Por Helis Barraza Díaz- Colombia.
«Se
hablará mucho de revolución en 2017» anunciaba Daniel Franklin, director del
anuario de prospectiva del Economist, a mediados de noviembre. «No solo
por el centenario de la toma del poder por los bolcheviques en Rusia. Se
cumplen también ciento cincuenta años de la publicación del primer volumen
de El Capital, de Karl Marx, y cincuenta de la muerte del Che Guevara…
También es el 500 aniversario de las noventa y cinco tesis de Martin Lutero que
condujeron a la reforma protestante». 1 The World in 2017. The Economist,
p. 11.
No
será difícil descubrir similitudes entre las condiciones que dieron lugar a
aquellos cambios históricos y los vientos de rebelión y de ruptura de hoy.
«Me
considero un optimista, pero 2017 es el año de mayor riesgo político desde la
Segunda Guerra Mundial» (I like to think I’m an optimistic guy, but 2017 is
the most signi cant year for political risk since World War II), escribía
en un tuit el 30 de enero Ian Bremmer, de Eurasia Group.
Las
fuentes o causas de este riesgo tan elevado son, en su opinión, la elección de
Trump, la posible reacción de China a sus excesos y/o provocaciones, el
debilitamiento previsible de Merkel, la ralentización de las reformas
estructurales necesarias, tanto en las economías desarrolladas como en las
emergentes, la fragmentación y crisis en el Oriente Medio por la guerra, el
terrorismo y las consecuencias de la revolución tecnológica (energía,
conectividad, cibernética, automatización y demanda creciente de trasparencia),
las presiones políticas sobre los bancos centrales, la confrontación entre la
Casa Blanca y Silicon Valley, la incertidumbre política y volatilidad económica
en Turquía, todos los riesgos asociados con un régimen nuclearizado como el de
Corea del Norte frente a unos Estados Unidos imprevisibles y una Corea del Sur
en plena crisis política, y la desestabilización del sur de África por los
enfrentamientos internos en Sudáfrica.
Podemos
afirmar, que los cambios intelectuales, sociales y espirituales que se estaban
gestando en el siglo XIV y XV definieron, por así decirlo el contexto a través
del cual el desarrollo de la Reforma del siglo XVI sería abordado y enfocado.
Fue un período más que de desintegración, de extraordinario desarrollo que puso
en escena la Reforma misma.
Los
siglos XIV y XV fueron tiempos agitados de transiciones importantes en Europa
occidental. Fue la época de la Muerte Negra, la guerra de los Cien Años, y el
gran Cisma de Occidente donde en cierto momento tres papas rivales competían
por gobernar la cristiandad.
El fervor
religioso pareció superar cada vez más el aparato central de la iglesia. Europa
era todavía la cristiandad. Dentro de sus fronteras, casi toda la vida
estaba determinada por la religión. Ello se debía a que para la mayoría de
hombres y mujeres el único registrador y autentificador de los grandes momentos
de su existencia: el matrimonio, el nacimiento, el bautismo de sus hijos y
hasta el evento de la muerte era la iglesia misma.
La
enseñanza, la caridad, la administración, la justicia y enormes segmentos de la
vida económica se inscribían en el ámbito y regulación de la religión. Fuera de
la iglesia, la comunidad de todos los creyentes, solo estaba el paganismo. El
diablo, concebido en aquel tiempo de una forma sumamente material, acechaba a
quienes se desviaban del camino de la gracia. La flaqueza humana no podía poner
en peligro la concepción religiosa de la vida. Nos encontramos ante una
civilización profundamente religiosa. J.M.Roberts. Historia antigua
desde las primeras civilizaciones hasta el renacimiento (Barcelona 2005)
La
Reforma se da en medio de dos grandes épocas de la humanidad la Edad Media, la
cual estaba prácticamente extinguiéndose y aquella que comenzaba a amanecer La
Edad Moderna.
El
renacimiento complicaría las cosas, un nuevo ambiente cultural de libertad,
educación y arte, estaba inundando las sociedades exclusivas de Europa.
