Por
Leopoldo Cervantes-Ortiz, México
Sin
ánimo de revivir rencillas ni malos entendidos (ocasionados por el conflicto
vivido hace cerca ya de cinco años en el seno de la Iglesia Nacional
Presbiteriana de México, INPM, y ya superado[1]) o de producir polémicas inútiles sobre
el espinoso tema de la ordenación de mujeres a los ministerios eclesiales, compartimos
la noticia de las celebraciones por los 60 años de la primera ordenación de
mujeres al ministerio pastoral en la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos
(finalmente, iglesia “madre” de la INPM), a las cuales nos sumamos sin dudarlo.
La
nota de la Rev. Dra. Rhashell Hunter, directora de los Ministerios
Raciales y Femeninos de la Agencia Presbiteriana de Misiones, publicada en el Presbyterian
News Service, da cuenta de lo acontecido durante todos estos años y
provoca una serie de reflexiones e inferencias que es muy difícil dejar de
hacer.
Lo
mismo sucede al saber de los aniversarios respectivos en denominaciones de
otros países y latitudes.[2]
Primeramente,
se refiere al modo en que las generaciones presbiterianas actuales y pasadas
asumen la presencia o ausencia de estos ministerios en esa iglesia
estadunidense: “Para
algunos, nunca existió un momento en que no hubiera ministerios de mujeres.
Pero otros recuerdan cuando no había predicadoras ni modelos femeninos en los
seminarios y en las escuelas de divinidades, ni tampoco mujeres dedicadas al
cuidado pastoral, al menos no profesionalmente”.[3]
En un
ambiente, como el mexicano, en el que esta posibilidad sigue aún cerrada,
reconocer que la primera situación sigue vigente no deja de causar sentimientos
encontrados y profundas nostalgias al saber que la tradición reformada,
presbiteriana y particularmente en la instancia que vino a este país a
establecer comunidades de fe las ha abierto desde hace tiempo. La misma
publicación que da a conocer este festejo se ha ocupado de los diversos pasos
dados en ese caminar.[4]
El
nuevo recuento agrega historias (en nuestro caso, faltantes) que enriquecen la
perspectiva de una denominación tantas veces denostada por su apertura y
“liberalismo”, pero que ha dado testimonio de congruencia y respeto por la
dignidad de las personas.
La
historia personal va más allá de la anécdota y muestra las dificultades
“operativas” que tuvo que afrontar la institución referida:
Hace
pocos años, la Rev. Cynthia Campbell, pastora de la Iglesia Presbiteriana
Highland, en Louisville, Kentucky (www.hpclouisville.org), y ex presidenta del
Seminario Presbiteriano McCormick (http://mccormick.edu), fue la conferencista
principal del Instituto de Liderazgo de Clérigas, en Big Tent. Campbell hizo
memoria del día en que fue ordenada por la Iglesia Presbiteriana de Estados
Unidos (PC)USA, por sus siglas en inglés), el 30 de junio de 1974. “Una cosa
que recuerdo bien fue el certificado de ordenación. El secretario permanente
del Presbiterio de San Gabriel tuvo que añadir una “S” a la impresa “Él” en el
certificado [he, she]. Del mismo modo, se encimó un her sobre el “su” [him] que
se había escrito en una máquina de escribir eléctrica IBM”.
El
cruce de la experiencia individual e institucional es toda una lección para
quienes desde fuera observaron ese proceso en su momento. La Iglesia
Presbiteriana estadunidense tuvo que recorrer su propio camino, acerca del cual
no se supo mucho en los países latinoamericanos, acaso porque las
preocupaciones eran otras y la necesidad del trabajo misionero señalaba
prioridades distintas: afianzar la identidad, asegurar la presencia, proyectar planes
a largo plazo…
Los
nombres relevantes están ahí y la ruta de los aniversarios se mira ahora
retrospectivamente:
“Este año marca también el 60º aniversario de la ordenación de Ancianas
docentes en la (PC)USA. El 24 de octubre de 1956, la Rev. Margaret Towner
fue ordenada como la primera ministra mujer en la Iglesia Presbiteriana”. A
mediados de siglo, en plena Guerra Fría, esta iglesia (la del Norte) dio el
paso al frente como parte del concierto de los avances del mundo reformado en
esta materia, no sin conflictos de por medio: el Presbyterian Heritage Center
documenta en una línea del tiempo los pasos difíciles que desembocaron en esa
decisión histórica.[5]
En ese
contexto, no deja de registrarse la humilde reacción de la primera pastora,
quien asumió su tarea como un llamado divino a la fidelidad y el servicio: “A
pesar del reconocimiento y la atención recibidos —su foto apareció en la
revista Life y en otras publicaciones—, ella dijo que ‘optó por evitar
ser el centro de atención y continué mi trabajo en la congregación local’.
Towner celebró recientemente sus 91 años, y aunque ya se encuentra
‘honorablemente retirada’ [como se estila en la denominación], aún está activa
en su presbiterio”.
Rev. Rachel Henderlite (1965)
Poco
después, en el otro ámbito presbiteriano de ese país, llegarían a la misma
determinación: “La Rev. Rachel Henderlite fue la primera mujer ordenada
como Anciana docente en la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (o Iglesia
del Sur), en 1965. El año pasado se conmemoraron 50 años de tal evento, otra
fecha importante en la historia presbiteriana. En 1965, el año de la marcha de
Selma y de la primera protesta contra Vietnam en un campus universitario,
Henderlite (1905-1991) fue ordenada como Ministra de la Palabra y los Sacramentos”.
