El
teólogo evangélico José Hutter explica la perspectiva mayoritaria de las
iglesias evangélicas en España sobre homosexualidad, un tema que ha sido factor
divisivo entre evangélicos en otros países.
En
su último Sínodo la Iglesia Evangélica Española (IEE) tomó la decisión de
adoptar una tendencia inclusiva hacia los homosexuales admitiendo la práctica
de la homosexualidad y sus formaciones familiares.
La
ya aprobada “declaración de Mamré” expresa la convicción de practicar “una
pastoral de la acogida de las personas homosexuales y sus familias, evitando la
invisibilidad y trabajando en el acompañamiento de la diversidad”,
comprometiéndose “a hacer pedagogía contra la homofobia desde el Evangelio de
la Gracia”.
Para
el teólogo José Hutter, presidente de la Comisión de Teología de la Alianza
Evangélica Española, no hay bases teológicas que sostengan la defensa de la
homosexualidad. “Es un hecho innegable que la práctica de la homosexualidad se
presenta tanto en al Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento sin
excepción y siempre como un pecado ante los ojos de Dios”, explica Hutter.
“La
idea de ver la homosexualidad como algo positivo, permisible y/o enriquecedor
no existe en el mundo protestante/evangélico hasta la segunda parte del siglo
XX”, añade.
Según
José Hutter la postura adquirida por la IEE es minoritaria. “La gran mayoría de
las iglesias evangélicas en España siguen a los parámetros históricos y
bíblicos. Es decir: la homosexualidad practicada no se ve como algo permitido
ante los ojos de Dios, sino como un comportamiento prohibido por Dios en su
Palabra”.
OPINIONES ENFRENTADAS
Como
explica en su blog la IEE, la decisión fue tomada tras un amplio debate y
escucharse diversas posturas al respecto. Algunas iglesias dentro de la IEE
habían mostrado públicamente su oposición a esta perspectiva aprobada en el
último sínodo.
La
IEE sigue en este sentido las dirección de denominaciones históricas en Europa
y Estados Unidos -principalmente luteranas, reformadas y metodistas- que han
aceptado y bendecido a nivel eclesial la práctica y el matrimonio homosexual.
Por
ejemplo en el seno de la Iglesia Episcopaliana (anglicana en Estados Unidos),
la decisión de aceptar ministros homosexuales activos y la bendición del
matrimonio homosexual conllevó la ruptura interna, con muchas diócesis y
congregaciones que decidieron separarse al rechazar esta apertura inclusiva. La
iglesia episcopaliana ha perdido un tercio de sus asistentes y miembros en los
últimos quince años, algo que el analista Jeff Walton relaciona con su deriva
teológica liberal.
También
en la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (PCUSA) se produjo una división,
al aceptar esta denominación el matrimonio homosexual en 2014. Unas 200
iglesias procedentes de PCUSA se han unido en una nueva denominación, el PactoEvangélico Presbiteriano (ECO), donde mantienen una perspectiva conservadora
con respecto al matrimonio y la homosexualidad. Este asunto también ha sido
causa de controversia en Francia.
La
Iglesia Protestante Unida de Francia (calvinistas y luteranos) determinó
aceptar el matrimonio homosexual en su último sínodo, celebrado en mayo de
2015. El Consejo Nacional Evangélico de Francia (CNEF), que agrupa a la mayoría
de las iglesias evangélicas, reaccionó mostrando su oposición a esta decisión.
Fuente:
Protestantedigital, 2015.
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