En
ese contexto las 95 tesis de Lutero sacudieron los cimientos de la política y
el poder en toda Europa y continúan afectando nuestras vidas en la actualidad,
desde el lenguaje, el arte y la música hasta nuestro concepto de libertad.
La
principal atracción la iglesia del castillo en la ciudad alemana de Wittenberg
son las puertas donde Martin Lutero se dice que ha clavado sus 95 tesis, hace
500 años, el 31 de octubre de 1517. El documento disputaba la venta de
“indulgencias” de la iglesia, certificados que prometían la salvación en la
otra vida, cuestionando creencias y prácticas de siglos de antigüedad.
Sin
embargo, las puertas que ocupan hoy el Portal Norte no son las de madera
originales de la época de Lutero, que fueron destruidas por un incendio en 1760
durante la Guerra de los Siete Años. En su lugar, soportan sólidas puertas de
bronce, en relieve con las palabras latinas de las 95 Tesis de Lutero. Las palabras
son sólidas, fijas en el lugar, incuestionables. Pero como el propio Lutero
reconoció, las palabras tienen la capacidad de moverse. Justo cuando se
conmovió al leer la Biblia para cuestionar el orden establecido, sus palabras a
su vez salieron de esta pequeña ciudad, creando una nueva autoconciencia
religiosa que dividió a la iglesia y sacudió Europa, extendiéndose en el mundo.
Lutero
no fue la única figura de la Reforma; fue parte de una conversación en curso,
una que continúa hasta el día de hoy.
Estuve
en Alemania como delegado de la Iglesia Presbiteriana de Colombia a la 26
Asamblea General de la WCRC: del 29 de junio al 7 de julio de 2017, en Leipzig,
Alemania
El
lema de dicha Asamblea Dios de vida, renueva y transfórmanos—centró
la Asamblea alrededor del Dios de vida y desafío a los participantes a
renovarse ellos mismos y a la Iglesia para que el mundo pueda ser transformado.
En la
Asamblea de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas tuvimos la oportunidad
de visitar a Wittemberg, y mientras caminaba por Wittenberg, me pregunté cómo
un lugar tan pequeño podría haber tenido un impacto tan tremendo.
¿Cómo
desde ese lugar se había gestado un movimiento que cambiaría la historia? fue
en parte por el tamaño de Wittenberg que las ideas de Lutero pudieron florecer.
La gran concentración de grandes mentes en esta pequeña ciudad universitaria
significó que las personas con frecuencia chocaban entre sí e intercambiaban
ideas.
Lutero
pudo utilizar las nuevas herramientas de medios de su tiempo, como la imprenta,
para difundir sus ideas más allá de Wittenberg. John T McQuillen, curador
adjunto de libros impresos y encuadernaciones en Morgan Library & Museum de
Nueva York, explicó que “Lutero escribió sus ideas en textos breves y concisos,
panfletos de ocho o 16 páginas, que podrían imprimirse rápidamente y
distribuirse fácilmente. Sin la imprenta, la Reforma nunca hubiera sido el
evento histórico que fue “.
A
Lutero se le podría atribuir la creación de la primera revolución de los
medios. Lutero se dio cuenta rápidamente de cómo usar el lenguaje, la música y
las imágenes para difundir sus mensajes. Él publicó cada vez más sus escritos
en alemán (en lugar de en latín), a menudo con imágenes, y sus himnos pegadizos
y vernáculos ayudaron a la Reforma. Sus contribuciones musicales incluso lo
llevaron a ser llamado el padre de la canción de protesta.
No
solo su uso del lenguaje cotidiano ayudó a difundir sus ideas, sino que su uso
en asuntos religiosos fue esencial para la idea revolucionaria de Lutero de que
la salvación podía alcanzarse solo mediante la fe personal. Por lo tanto, él
quería que todos pudieran leer la Biblia ellos mismos. En 1534, Lutero publicó
su traducción del libro sagrado, usando un lenguaje vívido y simple que sería
comprensible para todos. Para hacer esto, tuvo que unir los diferentes
dialectos alemanes para crear un alemán estandarizado, esencialmente formando
el idioma alemán tal como lo conocemos hoy.
