Por Aníbal Sicardi (*) Argentina
La
tradición impone que para el 24 de diciembre, la Nochebuena, debe primar la
conversación sobre la paz, la reconciliación y compartir regalos de buena
voluntad.
La
tradición también acota que cuando el Imperio Turco estaba a punto de
conquistar Constantinopla, los sabios de Bizancio ignoraban esa problemática
realidad y se reunían para debatir sobre el sexo de los ángeles.
En
el actual 24 de diciembre ambas colisionan. Opto por no quedarme en hablar
sobre el sexo de los ángeles por lo que comparto la apreciación del actual
gobierno como sofisticada copia de la Dictadura Cívico Militar del 76.
Sorprendieron
con la cautelar pidiendo que se determine cuándo la Presidenta terminaba su
mandato. La Justicia sentenció rápidamente afirmando que a las 24 del 9. El
país quedó sin presidente. Surge un presidente provisional. Este le da el mando
al electo. No hubo transferencia de poder. Se fabricó una toma de Casa
Rosada. Estilo golpe militar.
Luego,
entre otras decisiones turbias, se designa por decreto a dos jueces para la
Corte Suprema. El argumento principal es dar funcionalidad a la Corte. Se
ningunea el Congreso. En democracia el Ejecutivo tiene poder para convocarlo.
Se obvió esa instancia tal como se hace en los gobiernos militares. Desde la
Justicia se acepta sumisamente. Solo se discute si asumen en diciembre o
febrero. Va a febrero antes que empiecen las obligatorias sesiones del
Congreso.
Deciden
el ritmo económico. Devaluación con favorecimiento a los sectores económicos
dominantes en tal forma que ahora se comenta que le dieron más de lo esperado.
Antes se consultó/informó al gobierno de Estados Unidos.
Habla
el Ministro de Economía, disfrazado por lo que ahora es Ministerio de Hacienda
y Finanzas. A esa altura decido verlo y escucharlo íntegramente. No para
saber qué comunicaría -se sabía- sino el cómo lo diría, palabras, gestos,
presentación física. Lenguaje estilizado con palabras y gestos clave de “no
había otra cosa, había que hacerlo”. Típico militar. Anoto que se presentó
ágil, sonriente y….sin corbata. Esto último se encuentra en casi todos los
nuevos funcionarios. Estrategia de Durán Barba de enredar los “dos”
proyectos, como en el monumento a Perón y el inusitado discurso de Macri
luego del ballotage en Capital. “No somos otros estamos con el proyecto
popular” es el mensaje. Solo hacemos un Proceso de Reorganización Nacional.
Luego
aparece el proyecto de Emergencia en Seguridad a Nivel Nacional. Por medio de
Patricia Bullrich el Ejecutivo sentencia –vía excusa narcos– que hay que tener
“orden”. Protocolos a la vista. Montaje para frenar cualquier intento de
“modificar el orden”. Ya aparecen infiltrados. Se mencionan marxistas. No
extrañe que logren presentar terroristas.
Al
descarte del Congreso, el quiebre institucional, la trasferencia del reparto
económico, el blindaje del aparato de seguridad, se asocia un ingrediente más
que fue clave en la Dictadura Cívico Militar del 76. Y es que el presente
gobierno tiene el apoyo de los sectores más conservadores y retrógrados de la
Iglesia Católica Romana. Sugerente el comunicado emitido por el
Episcopado católico romano en el que se expresa una dolorosa
discriminación, cien por ciento, contra “los de la periferia” (ver PE/Ecupres
SN 1005/15 del 8 de diciembre 2015). Los pobres descartados de la repartija
disfrazada de levantamiento del cepo.
Paralelo
a lo ocurrido en la Dictadura del 76, la toma actual de la Casa Rosada tuvo el
apoyo de importantes sectores del radicalismo y del peronismo, tanto al inicio
como en lo que fue su sostenimiento.
¿Algo
más? Y sí, los medios fomentaron por largo tiempo el golpe del 76 y luego lo
justificaron durante la gestión que produjo más de 30 mil desaparecidos y se
sirvió de la mayor corrupción de la historia. De manual es decir que lo harán
con el “presente griego” que hay en marcha.
Es
de un realismo flagrante que no se puede impulsar el conjunto de medidas
que ha tomado el Ejecutivo a velocidad record sin la existencia previa de un
plan pergeñado en detalle. Se constató que la Dictadura del 76 venía preparando
el plan cuatro años antes de su implementación.
No
debe seguir escondido lo que ocurre en Haití, Paraguay, Honduras y Colombia que
ya están en esta encrucijada. Lo que nos ocurre excede el plano nacional, es
parte del segundo Plan Cóndor en ejecución. Y aunque “aflojaron” contra Dilma
es sólo una pausa, no pueden abarcar todo al mismo tiempo. Los golpes
dictatoriales en Latinoamérica se dieron escalonados: Brasil, Chile, Uruguay,
Argentina.
Desde
mis 82 años puedo testimoniar que la instauración de este gobierno no se
parece al 76. Es copia fiel. Sofisticada porque utiliza otros métodos. “Por
ahora” como citan los funcionarios cuando se refieren a algunas decisiones que
se anticipan, entre ellas las relacionadas con despidos masivos.
Esta
es la situación que padecemos en Argentina. Sofisticada copia de la Dictadura
Cívico Militar del 76. Además de Cívico y militar también católica romana y
habría que ver si no se agregan otras denominaciones eclesiásticas como las
“evangelistas” asociadas a las “evangelicales” estadounidenses con íntima relación
con los republicanos.
Esto
es lo que tenemos en el hoy de Argentina. No hay que equivocarse ni desmerecer
al enemigo. La mirada no es hacia los 90 sino al 76.
El
correr de las menciones e ideas me plantea si hablar del sexo de los ángeles
cuando el enemigo ya está en casa no tiene que ver con esas deliberaciones y
discusiones en las que se plantean abstracciones o casos pseudo-inventados que
esconden pases de factura, impulsos de culpabilidad y soberbias sectoriales
aludiendo a que se tiene el poder para cambiar la situación.
Hay
que actuar y aprender a conversar con claridad y con las cartas sobre la mesa.
La liberación es una larga batalla. La historia está en marcha. Estamos
transitando una etapa más en la carrera por la dignidad humana. Ganaremos. Seguro.+
(PE)
(*)
Bahía Blanca, 18 de diciembre de 1933. Teólogo de la Facultad Evangélica de
Teología (Buenos Aires). Fundador y director de Agencia de Noticias Prensa
Ecuménica Ecupres. Pastor (j) de la Iglesia Metodista Central Bahía Blanca.
@anibalsicardi
Foto.
Antonio Berni, pintor argentino, 1905-1981
Fuente: ECUPRES, 2015.
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