Por Samuel Almada, Argentina*
Si bien es cierto que en los últimos años se produjo una mayor visibilización de la existencia y situación de los pueblos originarios, todavía persisten muchos prejuicios, desprecio y rechazo por parte de nuestras sociedades y estados nacionales.
La comunicación ha jugado y juega cada vez más un papel fundamental, tanto para el fortalecimiento de los movimientos indígenas y sus organizaciones, como para la concientización de las sociedades nacionales con relación a los pueblos originarios, y también para la construcción de puentes y diálogo entre las diferentes culturas.
Los movimientos y organizaciones indígenas han hecho mucho para comunicar y hacer ver su situación a través de diferentes medios: movilizaciones y piquetes, participación en foros y congresos, reclamo de derechos por diferentes vías, utilización de medios de comunicación como radios, diarios y televisión, incluso últimamente con la producción de programas y manejo de emisoras y medios propios (ver por ejemplo la Red de Comunicación Indígena - www.rci.org.ar); pero todo esto tiene escasa repercusión en los medios nacionales e internacionales.
De todas maneras, se puede observar un crecimiento y mayor articulación de los movimientos indígenas en casi todos lados, inclusive superando las fronteras nacionales, pero conviene recordar que el motor de todo esto no es tanto la comunicación en si misma, sino el espíritu de resistencia y de lucha que las comunidades han logrado mantener por más de 500 años, y que recién ahora está teniendo “un poquito” más de reconocimiento por parte de otros actores sociales y los estados (ver por ejemplo los avances alcanzados en materia de jurisprudencia nacional e internacional). Los pueblos originarios siempre tuvieron su palabra, pero parece que recién ahora empiezan a ser escuchados, y queda mucho camino por delante.
La comunicación también juega un papel relevante en el proceso de concientización de las sociedades nacionales y sus estados, que permita revisar su historia y las relaciones con los pueblos indígenas. En muchos países, como en la Argentina, hasta ahora la historia oficial oculta, minimiza o directamente niega la presencia indígena y su importancia para el conjunto de la sociedad. Hay documentos actuales del Estado Nacional que afirman, por ejemplo, que las Provincias de Chaco y Formosa fueron pobladas a partir del siglo XIX (ver Plan Estratégico Territorial 2008-2016 del Estado Nacional).
Recién ahora, después de casi 200 años de la revolución de Mayo se está empezando a reconocer que hubo un genocidio de los pueblos indígenas (ver por ejemplo la entrevista al juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Raúl Zaffaroni en Página 12, del 7 de Noviembre de 2008), pero todavía estamos lejos de un juicio por la verdad y la justicia, que establezca responsabilidades, sancione a los responsables y proponga una reparación. En este sentido, también es indispensable revisar la herencia de la generación del ’80 (Roca, Sarmiento, Mitre), y sus conceptos sobre desarrollo y progreso, civilización y barbarie.
Por último, uno de los mayores desafíos actuales para la comunicación es profundizar el diálogo y la construcción de puentes entre las diferentes culturas, que permita un mejor conocimiento del otro, y que pueda generar confianza para avanzar en objetivos comunes de la convivencia; pero esos puentes hay que construirlos desde los dos lados.
El impacto de las nuevas tecnologías
El acceso a las nuevas tecnologías como internet y el uso de celulares, con certeza ha producido cambios en las formas de comunicación, pero también ha despertado interés en la participación y ha impulsado nuevas redes sociales entre las comunidades y también hacia fuera. Por otro lado, cuando muchas comunidades indígenas están revalorizando su identidad y sus saberes tradicionales, las nuevas formas de expresión pueden ser aliadas en el proceso de difusión de ideas y proyectos comunitarios.
Ejemplos de otras conexiones y redes:
www.centromandela.com.ar (Trabajo en Derechos Humanos e investigación social)
www.endepa.org.ar (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen)
www.missiologia.org.br (Red ecuménica de trabajo misionero)
www.argentina.indymedia.org (Agencia internacional de noticias)
El autor es teólogo, Doctor en Teologia del Instituto Universitario ISEDET y Consultor de Sociedades Bíblicas para la traducción del Antiguo Testamento a la lengua indígena Toba – Qom en el Chaco argentino
Crédito fotografía: http://www.chirapaq.org.pe
Fuente: ALCNOTICIAS
Si bien es cierto que en los últimos años se produjo una mayor visibilización de la existencia y situación de los pueblos originarios, todavía persisten muchos prejuicios, desprecio y rechazo por parte de nuestras sociedades y estados nacionales.
