WASHINGTON, 2009.
¿Poco ortodoxo incluso para la Iglesia Episcopal? Con este titular la revista Christianity Today informa que los líderes de la Iglesia episcopal de EEUU por primera vez en su historia desde los años 30 vetarán a un obispo electo, Kevin Thew Forrester. Una situación tan crítica que incluso quienes han logrado imponer el veto se entristecen de la realidad que esta situación supone, y que demuestra que el problema con el matrimonio homosexual de su obispo Gene Robinson tiene raíces más profundas que una cuestión de ética sexual.
A menos que haya un cambio inesperado de opinión de última hora por parte de sus oponentes, parece decidido que los líderes de la Iglesia Episcopal de EEUU han rechazado la consagración de un obispo electo a nivel local, debido a que niega las enseñanzas fundamentales cristianas sobre el pecado, la salvación y la muerte redentora de Cristo en la cruz del Calvario.
Evangélicos pertenecientes y no pertenecientes a la Iglesia Episcopal, declaran que hubieran estado realmente preocupados si a Kevin Thew Forrester se le hubiera llegado a entregar el báculo pastoral y la responsabilidad de “alimentar y cuidar del rebaño de Cristo” de la diócesis del Norte de Míchigan, donde fue elegido el 21 de febrero. Pero prácticamente nadie ha visto este rechazo como algo digno de celebrarse.
Esta situación de veto se produce porque según las reglas de la Iglesia episcopal, la elección de un obispo en una congregación local debe ser confirmada por una mayoría de la “House of Bishops” (Casa de Obispos) de la Iglesia Episcopal (aunque no a todos los miembros les está permitido votar) y una mayoría de su órgano de gobierno diocesano, conocido como “comités permanentes”.
Aunque los resultados no serán oficiales hasta mediados de julio, la mayoría de los votos de estos comités permanentes han negado el apoyo al obispo electo, según un estudio hecho por la Arkansas Democrat-Gazette. A esto se añade que estudios no oficiales muestran también que el obispo electo Kevin Thew Forrester no logrará los votos necesarios entre los obispos de la “House of Bishops”.
KEVIN THEW FORRESTER
Sería el primer obispo electo en una congregación local que es luego vetado por los líderes denominacionales nacionales desde al menos los años 30, según la Oficina de Comunicación de la Iglesia episcopal. Y es que es conocido por todos que Thew Forraster ha reescrito el Acta Bautismal de la Iglesia episcopal, el Credo de los Apóstoles y el Libro de oraciones de la liturgia de la vigilia de Pascua para eliminar doctrinas cristianas históricas.
Es cierto que hay antecedentes similares en la iglesia Episcopal de EEUU, que consta de 2.300.000 miembros, ya que ha tenido obispos que han negado doctrinas cristianas básicas como la Trinidad, o el nacimiento virginal y la resurrección de Jesús. Pero los obispos más preeminentes que han hecho tales declaraciones (como John Shelby Spong y James Pike) no lo hicieron públicamente hasta estar en su cargo.
Por su parte Thew Forraster defiende sus cambios teológicos y litúrgicos diciendo que reflejan la fe cristiana “que evoluciona continuamente”. “Lo que hemos hecho es bastante responsable y apropiado, y desde luego la iglesia necesita hacerlo para seguir siendo relevante en el siglo XXI”, dice.
Además de rechazar las enseñanzas ortodoxas cristianas sobre la muerte de Jesús en la cruz, Thew Forrester niega que exista Satanás, llama al Corán “Palabra de Dios”, describe el pecado como “estar ciegos ante nuestra propia bondad”, y se pregunta si Jesús es de verdad el Hijo unigénito de Dios.
Como estudiante de Budismo Zen, Forrester se ordenó como budista laico y adoptó un nuevo nombre, Genpo, que significa “camino de sabiduría universal”. Los críticos acusan también a Thew Forrester de haber alterado las liturgias cristianas para añadir principios budistas, universalistas-unitarios y de la Nueva Era.
REACCIONES DE LÍDERES EPISCOPALES
Muchos críticos episcopales de líneas teológicas liberales y conservadoras dicen que el abandono de Thew Forrester de la doctrina y liturgia de la Iglesia episcopal, como la que contiene en su Libro de Oraciones, le sitúan muy lejos de la corriente general, tanto que le impide servir como obispo.
En especial el rechazo por parte de Thew Forrester de la teología expiación y sus afirmaciones de que la crucifixión no era la voluntad de Dios, fueron particularmente polémicas para algunos episcopales. Según Thew Forrester, la sangre de Cristo no lava el pecado y la muerte de Cristo no redime y restaura a la humanidad; Jesús no nos hace uno con el Padre, sino que simplemente nos revela que ya somos ahora y siempre uno con el Padre, mantiene el obispo electo.
