Doce primados y 90 delegados de 20 provincias
anglicanas vinculadas a la Anglican Global South han hecho público un documento
oficial de 11 puntos sobre las uniones homosexuales firmado y publicado
tras celebrarse la sexta "Global South Conference" en el Cairo, el
pasado mes de octubre.
Durante su convención fueron recibidos por el
presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, que exaltó el papel de los líderes
religiosos en la construcción de la paz.
Las Iglesias del llamado Global South aglutina a
una inmensa mayoría de las Iglesias anglicanas del hemisferio sur, donde se
concentra en la actualidad la mayor parte de los 85 millones de fieles que
conforman la Comunidad anglicana.
Desde 2008, estas Iglesias de Asia, África y
Latinoamértica se organizaron alrededor de un organismo propio, la Gafcon
(Global Anglican Future Conference), a la que se sumaron los primados de la
Anglican Church of North America, en la que confluyen muchas de las comunidades
anglicanas de los Estados Unidos y de Canadá que ya no se identifican con
las dos denominaciones regionales oficiales por sus posturas liberales en
relación a las relaciones homosexuales como aceptables en el seno de la
Iglesia.
El arzobispo Mouneer Hanna Anis, Obispo anglicano
de Egipto y del norte de África, y primado de la Iglesia anglicana en Jerusalén
y Oriente Medio, en su discurso de apertura puso de manifiesto la polémica con
las "Iglesias del Norte" que quieren imponer a las Iglesias
anglicanas del Sur una "nueva forma de servidumbre ideológica y
financiera".
EL DOCUMENTO
La relación sexual entre dos personas del mismo
sexo "es algo contrario al plan de Dios, es ofensivo para Él y refleja
alterar las intenciones de Dios en lo que se refiere a la complementariedad en
las relaciones sexuales".
Por esto la Iglesia "no puede tolerar uniones
del mismo sexo como una forma de comportamiento aceptable a Dios".
Por ello entienden que "cualquier medida
pastoral” tomada por una iglesia en lo que se refiere a una liturgia o servicio
religioso que bendiga su relación sexual no es correcta, y enfatizan la
“necesidad de arrepentimiento y un compromiso de buscar un cambio de
comportamiento, hecho posible por la fuerza del Espíritu”.
En su opinión una postura diferente “sería
contraria a la tradicional doctrina ortodoxa de la Comunión Anglicana en lo que
se refiere a matrimonio y sexualidad. Disposiciones pastorales de este género,
si bien pueden dar la impresión superficial de dar una imagen de la Iglesia más
humana y socialmente aceptable, en realidad ocultan la violación de la doctrina
de referencia".
Los representantes de las iglesias anglicanas
del "Global South" reafirman sin embargo en el mismo documento su
pleno apoyo a una pastoral que sepa acoger y acompañar a las personas
homosexuales aceptándolas "por lo que son, como Dios nos ha aceptado,
así como éramos. Nos oponemos", se lee en el documento "a la
denigración o la humillación de los que no siguen los caminos de Dios.
Afirmamos que cada persona es amada por Dios, así como nosotros tenemos que
amar como Dios ama. Nuestro trabajo es ayudar a volver a los caminos de Dios,
invitándoles a recibir el amor transformador de Cristo que les da el poder de
arrepentirse y caminar en una novedad de vida".
El documento también dice que en la decisión de
tratar el tema de las uniones homosexuales no hay intención de minimizar el
pecado de otros comportamientos "contrarios al camino deseado por Dios
para la humanidad", como el egoísmo, la malicia, los celos, el odio,
la avaricia o el homicidio.
Fuente: Agencia Fides/Protestantedigital, 2016.
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