Por. Manuel
Sarrias-España
En 1517 se inició en Alemania la predicación y
venta escandalosa de las indulgencias por el dominico Juan Tetzel, concedidas
por el Papa León X, especialmente destinadas a las obras de la nueva basílica
de San Pedro en Roma y también a enjugar las deudas personales contraídas por
el cardenal Alberto de Brandeburgo para, precisamente, alcanzar dicho cargo.
Martín Lutero, monje agustino y doctor en Teología, que contaba 33 años, consideraba
tal asunto como opuesto a la enseñanza bíblica , por lo que no solamente lo
criticó desde el púlpito y la cátedra, sino que el 31 de octubre de 1517 clavó
en las puertas de la iglesia de Wittenberg (capital de Sajonia) sus famosas 95
tesis (allí se encuentran hoy, en letras metalizadas) en lenguaje llano y
vigoroso, para debatirlas, proceder normal en los círculos académicos. Este
hecho que tradicionalmente se considera como el comienzo de la reforma
protestante.
En los años siguientes tuvieron lugar diversas
disputas públicas entre emisarios del Papa y Lutero. Cuando en 1520 el
reformador quemó públicamente la bula que le conminaba a retractarse, los
acontecimientos se precipitaron, fue excomulgado por el Papa y se consumaba la
ruptura. Federico, duque-elector de Sajonia, mecenas de arte y cultura, se
negaría a entregar a Lutero al emperador Carlos V. Tras varias dietas
(asambleas formales de Estado), en 1529 se celebró la de Espira, donde los
nobles alemanes que aceptaron la reforma protestaron por la anulación de la
tolerancia religiosa concedida anteriormente, con el fin de reprimir el avance
de la reforma (de ahí viene el nombre de protestantes). Los aspectos centrales
de la reforma fueron solamente la gracia, la fe, Cristo y las escrituras. De
ahí encontramos un fondo común de creencias evangélicas-protestantes:
justificación por la fe sin las obras (las obras son una consecuencia de la
fe), la Biblia como única regla de fe y práctica, sacerdocio universal de los
creyentes (no jerarquías eclesiásticas), repudio del celibato del clero, dos
sacramentos-ordenanzas: bautismo y santa cena, se simplifica el culto, se niega
la existencia del purgatorio y se rechaza la veneración de la Virgen, los
santos, imágenes y reliquias. También un sentido de responsabilidad personal,
laicidad, ética del trabajo (santidad de todo trabajo honesto) y progreso.
Una serie de circunstancias (religiosas, políticas,
económicas y sociales), permitieron que Lutero no terminara en la hoguera como
otros reformadores anteriores, o como ocurrió en España que la Inquisición se
encargó a anular cualquier intento de reforma y modernidad. Pero, sin duda, que
la imprenta, la música (desde sus inicios, la reforma protestante empleó la
música como una expresión de sus creencias. Lutero compuso algunos himnos y
otros grandes músicos protestantes fueron Juan Sebastián Bach, Jorge Federico
Hendel o Félix Mendelssohn) y la traducción de la Biblia al lenguaje del
pueblo, unificando el idioma alemán, después de un milenio que solamente se podía
leer las sagradas escrituras en sus lenguas originales (hebrero o griego) o en
latín. Con razón, cuando Martin Lutero leyó pasajes de los evangelios en la
lengua del país, un sencillo campesino se levantó y manifestó con sorpresa
“¡Jesús habla alemán!”.
La inmensa mayoría de los evangélicos españoles no
somos luteranos. Creemos que su reforma necesitaba completarse. Lutero y otros
reformadores, como todo ser humano, tuvieron aciertos y errores. Pero resulta
innegable que Lutero, y otros, actuó con profundas convicciones, con valentía,
jugándose la vida y afrontando los riesgos con fe, rompió fuertes cadenas y
abrió puertas para una nueva comprensión del cristianismo. Y de cara a la
conmemoración del 500 aniversario de la reforma protestante, los evangélicos
españoles bajo la cobertura de la Federación de Entidades Religiosas
Evangélicas de España (FEREDE) preparan una serie de eventos bajo el lema
general “Los tiempos cambian, la reforma continúa”. Creemos que la reforma
protestante ” abrió una puerta el nuevo pensamiento sobre la relación del
hombre con Dios, además de una revolución social, política y ética, dando paso
a renovados conceptos de libertad de creencias, pensamiento y expresión,
abriendo un camino de progreso en áreas de la ciencia, economía, educación en
Europa”, y más allá de sus fronteras donde se introdujo y arraigó los
principios de este movimiento que tuvo su base en la Biblia, llevando
igualmente las sagradas escrituras a la lengua del pueblo, proclamando la
gracia de Dios y el evangelio de Jesucristo.
Se pretende una repercusión que vaya más allá del
2017, buscando la participación de todas las iglesias, de la inmensa mayoría de
hermanos y hermanas evangélicos-protestantes de España, visibilizando la unidad
esencial de los evangélicos en España alrededor de Jesucristo y de la Biblia y
marcar un antes y un después, enfatizándose en algunos valores esenciales:
-Transformación. El camino de los reformadores
quienes, con sus aciertos y errores, abrieron un camino de transformación
espiritual que influyó en el curso de la historia y de la sociedad.
-Regeneración. El mensaje de la reforma es la
persona de Jesucristo, fundamento de la fe y de una experiencia de regeneración
y amistad personal con Dios.
-Progreso. Efectos de la reforma, que trascendió
las fronteras de la religión y abrió un camino de progreso en áreas como la
ciencia, la economía, la educación, la política y la atención social en Europa
y en el mundo.
-Reconciliación. La reforma considera que la
reconciliación es una misión de la Iglesia. Reconciliación con Dios y con los
semejantes, pero también con nuestro entorno natural y social, debiendo
trabajar para asentar una cultura de la convivencia, los derechos humanos y la
paz.
-Revelación. La Biblia y la reforma. La reforma
difundió la palabra de Dios en lenguaje del pueblo y defendió su interpretación
científica, sin imposición dogmática. Reconoció y reconoce su autoridad como
norma de fe y promueve su lectura y meditación como fuente de iluminación y
dirección personal.
Reiterando la importancia de las actividades
locales y regionales, los eventos centrales serán: 13-14 de julio de 2017,
jueves tarde y viernes mañana, VIII congreso evangélico español en el Palacio
de Congresos de Madrid. 14-15 de julio de 2017, viernes tarde y sábado, fiesta
de la reforma (la ubicación sería en una plaza céntrica madrileña a concretar).
31 de octubre de 2017, martes, culto de la reforma. Se pretende celebrar 500
cultos en 500 diferentes lugares de España. Después de siglos de
desconocimiento de los protestantes españoles y de vernos como algo ajeno,
oscuro y sospechoso, confiamos que, en un clima de libertad, respeto y
apertura, podamos compartir con nuestros conciudadanos principios y valores que
son portadores de influencias positivas y necesarias para una sociedad más
justa, honesta, solidaria y con esperanza.
El autor
es Vicepresidente de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de
España (Ferede)
Fuente: http://www.diariodemallorca.es/opinion/2016/11/15/tiempos-cambian-reforma-continua-500/1165575.html
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