Por. Josaphat
Jarpa, Chile
Existe
en este último tiempo un mayor interés de entender la política evangélica en
Chile. La aparición del pastor evangélico David Hormachea en la franja
televisiva electoral del candidato presidencial José Antonio Kast llamando a
votar por “quien crea en Dios y defienda la moral absoluta”, sumado a los
esfuerzos del Pastor Javier Soto en promocionar por los medios a Kast como el
nuevo mesías, abre la constante, incierta y compleja pregunta ¿Cuál es el lugar
político de los evangélicos en Chile?
No es
un ejercicio fácil, los casos Brasil y Colombia principalmente, en donde
sectores de las Iglesias Evangélicas marcaron una tendencia en la agenda
pública. Así, son significativos los casos del Impeachment a
la presidenta de Brasil Dilma Rouseff y el plebiscito por el acuerdo para la
terminación del conflicto de la guerrilla y la construcción de la paz en
Colombia, donde evangélicos se movilizaron por el NO, por incluirse en el
acuerdo políticas que promovían la denominada “Ideología de Género”.
La
relación de evangélicos en América Latina y el Caribe con la Derecha no es
nueva. El historiador costarricense Arturo Piedra hace una exhaustiva revisión
en su tesis doctoral “Evangelización protestante en América Latina.
Análisis de las razones que justificaron y promovieron la expansión
protestante”. Uno de sus principales aportes es la identificación de
la intervención de los Estados Unidos en los países del sur, no sólo desde una
esfera política y económica sino también cultural y religiosa, fortaleciendo
alianzas con sectores que adherían al emergente movimiento religioso
conservador que nace en EE.UU., a decir, el fundamentalismo evangélico, que
desde la década de los 60 experimenta una gran expansión en América Latina y el
Caribe, instalando una teología exclusivista, imperialista y colonial, que
tiende tensiones excluyentes con ciertas tendencias de la época principalmente
el marxismo, el liberalismo, el humanismo y el feminismo. Su
expansión logró hegemonizar las disputas teológicas, anulando lecturas
alternativas de las teologías cristianas en el continente, concentrando el poder
y la exclusividad de la verdad.
El
mejor representante de este movimiento en la actualidad es el propio David
Hormachea, egresado de la Universidad de Biola, lugar protagónico en la
elaboración de revista “Fundamentos” que origina el movimiento del
Fundamentalismo evangélico. Es difícil olvidar que el año 2000, Hormachea
criticó al obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada, cuando este
llamó a votar por Eduardo Frei, con la frase “los pastores no deben meterse” ,
sin embargo en internet se encuentran vídeos de Hormachea apoyando a Donald
Trump , Manuel José Ossandón , y en su reciente apuesta a José Antonio Kast, el
candidato de la ultra derecha, apoyado por militares condenados por crímenes de
lesa humanidad, grupos neonazis, y sectores del integrismo católico, históricos
obstaculizadores del reconocimiento de los evangélicos en Chile .
La
razón de Hormachea y de otros actores de la región para apoyar a los sectores
conservadores de sus respectivos países es “detener el debacle cultural” entre
otras, la promoción de lo que denominan “ideología de género”, concepto
promovido ferozmente como el nuevo “anti-cristo”, y que constituye una
estrategia internacional para frenar las luchas y avances sociales que han
sostenido los movimientos sociales de mujeres y de la diversidad sexual. Se
trata de un freno que accionado representa la autoridad y el poder de quienes
deciden en la economía, la cultura y la religión a nivel global. Genilma
Boehler , profesora de la Universidad Bíblica Latinoamericana, dice al respecto: “El
gran problema es que, hoy día, los estudios de género ponen en duda a las
verdades relativas a las posturas éticas, a la biogenética, a los estudios de
la sexualidad humana, a las morales cerradas bajos las llaves de los
fundamentalismos, a los modelos hegemónicos y por supuesto que al momento
actual; si hacemos un análisis de coyuntura política y miramos el regreso de
los dominios políticos de las élites crueles y excluyentes, mantener a la gente
desinformada y luchando entre sí, es estrategia planificada y no ingenua,
tampoco neutral[1]”.
