Denzel Washington es una de las figuras más reconocibles del cine. Ganador de dos premios Oscar, atrae a miles de personas ante las pantallas con sus interpretaciones. En su última aparición cinematográfica, «El libro de Elí», interpreta a un «protector» de un tesoro muy particular: el último ejemplar de la Biblia. Un libro por el que no sólo muestra aprecio en la pantalla, ya que, confiesa, le sirve de guía en cada aspecto de su vida.
Denzel Washington es uno de los actores más exitosos y respetados de Hollywood. Sin embargo, el ganador por dos veces del Premio de la Academia (por Tiempos de Gloria en 1989 y por Training Day en 2001) es también uno de los cristianos evangélicos más renombrados de Hollywood. Hijo de un predicador pentecostal de Mount Vernon, New York, es desde hace 30 años miembro activo de la «West Angeles Church of God in Christ» (Iglesia de Dios en Cristo, Los Angeles), lee la Biblia cada mañana y siempre elige papeles con los cuales pueda dar un mensaje positivo o una reflexión de su profunda fe personal. Denzel Washington es, como Elí, guardador de la última Biblia en la Tierra.
La fe está presente a lo largo de la nueva película post-apocalíptica de Washington, «El libro de Elí», que se estrena en España en marzo, se anuncia ahora mismo en las carteleras norteamericanas con la frase: «B-ELI-EVE» & «D-ELI-VER US» (Creed y Liberadnos). En el film, Washington interpreta a un misterioso viajero llamado Elí, enviado por Dios para proteger la última copia de la Biblia que queda en la Tierra; y sacarla del Oeste para protegerla, mientras los malos la buscan para llevársela a la fuerza y utilizarla como «arma» de dominio.
El personaje de Washighton en la película es extremadamente violento, (corta los miembros del cuerpo de los villanos en cada esquina que se los encuentra), pero empieza a ablandarse cuando se tropieza con una inocente chica (Mila Kunis) quien le recuerda que podemos estar tan concentrados protegiendo la Palabra de Dios, que algunas veces nos olvidamos de vivir según ella.
UN MENSAJE DE AMOR
Para Washington, «vivir según la Biblia» está determinado principalmente por el amor y el sacrificio. El mensaje definitivo de Elí es: «Haz más por los otros de lo que harías por ti». Este es un mensaje que ha circulado alrededor de Washington desde niño. «Oramos por todo, cada día», les dijo Washington a los miembros religiosos de los medios de comunicación la semana pasada en Los Angeles. «Y siempre acabamos diciendo Amen, Dios es amor. Yo creía que ´Dios es amor´ era sólo una frase. Me llevó mucho tiempo aprender lo que significa. No importa el libro que leas o lo que creas, si no tienes amor, si no amas a tus semejantes, no tienes nada».
Aunque Washington no es partidario de la palabra «religión» y se abstiene de pronunciar frases como «yo estoy en lo cierto, tú estás equivocado», no se avergüenza de hablar sin rodeos de sus creencias cristianas.
«Creo que Jesús es el Hijo de Dios» dice. «He sido lleno del Espíritu Santo. Sé que es real este evento. Estaba en mi habitación; mis mejillas se hinchaban, lloraba como un niño y estaba muerto de miedo. El sobresalto me ahuyentó, me di la vuelta y fui en la otra dirección, lo reconozco. No sabía lo que me estaba pasando; era demasiado fuerte. He tardado muchos años en volver a pensar en ello».
Estando un día en su casa, leyendo la Biblia (era la tercera vez que leía lo mismo) encontró un pasaje acerca de la sabiduría y el entendimiento en Proverbios 4, que le hizo reflexionar sobre su vida.
«Estoy en esta casa tan grande con todas estas cosas», se dijo. «He oído este dicho: Nunca verás un botín detrás de un coche fúnebre. No puedes llevarte nada. Los egipcios lo intentaron, y les robaron. Me dije: ¿Qué es lo que quieres Denzel? Una de las palabras del devocional de aquel día era «sabiduría». Así que empecé a orar: Señor, dame más dosis de esto; yo no puedo tener más éxito, pero puedo ser mejor; puedo aprender a amar mejor; puedo aprender a ser más comprensivo; puedo conseguir más sabiduría».
