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martes, 25 de noviembre de 2008

William McKinley: el Imperio de Dios en EEUU

Por. Mario Escobar, España*

El último presidente del siglo XIX y el primero del Siglo XX fue un personaje controvertido. Intentó sacar a los Estados Unidos de su aislacionismo y transformarlo en una potencia de primer orden.
El presidente McKinley es tristemente conocido en nuestro país como el presidente que terminó con el vetusto Imperio Español, pero además de esta hazaña nada formidable, fue uno de los presidentes asesinados durante su mandato. McKinley pertenecía a una clase de líderes en extinción cuando llegó a la presidencia. Había combatido en la Guerra Civil y, gracias a su valor, había ascendido de sargento a mayor en el bando federal. Tras la guerra, estudió derecho y se casó con Ida Saxton. Ejerció varios años como abogado en Ohio, el Estado donde había nacido, y unos años más tarde fue nombrado miembro del Congreso y gracias a él se tomaron medidas proteccionistas para la economía americana. En 1891, se presentó como candidato republicano para gobernador de Ohio y ganó las elecciones. Criado en el metodismo por sus padres, no se caracterizó por una profunda religiosidad. La idea del “Destino manifiesto”, argumentada a mediados del siglo XIX, caló muy pronto en el partido republicano. Lincoln la había utilizado en numerosas ocasiones, pero McKinley no fue un entusiasta de la idea providencialista de los Estados Unidos. Miembro de la Masonería tuvo unas creencias deístas, que casaban mal con las del americano medio. Tras su llegada a la presidencia en 1896, se encontró con la tensión creciente que suponía la rebelión cubana para las relaciones entre España y Estados Unidos. En este periodo comenzó a forjarse el Imperio Norteamericano con la anexión de Hawai. McKinley fue reticente a entrar en guerra, pero la opinión pública obligó al ejecutivo a enfrentarse a España. Asesinado en 1901 por un obrero anarquista, pronunció estas palabras antes de morir: “Adiós a todos, es la voluntad de Dios. Es la suya no la nuestra, aunque queda mucho por hacer. Más cerca de mí Dios, más cerca de ti Señor”.
Mario Escobar es licenciado en Historia, diplomado en Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid y director de la revista «Nueva Historia para el Debate»
Fuente: © M. Escobar, ProtestanteDigital.com (España, 2008).

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