Por. Juan Stam, Costa Rica.
“Lo que en verdad soy corresponde a la gracia de
Dios" (José Míguez Bonino)
Dos movimientos más recientes han enriquecido
nuestro debate teológico. La teología de la liberación, en cuanto teología
autóctona latinoamericana, ha sido en gran medida compatible con la teología
evangélica radical.
Muchos de ellos han hecho valiosos aportes
bíblicos, pero otros han incorporado elementos de la teología liberal europea y
norteamericana.
Por otra parte, en recientes décadas la
Fraternidad Teológica Latinoamericana ha logrado, y está logrando, renovar
el protestantismo latinoamericano con una dinámica nunca antes vista.
Los cinco "Clade" (Congreso
latinoamericano de evangelización) y las publicaciones y diversos ministerios
del Centro Kairós (como por ejemplo el CETI) desde Buenos Aires, nos han
vigorizado y nos han hecho madurar.
Es un ejemplo inspirador de lo que se puede lograr,
desde la Palabra de Dios, dentro de la gran comunidad evangélico-pentecostal.
José Miguez Bonino, con palabras
profundamente conmovedoras, se describió como evangélico y fue miembro de la
Fraternidad Teológica Latinoamericana. "Pero si se trata de definirme en
mi fuero interior, lo que me sale de adentro es que soy evangélico. En ese
suelo parecen haberse ido hundiendo a lo largo de más de setenta años las
raíces de mi vida religiosa y de mi militancia eclesiástica. De esa fuente
parecen haber brotado las alegrías y los conflictos, las satisfacciones y las
frustraciones que se han ido tejiendo a lo largo del tiempo. Allí brotaron las
amistades más profundas y allí se gestaron distanciamientos dolorosos... Si en
verdad soy evangélico o no, tampoco me corresponde a mí decirlo. Ni me preocupa
que otros lo afirmen o nieguen. Lo que en verdad soy corresponde a la gracia de
Dios" (Rostros del protestantismo latinoamericano, BsAs/Grand Rapids 1995,
pp. 5-6).
CONCLUSIÓN
Los apelativos "fundamentalista".
"evangélico" y "liberal" deben entenderse estrictamente
desde su origen histórico.
Cada tendencia tiene sus raíces en los siglos
XVI-XIX.
El fundamentalismo es una reencarnación de
la ortodoxia protestante escolástica del siglo XVII, mientras la teología evangélica
tiene sus orígenes e inspiración en la Reforma evangélica del siglo XVI, a la
cual busca ser fiel en nuestro moderno contexto tan distinto.
La teología liberal, por su parte, surge del
intento de Schleiermacher de responder al moderno escepticismo racionalista en
sus propios términos.
Fuente: Protestantedigital, 2016.
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