Por. Clovis Horst Lindner- Brasil
Desde
las celebraciones de los 500 años de la conquista de América (1992) y de la
llegada de Cabral a Brasil (1500), sabemos que 500 años son poco tiempo. Así
que esos cinco siglos desde Lutero también son sólo un segundo.
En
cuanto a los cinco siglos de nuestra nación, desde los portugueses, significa
que somos una nación joven. Pero han sido cinco siglos más que suficientes
para convertirnos en un caldo peligroso de intolerancia religiosa y
política que recuerda bien los tiempos en que la reforma de Lutero floreció.
Injusticia Social, una clase dominante que ni siquiera piensa en renunciar a
sus privilegios, y políticos corruptos y déspotas, como Brasil de 2017.
Un
Nuevo Lutero estaría muy bien aquí, porque hay mucho que hacer. Lo que
impresiona, en esta nuestra “COPIA” de la edad media de los tiempos de la
reforma, es que son justamente los que se dicen herederos de Lutero que ahora
obligan o dejan acontecer un regreso a los tiempos oscuros.
Brasil
de hoy abre un peligroso espacio a iglesias multimillonarias y que explotan a
incautos, que no tienen ningún escrúpulo en condenar con los mismos
instrumentos que los victimizaron en el pasado. Persiguen las religiones de la
matriz africana como la iglesia católica con la ingenio de la inquisición. Tiran
cualquier vestigio de ética y se juegan en la política con la misma saña de
poder y corrupción de los cardenales y obispos de los tiempos de Lutero.
En la
trinchera conservadora, iglesias tradicionales vaciadas y presas de
antigüedades teológicas e ideológicas ven todo impotentes y calladas, haciendo
sonrojar a ese intrépido reformista que ahora juegan honrar.
Esta
es la gente que el padre de Wittenberg pelearía hoy con su teología. Así, un
nuevo Lutero no lanzaría sus baterías contra Roma, sino contra quien se dice su
heredero.
Necesitamos
desesperadamente ese nuevo Lutero. Sin ese Lutero revivido en la realidad
brasileña lamentable de nuestros días, temo por nuestro destino como nación,
tan joven como la reforma. Vamos a la basura de la historia. ¿Quién se habilita
a cambiar todo eso? ?¿Quién fijará las nuevas 95 tesis en la puerta del
castillo de Brasilia?
Traducción:
Claudia Florentin
ALCNOTICIAS,
2017.
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