Este
nuevo énfasis en la lengua vernácula también afectó el desarrollo de otros
idiomas. Los misioneros protestantes de Europa y América del Norte que fueron a
África en la segunda mitad del siglo XIX creyeron, como Lutero, que la Biblia
debería traducirse a las lenguas vernáculas. “Esto, por supuesto, incluía hacer
que el lenguaje fuera adecuado, es decir, inventar sistemas de escritura donde
no existía ninguno y encontrar términos que consideraban adecuados para Dios,
el diablo, el pecado, la salvación, etc.”, Dr. Jörg Haustein, conferenciantes
de Religiones en África en SOAS, University de Londres.
El
objetivo de Lutero era unir a todos bajo una sola iglesia reformada, pero sus
ideas tenían implicaciones que iban más allá de lo que él quería o podía haber
imaginado.
“Lutero
unificó el idioma alemán, pero sus ideas religiosas también crearon divisiones
que todavía se sienten dolorosamente hoy. La guerra de las palabras fue seguida
por la guerra religiosa “, dijo el Dr. Alexander Weber del departamento de
Culturas e Idiomas en el Birkbeck College en Londres, refiriéndose a los
conflictos inducidos por la religión que se libraron en Europa entre 1524 y
1648. En lugar de una sola iglesia, ahora había reclamos de reforma en
competencia. Las alianzas políticas a menudo se formaron sobre la base de la
unidad confesional, y las minorías fueron perseguidas por todas las
confesiones. Esto dio lugar a olas de migración, como los protestantes
franceses que huyeron a Inglaterra, Escocia, Dinamarca y Suecia, así como en el
extranjero, o los puritanos ingleses que abordaron a América del Norte.
El
efecto de Lutero ha sido tan amplio que se ha filtrado a la cultura
contemporánea. Por ejemplo, la convicción de Lutero y su celo por difundir sus
palabras para convencer a otros es un precursor del evangelismo hoy, ya sea
teleevangelización o programas de radio como The Lutheran Hour, el programa de
radio de alcance cristiano más antiguo del mundo que comenzó a transmitirse en
1930 y tiene más de un millón de oyentes. En 1966, Martin Luther King se hizo
eco del acto realizado en Wittenberg por el hombre al que le dieron su nombre
cuando publicó una lista de demandas en la puerta del Ayuntamiento de Chicago.
Incluso
se pueden trazar paralelismos entre Lutero y el denunciante estadounidense
Edward Snowden, quienes establecieron sus propias conciencias por encima de
todo y desafiaron a los superpoderes de su época utilizando los últimos medios
de comunicación para denunciar los abusos de poder.
Las
palabras e ideas que se originaron en Wittenberg se extendieron al mundo, Lo
que comenzó en Wittenberg se ha visto para influir en las ideas del liberalismo
moderno, el capitalismo, la democracia, el individualismo, el subjetivismo, el
secularismo y más.
“Cuando
el origen del sentido y la autoridad se trasladaron del cielo a los
sentimientos humanos, la naturaleza de todo el cosmos cambió. El universo
exterior, que hasta entonces había estado lleno de dioses, musas, hadas y
espíritus malignos, se convirtió en un espacio vacío. El mundo interior, que
hasta entonces había sido un enclave insignificante de pasiones vulgares, se
hizo desmesuradamente profundo y rico. Ángeles y demonios dejaron de ser
entidades reales que deambulaban por los bosques y desiertos del mundo para
transformarse en fuerzas interiores de nuestra propia psique.
El
cielo y el infierno dejaron también de ser lugares reales situados en algún
lugar por encima de las nubes y por debajo de los volcanes, respectivamente, y
pasaron a interpretarse como estados mentales internos. Experimentamos el
infierno cada vez que encendemos los fuegos de la ira y el odio en nuestro corazón,
y gozamos de la dicha celestial cada vez que perdonamos a nuestros enemigos,
nos arrepentimos de nuestras fechorías y compartimos nuestra riqueza con los
pobres”. Yuval Noah Harari. Homo Deus.
