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sábado, 17 de octubre de 2009

El pastor como teólogo

Estimados amigos, colegas y militante de Jesucristo. Quiero compartir algo que me preocupa, ya que algunos pastores creen que ser pastor es sencillamente a lo light, etc. Pero se olvidan que ser pastor implica muchas cosas más, que si en verdad aplicamos estos consejos que nos ofrece el articulo del hijo de Les Thompson, el Dr. Dan Thompson, Ministerio LOGOI nos envia este mes sobre el importante tema. "Thompson explica que los congregantes necesitan saber lo que Dios ha dicho y, para poder dar ese mensaje, el pastor debe ser un contínuo estudiante de la palabra de Dios. Como dice Pablo, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16-17). Esperamos que este hermosos tema sea de ayuda para el quehacer teológico y pastoral.
Por el Dr. Dan Thompson*
Uno de los mayores retos de ser pastor es que ¡el domingo parece llegar demasiado rápido! Semana tras semana, uno estudia y se prepara para predicar. Y tan pronto terminamos el sermón, es hora de prepararse para la próxima lección o prédica. Algunas veces la gente comprende lo que dices y sientes que Dios te está utilizando para formar vidas. Pero otras sientes que tienes muy poca influencia sobre lo que la gente piensa o cómo viven. Son esos los días que sientes que tus estudios y arduo trabajo no son tan importantes como pensabas. Te agobia pensar que lo que predicaste el domingo pasado es más tu opinión que la verdadera enseñanza de la lectura. Recuerdas las advertencias de la Biblia sobre el juicio más severo que recibirán los que enseñan y ¡comienzas a dudar si vale la pena el riesgo! ¿Qué te motiva a continuar? ¿Cuáles son los incentivos para continuar tus estudios bíblicos y prepararte a predicar y cuidar de tu rebaño? Escribo como un colega pastor. Entiendo la desilusión que a veces causa ser la guía de una congregación cristiana, y también he sentido gozo al ver vidas transformadas por la gracia del Evangelio. Si no estuviera absolutamente convencido de que lo que enseño es la verdad que la gente necesita entender, y si no estuviera convencido de la transformación que representa “la renovación del entendimiento” (Romanos 12:1-2), tendría que darme por vencido.
He sido pastor por 28 años y he visto lo mejor y lo peor. Pero amo la labor de pastorear y el estudio semanal de la Palabra de Dios que me prepara para predicar y enseñar. Y no puedo imaginar hacer otro trabajo. ¿Qué otra labor puede llamarnos tan fuertemente a crecer en gracia de Dios, a buscar un mayor entendimiento de su gran amor, con la misma intensidad que un pastor experimenta la responsabilidad semanal de estudiar y prepararse para el ministerio de la Palabra de Dios? Cada semana me enfrento a una batalla. Estoy peleando por los corazones y mentes de hombres y mujeres, y mi arma es la Biblia “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2Cor. 10:4). Para utilizar esa arma con destreza debo convertirme en un pastor-teólogo – un continuo estudiante de la Escritura. “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.” (2 Tim. 2:15). Como pastor de la gente de Dios, mi llamado es proteger el rebaño de los lobos hambrientos y alimentarlos con la verdad reconfortante de la Palabra de Dios. “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.” (Hechos 20:28-31). ¡Lo que enseñamos en la Iglesia importa! Y es tan fácil confundir la verdad. Pero el mensaje
del Evangelio es definitivo. Las verdades que vemos allí no son negociables, y tenemos que proclamarlas clara y contundentemente. “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.” (Tito 1:5-9).
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*El Rev. Daniel Thompson, Ph.D. es el segundo de cuatro hijos de Les y Carolyn Thompson. Tiene su doctorado en Ciencias Religiosas y es pastor titular de la Iglesia Christ Community Church, en la ciudad de Titusville, Florida, donde reside con su esposa Margaret y sus cuatro hijos.

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