Otros
nombres y fechas importantes recogidos por Hunter son los siguientes: Katie
Geneva Canon, primera
mujer afro-americana ordenada como Anciana docente en 1974; Rebecca Reyes,
primera hispana ordenada como Anciana docente (1979); Elizabeth Kwon,
quien transfirió su ordenación desde Japón, primera clériga
coreana-estadunidense (1979); y Holly Haile Smith Davis, primera nativa
ordenada como Anciana docente (1987).
Fue
preciso “subir” poco a poco los “escalones” o niveles de los oficios eclesiales
hasta alcanzar el paquete completo de ministerios. Había que recorrer la escala
en orden: primero las diaconisas, luego las ancianas y finalmente las pastoras.
“En 2015-2016 se celebran también 110 años de la ordenación de Diaconisas y 85
de las Ancianas. Sarah Dickson fue la primera
Anciana y su colega Tillie Paul Tamaree fue la primera nativa, ambas
ordenadas in 1930, además de numerosas diaconisas durante los pasados 110
años”.
Bien
podrían aplicarse a otras iglesias las palabras finales de la nota, sin olvidar
las historias de quienes siguen esperando la oportunidad de lograrlo: “Hay
otras mujeres pioneras cuyos nombres no están en los registros, incluyendo
inmigrantes que aún hoy, han llegado a ser las primeras en sus grupos étnicos y
culturales en ser ordenadas en las iglesias. Hay clérigas nuevas y
experimentadas, ancianas y diaconisas, que están trazando nuevos caminos en
este medio eclesiástico cambiante. Seguimos los pasos de muchas mujeres
conocidas y anónimas que han difundido de manera constante y fiel las buenas
nuevas de Jesucristo y que han tenido un impacto significativo en nuestra
iglesia, nuestra comunidad y en la cultura estadunidense”.
Y es
que, para el caso de las presbiterianas mexicanas, tuvo que ser en el país
vecino donde se ordenaría por primera vez una pastora con estudios teológicos
en el país azteca: Rosa Blanca González-Miranda, en febrero de 2007.[6] Más tarde, en febrero de 2010, la Iglesia
Evangélica Española ordenaría a Eva Domínguez Sosa.[7]
La
historia continúa y aún depara muchas sorpresas, es verdad, pero también es
cierto que la tradición reformada nunca ha cejado en la compleja búsqueda de la
aplicación del llamado universal de Dios a los ministerios formales y
reconocidos. Estamos, pues, ante un capítulo completo de la historia de las
iglesias reformadas en el mundo.
Notas bibliográficas
[1]
Cf. L. Cervantes-O., “New Mexican church group ordains first women pastors”, en
Reformed Communiqué, Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, diciembre de
2012, p. 11, www.academia.edu/15690821/New_Mexican_church_group_ordains_first_women_pastors_2012_;
y “National Presbyterian Church of Mexico (INPM) excommunicates seven pastors
for defending the ordination of women to the priesthood”, en Latin American
Ecumenical News, septiembre-noviembre de 2012, núm. 1, p. 3, https://issuu.com/clai/docs/latinamericanecumenicalnews_december2012.
[2]
Cf. “30 anos de ordenação da pastora Edna Moga Ramminger”, en Portal Luteranos,
11 de noviembre de 2012, www.luteranos.com.br/conteudo/30-anos-de-ordenacao-da-pastora-edna-moga-ramminger;
Lynette Wilson, “Después de 30 años como sacerdotes, las mujeres de Brasil
miran hacia el episcopado”, en Episcopal News Service, 18 de junio de 2015, http://episcopaldigitalnetwork.com/ens/2015/06/18/despues-de-30-anos-como-sacerdotes-las-mujeres-de-brasil-miran-hacia-el-episcopado/;
y Marco Rostan, “El papa, las mujeres y el pastorado femenino en la Iglesia
Valdense”, en ALC Noticias, 18 de mayo de 2016, http://alc-noticias.net/es/2016/05/18/el-papa-las-mujeres-y-el-pastorado-femenino-en-la-iglesia-valdense/
[3]
R. Hunter, “PC(USA) celebrates 60 years of women’s ordination”, en Presbyterian
News Service, 24 de mayo de 2016, https://pres-outlook.org/2016/05/pcusa-celebrates-60-years-womens-ordination/.
Versión: L.C.-O.
[4] Véase: James H.
Smylie, “Women Ministers (1955-1966) and Margaret Towner”, en Presbyterian News
Service, 6 de febrero de 2006,
https://pres-outlook.org/2006/02/women-ministers-1955-1966-and-margaret-towner/;
Eunice Blanchard Poethig, “Women’s Ordination: Past, Present & Future,
DVD”, en Presbyterian News Service, 27 de noviembre de 2006, https://pres-outlook.org/2006/11/womens-ordination-past-present-future%C2%9D-dvd/; y “50 years ago – Church’s
first woman minister”, en Presbyterian News Service, 11 de mayo de 2015.
[5] Cf. “This day in
Presbyterian history”, en www.phcmontreat.org/ThisDayInHistoryIndex-May.htm.
[6]
Cf. “Another first”, en Horizons, mayo-junio de 2007, http://horizons.pcusa.org/magazines/2007/hrznmyjn07/mosaic.pdf.
[7]
Cf. “Ordenación pastoral de Eva Domínguez Sosa (IEE, Granada)”, en Protestante
Digital, 3 de marzo de 2010, http://protestantedigital.com/ciudades/24258/noticias_breves_destacadas
Fuente:
Protestantedigital, 2016.
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