Por. Will
Graham, España.
Esta
semana es el 600º aniversario de la muerte del reformador checo Juan Hus. El día
6 de julio 1415 murió quemado a manos de la Iglesia Católica Romana después de
su condenación en el concilio de Constanza. Se está hablando mucho de Hus en
estos días porque hace dos semanas el Papa Francisco pidió perdón a la Iglesia
husita por su muerte. Discípulo del inglés Juan Wycliffe, Juan Hus –predicador
potente y rector de la Universidad de Praga- fue un auténtico antecesor de la
Reforma protestante. En términos del historiador Mario Escobar, Hus fue “el
proto-lutero”. Como Protestante Digital ha destacado recientemente: “Quiso
llevar la Biblia al pueblo y rechazó la estructura papal, descubriendo que
Cristo es la verdadera cabeza de la Iglesia. Además criticó la venta de
indulgencias, los excesos económicos de la iglesia católica y las divisiones
que entonces se daban en el seno del mismo papado, con sedes en Roma y
Avignon”. Hoy, como un acto de gratitud a Dios por su ministerio y valentía,
quiero dedicar mi artículo semanal a recopilar las diez frases de Hus que más
me gustan. También aprovecho esta ocasión para recordaros a todos, hermanos y
hermanos, la observación de nuestro querido reformador Lutero: “En definitiva,
todos somos husitas sin saberlo”. Aquí están las citas (todas sacadas, por
cierto, de su obra más importante De ecclesia).
Capítulo 1: La Iglesia universal es la suma de todos
los predestinados- tanto del pasado como del presente y del futuro.
Capítulo 6: Señor omnipotente, tú eres el camino, la
verdad y la vida. Ciertamente sabes cuán pocos son los que andan contigo en el
tiempo presente. Cuán pocos son aquéllos que andan en humildad, pobreza,
pureza, diligencia y paciencia. El camino de Satanás es ancho; muchos andan por
allí. Ayuda a tu rebaño débil para que no te abandone sino seguirte hasta el
fin en el camino estrecho.
Capítulo 7: Ni el Papa ni los cardinales son la
cabeza de la santa Iglesia universal. Sólo Cristo es la cabeza de la Iglesia.
Capítulo 8: El creyente tiene que estar dispuesto a
exponer su vida al peligro de muerte por la certeza de la verdad hablada por
Dios. Todos los cristianos han de creer implícita y explícitamente todas las
verdades que el Espíritu Santo ha colocado en las Escrituras. De esta manera,
el creyente no tiene porqué creer las palabras de los santos que no están en
armonía con las Escrituras ni tampoco tiene porqué creer las decretos papales a
no ser que estén conformes a las Escrituras.
Capítulo 9: Cristo prometió edificar su Iglesia sobre
la roca que Pedro confesó. Y aquélla roca era Cristo. Por lo tanto, la Iglesia
está edificada sobre Cristo.
Capítulo 11: Cuando los sacerdotes leen ciertos
versículos en la Biblia que parecen dar a entender que han de ser ricos, vivir
en comodidad, ser conocidos en el mundo y no sufrir por el amor de Cristo, los
estudian, los proclaman y los dan a conocer a todos. Pero, cuando se encuentran
con versículos que los llaman a imitar a Cristo mediante la pobreza, la
ternura, la humildad, la paciencia, la pureza, el trabajo duro y la
perseverancia, deciden pasarlos por alto aseverando que tales textos no tienen
nada que ver con la salvación.
Capítulo 12: Nadie puede ser salvo a no ser que esté
sometido a Jesucristo.
Capítulo 17: No queremos seducir al pueblo; queremos
que sean unidos en su obediencia a la ley de Cristo […] Deseamos que los
ministros vivan honestamente según la doctrina de Jesucristo, apartándose de la
vanagloria, la avaricia y la comodidad.
Capítulo 23: Ni el Papa ni los obispos pueden
excomulgar a nadie de la Iglesia a no ser que Dios no le haya excomulgado
primeramente.
Capítulo 23: Bendito sea Dios omnipotente, el cual
permite que su Iglesia tenga una vida tal que aun cuando el Papa está muerto,
ella no se encuentra ni muerta ni sin cabeza. La vida de la Iglesia no depende
del Papa, sino más bien de su única cabeza, Cristo. Un abrazo para todos. Nos
vemos la semana que viene en Brisa fresca. Demos gracias a Dios por la antorcha
que Hus encendió.
Fuente:
Protestantedigital, 2015.
1 comentario:
Como el papa No representa a ningún Cristiano verdadero, No tiene ningún poder ni fuero para pedirnis perdón como Iglesia de Cristo; Deben pedir perdón a Dios, no a los hombres. Solo hay un mediador entre Dios y los hombres...Cristo Jesús que es el único representante de Dios en la tierra.
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