Por Bernard Coster, España*
Texto: Isaías 5.20: ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo duel por amargo!
Como neerlandés, colaborando con las iglesias y las instituciones protestantes en España, tengo una sensación especial por la invitación de tratar el tema del matrimonio homosexual, que nos preocupa y que nos descoloca. Mi país fue el primero en el mundo en igualar las relaciones entre homosexuales con el matrimonio. El año pasado, la iglesia a la cual pertenecemos en los Países Bajos, la Iglesia Protestante en los Países Bajos (una fusión entre dos iglesias reformadas y la iglesia luterana), permitió la bendición de Dios de las relaciones homosexuales como. Con tristeza y vergüenza tengo que reconocer que en la medida que reconoce y apoye esta ética nueva se ha convertido en una iglesia falsa, con una misión equivocada en el mundo. Lo que se decidió en los Países Bajos no es algo aislado, sino refleja el movimiento general de la ética nueva en el mundo occidental, tanto en Europa, como en América del Norte y del Sur. España será el tercer país que iguala la relación homosexual al matrimonio. Sólo un milagro político y social puede evitarlo.
El propósito de este estudio es una aproximación bíblica al tema del matrimonio homosexual. Podría ser muy breve: la Biblia no conoce el fenómeno, ni en sentido positivo, ni en sentido negativo. La Biblia rechaza la homosexualidad y no hay exégesis, ni hermenéutica que pueden transformar este rechazo en una aprobación. Por este rechazo, nuestra aproximación bíblica al tema del matrimonio homosexual sólo puede ser una exposición del concepto bíblico del matrimonio natural para poder contrastarlo con lo que no es y nunca podrá ser. En segundo lugar tenemos que investigar la trascendencia ética del matrimonio homosexual y en tercer lugar su trascendencia pastoral. Es obvio que tenemos que limitarnos a las líneas principales.
Texto: Isaías 5.20: ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo duel por amargo!
Como neerlandés, colaborando con las iglesias y las instituciones protestantes en España, tengo una sensación especial por la invitación de tratar el tema del matrimonio homosexual, que nos preocupa y que nos descoloca. Mi país fue el primero en el mundo en igualar las relaciones entre homosexuales con el matrimonio. El año pasado, la iglesia a la cual pertenecemos en los Países Bajos, la Iglesia Protestante en los Países Bajos (una fusión entre dos iglesias reformadas y la iglesia luterana), permitió la bendición de Dios de las relaciones homosexuales como. Con tristeza y vergüenza tengo que reconocer que en la medida que reconoce y apoye esta ética nueva se ha convertido en una iglesia falsa, con una misión equivocada en el mundo. Lo que se decidió en los Países Bajos no es algo aislado, sino refleja el movimiento general de la ética nueva en el mundo occidental, tanto en Europa, como en América del Norte y del Sur. España será el tercer país que iguala la relación homosexual al matrimonio. Sólo un milagro político y social puede evitarlo.
El propósito de este estudio es una aproximación bíblica al tema del matrimonio homosexual. Podría ser muy breve: la Biblia no conoce el fenómeno, ni en sentido positivo, ni en sentido negativo. La Biblia rechaza la homosexualidad y no hay exégesis, ni hermenéutica que pueden transformar este rechazo en una aprobación. Por este rechazo, nuestra aproximación bíblica al tema del matrimonio homosexual sólo puede ser una exposición del concepto bíblico del matrimonio natural para poder contrastarlo con lo que no es y nunca podrá ser. En segundo lugar tenemos que investigar la trascendencia ética del matrimonio homosexual y en tercer lugar su trascendencia pastoral. Es obvio que tenemos que limitarnos a las líneas principales.
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Fuente: Bernardo Coster
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