¿Realmente está prestando atención?
Muchas personas dejan pasar oportunidades valiosas sencillamente porque no prestan atención a lo que se les dijo. Hace más de dos mil años, hubo señales sobre la mejor noticia del mundo, algunos las reconocieron y otros no.
Muchas personas dejan pasar oportunidades valiosas sencillamente porque no prestan atención a lo que se les dijo. Hace más de dos mil años, hubo señales sobre la mejor noticia del mundo, algunos las reconocieron y otros no.
¿Alguna vez perdió una gran oportunidad porque no prestó atención a lo que le decían?
Marcos gozaba de un salario adecuado, su trabajo era gratificante, vivía en una casa cómoda y tenía muchos amigos cercanos, pero un día si no hubiera prestado atención, quizá hubiera pasado por alto una muy buena noticia. Su jefe le ofreció un ascenso pero debía mudarse a otro estado. Al principio se resistió pero, con el tiempo, decidió escuchar la oferta y trasladarse.
Las responsabilidades laborales de Marcos aumentaron, su creciente reputación abrió otras puertas y empezó a tener mayor participación en las decisiones clave, además, conoció y se casó con Gabriela. Veinticinco años después, Marcos se alegra de haber prestado atención a la noticia que le compartió su jefe.
En una convención de negocios, Patricia escuchó un breve anuncio de un programa de estudios avanzados, pero por pensar en algunas preocupaciones del momento, no le dio mayor importancia. Al día siguiente, repitieron el anuncio y Patricia escuchó algo que no había notado en el primero. El programa iba a ser impartido por una de las universidades más prestigiosas del mundo. La compañía donde Patricia laboraba animaba a sus gerentes a participar en este tipo de programas, y no solo les ofrecían tiempo para estudiar sino también pagar los estudios. Patricia investigó un poco más, se matriculó y su carrera profesional dio un gran salto. «Y pensar que casi pierdo esta oportunidad por estar distraída. Eso hubiera sido una gran tragedia,» afirma Patricia.
Es probable que usted también haya escuchado alguna noticia que, al principio, parecía insignificante pero más adelante se convirtió en una oportunidad crucial. Las buenas noticias no siempre se anuncian con bombos y platillos y por eso usted podría pasarlas por alto si no capta su importancia desde el principio.
Aproximadamente hace dos mil años, hubo algunas pistas sobre una noticia de vital importancia que muchas personas pasaron por alto. Un bebé que nacía en el Medio Oriente fue aclamado por unos cuantos como el futuro rey que rescataría a su pueblo. «Buenas nuevas de gran gozo para todo el pueblo,» dijo el ángel cuando anunciaba el nacimiento de Jesús (Lucas 2.10).
La verdad es que muy pocos contemporáneos reconocieron la importancia de este nacimiento. Más tarde, sus propios seguidores mostraron numerosas evidencias sobre la identidad de este hombre y sobre todas las profecías que se habían escrito sobre su nacimiento muchos años de que ocurriera. Quizá usted no comparta la fe de estos primeros creyentes pero tal vez encuentre interesante conocer algunas de estas profecías. A continuación le comparto algunas de ellas:
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Marcos gozaba de un salario adecuado, su trabajo era gratificante, vivía en una casa cómoda y tenía muchos amigos cercanos, pero un día si no hubiera prestado atención, quizá hubiera pasado por alto una muy buena noticia. Su jefe le ofreció un ascenso pero debía mudarse a otro estado. Al principio se resistió pero, con el tiempo, decidió escuchar la oferta y trasladarse.
Las responsabilidades laborales de Marcos aumentaron, su creciente reputación abrió otras puertas y empezó a tener mayor participación en las decisiones clave, además, conoció y se casó con Gabriela. Veinticinco años después, Marcos se alegra de haber prestado atención a la noticia que le compartió su jefe.
En una convención de negocios, Patricia escuchó un breve anuncio de un programa de estudios avanzados, pero por pensar en algunas preocupaciones del momento, no le dio mayor importancia. Al día siguiente, repitieron el anuncio y Patricia escuchó algo que no había notado en el primero. El programa iba a ser impartido por una de las universidades más prestigiosas del mundo. La compañía donde Patricia laboraba animaba a sus gerentes a participar en este tipo de programas, y no solo les ofrecían tiempo para estudiar sino también pagar los estudios. Patricia investigó un poco más, se matriculó y su carrera profesional dio un gran salto. «Y pensar que casi pierdo esta oportunidad por estar distraída. Eso hubiera sido una gran tragedia,» afirma Patricia.
Es probable que usted también haya escuchado alguna noticia que, al principio, parecía insignificante pero más adelante se convirtió en una oportunidad crucial. Las buenas noticias no siempre se anuncian con bombos y platillos y por eso usted podría pasarlas por alto si no capta su importancia desde el principio.
Aproximadamente hace dos mil años, hubo algunas pistas sobre una noticia de vital importancia que muchas personas pasaron por alto. Un bebé que nacía en el Medio Oriente fue aclamado por unos cuantos como el futuro rey que rescataría a su pueblo. «Buenas nuevas de gran gozo para todo el pueblo,» dijo el ángel cuando anunciaba el nacimiento de Jesús (Lucas 2.10).
La verdad es que muy pocos contemporáneos reconocieron la importancia de este nacimiento. Más tarde, sus propios seguidores mostraron numerosas evidencias sobre la identidad de este hombre y sobre todas las profecías que se habían escrito sobre su nacimiento muchos años de que ocurriera. Quizá usted no comparta la fe de estos primeros creyentes pero tal vez encuentre interesante conocer algunas de estas profecías. A continuación le comparto algunas de ellas:
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