LLAMADO PROFÉTICO
Al igual que su personaje de la película, Washington cree en la llamada profética y procura trabajar lo mejor que puede con el don que cree que Dios le ha dado. En su caso, fama en todo el mundo y una de las más célebres carreras de actor de su generación. Recuerda una anécdota de cuando tenía 20 años que demuestra lo íntimamente que relaciona su fe con su carrera. Era el 27 de marzo de 1975, y Washington, que acababa de ser expulsado de la escuela, estaba sentado en el salón de belleza de su madre. Una señora mayor estaba debajo del secador mirando atentamente a Washington y le pidió una hoja de papel, en la que, con mano temblorosa, escribió la palabra «profecía». La señora se llamaba Ruth Green, uno de los más antiguos miembros de la iglesia de la ciudad, que era conocida por tener el don de profecía. Aquel día le dijo a Washington: «Muchacho, tu viajarás por todo el mundo y hablarás a millones de personas». Aquel verano, Washington era consejero en el campamento YMCA en Connecticut. Los consejeros representaban parodias para los chicos y alguien le sugirió que tenía talento natural y que debería dedicarse a actuar. En el otoño del mismo año, Washington regresó a la escuela en el campus Lincoln Center de la Universidad de Fordham, donde empezó su formación como actor.
«Años más tarde» recuerda, «le pregunté a mi pastor si creía que yo estaba llamado a ser predicador y me contestó: Bien, ¿No estás hablando a millones de personas? ¿No has viajado por todo el mundo?»
Washington reconoce que está situado en una posición única y se siente obligado a dar lo mejor de sí, «predicando» mensajes positivos siempre que puede, a través de sus actuaciones. «He procurado adaptar mis papeles» dice, «incluso los peores como el de ´Training Day´. La primera cosa que escribí en mi guión (para Training Day) fue ´el salario del pecado es la muerte´. En el guión original, (mi personaje) muere por televisión. Y yo dije: ´No, no; para que yo pueda justificar su mala vida, tiene que morir de la peor forma´. E hice que Ethan Hawke me arrojara del coche y me arrastré como una serpiente. Todos los viandantes se volvieron contra mí y quedé hecho pedazos».
ELÍ, EL PERSONAJE
Fue un poco más fácil «adaptar» el personaje de Elí en una dirección positiva, «o quizás no», bromea Washington, porque «este individuo es más violento que el de «Training Day» y más implacable que Malcom X». No obstante, es similar al personaje de Washington en «Man of Fire». Elí utiliza la violencia para proteger al inocente.
«Cuando hice Training Day» dice, «había un policía, que estaba convencido de que algunos tipos tienen el derecho a ser violentos para proteger a los inocentes. Este mismo policía dijo: Es por esto por lo que mis hombres y yo vivimos y esto es lo que hacemos. Puede que necesitara algún versículo para justificarse; probablemente está envainando la espada del Espíritu».
SU VIDA REAL
Aunque ha interpretado a personajes ásperos y violentos en películas como Training Day, American Gangster y ahora a Elí, en la vida real Washington es un padre de familia amable y tranquilo. Está casado con su esposa Paulette desde hace 26 años y tienen cuatro hijos, John David, Katia y los gemelos Malcolm y Olivia. Washington está lejos de ser el estereotipo de Hollywood. Además de la implicación en su iglesia local (donó 2,5 millones de dólares en 1995 para construir unas nuevas instalaciones en el West Angeles COGIC), Washington, quien siempre firma los autógrafos con «Dios le bendiga», es seguidor de los Clubes de Chicos y Chicas de América (en los cuales él también fue un «chico» activo), entre otras fundaciones benéficas.
«UN DON DE DIOS»
Washington, que esta primavera encabezará en Broadway, junto a la actriz Viola Davis, el reparto de la obra «Fences» de August Wilson, sabe que ha recibido muchas bendiciones y está dispuesto a minimizar su fama y su éxito y considerarlo como un don de Dios. «Yo no soy importante», dijo en 2007 en una entrevista concedida al Reader’s Digest. «Me han sido dadas ciertas aptitudes y yo lo veo de esta manera: ¿Qué vas a hacer con lo que tienes? ¿A quién vas a ayudar?». Cerca de su fin, Elí, el personaje interpretado por Washington, cita el famoso pasaje de 2 Timoteo 4:7: «He peleado la buena batalla, he guardado la fe». Está en la misma línea que Washington. El es una estrella de Hollywood que, aunque no es perfecto, presenta el raro ejemplo de un cristiano que se halla en un lugar de elogios y éxitos excesivos, pero que no ha perdido la cabeza sino que sigue basando su vida en la Biblia y en la dependencia de Dios. Después de 30 años como actor, Denzel Washington ha peleado la buena batalla y ha hecho lo que pocos podrían hacer en su misma situación: ha guardado la fe.
Fuente: Christianity today. Traducción: Rosa Gubianas. Edición: Daniel Hofkamp, ACPress.net.
Denzel Washington es uno de los actores más exitosos y respetados de Hollywood. Sin embargo, el ganador por dos veces del Premio de la Academia (por Tiempos de Gloria en 1989 y por Training Day en 2001) es también uno de los cristianos evangélicos más renombrados de Hollywood. Hijo de un predicador pentecostal de Mount Vernon, New York, es desde hace 30 años miembro activo de la «West Angeles Church of God in Christ» (Iglesia de Dios en Cristo, Los Angeles), lee la Biblia cada mañana y siempre elige papeles con los cuales pueda dar un mensaje positivo o una reflexión de su profunda fe personal. Denzel Washington es, como Elí, guardador de la última Biblia en la Tierra.
La fe está presente a lo largo de la nueva película post-apocalíptica de Washington, «El libro de Elí», que se estrena en España en marzo, se anuncia ahora mismo en las carteleras norteamericanas con la frase: «B-ELI-EVE» & «D-ELI-VER US» (Creed y Liberadnos). En el film, Washington interpreta a un misterioso viajero llamado Elí, enviado por Dios para proteger la última copia de la Biblia que queda en la Tierra; y sacarla del Oeste para protegerla, mientras los malos la buscan para llevársela a la fuerza y utilizarla como «arma» de dominio.
El personaje de Washighton en la película es extremadamente violento, (corta los miembros del cuerpo de los villanos en cada esquina que se los encuentra), pero empieza a ablandarse cuando se tropieza con una inocente chica (Mila Kunis) quien le recuerda que podemos estar tan concentrados protegiendo la Palabra de Dios, que algunas veces nos olvidamos de vivir según ella.
UN MENSAJE DE AMOR
Para Washington, «vivir según la Biblia» está determinado principalmente por el amor y el sacrificio. El mensaje definitivo de Elí es: «Haz más por los otros de lo que harías por ti». Este es un mensaje que ha circulado alrededor de Washington desde niño. «Oramos por todo, cada día», les dijo Washington a los miembros religiosos de los medios de comunicación la semana pasada en Los Angeles. «Y siempre acabamos diciendo Amen, Dios es amor. Yo creía que ´Dios es amor´ era sólo una frase. Me llevó mucho tiempo aprender lo que significa. No importa el libro que leas o lo que creas, si no tienes amor, si no amas a tus semejantes, no tienes nada».
Aunque Washington no es partidario de la palabra «religión» y se abstiene de pronunciar frases como «yo estoy en lo cierto, tú estás equivocado», no se avergüenza de hablar sin rodeos de sus creencias cristianas.
«Creo que Jesús es el Hijo de Dios» dice. «He sido lleno del Espíritu Santo. Sé que es real este evento. Estaba en mi habitación; mis mejillas se hinchaban, lloraba como un niño y estaba muerto de miedo. El sobresalto me ahuyentó, me di la vuelta y fui en la otra dirección, lo reconozco. No sabía lo que me estaba pasando; era demasiado fuerte. He tardado muchos años en volver a pensar en ello».
Estando un día en su casa, leyendo la Biblia (era la tercera vez que leía lo mismo) encontró un pasaje acerca de la sabiduría y el entendimiento en Proverbios 4, que le hizo reflexionar sobre su vida.
«Estoy en esta casa tan grande con todas estas cosas», se dijo. «He oído este dicho: Nunca verás un botín detrás de un coche fúnebre. No puedes llevarte nada. Los egipcios lo intentaron, y les robaron. Me dije: ¿Qué es lo que quieres Denzel? Una de las palabras del devocional de aquel día era «sabiduría». Así que empecé a orar: Señor, dame más dosis de esto; yo no puedo tener más éxito, pero puedo ser mejor; puedo aprender a amar mejor; puedo aprender a ser más comprensivo; puedo conseguir más sabiduría».