La comunicación ha jugado y juega cada vez más un papel fundamental, tanto para el fortalecimiento de los movimientos indígenas y sus organizaciones, como para la concientización de las sociedades nacionales con relación a los pueblos originarios, y también para la construcción de puentes y diálogo entre las diferentes culturas.
Los movimientos y organizaciones indígenas han hecho mucho para comunicar y hacer ver su situación a través de diferentes medios: movilizaciones y piquetes, participación en foros y congresos, reclamo de derechos por diferentes vías, utilización de medios de comunicación como radios, diarios y televisión, incluso últimamente con la producción de programas y manejo de emisoras y medios propios (ver por ejemplo la Red de Comunicación Indígena - www.rci.org.ar); pero todo esto tiene escasa repercusión en los medios nacionales e internacionales.
De todas maneras, se puede observar un crecimiento y mayor articulación de los movimientos indígenas en casi todos lados, inclusive superando las fronteras nacionales, pero conviene recordar que el motor de todo esto no es tanto la comunicación en si misma, sino el espíritu de resistencia y de lucha que las comunidades han logrado mantener por más de 500 años, y que recién ahora está teniendo “un poquito” más de reconocimiento por parte de otros actores sociales y los estados (ver por ejemplo los avances alcanzados en materia de jurisprudencia nacional e internacional). Los pueblos originarios siempre tuvieron su palabra, pero parece que recién ahora empiezan a ser escuchados, y queda mucho camino por delante.
La comunicación también juega un papel relevante en el proceso de concientización de las sociedades nacionales y sus estados, que permita revisar su historia y las relaciones con los pueblos indígenas. En muchos países, como en la Argentina, hasta ahora la historia oficial oculta, minimiza o directamente niega la presencia indígena y su importancia para el conjunto de la sociedad. Hay documentos actuales del Estado Nacional que afirman, por ejemplo, que las Provincias de Chaco y Formosa fueron pobladas a partir del siglo XIX (ver Plan Estratégico Territorial 2008-2016 del Estado Nacional).
Recién ahora, después de casi 200 años de la revolución de Mayo se está empezando a reconocer que hubo un genocidio de los pueblos indígenas (ver por ejemplo la entrevista al juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Raúl Zaffaroni en Página 12, del 7 de Noviembre de 2008), pero todavía estamos lejos de un juicio por la verdad y la justicia, que establezca responsabilidades, sancione a los responsables y proponga una reparación. En este sentido, también es indispensable revisar la herencia de la generación del ’80 (Roca, Sarmiento, Mitre), y sus conceptos sobre desarrollo y progreso, civilización y barbarie.
Por último, uno de los mayores desafíos actuales para la comunicación es profundizar el diálogo y la construcción de puentes entre las diferentes culturas, que permita un mejor conocimiento del otro, y que pueda generar confianza para avanzar en objetivos comunes de la convivencia; pero esos puentes hay que construirlos desde los dos lados.
El impacto de las nuevas tecnologías
El acceso a las nuevas tecnologías como internet y el uso de celulares, con certeza ha producido cambios en las formas de comunicación, pero también ha despertado interés en la participación y ha impulsado nuevas redes sociales entre las comunidades y también hacia fuera. Por otro lado, cuando muchas comunidades indígenas están revalorizando su identidad y sus saberes tradicionales, las nuevas formas de expresión pueden ser aliadas en el proceso de difusión de ideas y proyectos comunitarios.
Ejemplos de otras conexiones y redes:
www.centromandela.com.ar (Trabajo en Derechos Humanos e investigación social)
www.endepa.org.ar (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen)
www.missiologia.org.br (Red ecuménica de trabajo misionero)
www.argentina.indymedia.org (Agencia internacional de noticias)
El autor es teólogo, Doctor en Teologia del Instituto Universitario ISEDET y Consultor de Sociedades Bíblicas para la traducción del Antiguo Testamento a la lengua indígena Toba – Qom en el Chaco argentino
Crédito fotografía: http://www.chirapaq.org.pe
Fuente: ALCNOTICIAS
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