Estas innovaciones doctrinales han sido demasiado para algunos obispos, que han hecho declaraciones públicas contrarias. Por ejemplo, “Hay algunas cosas que son absolutamente no negociables en le fe cristiana, porque sin ellas, deja de ser fe cristiana”, dice el obispo episcopal del Oeste de Texas, Gary R. Lilibridge.
Pero no todos piensan igual, como es el caso del obispo de Wyoming, Bruce Caldwell, partidario de Thew Forrester, que expresa que esta teología “nos estira, pero no hasta el punto de la ruptura”.
Incluso los que son contrarios a Thew Forrester ven con preocupación el proceso que ha llevado al rechazo del obispo electo. “En cualquier otra iglesia cristiana –doctrinalmente evangélica, católica, ortodoxa, o pentecostal- esta persona no llegaría ni al seminario, cuánto menos a poder liderar a todo un cuerpo regional”, dice Kendall Harmon, teólogo y canónigo de la Diócesis Episcopal de Carolina del Sur. “El hecho de que una diócesis eligiera a Thew Forrester y de que casi 30 comités permanentes hayan votado para confirmarle, es preocupante”, dice Harmon.
Harmon y otros teólogos conservadores, señalan también que la oposición a Thew Forrester está fragmentada. Algunos se oponen a él porque era el único candidato a obispo en la votación local. Otros dicen que debería haber utilizado los cauces normales antes de reescribir el Credo de los Apóstoles y del Acta de Bautismo. Sólo una minoría –entiende Harmon- se opone a Thew Forrester porque creen que los cambios son contrarios a las enseñanzas cristianas. “Esto no es algo que celebrar. Es algo por lo que entristecerse. Revela una iglesia profundamente enferma”, dice Harmon.
EL CRISTIANISMO EN LA IGLESIA EPISCOPAL
En un mensaje colgado en su blog, Paul V. Marshall, obispo de Bethlehem (Pensilvania), advierte de que la incapacidad de la denominación a la hora de mantener las enseñanzas históricas cristianas, la ha puesto en apuros hasta el punto de que “Como iglesia nos estamos convirtiendo en un hazmerreír… porque no proclamamos continuamente una base sólida: palabras tan simples como “todos pecaron y han sido destituidos de la gloria de Dios” y “Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo,” escribe Marshall.
“Las innovaciones teológicas y litúrgicas de Thew Forrester son demasiado extremistas para la mayoría de miembros de la Iglesia Episcopal”, dice Greg Griffith, fundador de la “website” Anglicana conservadora “www.standFirmInFatih.com”.
“Todo lo que la Iglesia Episcopal ha hecho es decir que alguien que claramente no es cristiano, no puede ser uno de sus obispos,” dice con claridad y rotundidad Griffith. “Puede que estemos haciendo historia, pero difícilmente se puede llamar como un noble logro, y ciertamente no es una señal de que la Iglesia Episcopal esté volviendo a la ortodoxia.”, sino más bien al contrario.
Pos su parte Bill Carroll, rector de la Iglesia Episcopal del Buen Pastor en Atenas, Ohio, dice que esta votación puede ser un momento decisivo para su denominación. “Creo que la iglesia recordará este como el momento en que la Iglesia Episcopal empezó a mostrar más fortaleza en cuanto a la doctrina cristiana básica”, escribió en sus comentarios vertidos en EpiscopalCafe.com. “Durante demasiado tiempo hemos permitido que nuestro respeto por diversidad signifique que todo vale. Todo tiene un límite.”
LÍDERES DE OTRAS DENOMINCACIONES EVANGÉLICAS
Los líderes cristianos ajenos a la Iglesia Episcopal, dicen que la gestión que haga la Iglesia episcopal de este tema tiene implicaciones que van más allá de la propia denominación episcopal. “Si alguien llamado obispo no está de acuerdo con los elementos centrales de la fe cristiana, no debe llamarse a sí mismo cristiano ni mucho menos obispo, ni debe ordenarle una iglesia. Es un apóstata de la fe; y una iglesia que ordena a semejante individuo, es también apóstata,” dice enérgicamente George O. Word, general superintendente de las Asambleas de Dios.
Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, coincide con esta postura. “La diferencia entre la ortodoxia y la herejía es de vital importancia para cualquier creyente evangélico”, dice. “Debemos sentir pena y dolor siempre que vemos una iglesia que está metida en este tipo de torbellino de teológica básica y cuando oímos que se niega la verdad del Evangelio, porque pone en un compromiso el testimonio del Evangelio de los cristianos de todo el mundo”.
