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miércoles, 1 de junio de 2016

“NO PODEMOS ESTAR JUNTOS, PORQUE SOMOS DIFERENTES”: HAGAMOS UN MUNDO POSIBLE PARA TODOS


Recuerdo que en mi niñez jugábamos entre chicos y cuando una nena se acercaba a jugar con nosotros. Siempre alguien le decía vos no podes jugar con nosotros; pues es un juego de varones, no de niñas.
Por. Luis Eduardo Cantero, Argentina
Cuántas veces hemos escuchado esta frase “No podemos estar juntos porque somos diferentes”. Recuerdo que en mi niñez jugábamos entre chicos y cuando una nena se acercaba a jugar con nosotros. Siempre alguien le decía vos no podes jugar con nosotros; pues es un juego de varones, no de niñas.
A diferencia de la ilustración, es el chico que reclama su deseo de jugar con la nena, en nuestro caso era la niña que reclamaba su derecho a jugar.  A veces pienso en esas etapas de mi vida, creo que lo hacíamos porque así nos decían los adultos; ellos inculcaron esas barreras, esas exclusiones sociales, de género, que sé yo. 
Han pasado muchos años, pero la frase sigue estando allí, muchos la siguen usando en todos los estatus sociales, y mucho mas en los que profesamos una fe religiosa, en especial nuestras iglesias cristianas conservadoras; aunque a algunos teólogos no están de acuerdo conmigo, de llamarlo fundamentalismo conservador. Pues, ésta corriente por su doctrina legalista y excluyente se niega a pensar, a dialogar y a aceptar las diferentes formas de pensar, de vivir la fe cristiana, etc.
No comprenden, ni jamás comprenderán, que en la diferencias se construye la obra de Dios, gracias a esas diferencias se dio inicio la obra del Reino de Dios en la tierra.
El ejemplo lo tenemos en el grupo de los doce apóstoles que Jesús escogió; eran de diferentes contextos sociales; diferentes posiciones teológicas, políticas, culturales. Cada uno quería que Jesús cumpliera sus ideales, pero Jesús no los marginó, al contrario trabajó con ellos e hizo una comunidad inclusiva, que se expandió en una diversidad de seguidores, de diferentes clases sociales...Pero todos, todas, estaban bajo un mismo propósito no solo compartir su fe, sino hacer el bien a la gente.
El rico aportaba para ayudar a los necesitados; había un grupo que administraba los fondos, ni Jesús ni sus seguidores atesoraron dinero para si, ni hacían show, muchos menos hablaban estupideces, ni jugaban con la buena fe de sus seguidores. Solo en el caminar hacían milagros, no había jerarquía, todos y todas estaban en igualdad. Porque todos habían sido justificado por su fe.
A pesar, de no comprender el mensaje de Jesús que volvería por ellos, se dedicaron a expandir la obra; dejaron de preocuparse por sus propios ideales, incluso algunos dejaron de cumplir con sus deberes maritales; era tanta la preocupación por la venida  del Señor, que querían lograr llevar el mensaje a todos los rincones de la tierra...
Dicha preocupación se pasó a todo aquel que creía en Jesús. Pablo también hizo lo mismo, aunque él trabajaba con sus manos para no ser carga a la iglesia. Entendía, que si no estaba al 100% en la obra, era injusto cobrarle; si él no dedicaba el tiempo necesario a pastorear. Pues, sabía que su ministerio era con los de afuera, según la teología de su contexto: los gentiles, los extranjeros, las viudas, las mujeres, los huérfanos... 
Además, de ser un hombre como todos, podríamos decir: era un hombre que se preocupaba por los que no eran judíos, de la clase privilegiada, estaba con todos y con todas... Para él era importante ver una generación dispuesta al cambio... me pregunto ¿estamos dispuesto para ser generadores de cambio en nuestras comunidades, iglesias, etc.?

