
14 de enero de 2016, porque habrían intentado convertir a unos pocos residentes
ofreciéndoles incentivos o usando la fuerza.[5]
Si bien hay numerosos incidentes de este tipo que
salen a la luz cada año, hay muy poca evidencia que muestre que los cristianos
hayan participado en prácticas coercitivas para obtener nuevos conversos. Asma
Jahangir, la Relatora Especial de la ONU sobre Libertad de Religión o de
Creencias, señaló en su informe sobre India en 2011 que:
“Aun en los estados indios que han adoptado leyes
sobre la conversión religiosa, parece haber solo pocas condenas, si hay alguna,
por conversiones mediante el uso de la fuerza, incentivos o medios fraudulentos.
En Orissa, por ejemplo, los oficiales de distrito y oficiales de primer nivel
en la Secretaría de Estado no han podido citar o aducir una sola infracción de
la Ley de Libertad de Religión de Orissa de 1967”.[6]
A pesar de la ausencia de datos creíbles que apoyen
leyes que restringen las conversiones religiosas en India, hay voces dentro del
gobierno que han solicitado una ley nacional.[7] En abril de 2016, el Ministro
de Interior de la Unión, Rajnath Singh, del BJP solicitó[8] una ley contra la
conversión a nivel nacional en respuesta a informes de reconversiones
coercitivas al hinduismo y varios ataques contra miembros de comunidades
religiosas.[9]
Restricciones legales
Se han promulgado leyes similares en el nivel
estatal o provincial en Odisha (conocido anteriormente como Orissa) en 1967,
Madhya Pradesh (1968), Arunachal Pradesh (1978), Gujarat (2003) e Himachal
Pradesh (2006). Tituladas eufemísticamente “leyes de libertad de religión”, son
conocidas comúnmente como leyes contra la conversión:
- En 2002, la asamblea estatal de Tamil Nadu aprobó la Ley de Prohibición de Conversión Forzosa de Religión, que fue derogada en 2004, luego de la derrota de la coalición liderada por el BJP.
- En 2006, el gobierno liderado por el BJP en Rajasthan aprobó una ley de libertad de religión similar. Sin embargo, el acuerdo del Presidente de India sigue pendiente diez años luego de que la ley aprobada le fuera enviada.
- El BJP en Madhya Pradesh y Chhattisgarh buscó también, infructuosamente, endurecer las leyes existentes el mismo año.
Características básicas de las leyes
Estas leyes son muy similares en su contenido, y
afirman prohibir las conversiones por la fuerza, el fraude, los incentivos o la
inducción. Las leyes dicen que ninguna persona convertirá o intentará
convertir, ya sea de manera directa o de otra forma, a ninguna persona de una
fe religiosa a otra mediante el uso de la fuerza o por incentivos, o por
cualquier medio fraudulento, y ninguna persona incitará cualquier conversión de
este tipo.
Castigos
Las leyes tienen disposiciones penales y castigos,
que por lo general van de hasta un año de prisión y una multa de hasta 5.000
rupias indias a hasta tres años de prisión y una multa de hasta 25.000 rupias
indias. El castigo es más estricto si existe alguna evidencia de conversión por
la fuerza, fraude o incentivos entre mujeres, niños y dalits (previamente
“intocables”, según el sistema de castas de India) o grupos tribales. Si uno no
envía notificación o pide permiso al magistrado del distrito antes de hacer una
conversión o participar en una ceremonia de conversión se hace pasible también
de una multa bajo esas leyes.
Efecto de las leyes
Informes de las diferentes comunidades minoritarias
y agencias de derechos humanos revelan que estas leyes fomentan la hostilidad
hacia las comunidades religiosas minoritarias. En varios estados, se han hecho
acusaciones, bajo las leyes de libertad de religión, contra miembros de la
comunidad cristiana minoritaria. Ha habido, también, ataques frecuentes contra
la comunidad de parte de miembros de grupos hindúes de derecha, bajo el
pretexto de conversiones “forzosas”.[10]
Asia del Sur
A pesar del efecto de estas disposiciones, Nepal,
Bután y Myanmar han promulgado también leyes similares, y Nepal ha llegado a
incluirlas en la recientemente adoptada constitución. Una propuesta similar fue
introducida en Sri Lanka, pero fue derogada por la Corte Suprema en 2004.[11]
Nepal
El artículo 26 de la Constitución de Nepal, de 2015
(2072), protege la libertad de la religión, y dice: “(1) Toda persona será
libre para profesar, practicar y preservar su religión de acuerdo con su
creencia”.
Sin embargo, la sección 26(3) de la constitución
dice que “ninguna persona actuará o hará que otras personas actúen de una
manera que sea contraria a la salud, decencia y moralidad públicas, o se
comportará o actuará para hacer que otros alteren la situación de la ley y el
orden públicos, o convertirá a una persona de una religión a otra religión, o
perturbará la religión de otras personas. Un acto tal será punible por la ley”.