Fuente: Christianity Today. Traducción: Carmen Cuadrado. Redacción: ACPress.net
¿Poco ortodoxo incluso para la Iglesia Episcopal? Con este titular la revista Christianity Today informa que los líderes de la Iglesia episcopal de EEUU por primera vez en su historia desde los años 30 vetarán a un obispo electo, Kevin Thew Forrester. Una situación tan crítica que incluso quienes han logrado imponer el veto se entristecen de la realidad que esta situación supone, y que demuestra que el problema con el matrimonio homosexual de su obispo Gene Robinson tiene raíces más profundas que una cuestión de ética sexual.
A menos que haya un cambio inesperado de opinión de última hora por parte de sus oponentes, parece decidido que los líderes de la Iglesia Episcopal de EEUU han rechazado la consagración de un obispo electo a nivel local, debido a que niega las enseñanzas fundamentales cristianas sobre el pecado, la salvación y la muerte redentora de Cristo en la cruz del Calvario.
Evangélicos pertenecientes y no pertenecientes a la Iglesia Episcopal, declaran que hubieran estado realmente preocupados si a Kevin Thew Forrester se le hubiera llegado a entregar el báculo pastoral y la responsabilidad de “alimentar y cuidar del rebaño de Cristo” de la diócesis del Norte de Míchigan, donde fue elegido el 21 de febrero. Pero prácticamente nadie ha visto este rechazo como algo digno de celebrarse.
Esta situación de veto se produce porque según las reglas de la Iglesia episcopal, la elección de un obispo en una congregación local debe ser confirmada por una mayoría de la “House of Bishops” (Casa de Obispos) de la Iglesia Episcopal (aunque no a todos los miembros les está permitido votar) y una mayoría de su órgano de gobierno diocesano, conocido como “comités permanentes”.
Aunque los resultados no serán oficiales hasta mediados de julio, la mayoría de los votos de estos comités permanentes han negado el apoyo al obispo electo, según un estudio hecho por la Arkansas Democrat-Gazette. A esto se añade que estudios no oficiales muestran también que el obispo electo Kevin Thew Forrester no logrará los votos necesarios entre los obispos de la “House of Bishops”.
KEVIN THEW FORRESTER
Sería el primer obispo electo en una congregación local que es luego vetado por los líderes denominacionales nacionales desde al menos los años 30, según la Oficina de Comunicación de la Iglesia episcopal. Y es que es conocido por todos que Thew Forraster ha reescrito el Acta Bautismal de la Iglesia episcopal, el Credo de los Apóstoles y el Libro de oraciones de la liturgia de la vigilia de Pascua para eliminar doctrinas cristianas históricas.
Es cierto que hay antecedentes similares en la iglesia Episcopal de EEUU, que consta de 2.300.000 miembros, ya que ha tenido obispos que han negado doctrinas cristianas básicas como la Trinidad, o el nacimiento virginal y la resurrección de Jesús. Pero los obispos más preeminentes que han hecho tales declaraciones (como John Shelby Spong y James Pike) no lo hicieron públicamente hasta estar en su cargo.
Por su parte Thew Forraster defiende sus cambios teológicos y litúrgicos diciendo que reflejan la fe cristiana “que evoluciona continuamente”. “Lo que hemos hecho es bastante responsable y apropiado, y desde luego la iglesia necesita hacerlo para seguir siendo relevante en el siglo XXI”, dice.
Además de rechazar las enseñanzas ortodoxas cristianas sobre la muerte de Jesús en la cruz, Thew Forrester niega que exista Satanás, llama al Corán “Palabra de Dios”, describe el pecado como “estar ciegos ante nuestra propia bondad”, y se pregunta si Jesús es de verdad el Hijo unigénito de Dios.
Como estudiante de Budismo Zen, Forrester se ordenó como budista laico y adoptó un nuevo nombre, Genpo, que significa “camino de sabiduría universal”. Los críticos acusan también a Thew Forrester de haber alterado las liturgias cristianas para añadir principios budistas, universalistas-unitarios y de la Nueva Era.
REACCIONES DE LÍDERES EPISCOPALES
Muchos críticos episcopales de líneas teológicas liberales y conservadoras dicen que el abandono de Thew Forrester de la doctrina y liturgia de la Iglesia episcopal, como la que contiene en su Libro de Oraciones, le sitúan muy lejos de la corriente general, tanto que le impide servir como obispo.
En especial el rechazo por parte de Thew Forrester de la teología expiación y sus afirmaciones de que la crucifixión no era la voluntad de Dios, fueron particularmente polémicas para algunos episcopales. Según Thew Forrester, la sangre de Cristo no lava el pecado y la muerte de Cristo no redime y restaura a la humanidad; Jesús no nos hace uno con el Padre, sino que simplemente nos revela que ya somos ahora y siempre uno con el Padre, mantiene el obispo electo.