No obstante en Chile, el crecimiento de
la derecha evangélica no se da con la fuerza que algunos quisieran. Existen
algunos motivos que podríamos identificar muy brevemente, por ejemplo la
cultura religiosa de los evangélicos de base, quienes aún se niegan a la
participación política en el espacio público, evitando la polarización en su
práctica de fe y comunitaria. Es una forma masiva de pensar dentro las Iglesias
Pentecostales mayoritarias a la nominación “evangélicas”, que se complementa
con una cultura despolitizada en los sectores empobrecidos, en donde se sitúa
mayormente estas Iglesias, lugares de precaria formación ciudadana, y
enajenadas de la problemática social.
Otro sector no alcanzado son aquellos
que han abrazado otros tipos de experiencias de construcción comunitaria,
trabajando con mayor atención en los problemas sociales de sus comunidades en
donde la política nacional no se lee de la misma forma, ni con los mismos
énfasis, por ejemplo quienes dedican sus templos y lugares de reunión para desde
ahí conformar comedores libres, centro comunitarios, jardines infantiles, la
rehabilitación de personas por el consumo de drogas, sin ánimo de lucrar sino
con una práctica misericordiosa y solidaria con sus iguales.
Se puede identificar un tercer sector no
alcanzado, y estos son quienes tienen una mirada crítica al modelo neoliberal,
promueven una lectura de fe en diálogo con la sociedad y los derechos humanos.
Tienen una activa participación través espacios políticos alternativos , se
encuentran en el campo educativo, con la situación migrante, la niñez, con las
mujeres, las comunidades indígenas, la diversidad sexual, el dialogo
interreligioso entre otras causas.
Lo primero y relevante que habría que
identificar es que la confesionalidad evangélica no es perteneciente ni a
izquierdas, ni derechas, aunque en este último tiempo se trate de promocionar
un solo rostro evangélico en particular. Los más interesados en la
hegemonización de dicha identidad son aquellos que gozan de los privilegios de
la jerarquía religiosa y cultivan una ambición por el poder de forma
irrenunciable en desmedro de la adoración a Dios desde una vida piadosa. Pero
esta “Derecha Evangélica” niega su identidad política, en circunstancias de que
sus discursos, relaciones y propuestas se encuentran en este sector, por una
clara razón se sitúan aquí, la derecha gane o pierda “siempre
ganará”. En efecto, son los que tienen el control de las riquezas
en nuestro país. De allí que no es forzoso sostener que acercarse a este sector
es acercarse al poder y la gloria, esto es, al poder absoluto al que señala
implícitamente Hormachea.
La articulación de la Derecha evangélica
para estas elecciones tiene como fecha importante el mes de Mayo de este año,
con el nombramiento del “Consejo Ciudadano” de la candidatura presidencial del
empresario Sebastián Piñera a través de la inclusión de dos obispos
evangélicos: El obispo Jorge Méndez, quien representa el “Consejo Nacional de
Obispos y Presidentes Evangélicos de Chile” entidad de personalidad jurídica de
Derecho Público creada el año 2007, que según el sitio web de Transparencia, lo
integran diez personas, todos hombres, mayores de 50 años, ninguno con adhesión
a alguna Iglesia con alcance nacional, y del listado constituyente tres de
ellos se encuentran fallecidos. Será un simple detalle que dentro de sus
estatutos se identifique como un ministerio “apolítico”. El otro obispo, es
Eduardo Durán Castro, que según consigna un reportaje de La Tercera[2] goza de un patrimonio en
propiedades avaluadas en $1.800 millones, empresas y vehículos de lujos. Un
poco escandaloso para una persona que ha dedicado mayormente en su vida laboral
como pastor a hablar de Jesús, el hijo de un carpintero de Nazareth. Ambos auto
identificados en el debate público como “representantes” del mundo evangélico.
