Por: María Cecilia Valecillos
Entre los libros mas recientes que me recomienda mi librero, esta God is Back, escrito por el editor en jefe del Economist, John Micklethwait y un colega Adrian Wooldridge. Según el resumen del librero, los panas del Economist dicen que el hombre es un ser teotrópico (llamase teotropismo la tendencia del hombre hacia lo divino) y que la religión es parte de la búsqueda del ser humano por pertenecer a una comunidad en este mundo tan atomizado.
Es raro ¿o no? que gente tan fácilmente identificable en la acera de allá como son los chicos del Economist, coincidan en este tema con gente tan insistentemente autoproclamadas de la acera de acá como son los seguidores de un Cristo "indispensable para llevar el mensaje del socialismo" ... ambos autobuses llevan a una misma parada: la religión como cualidad intrínseca, como necesidad, como elemento inseparable del hombre y la mujer.
Los chicos de la derecha te llaman entonces a reencontrarte en las iglesias, a incorporarte a tu comunidad religiosa más cercana y afín, para, entre otras cosas, hacerte fuerte y poder combatir a ese enemigo de la democracia y los valores de libertad y justicia: el secularismo. Por otro lado (pero despacito, papi) los chicos que se dicen de izquierda, pero que en realidad son de la teología de la liberación (el papá de los oximorones porque no hay liberación posible dentro de la teología), te llaman a reencontrarte en Cristo y a incorporarte a la comunidad cristiana mas cercana y afín, para, entre otras cosas, hacerte fuerte y poder combatir a ese enemigo de la democracia y de los valores de libertad y justicia: ¿qué comes que adivinas? el secularismo.
Cuestión entonces de escoger entre el pan blanco, el de harina refinada o el pan de trigo integral. O entre la carne roja o el pescado. O entre Safari y Firefox. O entre el vino blanco o el rojo. Cuestión de conveniencia, gusto y estilo de vida... pero ninguna diferencia en lo fundamental.
Peor aún, la teología de la liberación, es como la coca-cola Zero, peor que la coca-cola original... la teología de la liberación pretende volver (¿o fortalecer?) la teo-politica, la mezcla de religión y política, para la unión incestuosa y repugnante de la iglesia y el estado. Esa es la gran mentira, la gran estafa, el gran engaño de la teología de la liberación.
mcvale1@gmail.com
Entre los libros mas recientes que me recomienda mi librero, esta God is Back, escrito por el editor en jefe del Economist, John Micklethwait y un colega Adrian Wooldridge. Según el resumen del librero, los panas del Economist dicen que el hombre es un ser teotrópico (llamase teotropismo la tendencia del hombre hacia lo divino) y que la religión es parte de la búsqueda del ser humano por pertenecer a una comunidad en este mundo tan atomizado.
Es raro ¿o no? que gente tan fácilmente identificable en la acera de allá como son los chicos del Economist, coincidan en este tema con gente tan insistentemente autoproclamadas de la acera de acá como son los seguidores de un Cristo "indispensable para llevar el mensaje del socialismo" ... ambos autobuses llevan a una misma parada: la religión como cualidad intrínseca, como necesidad, como elemento inseparable del hombre y la mujer.
Los chicos de la derecha te llaman entonces a reencontrarte en las iglesias, a incorporarte a tu comunidad religiosa más cercana y afín, para, entre otras cosas, hacerte fuerte y poder combatir a ese enemigo de la democracia y los valores de libertad y justicia: el secularismo. Por otro lado (pero despacito, papi) los chicos que se dicen de izquierda, pero que en realidad son de la teología de la liberación (el papá de los oximorones porque no hay liberación posible dentro de la teología), te llaman a reencontrarte en Cristo y a incorporarte a la comunidad cristiana mas cercana y afín, para, entre otras cosas, hacerte fuerte y poder combatir a ese enemigo de la democracia y de los valores de libertad y justicia: ¿qué comes que adivinas? el secularismo.
Cuestión entonces de escoger entre el pan blanco, el de harina refinada o el pan de trigo integral. O entre la carne roja o el pescado. O entre Safari y Firefox. O entre el vino blanco o el rojo. Cuestión de conveniencia, gusto y estilo de vida... pero ninguna diferencia en lo fundamental.
Peor aún, la teología de la liberación, es como la coca-cola Zero, peor que la coca-cola original... la teología de la liberación pretende volver (¿o fortalecer?) la teo-politica, la mezcla de religión y política, para la unión incestuosa y repugnante de la iglesia y el estado. Esa es la gran mentira, la gran estafa, el gran engaño de la teología de la liberación.
mcvale1@gmail.com
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(1) María Cecilia Valecillos, “La Teología de la Liberación: ¡tremenda mentira!” [Consulta: 26/05/09]: http://www.aporrea.org/actualidad/a78460.html
Nota: Según María Cecilia la TL es un tremenda mentira, que piensa usted, deje su comentario en este blog. Un abrazo, Luis Edo Cantero
1 comentario:
me parece válida la opinión de esta señora María Cecilia Valecillos, a quién (ignorante de mi) desconozco por completo. estas pocas líneas parecen apresuradas en sus conclusiones, aunque tampoco pretenden analizar profundamente el tema que proponen. pero la teología de la liberación (apruebe yo, o no, sus postulados) no pretende hallar en la teología liberación alguna, como el filósofo no pretende en la filosofía hallar la sabiduría. de todas maneras el hecho de que dos sectores diferentes identifiquen un enemigo común no equipara sus propuestas, aquí encuentro el punto criticable del comentario. luther king no es malcom X. casi que lo único que tienen en común es la identificación de la misma causa principal para los males de aquellos a quienes representan. tal vez el ejemplo no sea el mejor, pero creo que sirve a estos propósitos.
saludos
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