El Código General, en el capítulo 19, que trata la
Decencia/Etiqueta (“Adal”), dice, en el número 1.512:
“Nadie propagará ninguna religión de forma tal que
socave la religión de otra persona, ni hará que otra persona se convierta a su
propia religión. Si una persona intenta hacer un acto tal, será pasible de
prisión por un término de tres años, y si la persona ya ha causado la
conversión de la religión de otra persona, será pasible de encarcelamiento por
un término de seis años, y si dicha persona es extranjera, será deportada de
Nepal una vez cumplido el encarcelamiento”.
Bután
La Constitución de Bután dice, en el artículo 7:4:
“Un ciudadano de Bután tendrá derecho a la libertad de pensamiento, conciencia
y religión. Ninguna persona será obligada a pertenecer a otra creencia mediante
la coacción o incentivos”.
En cumplimiento de esta disposición, la legislatura
enmendó el Código Penal. La recién introducida sección 463 (A) dice: “Un
acusado será culpable de la ofensa de obligar a otros a pertenecer a otra
creencia si el acusado usa la coerción u otras formas de incentivos para causar
la conversión de una persona de una religión o creencia a otra”.
La sección 5 (g) de la Ley de Organizaciones
Religiosas de 2007 dice, también, que “ninguna organización religiosa obligará
a ninguna persona a pertenecer a otra creencia mediante la provisión de una
recompensa o incentivo para que una persona pertenezca a otra creencia”.
Myanmar
La traducción no oficial de la Organización de
Derechos Humanos de los Chin sobre la Ley de Conversión Religiosa dice:
“14. No se permitirá a nadie solicitar la
conversión a una nueva religión con la intención de insultar, degradar,
destruir o abusar de ninguna religión.
15. Nadie obligará a una persona a cambiar su
religión a través de una deuda contraída, incentivos, intimidación, influencia
indebida o presión”.
La ley exige también que la persona que desea
convertirse dé a las autoridades un indicio de su conversión, de modo que
puedan llevar a cabo una investigación al respecto. Los potenciales conversos
tendrían que tomar también clases especiales para entender los fundamentos de
la religión.[12]
Pakistán
Si bien Pakistán no tiene leyes contra la
conversión, las leyes relacionadas con la blasfemia tienen un efecto muy
similar sobre las personas que se convierten a religiones que no son el
islam.[13]
Conclusión
Un análisis detallado de estas leyes revela que,
lejos de promover o proteger la libertad religiosa, han servido para minar las
garantías de libertad religiosa bajo la constitución india, y la ley y los
pactos internacionales de los que India es un firmante.
Las leyes contra las conversiones, motivadas
principalmente por una ideología religiosa, no logran el propósito en sí para
el cual han sido promulgadas. Al contrario, proveen una oportunidad para que
fuerzas divisivas apunten contra los derechos protegidos por la constitución de
grupos minoritarios, y plantean una seria amenaza para la práctica y la
propagación libres de creencias religiosas.
Además, las leyes no dan cuenta de la participación
de los conversos, y los tratan, en cambio, como receptores pasivos de presiones
externas (y aparentemente no deseadas) de conversores “depredadores”. Tienden
a tratar a todas las conversiones religiosas como sospechosas, y pasibles de
investigación y acusación.
La introducción de disposiciones similares en los
demás sistemas legales surasiáticos es una tendencia perturbadora, y exige la
atención de la comunidad internacional, ya que contrastan directamente con los
derechos y las libertades garantizadas bajo la ley internacional.
Esta propagación descontrolada de leyes contra la
conversión afectará la protección y la seguridad de los cristianos del lugar,
dondequiera que ocurran, como ha sido el caso de India.
*Tehmina Arora es una abogada que sirve como
Asesora Senior de Asia del Sur para ADF International. Este artículo es una
versión revisada de su artículo que apareció en International Institute of
Religious Freedom Report (Volume 1, No: 2).
Notas al pie
[1] Datos
recopilados decowever, section 26(3) of the CC www.SpeakOutAgainstHate.Org.
[6] Consejo de
Derechos Humanos de la ONU, Report of the Special Rapporteur on Freedom
of Religion or Belief, Asma Jahangir : addendum : mission to India (Informe de
la Relatora Especial sobre Libertad de la Religión o de Creencias : apéndice :
misión a India), 26 de enero de 2009, A/HRC/10/8/Add.3, http://www.refworld.org/docid/498ae8032.html, consultado
el 12 de abril de 2016.
[10] En su informe
de 2011, la USCIRF, tomando nota de esta tendencia, señaló que: “El
hostigamiento y la violencia contra minorías religiosas parecen ser más
pronunciados en estados que han adoptado leyes de ‘libertad de religión’ o
están considerando leyes de este tipo”. El informe afirma, además: “Estas leyes
han producido pocos arrestos y no se habría producido ninguna condena”. Según
el Departamento de Estado de EE. UU., entre junio de 2009 y diciembre de 2010,
hubo aproximadamente 27 arrestos en Madhya Pradesh y Chhattisgarh, pero no
produjeron ninguna condena.
[12] https://www.mnnonline.org/news/anti-conversion-laws-in-burma-a-nail-in-religious-freedoms-coffin/
Fuente: Protestantedigital, 2016
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