Otra fuerza relevante en esta
articulación son quienes han apostado a constituir partidos políticos confesionales,
según el reportaje del medio evangélico Cosmovisión[3] serían cuatro los nuevos partidos
evangélicos : el Partido Nuevo Tiempo, ubicado en la zona norte principalmente
en la región de Antofagasta; El Partido Unidad Cristiana Nacional en la región
de la Araucanía; el Partido Unidos en Fe, que salió a la luz pública luego de
levantar el apoyo como candidato presidencial a Franco Parisi ; y el Partido
Cristiano Ciudadano quienes habían levantado como su propio candidato
presidencial a Abraham Larrondo, y que tras diversos escándalos al interior del
Partido no lograron juntar las firmas necesarias para inscribirlo frustrando su
postulación. Estos cuatro partidos proceden de diferentes cunas culturales, e
intentan posicionarse cada uno como el representante político del mundo
evangélico, sin embargo comparten algunas características claramente no
neutrales, como validar la moral sexual conservadora como principal eje
articulador, deslegitimizar cualquier posición que esté a favor de la
despenalización del aborto, el matrimonio igualitario, la Ley de Identidad de
Género y la Ley de Protección Integral de los derechos de la Infancia. Los
cuatro partidos tienen una estrecha relación con la derecha chilena, de hecho,
dos de los partidos mencionados, han decidido dar su apoyo público al candidato
de la extrema derecha José Antonio Kast.
Importante también es considerar la
agrupación de candidatos evangélicos amparados en una plataforma llamada: “Por
un Chile para Cristo” que consignan en su sitio web: “cumpliremos la hermosa
promesa que Dios nos ha dado “CHILE SERA PARA CRISTO[4]”. Entre los candidatos destacan: Andrea
Ojeda, candidata por el distrito 8, ex funcionaria del gobierno de Piñera en
donde fue protagonista del episodio de la recepción de una invitación dirigida
al mismo Piñera para asistir a un homenaje al violador de Derechos Humanos
Miguel Krassnoff, diciendo: “Éxito en la actividad”; Ojeda es socia de RyS
Inversiones II S.p.A., como consigna un reportaje en El Mostrador[5] , manteniendo la la cuestionable
relación de un ex jefe entre la política y el dinero . Otro candidato es el
también ex funcionario en el gobierno de Piñera, Eduardo Durán Salinas, hijo de
Obispo de la Catedral Evangélica de Chile, con quien comparte una gran fortuna
y fue quien se apropió del espacio del último Te Deum Evangélico
para promocionar su candidatura política con clara complicidad de otros actores
del acto. También se encuentra en esta agrupación la Pastora/Profeta de la
Teología de la Prosperidad Angélica Pino, al igual que los tres anteriores,
militante de Renovación Nacional.
No obstante, la derecha evangélica
chilena, sufre algunas complejidades propias de su cultura para un mayor
fortalecimiento, como lo son sus estructuras jerárquicas, clientelares y
autoritarias, esta forma de relación dentro de algunas iglesias evangélicas se
debe a la considerable influencia de ex militares jubilados como pastores llevó
a un tipo de cultura evangélica en claves militarizadas. Asimismo, la relación
patronal propia de un sistema de aristocracia rural terrateniente convierte a
cada pastor como un pequeño patrón de fundo. Esto hace que los líderes
evangélicos se apropian de verdades y estas sean incuestionables para la
feligresía. CIPER reveló un importante reportaje[6]sobre las pugnas para instalar en Chile
el poder político evangélico. Las razones “teológicas-doctrinales” de algunas
denominaciones evangélicas quedan desplazadas por las riñas de poder que desean
como un mandato de Dios instalarse en una nueva elite religiosa.
Lo
complejo de este sector evangélico que se suma a la contienda electoral
democrática no concibe la democracia como un valor interno dentro de sus
propios espacios comunitarios. En un contexto de profunda crisis ética por los
recientes casos de corrupción, estos sectores tienen una gran deuda con sus
feligreses en transparentar las ganancias de sus negocios encubiertos en un
ropaje sagrado. Es sabido como gran cantidad de Iglesias se dividen por
escándalos de dinero y poder, pero existe una frágil moral que supone que los
candidatos evangélicos van a lograr aportar al debate democrático cuando ellos
mismos son parte de organizaciones débilmente transparentadas, democratizadas y
éticamente hoy no son respetadas por una parte de la sociedad que las
identifica como intolerantes. Las propios feligreses confían en Dios, en su
comunidad en gran cantidad de casos, pero no necesariamente en sus líderes.