Podemos
decir que la esencia del protestantismo no es tanto una doctrina cuanto una
nueva manera de ser en el mundo, una nueva concepción de lo que significa ser
iglesia, lo que tiene implicaciones revolucionarias para todas las
instituciones de la sociedad civil.
Los
reformados lo expresaron con una frase en latín, Ecclesia Reformata
Semper Reformanda.Lo que denota que la Reforma es una tarea
inconclusa Semper Reformanda, es ser capaz de enfrentar los
desafíos de nuestro tiempo y dar respuesta a ellos desde la fe.
Hoy al
igual que en los tiempos de Lutero vivimos un panorama que aparece como
desesperanzador, en medio del cual desarrollamos nuestra tarea de la educación
teológica.
Nos
preguntamos ¿puede una educación teológica Reformada ser pertinente para este
contexto? Sí, en la medida en que se atreva a responder de una manera creativa
al reto presentado por las nuevas situaciones históricas, en la medida en que
no se aferra a un pasado para responder a las demandas que surgen del futuro.
Richard
Shaull nos dice que cuando los protestantes viven su herencia de fe,
inevitablemente se convierten en agentes de transformación de la
sociedad. Richard Shaull, La Reforma y la Teología de la liberación,
(SanJose,CR: DEI 1993).
Podríamos
concluir enunciando algunos de los desafíos y compromisos que surgen de nuestro
intento de ser relevantes a partir de nuestra identidad reformada:
- Formar ¨Profetas¨ hombres y mujeres
que asuman el principio protestante y lo apliquen a la sociedad.
- Reforzar la tarea ecuménica con la
inclusión de los nuevos sujetos históricos, es decir un nuevo lugar desde
el cual elaborar nuestra teología.
- Una Relectura bíblica que
haga pertinente el mensaje del Evangelio.
- Presentar alternativas al
monopolio del conocimiento que posee el norte blanco, rico, protestante y
anglosajón, significa la tarea de compartir recursos y talentos.
- Nuestros estudiantes se involucren
más en la construcción de comunidades solidarias que permitan sanar
las heridas del pueblo y ser alternativa ética frente a un mundo
globalizado, injusto y pecaminoso.
«Dar
respuesta a los fundados temores de la ciudadanía es tal vez el reto más
importante al que se enfrentan los países occidentales. La deriva nacionalista,
proteccionista, xenófoba y autoritaria de los nuevos planteamientos de muchos
de los partidos antiestablishment debería ser combatida
atendiendo a las causas que las originan. Mirar para otro lado esperando que
capeara el temporal, como se ha venido haciendo en los últimos años, es una
receta para el fracaso. Desarrollar mejores políticas de integración de los
emigrantes y refugiados es clave en este sentido.
También
es necesario redistribuir mejor los enormes niveles de riqueza que genera la
globalización subrayar las ventajas de la diversidad y preparar a la ciudadanía
para el cambio tecnológico dándole los medios necesarios para adaptarse.
No
se trata tanto de proteger de los efectos de la globalización como de empoderar
a los ciudadanos para que puedan aprovecharla lo máximo posible.
Finalmente,
también hay que explicar mejor los límites a los que se enfrenta el estado del
bienestar y qué reformas necesita para poder ser sostenible y abrir nuevos
espacios y canales públicos para que la ciudadanía pueda sentirse más y mejor
representada» OTERO, Miguel, y STEINBERG, Federico, «Causas del rechazo a la
globalización: más allá de la desigualdad y la xenofobia». ARI 81/2016
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El autor es Rector general en Corporación
Universitaria Reformada de Barranquilla, Colombia.
Ponencia dada en UCEL- Rosario, Argentina, el 30 de
octubre de 2017.
Fuente:
ALCNOTICIAS, 2017.
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