A menudo recibo información de Iglesia en Marcha, que me permite conocer la obra que hacen muchos consiervos, instituciones, etc. También, orar por cosas que se están infiltrando en el pensamiento social, jurídico, cultural y cristiano. Estas infiltraciones algunas son buenas, pero otras son dañinas para la sociedad en general. Una de ellas es la "ideología del tercer sexo", que poco a poco va ganando espacio en todos los niveles de la sociedad, de la política e incluso de las iglesias cristianas protestantes, siempre con el supuesto de que se consideran las ovejas del otro redil.
Me da tristeza y dolor ver que como pueblo cristianos no nos unimos a luchar a través de la oración y nuestra voz profética denunciar estas mentiras de que ser gay es normal, como lo llama la Biblia: anormal, debemos mirar con preocupación estas nuevas formas de parejas y familias gay como algo anormal, no es normal, porque si aceptamos que son normales entonces estamos creyendo en un dios imperfecto, que no hace las cosas perfecta, que se goza en lo anormal, etc. Si Dios hubiese aceptado esto, por lo menos en la historia del pueblo de Israel hubiese dejado una insignia de que ser gay es normal, como lo hizo con el hombre y la mujer en Génesis 1: 27 y 2: 18 - 25. Pero, todo lo contrario, negaciones divinas a no mantener relaciones sexuales con su mismo sexo, porque si lo hacen es abominación al Dios que le creemos y servimos.
En la misma linea se encuentra algunos grupos religiosos no cristianos como el Islam, en su texto sagrado del Corán no encuentro una insignia que haga alusión a favor de los gay, al contrario no lo aceptan. En el Budismo prohibe la sexualidad en todas las órdenes, pero lo aceptan en los laicos de diferentes géneros, no del mismo. En el judaísmos esta dividido: el ortodoxo no lo acepta, reformista es más flexible. En el Hinduismo y Sintoísmo no hay consenso.
En fin faltaria espacio para seguir argumentando las negaciones de este supuesto nuevo "genero", es por ello, que les pido a mis consiervos y colegas que debemos irnos preparándonos para esta nueva ola que esta atacando nuestra moral, es una pandemia, que si no tomamos los correctivos necesarios vamos a terminar peor que Sodoma y Gomorra, bisexuales, transexuales y... Como vamos, llegará el tiempo a nuestros países que si no celebramos bodas gay nos mandarán a los tribunales de justicias, etc. Por ello, debemos crear un manual de funciones eclesiásticas, que será nuestro derecho eclesiástico evangélicos que nos ayudarán a defendernos de tales demandas. Sabemos que Dios ama a los Gays, pero no acepta su opción sexual, nosotros debemos amarlos, pero no debemos olvidar que no podemos aceptar su pecado, que el Dios que nosotros conocemos hace las cosas perfecta no a media, Satanás si es lo contrario a lo perfecto, él se goza en las perversiones, etc. Concluyo, con esto que es bueno mostrarle a los gays a cuál de los dos desean servirle: a Dios o Satanás.
Nuevo régimen de adopciones a punto de ser ley en Uruguay
La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que permite que -de modo legal- parejas homosexuales y los hogares monoparentales adopten menores, mediante la modificación de diversas normas del Código de la Niñez y la Adolescencia. Antes de convertirse en ley, la iniciativa debe retornar al Senado donde se aceptarán unas ligeras modificaciones incorporadas en la cámara baja.
El proyecto fue aprobado con 40 votos en 53 legisladores presentes, aportados por el Frente Amplio, más el apoyo del diputado blanco Álvaro Lorenzo. El resto del Partido Nacional y todo el Partido Colorado votaron en contra de la polémica iniciativa.
Cuando este proyecto sea ley, Uruguay se convertirá en el primer país de América Latina en legalizar ese régimen. El debate se instaló en la sociedad desde la presentación misma del proyecto al Parlamento, en relación con los derechos del niño y las consecuencias que podría tener en ellos la crianza en un hogar con padres del mismo sexo.
La Iglesia Católica se pronunció en contra del proyecto. Del mismo modo, ese aspecto fue el principal motivo de cuestionamiento de los partidos de oposición a la iniciativa.