Este
mismo sector intentó hacerse propietario de la Universidad del Mar en pleno
contexto de movilizaciones por el derecho a la educación que cuestionaba el
lucro, paradójicamente a la fecha no ha sido capaz de presentar un proyecto que
aporte con importantes recursos para la investigación teológica en sus propias
corporaciones, las cuales viven del desamparo y la precariedad de intentos
frustrados para generar conocimiento . En realidad, no es ese el asunto que les
preocupa sino “un sentido de propiedad”, porque esto es lo que entrega poder en
un sistema neoliberal como el chileno. Es débil la relación de la formación
teológica con la participación política en estos sectores, evidencian su
adaptación al modelo y el deseo de alcanzar su poder.
La
cultura del poder en Chile tiene símbolos muy concretos, su historia colonial en
la construcción de la moral, la separación de las clases sociales, y
posteriormente el imaginario neoliberal instalado en la Dictadura de Pinochet.
El poder que propone el sistema neoliberal para una sociedad aspiracional, es
de gran atracción, y así también lo es para algunos líderes evangélicos. Es por
eso que uno de sus enemigos clásicos como la Iglesia Católica, se transforma
curiosamente en un gran aliado en la “defensa de los valores”. La necesidad de
llegar a un mejor estatus y un mejor reconocimiento es un elemento principal
para comprender la política de la derecha evangélica chilena. El
conservadurismo chileno le da sentido al evangélico aspiracional, que no
formula un pensamiento crítico al orden, que le es complejo cuestionar las
violaciones a los derechos humanos y nombrar “dictadura” al “gobierno militar”,
pero le es fácil criticar las manifestaciones sociales por la educación, las
pensiones, el medio ambiente, la corrupción, etc.
El
mensaje transgresor de Jesús al poder religioso y político que lo llevo a su
sufrimiento y la Cruz, es silenciado por la aspiración de alcanzar la gloria.
Es necesario sospechar de quienes dicen hoy apostar en defensa de los valores
pero olvidan el lugar no privilegiado de Jesús. Esos son los valores de quienes
aman el orden actual, aman la desigualdad y las injusticias, desprecian el
grito de los excluidos y los marginados de hoy.
________
[1] G.
Boehler. ¿Por qué se oponen los fundamentalismos religiosos a lo que llaman
“ideología de género”? Evento: “Retos y dilemas de la educación para la
afectividad y la sexualidad en Costa Rica frente al conservadurismo religioso”.
Ponencia presentada en la Universidad Estatal a Distancia-UNED, el 29 de
septiembre de 2017, en San José, Costa Rica. Publicado en:
http://www.ubl.ac.cr/index.php/blog/item/259-ideologia-de-genero
[2] J.P.
Sallaberry y S Labrín. (24.09.2017). LA TERCERA: El alto patrimonio detrás de
la Catedral Evangélica. Recuperado de
http://www.latercera.com/noticia/alto-patrimonio-detras-la-catedral-evangelica/
[3] Director. (23.04.
2017). COSMOVISIÓN: [POLÍTICA] 4 Partidos Evangélico y 2 Candidatos
Presidenciales irrumpen en la carrera electoral. Recuperado de http://cosmovision.cl/politica-4-partidos-evangelico-2-candidatos-presidenciales-irrumpen-la-carrera-electoral/
[4] Por Un Chile Para
Cristo. (Sin Fecha). Quienes Somos. Recuperado de
https://www.porunchileparacristo.com/quienes-somos
[5] A. Carmona.
(08.11.2017) EL MOSTRADOR: Los millonarios contratos que entregó la
Municipalidad de Puente Alto a empresa vinculada a ex asesora de Piñera.
Recuperado de
http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2017/11/08/los-millonarios-contratos-que-entrego-la-municipalidad-de-puente-alto-a-empresa-vinculada-a-ex-asesora-de-pinera/
[6] P. Ramírez y G.
Pizarro. (26.10.2017) CIPER: Las pugnas y negociaciones para instalar en Chile
el poder político evangélico. Recuperado de http://ciperchile.cl/2017/10/26/las-pugnas-y-negociaciones-para-instalar-en-chile-el-poder-politico-evangelico/
Fuente:
Lupaprotestante, 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario