Por Samuel Escobar, España*
El impacto que ha causado el terremoto de Haití ha desatado un interés increíble en todas partes y en España también. Las agencias noticiosas nos ofrecen un cuadro dantesco de la situación y también ponen énfasis en los diversos aspectos de la ayuda española que se han volcado en apoyo a las víctimas y en esfuerzos de reconstrucción. No puedo menos que agradecer a Dios por la ola de solidaridad manifestada en innumerables formas desde aquí mismo, desde esta España castigada por la crisis económica mundial.
Entre los muchos comunicados de Internet que he recibido con referencia a lo que las diversas iglesias cristianas están haciendo, hay uno que ha llamado mi atención por su contenido y por venir del Comité Central Menonita (CCM), una agencia que conozco de cerca y por la cual tengo el mayor respeto.(1)
Dice desde Puerto Príncipe mi amigo Daryl Yoder Bontrager, Director del CCM para América Latina, que el tono general de las noticias que vemos en la prensa escrita y la televisión tiende a recalcar la violencia, los saqueos y la insolidaridad manifestada de manera brutal. Lo que él ha podido observar sobre el mismo terreno es la tremenda capacidad de los haitianos para la solidaridad que se está manifestando en oportunidad de este desastre.
Para Yoder-Bontrager “La compasión está más extendida que la violencia”. Ben Depp, uno de los cooperantes voluntarios del CCM observa que en el caso de personas rescatadas de entre los escombros, “La mayor parte de los rescates han sido realizados por los mismos haitianos sacando a sus vecinos de entre los escombros” y agrega “Muchos de los que han estado trabajando (en esto) no tienen más que herramientas simples como martillos, serruchos y picos, pero han rescatado vivas a muchas personas”.
Desde mucho antes del desastre las agencias de servicio misionero cristiano como el CCM han acompañado a los pobres de Haití con servicios médicos, educativos, de defensa de derechos humanos y de difusión de una cultura de paz. Ahora se ven desbordadas pero su conocimiento del país y de la gente les permite ser más eficaces en su ejercicio de solidaridad.
El CCM que ha tenido presencia en Haití desde 1958, ha movilizado ahora nuevos recursos. En su oficina están ahora filtrando agua y pasándola a los necesitados: Han encargado 1000 filtros cada uno de los cuales podrá purificar 1,137 litros por día. . Uno de los voluntarios está haciendo un censo de los campamentos de desplazados de manera que la ayuda que va llegando al país pueda ser debidamente encaminada. Pronto les llegarán por avión cargamentos de varias toneladas de carne enlatada y unas 5,000 mantas y paquetes de ayuda personal con material higiénico. Es apenas un ejemplo de lo que muchas otras agencias cristianas están realizando.
Es impresionante también considerar un dato que nos viene de una entidad católica, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), cuyo Presidente Gabriel Naranjo Salazar nos recuerda que “entre las y los miles de muertas y muertos y desaparecidos hay más de 100 religiosas y religiosos” y agrega algo muy sabio “Poco a poco se va viendo claro que la presencia de la vida religiosa, sin dejar de acudir a las actuales urgencias, conviene reservarla para el momento de la soledad, después de que pase esta primera reacción de solidaridad de todo el mundo”.
Manuel Sarrias, Secretario Ejecutivo de la UEBE comunica que los Bautistas españoles han establecido un contacto permanente con sus hermanos y hermanas de Haití y también están canalizando su ayuda por medio de los bautistas de la República Dominicana.
(1) http://mcc.org/stories/news/compassion-more-widespread-violence-haiti
*Samuel Escobar es catedrático emérito de Misionologia en el Seminario Teologico Bautista del Este, en Pennsylvania, EEUU; y profesor del Seminario Teologico de la UEBE en Madrid
Fuente: © S. Escobar, ProtestanteDigital.com (España, 2010).
El impacto que ha causado el terremoto de Haití ha desatado un interés increíble en todas partes y en España también. Las agencias noticiosas nos ofrecen un cuadro dantesco de la situación y también ponen énfasis en los diversos aspectos de la ayuda española que se han volcado en apoyo a las víctimas y en esfuerzos de reconstrucción. No puedo menos que agradecer a Dios por la ola de solidaridad manifestada en innumerables formas desde aquí mismo, desde esta España castigada por la crisis económica mundial.
Entre los muchos comunicados de Internet que he recibido con referencia a lo que las diversas iglesias cristianas están haciendo, hay uno que ha llamado mi atención por su contenido y por venir del Comité Central Menonita (CCM), una agencia que conozco de cerca y por la cual tengo el mayor respeto.(1)
Dice desde Puerto Príncipe mi amigo Daryl Yoder Bontrager, Director del CCM para América Latina, que el tono general de las noticias que vemos en la prensa escrita y la televisión tiende a recalcar la violencia, los saqueos y la insolidaridad manifestada de manera brutal. Lo que él ha podido observar sobre el mismo terreno es la tremenda capacidad de los haitianos para la solidaridad que se está manifestando en oportunidad de este desastre.
Para Yoder-Bontrager “La compasión está más extendida que la violencia”. Ben Depp, uno de los cooperantes voluntarios del CCM observa que en el caso de personas rescatadas de entre los escombros, “La mayor parte de los rescates han sido realizados por los mismos haitianos sacando a sus vecinos de entre los escombros” y agrega “Muchos de los que han estado trabajando (en esto) no tienen más que herramientas simples como martillos, serruchos y picos, pero han rescatado vivas a muchas personas”.
Desde mucho antes del desastre las agencias de servicio misionero cristiano como el CCM han acompañado a los pobres de Haití con servicios médicos, educativos, de defensa de derechos humanos y de difusión de una cultura de paz. Ahora se ven desbordadas pero su conocimiento del país y de la gente les permite ser más eficaces en su ejercicio de solidaridad.
El CCM que ha tenido presencia en Haití desde 1958, ha movilizado ahora nuevos recursos. En su oficina están ahora filtrando agua y pasándola a los necesitados: Han encargado 1000 filtros cada uno de los cuales podrá purificar 1,137 litros por día. . Uno de los voluntarios está haciendo un censo de los campamentos de desplazados de manera que la ayuda que va llegando al país pueda ser debidamente encaminada. Pronto les llegarán por avión cargamentos de varias toneladas de carne enlatada y unas 5,000 mantas y paquetes de ayuda personal con material higiénico. Es apenas un ejemplo de lo que muchas otras agencias cristianas están realizando.
Es impresionante también considerar un dato que nos viene de una entidad católica, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), cuyo Presidente Gabriel Naranjo Salazar nos recuerda que “entre las y los miles de muertas y muertos y desaparecidos hay más de 100 religiosas y religiosos” y agrega algo muy sabio “Poco a poco se va viendo claro que la presencia de la vida religiosa, sin dejar de acudir a las actuales urgencias, conviene reservarla para el momento de la soledad, después de que pase esta primera reacción de solidaridad de todo el mundo”.
Manuel Sarrias, Secretario Ejecutivo de la UEBE comunica que los Bautistas españoles han establecido un contacto permanente con sus hermanos y hermanas de Haití y también están canalizando su ayuda por medio de los bautistas de la República Dominicana.
(1) http://mcc.org/stories/news/compassion-more-widespread-violence-haiti
*Samuel Escobar es catedrático emérito de Misionologia en el Seminario Teologico Bautista del Este, en Pennsylvania, EEUU; y profesor del Seminario Teologico de la UEBE en Madrid
Fuente: © S. Escobar, ProtestanteDigital.com (España, 2010).
No hay comentarios:
Publicar un comentario