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miércoles, 17 de mayo de 2017

Reconociendo el obrar divino en un mundo de cambio (3)



Por. Juan Francisco Martínez, EE.UU
Siendo que estamos viviendo en momentos de mucho cambio y desorientación, es indispensable que estemos atentos a como Dios está obrando en nuestro mundo hoy. Porque creemos que Dios sigue obrando queremos estar atentos a lo que Dios está haciendo hoy. ¿Pero dónde debemos buscar?
El Espíritu sopla donde quiere - ¿Dónde estamos buscando?
Al leer la Biblia y la historia de la Iglesia nos encontramos con momentos en que la historia humana parece estar fuera de control. Sociedades, naciones o comunidades han perdido su norte. El pueblo de Dios, o se encuentra en el mismo dilema, o no parece poder ver donde Dios está trabajando. Durante estos tiempos de cambios discontinuos muchos se dan por vencidos. Pero algunos oran y buscan renovación divina y el cambio y la reforma surgen de estos momentos tan difíciles. 
Siendo que sabemos que el Espíritu obra en maneras nuevas y que el Espíritu ha guiado al pueblo de Dios en medio de situaciones complejas en el pasado, queremos estar atentos a lo nuevo que Dios está haciendo hoy. Uno de los lugares donde podemos encontrar directrices para el futuro es por ver hacia el pasado, a las maneras que Dios ha obrado en otros momentos de crisis. Los movimientos de avivamiento a través de la historia de la iglesia apuntan hacia factores claves que podemos anticipar al buscar nuevas maneras de ver hacia el futuro y esperar el obrar divino. Necesitamos nuevos ojos para ver los lugares nuevos donde Dios está cumpliendo su misión para el mundo.
En su libro La fe en la periferia de la historia (Ediciones SEMILLA, 1997), Juan Driver nos invita a estudiar los movimientos de reforma y renovación para entender como Dios obra en la periferia entre los que están listos para verlo obrar de maneras nuevas. Nos ayuda a pensar sobre lo que debemos estar buscando. ¿Dónde encontraríamos al Espíritu y cómo podríamos saber que es el Espíritu? Driver nos invita a buscar movimientos que “han demostrado una capacidad singular para discernir la intención salvífica y restauradora de Dios y se han atrevido a vivir esa alternativa redentora, sirviendo como fuente de auténtica bendición para sus respectivas sociedades” (p. 30). Driver utiliza estos criterios para identificar varios movimientos a través de la historia de la iglesia que ha vivido esta manera de ser iglesia en misión, respondiendo efectivamente a los retos discontinuos de ese momento y contexto. Al comenzar a caminar nos pueden orientar los movimientos e iglesias que fielmente han respondido a situaciones complejas en otros momentos de la historia.
Otro lugar donde necesitamos ver es entre las iglesias de las periferias globales. En este momento muchas de las iglesias más vitales están en el sur, mientras que muchas iglesias en el norte están menguando. Aunque sabemos que hay muchas razones por estas diferencias, también sabemos que necesitamos estar atentos al crecimiento en otras partes del mundo. ¿Qué podemos aprender de su situación y respuesta? Hay diferencias contextuales claras que imposibilitan comparaciones simplistas. Pero si el sur global es uno de los lugares donde el Espíritu está obrando, los que queremos estar atentos nos haremos preguntas difíciles sobre las razones de las diferencias entre el norte y el sur, particularmente con relación Al desarrollo de congregaciones fieles que están involucradas en la misión de Dios en el mundo.
Una cosa clara que podemos aprender del sur es ministrar desde abajo. Muchas de estas iglesias son pobres y están en las periferias de sus sociedades, como muchas iglesias minoritarias en el primer mundo. ¿Por qué es importante hacer misión y ministerio desde abajo? ¿Qué podemos aprender los del norte que muchas veces creemos que la tarea no se puede hacer por la falta de recursos? ¿Cómo es que el Espíritu se mueve entre los poderes y marginalizados?
La capacidad de estar atentos a lo espiritual se intensifica en contextos multiculturales, transculturales o inter-culturales. Este tipo de ambiente nos impulsa a ver las diferentes maneras que Dios está obrando en situaciones nuevas. También llegan a ser los lugares donde la gente puede estar más fácilmente atenta a nuevas maneras de hacer ministerio, siendo que los encuentros nuevos nos llaman a relativizar nuestros marcos culturales y nos invitan a reconocer que otras maneras de ser iglesia en misión tal vez sean más útiles en nuestros ambientes urbanos cada vez más inter-culturales. Por supuesto, también es posible que “no nos quede otra”, siendo que este es el ambiente en que muchas iglesias ya están haciendo misión. 
Pero también necesitamos buscar dentro de los lugares donde estamos localizados. Necesitamos estar atentos a las señales de vida y del Espíritu en nuestros vecindarios. Debiéramos estar particularmente atentos a esas señales que están fuera de nuestro foco común de misión. Si creemos que Dios está trabajando a través del mundo no nos debiera sorprender encontrar señales de vida que nuestras iglesias pueden apoyar.
Sin embargo, cuando vemos hacia nuestras comunidades también necesitamos identificar y confrontar las señales de muerte y ego-centrismo. Parte de nuestra tarea misional es la necesidad de ser proféticos. Necesitamos discernimiento para identificar los poderes y potestades que influyen en los lugares donde Dios nos ha llamado a servir en su nombre.
[Sigue]

Fuente: Protestantedigital, 2017

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