El debate sobre homosexualidad en la iglesia evangélica
está candente en Estados Unidos. La mayor iglesia evangélica de San Francisco,
City Church, ha cambiado sus estatutos para admitir en su membresía a personas
de tendencia homosexual sin pedirles que se mantengan en celibato. “Las puertas
de la iglesia son tan amplias como los brazos del Salvador que proclamamos”,
dijo el pastor Fred Harrell en una carta a la iglesia. “Nuestra práctica
pastoral demandaba una vida completa de celibato” a las personas de tendencia
homosexual, lo que según el pastor “significa que estas personas por el resto
de su vida no podrán desarrollar su orientación sexual en ningún sentido, lo
cual estaba causando daño y no llevaba a una experiencia humana próspera”.
Hasta ahora, la iglesia admitía la membresía de
homosexuales siempre y cuando mantuvieran el celibato. “Esto simplemente no
está funcionando y las personas están siendo heridas. Debemos escuchar y
responder”, expresa Fred Harrell. Al hacer este cambio, Harrell aludió a su
comprensión del carácter de Jesús. “Estamos buscando en las Escrituras para
entender cómo Jesús podría preocuparse por los miembros LGBT de nuestra
comunidad. Si Jesús fuese el pastor de City Church, ¿qué hubiese dicho a las
personas que quisieran pertenecer a la misma? Si consideramos la vida de Jesús,
su ejemplo de amor... y su paciencia con quienes le buscaban, ¿cuál sería la
respuesta de Cristo?”, dice el pastor.
Harrell apunta además que la condena de la homosexualidad
en la Biblia debe entenderse dentro de una perspectiva cultural de la época, en
la que, según el pastor, la práctica estaba relacionada con la esclavitud y la
idolatría, y por ello justifica este cambio de postura.
“ES INCORRECTO”
El escritor y profesor bíblico Robert A.J. Gagnon ha
respondido a los argumentos presentados por Fred Harrell en un artículo
publicado en la revista digital First Things. “La misma justificación bíblica
que ofrece City Church para decir que las relaciones homosexuales son
admisibles en el contexto actual podrían utilizarse para decir que el incesto
es aceptable siempre que se produce en el contexto de un “matrimonio” entre
adultos que consienten”, expresa Gagnon.
También critica “la apelación de que Jesús ama a los
marginados como base para echar por la borda el requisito de que el matrimonio
sea entre hombre y mujer”. “Es difícil afirmar que el Jesús que encontramos en
las Escrituras hubiera tolerado el sexo homosexual en el contexto de un
matrimonio”, explica Gagnon. “Jesús apeló al requisito de que el matrimonio (y
por tanto de toda la actividad sexual) es entre hombre y mujer, como se da en
Génesis 1:27 y 2:24, siendo esta la base sobre la cual deben basarse toda ética
sexual, incluyendo la limitación de dos personas a la exlcusividad en la
relación”.
“Así como Jesús no se acercó a los recaudadores de
impuestos con el fin de justificar su explotación de los pobres, así también
Jesús no abrazó a los pecadores sexuales con el fin de proporcionar una
plataforma para la sexualidad impenitente. Él se acercó a los dos grupos con el
fin de llamar al arrepentimiento para que puedan heredar el Reino de Dios que
él estaba proclamando. Ese es el verdadero amor, no la suplantación de amor que
ahora se proclama desde el liderazgo de City Church”, concluyó Gagnon.
Fuente: Protestantedigital, 2015.
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