INAU. El texto aprobado elimina la diferencia entre adopción simple y plena pasando a ser todas de igual condición. En la legislación actual, sólo los matrimonios pueden adoptar en forma plena. Este proyecto elimina la condición de que los adoptantes deban estar casados para adoptar en forma plena. La modificación al texto propone un solo tipo de adopción para matrimonios, parejas y personas solas, valorando que tengan redes familiares para que el niño se inserte en una familia.
Además de la polémica en torno a la adopción por homosexuales, la ley abarca otros aspectos, como la centralización de los trámites en el INAU y la agilitación del proceso de adopción.
Esta ley también permite que las parejas de concubinos con un mínimo de cuatro años de vida en común y con apariencia de matrimonio, puedan adoptar.
Durante la sesión prácticamente no hubo discusión. El miembro informante fue el diputado Javier Salsamendi (MPP) quien explicó los detalles del proyecto y cuál es la idea del gobierno, y pidió a quienes lo cuestionan que reconozcan que hay una "nueva realidad" social en el país. Además de oponerse a que parejas homosexuales adopte, los nacionalistas no compartieron la centralización del nuevo régimen en el INAU.
Diputados del Partido Nacional, como Jaime Trobo, Mauricio Cusano, Gustavo Borsari y Pablo Abdala se pronunciaron en contra de permitir la adopción por parte de parejas del mismo sexo, aunque precisaron que su idea no es la de discriminar a las personas por su opción sexual.
En el Frente Amplio, Jorge Orrico, de Asamblea Uruguay, rechazó permitir a las parejas de un mismo sexo adoptar niños, aunque votó el proyecto. Edgardo Ortuño, de la Vertiente, recordó que la sociedad "debe asumir las realidades sociales".
El proyecto fue aprobado con 40 votos en 53 legisladores presentes, aportados por el Frente Amplio, más el apoyo del diputado blanco Álvaro Lorenzo. El resto del Partido Nacional y todo el Partido Colorado votaron en contra de la polémica iniciativa.
Cuando este proyecto sea ley, Uruguay se convertirá en el primer país de América Latina en legalizar ese régimen. El debate se instaló en la sociedad desde la presentación misma del proyecto al Parlamento, en relación con los derechos del niño y las consecuencias que podría tener en ellos la crianza en un hogar con padres del mismo sexo.
La Iglesia Católica se pronunció en contra del proyecto. Del mismo modo, ese aspecto fue el principal motivo de cuestionamiento de los partidos de oposición a la iniciativa.
INAU. El texto aprobado elimina la diferencia entre adopción simple y plena pasando a ser todas de igual condición. En la legislación actual, sólo los matrimonios pueden adoptar en forma plena. Este proyecto elimina la condición de que los adoptantes deban estar casados para adoptar en forma plena. La modificación al texto propone un solo tipo de adopción para matrimonios, parejas y personas solas, valorando que tengan redes familiares para que el niño se inserte en una familia.
Además de la polémica en torno a la adopción por homosexuales, la ley abarca otros aspectos, como la centralización de los trámites en el INAU y la agilitación del proceso de adopción.
Esta ley también permite que las parejas de concubinos con un mínimo de cuatro años de vida en común y con apariencia de matrimonio, puedan adoptar.
Durante la sesión prácticamente no hubo discusión. El miembro informante fue el diputado Javier Salsamendi (MPP) quien explicó los detalles del proyecto y cuál es la idea del gobierno, y pidió a quienes lo cuestionan que reconozcan que hay una "nueva realidad" social en el país. Además de oponerse a que parejas homosexuales adopte, los nacionalistas no compartieron la centralización del nuevo régimen en el INAU.
Diputados del Partido Nacional, como Jaime Trobo, Mauricio Cusano, Gustavo Borsari y Pablo Abdala se pronunciaron en contra de permitir la adopción por parte de parejas del mismo sexo, aunque precisaron que su idea no es la de discriminar a las personas por su opción sexual.
En el Frente Amplio, Jorge Orrico, de Asamblea Uruguay, rechazó permitir a las parejas de un mismo sexo adoptar niños, aunque votó el proyecto. Edgardo Ortuño, de la Vertiente, recordó que la sociedad "debe asumir las realidades sociales".
Fuente: El País Digital/ Iglesia En Marcha.Net
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