En 1928 José Carlos Mariátegui escribió que el ciclo de crecimiento del protestantismo en Latinoamérica estaba agotado, porque la fe protestante “no consigue penetrar en América Latina por obra de su poder espiritual, sino de sus servicios sociales”. Se equivocaba. Un 20% de la población de Latinoamérica pertenece a la “religión protestante”.
En poco menos de dos siglos el protestantismo latinoamericano ha aglutinado a millones de integrantes. Ha pasado de una creencia advenediza y vista como extranjerizante a convertirse en una expresión bien consolidada, autóctona y específica, de las múltiples formas del ser latinoamericano ahora que la presencia de la fe evangélica en Latinoamérica está cerca de cumplir dos centurias en nuestras tierras.Aunque es necesario hacer una precisión acerca de la modalidad protestante que fue desarrollándose en este continente. La mayoría de los evangélicos en América Latina pertenecen a una corriente dentro de las grandes confesiones protestantes, que está asociada con la tradición de las ‘iglesias libres’. Las iglesias libres son comunidades autónomas e independientes del Estado, es decir, no son grupos de iglesias establecidas.
UN POCO DE HISTORIA PROTESTANTE EN LATINOAMÉRICA
La mayoría de las instituciones eclesiásticas protestantes provinieron de Europa, se organizaron o emergieron en gran parte (pero no exclusivamente) Estados Unidos, y llegaron a América Latina a través de la obra misionera.Es en la segunda mitad del siglo XIX cuando se consolidan pequeños núcleos protestantes en distintos países de América Latina. Se reproducen con muchas dificultades; sin embargo, conforman, sobre todo en las capitales de las naciones más grandes, agrupaciones que transmiten un fuerte sentido de identidad minoritaria en un contexto que les negaba participación alguna en la construcción de la sociedad.El crecimiento ha sido imparable. En 1900 existían cerca de 50 mil protestantes en toda Latinoamérica; un millón en 1930, 5 millones 20 años después, 10 millones en 1960, 20 millones en 1970, 50 millones una década más tarde. Se calculaba que en el año 2000 los protestantes/evangélicos rondaban los 100 millones.Hoy, cerca de finalizar la primera década del siglo XXI, Latinoamérica y el Caribe se aproximan a los 600 millones de pobladores, 20 por ciento de los cuales serían evangélicos.
GRAN PESO ESPECÍFICO DE IGLESIAS PENTECOSTALES
Por otro lado los pentecostales en América Latina han pasado de ser considerados ajenos, y hasta contrarios, a la familia protestante para transformarse en la principal vertiente de la misma.Entre 60 y 75 por ciento de los protestantes latinoamericanos son pentecostales. Esa realidad ha sido puesta en una nueva perspectiva por el estudioso del pentecostalismo Donald W. Dayton, al considerar que: “Los evangélicos deben considerarse como un subgrupo de los pentecostales, en vez de a la inversa”.Sólo cabe subrayar que, coincidiendo con los cuatro principios clásicos del protestantismo, los evangélicos los presentan y adicionan con los siguientes componentes:
1) Un enfoque, tanto devocional como teológico, en la persona de Jesucristo, especialmente en el significado salvífico de su muerte en la cruz.
2) La identificación de la Biblia como la autoridad final en materia de espiritualidad, doctrina y ética.
3) Un énfasis en la conversión o un “nuevo nacimiento” como experiencia religiosa que produce cambio en la vida.
4) Una preocupación por compartir la fe con otros, especialmente a través de la evangelización.
Fuente: entreCristianos. Redacción: ACPress.net
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