Hacer un mundo posible para todos  

El apóstol Pablo, trabajó siempre en equipo, rodeado de diferentes grupos sociales; por ende, no los obligaba a pensar como él, mucho menos excluirlos o hablar de ellos. Como acontece hoy en día en algunos pastores que se expresan mal de aquellos colegas que optaron por una pastoral abierta e inclusiva, que fracasaron en su matrimonio, etc. Solo ven en él una persona no grata, porque no cumplió, según su pensamiento doctrinario, a raja tabla el mandamiento inquebrantable del matrimonio para toda la vida.
O por la sencilla razón, porque piensa diferente, hace teología a favor de los excluidos de las iglesias. De los que sufren por las injusticias sociales... Pues, no está de acuerdo con los que creen que la pobreza de América Latina es producto de haber abrazado la fe católica romana. Ni que, por ellos estamos como estamos.
Lo triste es que estos “teólogos y teólogas”, solo repiten como loro lo que aprendieron en su seminario fundamentalista, que los adoctrinó así: les enseñaron que el catolicismo fue una maldición para nuestras tierras. Pero, si leemos las cosas entre líneas, acompañados por las ciencias sociales, deberíamos sentirnos orgullosos por no haber llegado primero el protestantismo; porque ésta corriente ha sido la impulsora de una teología de progresismo,  prosperidad, que solo una sociedad se enriquece a costilla de la implementación de una ideología capitalista, que contrata manos de obra barata, que ha impulsado una teología colonial...etc.
Esta teología sigue siendo impactante en nuestras tierras latinoamericanas, es por eso que hoy si un evangélico se une a un movimiento social, que lucha por los que no tienen tierra; por los que no tienen acceso a la educación; por los que se unen a políticas y gobiernos que ha tratado de repartir la riqueza entre los que no tienen, eso no es, según los fundamentalistas conservadores evangélicos, ser fiel seguidor de Dios, porque así lo enseña la Biblia”.
Este camino de dualidad fue abonado por las enseñanzas impuestas por los Misioneros al llegar a nuestras tierras, sembrando el conformismo ideológico de que solo por fe, resignado a las cuatro paredes de la iglesia, trabajando de sol a sol y dando los diezmos, el creyente podrá salir de la escala de la pobreza, para convertirse en un nuevo rico...
Esta ideología fue la que predominó en la época del desarrollismo (1945 hacia adelante). Se creía que esa era una forma para erradicar la pobreza, pero lo que no sabíamos es que estos misioneros vinieron sostenidos por los aportes de gentes con extraños intereses que dañan incluso a la gente de sus propios países. El estatus social alcanzado en nuestras tierras tuvo un poder de seducción notorio. Con sus reportes misioneros, aportaron datos que fueron usados por quienes tenían ocultos intereses.
En medio de la necesidad, algunos pastores nacionales colaboraban aceptando las dádivas que les permitían tener algo…  Esta compleja trama, transformó a muchos pastores nacionales en fervientes defensores de “la única verdad”, la cual fue vigilada y protegida por los Misioneros. Los Seminarios estuvieron a la vanguardia de esta tarea, siendo fiel copia de las instituciones foráneas, descartando permanentemente toda identidad nacional.
La confrontación entre la visión teológica nacional y contextual con la enseñanza internacional, generó dolores. Algunos fueron excomulgados por pensar distinto, permaneciendo en sus posturas, resistiendo con mucho esfuerzo desde Seminarios locales. Otros volvieron a las fuentes de enseñanzas que cuentan con recursos económicos que les aseguran un seguro respaldo.
Entretanto perdure esa dependencia, la enseñanza tendrá que sortear barreras para ser: libre, integral, académica, etc., que genere creyentes libres; con pensamientos propios. La literatura tendrá un único cuño y la obediencia será sinónimo de sometimiento, bajo apercibimiento de maldición. Status Quo que impide toda diferencia que enriquece.
Es hora de orar y dejar fluir una teología que de respuesta a nuestra gente, a aquellos que trabajan de sol a sol y con esfuerzo logran que sus hijos estudien. Como pastoral vivir junto a nuestro pueblo luchando para su crecimiento en libertad y amor.

*LUIS EDUARDO CANTERO, PhD. Es pastor bautista, Teólogo, Doctor en Filosofía y docente universitario. Es fundador y director del Seminario Teológico ISETI de Bs. As. Argentina

Fuente: Publicado en la Revista INTERACCIÓN No. 58 - Sección INTERVISIONES

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