Las promesas de Obama de aliviar el embargo comercial que Estados Unidos aplica contra Cuba y su disposición a dialogar con el Gobierno caribeño mantienen esperanzados a muchos cubanos.
La Habana. La promesa de cambio del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, atravesó el Estrecho de Florida y llegó hasta Cuba, donde muchos esperan que su victoria sobre el republicano John McCain mejore las relaciones entre ambos países y también la vida en la isla.
Sus promesas de campaña de aliviar el embargo comercial que Estados Unidos aplica desde hace más de 46 años contra Cuba y su disposición a dialogar con el Gobierno caribeño fueron un soplo de aire fresco tras casi ocho años de la política de línea dura del presidente George W. Bush, dijeron muchos cubanos.
"Creo que con Obama tendremos algo de mejoría, vamos a respirar un poco", dijo Cristina Recio, una ama de casa de 50 años.
"Con Obama debe haber una flexibilización de la política hacia Cuba. Por lo menos ha prometido cambiar cosas como acabar con las restricciones de viaje (para los estadounidenses) a Cuba y eso sería bueno para todos", agregó Diego López, de 41 años, que es empleado de un restaurante en La Habana.
Aunque Cuba y Estados Unidos han estado en conflicto desde la revolución de 1959 que llevó a Fidel Castro en el poder, sólo los 145 kilómetros del Estrecho de la Florida separan a ambos países que una vez fueron aliados.
Los lazos familiares son fuertes entre ambas orillas. Cerca de 1 millón de cubanos emigraron a Estados Unidos. Unos 650.000 viven en Miami y sus alrededores, en el sur de Florida.
Muchos cubanos han seguido de cerca las elecciones de Estados Unidos y muchos veían a McCain como un continuador del presidente George W. Bush, quien endureció la política hacia Cuba limitando el envío de remesas y los viajes de los cubano-estadounidenses a la isla para visitar a sus familiares.
McCain dijo que no aliviaría el embargo y criticó a Obama por su disposición de dialogar sin precondiciones con el Gobierno comunista.
"McCain trató de apartarse en su campaña de Bush, pero no engañó a nadie", dijo López, el empleado del restaurante en La Habana. "El es de línea dura, devoto de la guerra", agregó.
José Hernández, un empleado estatal de 38 años, fue todavía más claro: "McCain es una copia exacta de Bush, es más de lo mismo, su discurso no conduce a nada bueno para los dos países".
El ex presidente cubano, Fidel Castro, se declaró neutral en la campaña electoral, pero en una columna publicada el martes por la prensa estatal criticó a McCain y elogió al demócrata.
"(Obama) es sin duda más inteligente, culto y ecuánime que su adversario republicano", escribió el convaleciente líder cubano, apartado de la vida pública desde que enfermó a mediados del 2006.
Castro, de 82 años, calificó en cambio a McCain como "viejo, belicoso, inculto, poco inteligente y sin salud".
Los cubanos se preguntaban con incertidumbre si una victoria de Obama pondría fin al embargo comercial estadounidense, al que el Gobierno de la isla culpa por muchos de sus problemas, aunque admite que están listos para terminar con 50 años de tensas relaciones entre los dos países.
"No soy tan idealista para pensar que se va a levantar inmediatamente el embargo", dijo el disidente y escritor cubano Jorge Olivera.
"Pero espero mejores tiempos tanto para Estados Unidos como para Cuba", añadió.
Recio, una ama de casa que nació con la revolución y creció bajo el embargo, espera que la victoria de Obama se traduzca en hechos concretos.
"No quiero morirme sin ver terminar este conflicto que empezó cuando yo nací", dijo.
Fuente: América económica
No hay comentarios:
Publicar un comentario