Estas innovaciones doctrinales han sido demasiado para algunos obispos, que han hecho declaraciones públicas contrarias. Por ejemplo, “Hay algunas cosas que son absolutamente no negociables en le fe cristiana, porque sin ellas, deja de ser fe cristiana”, dice el obispo episcopal del Oeste de Texas, Gary R. Lilibridge.
Pero no todos piensan igual, como es el caso del obispo de Wyoming, Bruce Caldwell, partidario de Thew Forrester, que expresa que esta teología “nos estira, pero no hasta el punto de la ruptura”.
Incluso los que son contrarios a Thew Forrester ven con preocupación el proceso que ha llevado al rechazo del obispo electo. “En cualquier otra iglesia cristiana –doctrinalmente evangélica, católica, ortodoxa, o pentecostal- esta persona no llegaría ni al seminario, cuánto menos a poder liderar a todo un cuerpo regional”, dice Kendall Harmon, teólogo y canónigo de la Diócesis Episcopal de Carolina del Sur. “El hecho de que una diócesis eligiera a Thew Forrester y de que casi 30 comités permanentes hayan votado para confirmarle, es preocupante”, dice Harmon.
Harmon y otros teólogos conservadores, señalan también que la oposición a Thew Forrester está fragmentada. Algunos se oponen a él porque era el único candidato a obispo en la votación local. Otros dicen que debería haber utilizado los cauces normales antes de reescribir el Credo de los Apóstoles y del Acta de Bautismo. Sólo una minoría –entiende Harmon- se opone a Thew Forrester porque creen que los cambios son contrarios a las enseñanzas cristianas. “Esto no es algo que celebrar. Es algo por lo que entristecerse. Revela una iglesia profundamente enferma”, dice Harmon.
EL CRISTIANISMO EN LA IGLESIA EPISCOPAL
En un mensaje colgado en su blog, Paul V. Marshall, obispo de Bethlehem (Pensilvania), advierte de que la incapacidad de la denominación a la hora de mantener las enseñanzas históricas cristianas, la ha puesto en apuros hasta el punto de que “Como iglesia nos estamos convirtiendo en un hazmerreír… porque no proclamamos continuamente una base sólida: palabras tan simples como “todos pecaron y han sido destituidos de la gloria de Dios” y “Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo,” escribe Marshall.
“Las innovaciones teológicas y litúrgicas de Thew Forrester son demasiado extremistas para la mayoría de miembros de la Iglesia Episcopal”, dice Greg Griffith, fundador de la “website” Anglicana conservadora “www.standFirmInFatih.com”.
“Todo lo que la Iglesia Episcopal ha hecho es decir que alguien que claramente no es cristiano, no puede ser uno de sus obispos,” dice con claridad y rotundidad Griffith. “Puede que estemos haciendo historia, pero difícilmente se puede llamar como un noble logro, y ciertamente no es una señal de que la Iglesia Episcopal esté volviendo a la ortodoxia.”, sino más bien al contrario.
Pos su parte Bill Carroll, rector de la Iglesia Episcopal del Buen Pastor en Atenas, Ohio, dice que esta votación puede ser un momento decisivo para su denominación. “Creo que la iglesia recordará este como el momento en que la Iglesia Episcopal empezó a mostrar más fortaleza en cuanto a la doctrina cristiana básica”, escribió en sus comentarios vertidos en EpiscopalCafe.com. “Durante demasiado tiempo hemos permitido que nuestro respeto por diversidad signifique que todo vale. Todo tiene un límite.”
LÍDERES DE OTRAS DENOMINCACIONES EVANGÉLICAS
Los líderes cristianos ajenos a la Iglesia Episcopal, dicen que la gestión que haga la Iglesia episcopal de este tema tiene implicaciones que van más allá de la propia denominación episcopal. “Si alguien llamado obispo no está de acuerdo con los elementos centrales de la fe cristiana, no debe llamarse a sí mismo cristiano ni mucho menos obispo, ni debe ordenarle una iglesia. Es un apóstata de la fe; y una iglesia que ordena a semejante individuo, es también apóstata,” dice enérgicamente George O. Word, general superintendente de las Asambleas de Dios.
Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur, coincide con esta postura. “La diferencia entre la ortodoxia y la herejía es de vital importancia para cualquier creyente evangélico”, dice. “Debemos sentir pena y dolor siempre que vemos una iglesia que está metida en este tipo de torbellino de teológica básica y cuando oímos que se niega la verdad del Evangelio, porque pone en un compromiso el testimonio del Evangelio de los cristianos de todo el mundo”.
Fuente: Christianity Today. Traducción: Carmen Cuadrado. Redacción: ACPress.net
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