LLAMADO PROFÉTICO
Al igual que su personaje de la película, Washington cree en la llamada profética y procura trabajar lo mejor que puede con el don que cree que Dios le ha dado. En su caso, fama en todo el mundo y una de las más célebres carreras de actor de su generación. Recuerda una anécdota de cuando tenía 20 años que demuestra lo íntimamente que relaciona su fe con su carrera. Era el 27 de marzo de 1975, y Washington, que acababa de ser expulsado de la escuela, estaba sentado en el salón de belleza de su madre. Una señora mayor estaba debajo del secador mirando atentamente a Washington y le pidió una hoja de papel, en la que, con mano temblorosa, escribió la palabra «profecía». La señora se llamaba Ruth Green, uno de los más antiguos miembros de la iglesia de la ciudad, que era conocida por tener el don de profecía. Aquel día le dijo a Washington: «Muchacho, tu viajarás por todo el mundo y hablarás a millones de personas». Aquel verano, Washington era consejero en el campamento YMCA en Connecticut. Los consejeros representaban parodias para los chicos y alguien le sugirió que tenía talento natural y que debería dedicarse a actuar. En el otoño del mismo año, Washington regresó a la escuela en el campus Lincoln Center de la Universidad de Fordham, donde empezó su formación como actor.
«Años más tarde» recuerda, «le pregunté a mi pastor si creía que yo estaba llamado a ser predicador y me contestó: Bien, ¿No estás hablando a millones de personas? ¿No has viajado por todo el mundo?»
Washington reconoce que está situado en una posición única y se siente obligado a dar lo mejor de sí, «predicando» mensajes positivos siempre que puede, a través de sus actuaciones. «He procurado adaptar mis papeles» dice, «incluso los peores como el de ´Training Day´. La primera cosa que escribí en mi guión (para Training Day) fue ´el salario del pecado es la muerte´. En el guión original, (mi personaje) muere por televisión. Y yo dije: ´No, no; para que yo pueda justificar su mala vida, tiene que morir de la peor forma´. E hice que Ethan Hawke me arrojara del coche y me arrastré como una serpiente. Todos los viandantes se volvieron contra mí y quedé hecho pedazos».
ELÍ, EL PERSONAJE
Fue un poco más fácil «adaptar» el personaje de Elí en una dirección positiva, «o quizás no», bromea Washington, porque «este individuo es más violento que el de «Training Day» y más implacable que Malcom X». No obstante, es similar al personaje de Washington en «Man of Fire». Elí utiliza la violencia para proteger al inocente.
«Cuando hice Training Day» dice, «había un policía, que estaba convencido de que algunos tipos tienen el derecho a ser violentos para proteger a los inocentes. Este mismo policía dijo: Es por esto por lo que mis hombres y yo vivimos y esto es lo que hacemos. Puede que necesitara algún versículo para justificarse; probablemente está envainando la espada del Espíritu».
SU VIDA REAL
Aunque ha interpretado a personajes ásperos y violentos en películas como Training Day, American Gangster y ahora a Elí, en la vida real Washington es un padre de familia amable y tranquilo. Está casado con su esposa Paulette desde hace 26 años y tienen cuatro hijos, John David, Katia y los gemelos Malcolm y Olivia. Washington está lejos de ser el estereotipo de Hollywood. Además de la implicación en su iglesia local (donó 2,5 millones de dólares en 1995 para construir unas nuevas instalaciones en el West Angeles COGIC), Washington, quien siempre firma los autógrafos con «Dios le bendiga», es seguidor de los Clubes de Chicos y Chicas de América (en los cuales él también fue un «chico» activo), entre otras fundaciones benéficas.
«UN DON DE DIOS»
Washington, que esta primavera encabezará en Broadway, junto a la actriz Viola Davis, el reparto de la obra «Fences» de August Wilson, sabe que ha recibido muchas bendiciones y está dispuesto a minimizar su fama y su éxito y considerarlo como un don de Dios. «Yo no soy importante», dijo en 2007 en una entrevista concedida al Reader’s Digest. «Me han sido dadas ciertas aptitudes y yo lo veo de esta manera: ¿Qué vas a hacer con lo que tienes? ¿A quién vas a ayudar?». Cerca de su fin, Elí, el personaje interpretado por Washington, cita el famoso pasaje de 2 Timoteo 4:7: «He peleado la buena batalla, he guardado la fe». Está en la misma línea que Washington. El es una estrella de Hollywood que, aunque no es perfecto, presenta el raro ejemplo de un cristiano que se halla en un lugar de elogios y éxitos excesivos, pero que no ha perdido la cabeza sino que sigue basando su vida en la Biblia y en la dependencia de Dios. Después de 30 años como actor, Denzel Washington ha peleado la buena batalla y ha hecho lo que pocos podrían hacer en su misma situación: ha guardado la fe.
Fuente: Christianity today. Traducción: Rosa Gubianas. Edición: Daniel Hofkamp, ACPress.net.
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